sábado, 18 de enero de 2025

 

FALSE REFLECTIONS

Just hours before President Donald Trump's inauguration ceremony, will it mean a paradigm shift or a deepening of the paradigm created by Joe Biden and Co.

 

By Sidney Hey 

In geopolitics, it has been seen that what is presented in one way is often not real. It is then that announcements and even the signing of agreements between the leaders of great powers end up being, in some cases, great swindles that in the long run cost the stability, peace, goods and, most seriously, the lives of hundreds of thousands of human beings.

The US is one of these great swindlers in this scenario, evidenced by its violation of its commitments by erasing with its elbow what it signed with its hand. The historical examples of this contrived behaviour are many, but just as a contemporary example let us recall the breach of the commitment made in February 1990 by the then US Secretary of State James Baker promising -although today they say it was not so- to his Russian counterpart Eduard Shevardnadze ‘not to advance with NATO one centimetre’ to the east.  The Americans were already unashamedly and immediately reaching out to Eastern European governments and, at the same time, expanding NATO's bureaucratic structures.

The upcoming inauguration of US President Donald Trump, who is supposedly a renegade of the US-NATO relationship, has raised many speculations and even fears about what his relationship with Brussels and its entire bureaucratic organisation, as big (and more corrupt) than its military structure, will be like. 

As is often said in the corridors of power in Washington DC when they don't want to take any notice of something, ‘what the right hand does, the left hand doesn't know’. This would translate into while Trump rants against outrageous US spending in Ukraine, the money and weapons will keep flowing. In these circumstances the same logic could apply and in that plan we could be witnessing a grand montage of the typical ‘good cop/bad cop’ movie script where Trump playing the role of ‘Sheriff’ entering the Saloon rants that he will clean up the financial and economic mess of his predecessor and part of that includes cutting off the obscene flow of money, personnel and war materiel that has been pumped into Brussels and the neo-Nazi regime in Kiev to fight an ‘Establishment’-driven proxy war against the Russian Federation.

But this would just be bad B-movie acting. Why this conclusion?

First, Trump has already shown that he can stab anyone with a smirk in his eye. He did it to Vladimir Putin when, despite his supposed sympathy, he ordered all sorts of economic and trade sanctions against senior Russian executives and froze Russian assets in Western banks. He also secretly continued (backed by London) to provide military and intelligence assistance to Ukrainian neo-Nazi parties. The only one who did not succumb to his trickery was North Korean leader Kim Jong Un, who, rejecting his petulance and veiled threats at that failed Hanoi summit in 2019, Trump would christen him ‘the rocket man’.

As far as Ukraine is concerned, he will at most try to extend the situation through his announced envoy Keith Kellogg, who will try to establish talks without achieving a ceasefire in the medium term.

We could go on citing inconsistencies between Trump's words and deeds, but beyond his campaign promises that he would ‘stop the war in Ukraine in 24 hours’ (which, by the way, is something impossible to achieve), the movements that are felt underfoot and are being noticed in the extensive Atlanticist structure would be indicating a great smokescreen that hides a plan that, contrary to appearances, is coordinated with the incoming US administration.

Above all, let us not forget that Trump and his circle of freaks (with Musk at the head) intend to give a coup de grâce to the BRICS+ and thus take it out of circulation in perpetuity and thus reinsure the dollar as the sole currency of commercial exchange and continue to keep all the states of the hemisphere captive and dependent, leaving those ‘rebels’ such as Venezuela, Nicaragua, Cuba and Bolivia to intrigue and implement -clandestinely of course- measures that undermine the political, economic and internal security stability of each of them.

But those who should immediately be prepared for unfriendly surprise moves in the Indo-Pacific are the mainland Chinese, given that the pawns (including the British and Australians) that Washington has installed in the South Sea and in some of its riverine states (such as Hong Kong and Singapore) monitoring the situation on the island of Taiwan, are maintaining an unusual activity of information gathering and exchange that can have no other objective than China. 

Trump among one of his few qualities is his ‘xinophobia’ (hatred of the Chinese) which is inscribed in his already ventilated racism that he will precisely put into action within the US with his promised major operation of mass deportation of immigrants, a promise that he will surely fulfil just as he said.

In conclusion, and as far as his foreign policy is concerned, to believe that Trump will break ranks with the largest military organisation in the world, which since the fall of the USSR has served as a battering ram for the plans that Washington DC has drawn up decades before, is idiotic.

viernes, 17 de enero de 2025

 

¿CESE AL FUEGO

O FUEGO INCESANTE?

¿Qué expectativas creíbles de paz duradera pueden albergarse con un bando que no respeta lo que acuerda?

 

Por Charles H. Slim

El acuerdo llegado en Doha de un alto a las hostilidades entre Tel Aviv y Hamas suponía eso, no más ataques. Pero horas después del anuncio las FDI seguían atacando campos de refugiados y sectores donde se concentran civiles. El 16 de enero de manera cobarde y criminal la aviación israelí bombardeó campamentos de refugiados en la franja matando a más de 25 mujeres y al menos 21 niños según reportaron algunos medios de la región[1]. Este hecho no asombra tras meses de masacres continuas y solo repite lo que sucede en el Líbano desde un mes y medio antes donde pese a llegarse a un alto al fuego bajo condiciones preestablecidas, Israel ha seguido atacando y destruyendo la infraestructura civil.

Esta guerra no tiene ganadores, aun cuando cada lado reivindique beneficios políticos o geopolíticos para adelante. El daño humano es incalculable y las responsabilidades que han quedado a la vista de la opinión pública no pueden (aunque así les gustaría) obviarse. Las masacres que los israelíes han cometido inmediatamente después del anuncio del acuerdo revelan un problema que involucra a toda la “comunidad internacional”. Seguramente veremos esfuerzos titánicos de las organizaciones sionistas en occidente como AIPAC y la EFI (solo para hablar de las más influyentes) por tapar las investigaciones de un cúmulo de crímenes tan atroces como repetidos, tal como el asesinato de 205 periodistas entre los últimos el de la joven periodista Ahlam Al Nafed[2]. Sumado a ellos, los abusos y las violaciones de mujeres y niñas cometidas por bandas de judíos en el Hospital Kamal Adwan que fue dejado fuera de servicio por los daños causados a sus instalaciones[3].

Solamente los palestinos y quienes han estado asistiendo a la población en toda la franja conocen de primera mano a la muerte.

Pero este tuerto cese al fuego ¿Revivirá a los miles de palestinos (especialmente a los niños) asesinados, a los miles de encarcelados y torturados, a las familias desplazadas de Cizjordania para que sus propiedades sean demolidas para ser ocupadas por asentamientos para colonos judíos?

La algarabía de los palestinos celebrando en las calles rodeadas de escombros y siluetas de edificios destruidos por los obuses israelíes es entendible ¿Quiénes sino los palestinos pueden dar testimonio de lo que significa la tortura generacional de vivir bajo la amenaza incesante de las bombas, las embestidas de los tanques y el fuego de sus obuses y del miedo a morir horriblemente bajo los escombros?

Igualmente y pese al anuncio de este alto al fuego, los aviones israelíes atacaron varios puntos en la franja causando nuevas masacres de civiles inocentes. Incluso al mismo tiempo y junto a EEUU bombardearon una plaza en la capital yemení Saná donde se convocaba una multitud en apoyo de Palestina. Ante este repetido comportamiento criminal (que va contra toda la legislación internacional) y que se sigue viendo en el Líbano con la deliberada y sistemática destrucción de las aldeas chiitas del sur ¿Se puede creer en lo que diga Tel Aviv y mucho más, en la palabra de señores como Netanyahu y Smotrich?

Remarquemos esto una vez más, Israel no es la primera vez que hace estas cosas. Si hoy se advierten con tanta continuidad es gracias a la tecnología, la velocidad del internet y al valor de algunos periodistas que escapando de las balas de francotiradores y de los bombardeos exponen documentos gráficos y detallados de esos crímenes.

No hay dudas que en las altas esferas de ambos bandos estos episodios pasarán inadvertidos ya que y más allá de los intereses políticos que les mueven a cada uno de ellos, hay un odio que es imposible de obviar.

Tampoco dejemos de lado que lo ocurrido el 7 de octubre del 2023 no fue incausado o por mera maldad de los palestinos y mucho menos, desconocido por las cloacas del poder en Tel Aviv. Detrás hay 76 años de un Status Quo de ocupación impuesto a fuego y que en lo que respecta a la situación de la franja de Gaza, la agresión se viene viviendo desde 2006 cuando el Movimiento de Resistencia “Hamas” se impuso en las elecciones sobre el nada representativo y corrupto “Fatah” liderado por el viejo Mahmmud Abbas.

Otro gran responsable de que ese día se convirtiera en la peor pesadilla del estado ocupante fue sin dudas, el propio Netanyahu. Las contradicciones, las ya conocidas connivencias de la inteligencia con Hamas (y su involucramiento en la creación de la “Jihad Islamica”) y las extrañas situaciones que se vieron en aquella mañana siguen siendo motivos de pedidos de una investigación interna apoyada por una parte de los familiares de los rehenes y de la ciudadanía israelí.

Pero si hay alguien que ha empeorado toda esta situación (a costa de quebrar al estado de la Unión) es la saliente administración demócrata estadounidense, siendo el senil Joe Biden su principal responsable. No solo por haber drenado todo el apoyo financiero y militar para sustentar las subsiguientes acciones militares de Israel sino por haber sido cómplice y en algunos aspectos partícipe en el genocidio sistemático que el liderazgo extremista judío en Tel Aviv, trato de ejecutar para exterminar a todos los árabes palestinos de la franja.

Con Biden y su administración EEUU ratificó su parcialidad en el conflicto y ahondó aún más el descredito internacional de un país que llega al 2025 en medio de severas crisis políticas tanto internas como externas y que solo hay que esperar ver como las abordará la llegada de la administración de Trump.

 

jueves, 16 de enero de 2025

 

SETTLING SCORES AT BAB AL MANDEB

And how are things going for Israel's partners in the Red Sea?

By Sidney Hey

History has already shown how all empires in history, despite the fact that they manage to trample their adversaries underfoot, have at a certain point encountered a stone in their shoe that in some cases ends up being the tombstone of their existence as such. The US, in its crusade to help Israel and protect a strategic sea route, has clashed with the Yemenis and more particularly with the Shiite Muslims of Ansar Allah, who since October 2023 have pledged their firm support for the Palestinian cause. Just as Hamas and Tel Aviv have agreed to a ceasefire, the IDF continues its attacks on the Palestinian population.

Already last year, as soon as the first US ships arrived in the Red Sea, Yemeni forces not only did not stop their operations against Israeli or other vessels bound for ports in ‘occupied Palestine’, as the Yemeni leadership's communiqués always make clear. At best, both the Israelis and their ‘protectors’ were humiliated to find that those ‘raggedy little men in sandals’ (as an MI6 liaison in Tel Aviv called them) had kicked their asses.

The reaction of the empire was not long in coming, and to the delight of Netanyahu and his Talmudic extremist leadership, US and British aircraft repeatedly bombed Houthi bases and especially the ports of Sana'a and Hudeidah, the latter of which was recently attacked by Israeli aircraft. As always, most of the casualties were civilians, but this did not intimidate the Islamic resistance.

The only success they achieve with these bombings is to kill civilians. The Pentagon at one point tried to set up ground operations to raid the Houthis but the attempts were a disaster. Much less so do the Israeli commandos or any of their special units who have surely tried with no positive results.

Another major failure on record for the Anglo-Americans and their Israeli partners has been intelligence gathering. For Hollywood, the Huties are bad business because they leave them no room to make films of false heroism or any of the other farces they put on to try to rewrite with much fantasy what politically cannot be rewritten. It is not the first time that among other things, the Huties have shot down their expensive ‘MQ-9 Reaper’ spy drones and other models that they tried unsuccessfully to raid to attack territory inside. 

The Yemenis have proved to have more surprises up their sleeves than the Americans could have imagined.

When the US and Britain got involved in the Red Sea, it was not only Pentagon chief Lloyd Austin who was confident. Tel Aviv thought they could easily - in a few weeks at most - get rid of the Yemenis, but they did not. Kamikaze missiles and drones kept reaching Eilat and even the centre of Tel Aviv. Soon reports from the naval command in charge of the ‘USS Lincoln’ were coming in of a situation that was very difficult to handle. The situation they were involved in was so severe and dangerous that Atlanticist allies such as France and Germany literally apologised and withdrew their naval units from the area.

These defections were not unfounded. Proving the expertise and effectiveness of launching ballistic missiles on their ships even put them at a certain risk that their respective governments were unwilling to take. The ‘ragamuffins’, as some Western intelligence personnel call them, not only have modified land-to-sea ballistic missiles, but they are proving that they know how to use them very well.

But the surprise that worried and continues to worry Israeli intelligence officials was the realisation that Ansar Allah could hit them in the middle of Tel Aviv and if they wanted to in a specific building, as happened with the Mossad offices or Netanyahu's own residence. By having hypersonic missiles in their arsenals that are impossible to intercept and which they have apparently learned to use.

Since October 2023 Yemen has been under close scrutiny by CENTCOM, using all technological and human resources (including Saudi intelligence) to try to find weaknesses in the Yemeni forces and from where, together with their British and Israeli colleagues, they coordinate operations against Yemen.

In the early hours of 15 January, Huties fighters carried out another naval operation against the command ship of the so-called ‘Operation Prosperity Guardian’, the aircraft carrier ‘USS Harry Truman’, while it was preparing to launch air strikes on Yemen, forcing it and its escort ships to withdraw to the north of the Red Sea. Neither the Defence Department nor any of the Pentagon's generals have commented on the incident. Sources in the area reported large explosions at sea and thick plumes of black smoke that spread hours after the attack.

According to the spokesman Brigadier General Yahya Saree, the operation is being carried out in support of the oppressed Palestinian people and their mujahideen, in response to the massacres against our people in Gaza and in retaliation to the Israeli aggression against Yemen. In fact, this is not the first time this vessel has been attacked. Previously in 2023 and 2024, ballistic missiles and drones caused serious problems for the Americans, forcing them to withdraw a few miles from the Yemeni coast.

 

miércoles, 15 de enero de 2025

 

¡CAMBIEMOS!…

EL REGIMEN

¿Quiénes son los partidarios de la OTAN en Sudamérica que instigan la intervención armada contra Venezuela?

 

Por Javier B. Dal

Mientras los aplaudidores atlantistas en CABA (que coinciden con los partidarios de CAMBIEMOS) festejan la calamidad en la que ha caído Siria y siguen tratando de explicar la brutalidad de su admirado Benjamín Netanyahu contra Palestina, están muy expectantes con que el gobierno de los Milei involucre al país en una cruzada (entiéndase invasión militar) por la democracia en Venezuela.

Como en la era menemista, todo vale para agradar a Washington y con la pronta llegada de Donald Trump, al parecer mucho más que nunca.

En Argentina las cosas tienden a repetirse cíclicamente y no siempre para mejorar. Una vez más y como en los noventas el país vuelve a elegir un gobierno de obsecuentes anglófilos que hoy se potencia con un núcleo sionista que quiere jugar en las grandes ligas geopolíticas del mundo anglosajón aún a costa de saltar al abismo. Esto no significa que el progresismo kirchnerista o como quiera denominarse al rejunte de peronistas con problemas de identidad sea una alternativa mejor, nada de eso.

El Kirchnerismo populista o de cualquier adjetivo que vaya acompañado (“socialista”, “cristinista”, “confederal” etcetc) ha demostrado ser tan inerte e inútil (y falso) como los actuales entreguistas anglófilos que ocupan La Casa Rosada. La única diferencia que existe y que resalta entre esta oposición de “macramé” y los anglófilos sionistas es que estos últimos -además del dinero- al menos están convencidos de la ideología a la que adhieren y no tienen empacho en demostrarlo. Prueba de ello vemos con el malogrado gendarme enviado por la ministra Patricia Bullrich bajo excusas intragables.   

Justamente días previos a la reasunción de Nicolás Maduro el 10 de enero, desde los medios capitalinos adeptos al gobierno de los Milei, se comenzó una intensa campaña mediática de insidia y demonización contra el gobierno bolivariano para sembrar en la opinión pública la idea de la necesidad de una intervención externa que en muchos casos no escondieron las comparaciones con Siria.

Esta comparación que disfraza una velada ambición de que suceda lo mismo, no es nueva y casualmente (y en lo que hace a este hemisferio) reúne a los mismos interesados. Desde 2011 los sirios fueron sistemáticamente agredidos por una batería de medidas que iban desde la intervención de bandas armadas (financiadas por gobiernos árabes pro-estadounidenses y Turquía) conducidas por carniceros bajo órdenes de la OTAN, pasando por el paulatino aislamiento diplomático ordenado desde La Casa Blanca hasta la imposición de toda clase de sanciones económicas (ilegales) destinadas a  desmoralizar y a degradar las condiciones de vida en la población.

Venezuela soporta una dinámica similar, aunque mucho más liviana en intensidad desde abril del 2002, tras el fracaso del golpe de estado clásico instigado desde Washington DC. Igualmente tras la muerte de Hugo César Chávez en 2013 y en la última década, los planes externos por subvertir a la Revolución bolivariana han ido en aumento y prueba de ello han sido las fracasadas operaciones de agencias de inteligencia y mercenarios (de empresas privadas como ACADEMI entre otros) que intentaron fallidamente recrear el escenario sirio.

Unos días antes de la fecha de reasunción del presidente Nicolás Maduro, el SEBIN y las fuerzas policiales capturaban a tres mercenarios ucranianos, dos estadounidenses y otros dos colombianos, un hecho que reveló un peligro en ciernes máxime si recordamos que, recursos similares llegaron a Siria unos meses antes de la caída de Damasco. A ello no olvidemos la detención del gendarme argentino a quien se le formalizaron cargos por terrorismo. Si seguimos tirando de la cuerda y desandamos un poco su recorrido hallaríamos sin dudas como más implicadas a las agencias de inteligencia como la CIA y seguramente al MI6 británico, éstos últimos muy interesados en los yacimientos de esequibo en la Guayana.

Se puede intuir que detrás de la ansiada caída de Nicolás Maduro hay importantes actores financieros y corporaciones que cotizan en Wall Street listos para entrar con la amable invitación de serviles como la señora Corina Machado y Cía.

Estas implicancias que no son novedad para quienes están al tanto de cómo se manejan los anglosajones, podrían ser la cabeza o el cerebro organizador de un grupo operativo ya infiltrado en Venezuela integrado por elementos de varios países entre los que estarían algunos argentinos. Tras este golpe es posible que los planes iniciales se hayan quemado aunque ello no signifique que renuncien a continuar en los intentos de derrocamiento del país.

Al parecer, la última esperanza para estos sectores es tratar de despertar una “mobocracia” venezolana como una fuerza de choque descontrolada pero muy útil para derruir las instituciones del estado para que detrás, entren los US marines y establecer sus títeres políticos. Pero ¿Qué dice el otro lado de la política argentina, la que supuestamente es incondicional con el “Chavismo”?, Habría que ver si existe algo así y si existiera ¿Estarían dispuestos a salir al cruce ante semejantes planes?

La opacidad de la oposición argenta ante estos hechos y en especial la kirchnerista no es extraña. Para ellos el fenómeno “chavista” es algo extraño y jamás tuvieron interés por aprender de él. Nunca tuvieron vocación revolucionaria ni nada por el estilo y el tiempo así lo demostró. Solo tienen vocación por usar la lengua y nada más. Néstor Kirchner quien llegó al poder en 2003 -de donde surge el Kirchnerismo- estaba en las antípodas de un desafiante y combativo Hugo Chávez quien además de advertir tempranamente de los peligros del globalismo, condenaba la criminal invasión angloestadounidense a Iraq y al mismo tiempo no le tembló el brazo para firmar la expulsión de la representación israelí de Caracas tras las continuas violaciones a los derechos humanos de los palestinos.  

Lo único que garantiza la integridad política y territorial de la actual Venezuela son sus FFAA y su voluntad de pelea. Igual que Corea del norte, Caracas aprendió de la historia contemporánea (Iraq, Libia y ahora Siria) y por ello se ha equipado para estas eventualidades. Eso lo saben en el Pentágono y es por ello que han tratado de crear las condiciones similares a Iraq, a las de Libia y a las de Siria ¿Para qué? Debilitar y desmoralizar a la población y en especial a los militares con la esperanza de una caída rápida.  

 

 

lunes, 13 de enero de 2025

 

LA HORA DE TRUMP

¿Hacer grande a América otra vez o engrandecer el ego de Trump a costa de América?

 

Por Charles H. Slim

En el actual y complejo panorama geopolítico advertimos que el poder atlantista con EEUU a la cabeza se ha sobre extendido más allá de lo recomendable dando lugar al refrán que dice “Quien come y no da, morirá indigestado”. Sin dudas que esta voracidad se ha visto alentada por las ultimas y profundas modificaciones en el mapa de Oriente Medio y las que Washington aspira obtener en el Indo-pacífico, Eurasia y Europa con la llegada de Trump.   

Pero como dijo alguien, morder más de lo que se puede tragar puede ser un error.

Eso no parece molestar a Donald Trump y menos a sus asesores quienes pese a encontrarse con un estado quebrado y repleto de vacantes burocráticas inservibles por donde se han ido decenas de millones de dólares de los contribuyentes, no tendría ningún inconveniente en seguir con la costosa política exterior agresiva y voraz que se asemeja a la del “Pac man”.

Esta perspectiva nada alentadora debería alertar al bloque multipolar (BRICS+) que será sin dudas el objetivo de la batería de políticas comerciales restriccionistas -nada liberales y menos aún libertarias- que de no organizarse para contra restarlas, amenaza con destruir o a lo menos, dañar sus economías. Y es allí donde surge el dilema ¿Ser o no ser?  O más bien ¿Hacer o no hacer? Que se traduce en estar preparados o no y ser proactivos o no, para enfrentarse con las ambiciones de Washington o simplemente dejaran que les pase por encima.

Para peor, Trump parece estar dispuesto a concretar objetivos que si bien ahora parecen delirantes, sabemos que cuando alguien esta en el poder todo es posible. Canadá, Dinamarca y Panamá son los primeros (en apariencias) en la lista para mejorar -les guste o no- la política de seguridad y el aspecto económico-comercial de EEUU. Entonces si esto es lo que tiene en mente para los amigos ¿Qué pueden esperar los enemigos tradicionales y quienes se opongan a EEUU?

En este contexto no se puede esperar cooperación ni mejoras de las relaciones democráticas a nivel global. Ante todo, no olvidemos que no existe democracia en EEUU, solo es una escenografía lujosamente pintada y nada más. Tampoco hay que perder de vista que Trump estará secundado por la misma calaña de bastardos belicistas (neoconservadores y sionistas revisionistas) que han estado en todas las administraciones del gobierno federal.

A su vez, ha quedado bien claro que en Washington DC no le importan los derechos humanos ni las más aberrantes violaciones que se cometen contra los mismos, ni todas las subsiguientes consecuencias colectivas para un pueblo: La Franja de Gaza y la situación general de la población palestina es una cruda demostración de ello y la administración demócrata de Biden-Harris su ratificación.

Trump no solo continuará esto, lo empeorará aún más ¿Acaso cree que detendrá los lucrativos negocios de la guerra?

Sobre esto, tengamos en cuenta como los rusos ya se han dado cuenta que no hay intención de poner fin a la guerra en Ucrania, los chinos también advierten que no se desactivarán los invasivos operativos AUKUS o JAUKUS (incluido Japón), QUAD y toda la red de espionaje (incluidos los saboteadores, alborotadores y terroristas) que Washington y Londres han desplegado y que sus agencias dirigen en el Indo-pacífico.

El triángulo de socios atlantistas entre Australia-Singapur y Japón es una estructura que amenaza a China y ciertamente Trump no va desmontarla. Tampoco los británicos dejaran de operar desde Hong Kong con la misma finalidad. Ahora Bien ¿Cuáles son las opciones para China y toda Asia oriental ante este persistente hostigamiento?

No solo China tiene que poner en marcha una política proactiva más agresiva e inteligente sobre esta política intrusiva. Además de Rusia, Irán y todo el eje de la resistencia islámica, todo el resto del sur global deberían poner manos a la obra para crear sus contramedidas eficaces y soberanas ante lo que no se puede llamar de otra manera sino como una “política extorsiva”.

Mientras Washington mediante sus títeres de la OTAN viene instigando para que Vladimir Putin apriete el botón rojo y Xi Jinping caiga en la trampa de Taiwán, los países más pequeños o en vías de desarrollo del sur global deberían empezar seriamente a contemplar estrategias de seguridad propias sin inmiscuirse con sus planeamientos estratégicos y estructuras militares donde al final de la cadena la obediencia es en última instancia a los intereses estadounidenses. Argentina está en entre estos y ya se ha puesto en el rol de “socio” atlantista para subordinarse a la geopolítica de Washington. Y si su gobierno cree que va desarrollarse bajo esperanza de que Trump suavice al FMI por hacerle unos cuantos favores sucios, alguien debería despertarlos a la realidad antes que otros acontecimientos lo hagan. 

Sacando este ejemplo, los demás estados de la región tienen -si realmente son independientes- la posibilidad de trabajar en construir una estructura de seguridad propia, tal como lo hizo Venezuela gracias a la visión de Hugo César Chávez que era un realista (y no se quedaba en la charla solamente) y sabía que un proceso político soberano necesita respaldo en la fuerza militar para protegerse de cualquier imperialismo.

Es por ello y más allá que los BRICS debiera abordar un plan de defensa común, cada estado debe tomar consciencia que la actual y peligrosa realidad geopolítica no está limitada a Eurasia y el Medio Oriente; por el contrario, sus instigadores están empujando a que esa realidad llegue a la brevedad a este lado del hemisferio.