jueves, 23 de mayo de 2024

 

REPOSICIONAMIENTO EN EL SUR

¿Cuáles son los propósitos reales para que el portaaviones más grande de EEUU llegue a la Argentina?

 

Por Pepe Beru

Y si bien sabemos que el gobierno de los Milei se ha posicionado de forma clara e indiscutida por la agenda política de EEUU, la OTAN e Israel, no sabemos cuáles serían los beneficios. Hasta aquí todo estaría claro pero, una cosa es posicionarse con las palabras y otra es buscar ser parte en las acciones de estos actores sin las herramientas suficientes para poder participar en un grado de paridad.

Partamos de la idea de que el señor Milei y Cía representan un ideario “libertario”; él mismo se describe como anarco-capitalista y entre cuyos fundamentos se halla, la reducción al máximo de la intervención del estado en los asuntos de los individuos. Pero más allá de que sus dichos chocan con posturas conservadoras y su abierta simpatía con los neoconservadores estadounidenses, en la teoría esos dichos no dejan de ser meras palabras entonces, ¿Qué hay de la realidad?

La realidad es lo que golpea la cara y es allí cuando te hace recapacitar en donde estas parado. Hoy la guerra de alcance global esta a la vuelta de la esquina y los políticos de la casta creen que metiendo la cabeza bajo la almohada el peligro desaparecerá. En las actuales circunstancias la utilidad y necesidad del estado como ente para administrar a las naciones toma una particular y crucial importancia, mucho más cuando hay áreas de las cuales él y solo él pueden atender. Precisamente, el monopolio de la fuerza para la defensa es una de ellas y no sería una buena idea privatizarla.

No olvidemos como los neoconservadores (con el apoyo de los Lobbies sionistas) y sus partidarios internacionalistas en Washington, estuvieron toda la década pasada enfrascados por tratar de disolver los estados nación árabe-islámicos -Libia, Siria, Iraq, Yemen, Afganistán- en Medio Oriente y Asia (en beneficio del estado de Israel) fomentando el caos sectario con finalidades anti-estado para reemplazarlos por regionalismos confesionales.

Por estos días se ha confirmado que en unas semanas el portaaviones nuclear “USS George Washington” llegará a las aguas territoriales argentinas y echará sus anclas a 60 millas de la costa de Mar del Plata ¿Para qué? Supuestamente para realizar maniobras con la Armada Argentina pero ¿Con qué buques?

Para los liberales anglófilos de aquí ese es un detalle sin importancia. Para ellos la postal no puede ser más maravillosa, pero la misma estará en su imaginación ya que a esa distancia el buque no será visible desde la costa. Pero ¿Qué significa en realidad la llegada de este buque de guerra?

No hay que descartar que el propósito real de esta llegada se de en el marco de la creciente tensión con China por Taiwán. En la provincia de Neuquén está la base de radioastronomía que al Pentágono le gustaría borrar y visto que el “USS Washington” es un buque netamente ofensivo (con ojivas nucleares en sus bodegas), su llegada despierta muchas interrogantes.

Si bien Milei y pese a su autoproclamado “anarco-capitalismo” que denuesta la existencia de un estado organizado, ha estado autorizando algunos gastos para parchar la situación de sus FFAA, que prácticamente no cambia en nada su nula operatividad, ya que tampoco hay plata para la defensa. Esto alcanza a la Armada que prácticamente está desactivada. Es por ello que la pregunta sigue siendo ¿Con cuáles buques habrá maniobras? Tan grave es la situación de esta fuerza que la “Fragata Libertad” que es la escuela para los marinos novatos no puede zarpar por falta de repuestos para uno de sus motores.

Esta inoperancia se traslada a sus otras fuerzas, abandonadas por todas las gestiones políticas. Si aún existe el ejército se debe más por el espíritu de sus hombres que por el equipo con el que cuentan. Y si bien el actual gobierno ha gestionado algunas adquisiciones para la Fuerza Aérea, no representan nada sustancial.

Incluso y pese a la inocuidad que representa la “compra” de esos aviones “F-16” dinamarqueses de segunda mano, la señal de Milei hacia ésta área estratégica desguazada por la anterior gestión K, indica cuando menos un cambio sustancial de visión a ese respecto. Pero entre la desidia de aquellos y la magra financiación del actual gobierno, la Argentina es la única nación de la región (para no decir en el mundo) que tiene sus FFAA completamente inoperantes.

Esto deja en evidencia una precariedad imperdonable que no solo deja desguarnecido al estado, sus intereses y por supuesto a todo su pueblo.

Por supuesto que esto ya venía de antes (desde 1983) y no mejoro en ningún momento. Incluso, en la etapa del gobierno vende patria de Mauricio Macri no solo se continuo esta política, sino que dejó a la vista del mundo, como un país anfitrión de una cumbre del G-20 donde los riesgos de seguridad se ven potenciados por la concurrencia de los líderes presidenciales más importantes del mundo, debió ser protegida por fuerzas de seguridad y militares extranjeras ¿Dónde sucedió esto antes?

Si bien para los medios capitalinos y los chupa culo que en ellos laboran, ver a los “US Marines” caminando por la avenida 9 de Julio o los interceptores que escoltaron al avión presidencial “Air Force 1” volando en los cielos para garantizar la seguridad aérea, era motivo de orgullo, aquello fue la demostración de la degradación más palpable y denigrante de lo que se debe entender por estado ¿Se imaginaría usted una cumbre del G-20 en Francia con fuerzas extranjeras protegiendo París o, una recepción de un mandatario en Moscú protegida por fuerzas de la OTAN?

Así de distópica era y sigue siendo la situación del estado argentino, solo que hoy se ve enmarcada en una abierta entrega a intereses foráneos. Aquellos que hablaban y con la cara muy dura siguen hablando del “estado presente” y ya vimos lo que eso significaba, deberían rendir cuentas por esto. La actual administración ha comenzado una depuración de parásitos, ñoquis y entidades para-estatales completamente inútiles que por nutrirse de los dineros públicos, han desbancado los fondos del estado dejándolo tal como lo vemos hoy, desorganizado, indefenso y sin margen para negociar nada.

En conclusión, sea cuales fueren los verdaderos propósitos del “USS George Washington” solo lo saben en Washington y su almirantazgo y una cosa es muy clara, poco les importa si a los argentinos les molesta.

 

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