DISTORSION
ESPECULAR
¿Cómo reflejan los medios argentinos la evolución de la situación en
Oriente Medio y en especial el ataque iraní? Mirando con un ojo tuerto
Por
Charles H. Slim
Durante los últimos meses, Netanyahu y su estado
mayor habían estado preparando la guerra con el Líbano en la cual también tiene
parte EEUU. En todo ese tiempo y tratando de erradicar a Hamas y los otros
grupos de la resistencia palestina centro sus esfuerzos por eliminar físicamente
a sus interlocutores políticos dejando de lado a la negociación en Qatar y
obviamente el interés por los rehenes.
En resumidas cuentas, Netanyahu y su coalición de extremistas judíos
solo persiguen un objetivo y ese es, eliminar cualquier resistencia, vaciar la
Franja de Gaza de árabes y anexarla para entre otras finalidades, poner en
marcha el ambicioso proyecto del Canal “Ben Gurión” y apoderarse de las
reservas gasíferas frente a las costas de Gaza.
Pero esto (como era de esperar) no es reflejado en occidente, en
especial en Argentina donde los medios y periodistas con simpatía pro-Israel -hoy
en la cumbre con un gobierno abiertamente pro-atlantista- no dudan en poner
en los titulares solo y únicamente a Israel. En realidad, no es nuevo esto y
siempre se da dentro de un espectro determinado de medios de la capital. Sacando
el posicionamiento del gobierno notoriamente alineado al estado de Israel, este
núcleo de sionistas siempre está allí no solo para justificarlo de las aberraciones
a los derechos humanos y bestialidades que comete sino (y tal vez lo peor) para
azuzar el odio contra los árabes y particularmente el Islam que tan claramente
se advierte de varios comunicadores e intelectuales.
Esto se vuelve a ver tras la retaliación iraní del 1º de octubre
haciendo que medios capitalinos como TN, la NACION+ y radios afines como MITRE
y Rivadavia hicieran un desfile del victimismo y de esa tan presumida inocencia
mediante un relato claramente mutilado de la realidad y que no respondía a una
simple pregunta ¿Por qué estaba sucediendo eso?
Para cualquier despistado o un simple ciudadano desconocedor de la
cocina de este conflicto y que escucha a uno de estos exponentes, sacara como
primera conclusión que los pobres israelíes no han hecho nada para merecer eso.
Esto funcionaba cuando estos medios eran la única fuente informativa, pero
desde que aparecieron las plataformas digitales eso se termino y hoy es muy
difícil tapar los hechos. Pero en lo que sucedió el 1º de octubre ya viene
teniendo como precedente causal las masacres en la Franja de Gaza y una larga y
sangrienta cadena de agresiones contra el Líbano que comenzó al ser agredida de
forma indiscriminada dos semanas antes el día que el Mossad detono los bipers y
comunicadores de todo el país matando e hiriendo a muchos ciudadanos.
No se discute que estos sectores tengan su simpatía o lealtad con
Israel. El derecho a ello esta garantizado, pero eso no significa que por ello
tengan el derecho a trastocar la realidad dejando de lado la otra cara de
aquella, impidiendo la manifestación del otro lado y menos aún a deshumanizar a
quienes piensan lo contrario o no son de su partido.
Esta distorsión se ve tanto en uno como en otro sentido. Así para
cuando hay que maquillar los crímenes israelíes como para ocultar sus pérdidas
y sus reveces militares, estos medios y sus partidarios ponen manos a la obra.
Tal como ocurrió con la represalia iraní del 1º de octubre cuando el 90 % de
los misiles golpearon objetivos altamente sensibles de la infraestructura
militar israelí causando daños que fueron inmediatamente censurados[1].
Es que la supuesta invulnerabilidad sionista, una vez más había quedado entredicho y con ello la permeabilidad de su sistema antimisiles.
¿Qué clase de misiles pudieron haber burlado la “Cúpula de Hierro”?
Misiles hipersónicos “Fattah-1” (de mediano alcance) que al parecer la inefable
inteligencia israelí tampoco vio venir.
Obviamente, el silencio de los medios argentinos fue la regla. Pese a
ello con el pasar de las horas, por las redes sociales muchas imágenes se
filtraron que demostraban la vulnerabilidad pese al sistema “Cúpula de Hierro”
y la ayuda estadounidense desde el Mediterráneo.
Toda clase de videos se viralizaron mostrando la histeria de los
israelíes que gritando de pánico huían a los refugios en Tel Aviv o incluso la
del mismo Netanyahu corriendo despavorido a los refugios del recinto donde se
hallaba.
Lo mismo con las ambiciones de invadir el Líbano y apoderarse del sur.
Según los reportes en el terreno y solo para dar cuenta de una escaramuza
ocurrida el día 3 de octubre en Jaliet Al Mahafer en la ciudad fronteriza de “Adaisseh”,
el grupo elite israelí “Egoz” cuando pretendía infiltrarse sufrió una emboscada
por parte de una unidad de combate de Hezbolá causándole bajas y un número no
precisado de heridos. Similar situación se dio en otros dos puntos de la
frontera como son “Kfar Kila” y “Marum Al Ras” elevando en un solo día a 60 el
número de bajas israelíes.
Lo único que los israelíes no han perdido es la mano de bombardear
objetivos civiles e indefensos como los realizados sobre las brigadas de
rescatistas civiles en el sur que pese a estar identificados son atacados por
los aviones.
¿Algo de eso se mostró o se muestra en Argentina? Por supuesto que no,
aunque debían decir algo. Pero, aplicando esa mirada sesgada trataron de
presentar a Israel como la víctima sin circunstanciar las causas de ese ataque
y que -sumado a todo lo hecho en Gaza- se habían generado dos semanas
antes desde que Netanyahu y su gabinete de supremacistas ordenaron bombardear
el Líbano causando cientos de muertes, miles de heridos y el desplazamiento de
un millón de civiles.
Durante todo ese periodo de tiempo lo que Israel estaba haciendo contra
las ciudades y aldeas libanesas estos mismos medios y sus periodistas no
dijeron una sola palabra, no mostraron una sola imagen de los edificios
derruidos, los cadáveres desperdigados y en ninguno de sus zócalos apareció en
letras rojas algún copete de último momento con títulos como “Líbano bajo
ataque” o, “masacres en curso contra el Líbano” ¿Por qué?
Esta claro que por una cuestión de partidismo en favor de Israel. Los
actos maléficos que realiza este estado no son reflejados por estos sectores
salvo y cuando ya no es posible ocultarlos, pero siempre dialécticamente
retocados. Pero también por los estrechos lazos financieros que se entrelazan
entre estas empresas de medios y los intereses sionistas. También por la
innegable parcialidad ideológica y geopolítica a la que están entregados.
A estos medios les hubiera gustado mostrar una masacre de israelíes por
algún misil iraní y con ello repotenciar las falsas acusaciones que desde 1992
y 1994 vienen instigando por los atentados cometidos en Buenos Aires que más
allá de la farsa resolución de la justicia argentina, nunca se han corroborado
con pruebas reales.
A diferencia de los bombardeos de Israel tanto en Gaza como sobre el
Líbano, el ataque iraní del 1º de octubre con 400 misiles en su mayor parte
cayeron sobre objetivos estratégicos y no en enclaves civiles.
[1]
Fuentes altamente confiables, documentan con fotos satelitales como los misiles
iraníes destrozaron una base aérea israelí impactando incluso sobre aviones
F-35 estacionados https://pravda-en.com/world/2024/10/04/772519.html