jueves, 30 de enero de 2025

 

GASLIGHTING COMO POLÍTICA

¿Como Israel y sus partidarios en occidente mediante la manipulación discursiva tratan de maquillar sus crímenes de lesa humanidad en Oriente Medio?

 

Por Yossi Tevi

Es muy cierto que desde la incursión de la resistencia palestina sobre los territorios en torno a la Franja de Gaza usurpados por Israel tras la guerra de 1967, muchas cosas han cambiado. Los israelíes han probado el amargo sabor de la humillación y el dolor de haber sido golpeados sorpresivamente y ver a sus familiares capturados como desde hace 76 años lo vienen sufriendo los palestinos a manos de sus matones profesionales de las FDI. Por su parte, los palestinos han comprobado que tratan con un enemigo despiadado y cobarde pero que en el fondo, es muy débil y que no puede luchar sin ayuda externa.

La realidad es la única verdad y eso se aplica a la situación de lo que ocurre en Gaza y el sur del Líbano donde por estos momentos rige un cese al fuego que los israelíes violan a conveniencia aprovechando la momentánea ventaja táctica con la que cuentan.

Precisamente, pese a esa ventaja que les da la atiborrada ayuda material y humana por parte de EEUU y los atlantistas europeos, las pérdidas sufridas y las posibilidades de tener aún mayores, son consideraciones previsibles pero inaceptables. Si bien el estado mayor israelí siempre ha mantenido una censura cerrada sobre sus bajas y cuando no puede ocultarlas miente sobre los números reales, los documentos que la resistencia palestina ha mostrado de solo un mes antes del alto al fuego ya ponen en evidencia por qué “Bibi” Netanyahu y sus socios aceptaron el cese.

No dejemos de lado la amoralidad de las FDI que -violando todas las convenciones existentes- convirtieron a todas las localidades, en especial a Gaza en campos de batalla sin distinguir entre pobladores y combatientes, dejando como testimonio de esa brutalidad, montañas de escombros y amasijos de metales tanto de las propiedades palestinas como de los vehículos acorazados y bulldozer israelíes bajo los cuales aún hay cadáveres sin rescatar.

En tanto en el sur del Líbano y tras el acuerdo con el nuevo gobierno libanés para que el ejército regular le garantice a Tel Aviv que Hesbollah no va a volver a operar, parece que se está yendo por el caño. Israel viola constantemente dicho acuerdo con sus demoliciones de casa y destrucción de los servicios sin que el ejército libanés haga nada ¿Por qué no hace nada? Porque es débil y sigue demostrando que no esta a la altura para proteger a los libaneses.

Esto que se vive en el terreno, es prolijamente distorsionado desde los medios en occidente, en especial en países como Argentina que se hallan bajo el control de gobiernos pro-israelies. Igualmente y a diferencia de otras oportunidades la aberración inhumana y el desprecio a la vida que demuestra el estado de Israel hace que amplíen sus baterías de argumentaciones para hacer control de daños sobre su imagen en una ya consciente opinión global.

Hoy más que nunca ganar la guerra psicológica sobre la opinión pública es fundamental para los sionistas y especialmente para los revisionistas. El recurso de manipular las a los “goy” (no judíos) en occidente mediante el tema del holocausto cuando se hacen públicas las aberraciones que a diario comete Israel en su continuo robo de territorios árabes-palestinos, ya no tiene la misma fuerza que supo tener. Una cosa no justifica para nada a la otra.

Los horrores de la segunda guerra cometidos contra toda clase de prisioneros en campos de concentración europeos como Auschwitz, han sido usados para tapar situaciones símiles y tal vez peores cometidas desde que en 1948 los pistoleros liderados por Ben Gurion instauraron su estado en la Palestina histórica. Durante décadas no solo escaparon a las criticas sino también a la mano de la justicia que cierto y hay que decirlo, recién empieza a desarrollarse a nivel internacional. Así las torturas, las violaciones, los asesinatos y la usurpación de territorios (para crear asentamientos de colonos importados) en Palestina han tratado de ser mitigados con aquel episodio de la historia que nada tiene que ver con los palestinos.

El victimismo y el escarnio ha sido una materia muy explotada por la ideología sionista (nacionalismo judío) que por el contrario, va contra todo lo que el verdadero judaísmo (no la teología intoxicada de sionismo que consumen los protestantes y los neosionistas en occidente) enseña como creencia religiosa. 

Esta táctica psicológica está tratando de mejorarse dado que hay fuertes indicios de que Netanyahu con la venia de Donald Trump, aunque pueda encontrar algunos opositores en la Knesset, reiniciará a medio término la guerra tanto en Gaza como sobre el sur del Líbano. Esta muy confiado que garantizando los multimillonarios negocios que se ocultan detrás de una anexión de la franja, podrá salvar su cabeza y mantenerse en el poder por todo el período que dure Trump.

En este campo de batalla, los especialistas en relaciones públicas y los filólogos del estado son fundamentales para transformar la descripción de una situación en otra totalmente diferente. Así el proceso de colonización es maquillado como el regreso a tierras prometidas por alguien. Aquí es donde el relato fantástico entra en juego. La deformación de los hechos y hasta el invento de escatologías farsescas en las “Yavé” (Dios) supuestamente le dijo a Abraham o a Moisés míticos diálogos que convenientemente, deben encajar en la situación política del momento y que podríamos traducir en un supuesto mandato que reza: “Todas estas tierras son tuyas y puedes matar a todos sus verdaderos propietarios para hacértelas”, faltando tan solo para hacerlo más insultante…”porque ustedes son el pueblo elegido”.

Estos argumentos son los que el actual integrismo judío, un extremismo religioso dosificado y potenciado con una ideología nihilista como el sionismo tratan de mostrarse como víctimas cuando en realidad son sanguinarios victimarios y que encima, tratan de manipular con la culpa al resto del mundo que es testigo de sus aberraciones.

Tal vez durante el siglo XX haya funcionado pero hoy con las evidencias a la vista de todos, esa manipulación ya no funciona.

 

 

 

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