sábado, 30 de noviembre de 2024

 

EL OBLIGADO CAMINO DE LA NEGOCIACION

¿Por qué el régimen neonazi de Volodymyr Zelensky sabe que ha llegado al final del camino?

 

Por Javier B. Dal

El 21 de noviembre pasado pasará a la historia como uno de los hitos en la guerra de la OTAN contra Rusia y en el posicionamiento geopolítico de la Federación de Rusia. La sorpresa que supuso para Kiev y sus patrocinadores angloestadounidenses el uso por Rusia de un nuevo misil táctico hipersónico que destrozo uno sus complejos militares-industriales solo podía ser superada por la resignación de la junta neonazi en Kiev.

No hay dudas de que desde aquel episodio las cosas han cambiado dramáticamente tanto en el campo de batalla como en la visión de los personeros en Kiev como sus patrocinadores del occidente colectivo. La demostración de las capacidades del misil “Oreshnik” no solo dejaron pasmados a los incautos de la defensa aérea ucraniana administrada por los estadounidenses, también sembraron el pánico en Zelensky y sus comandantes.

Aquello le abrió los ojos a Zelensky quien pese a despotricar contra sus patrocinadores para que le sigan brindando el dinero y más armas, ha caído en cuentas que no hay forma de contra restar un arma como esta. Su temor esta bien fundando y no debería afligirse por ello ya que quienes le prometieron apoyarle hasta las últimas consecuencias, también están atemorizados.

Bajo estas circunstancias Zelensky ha comenzado a bajar los decibeles en sus pretensiones e incluso a ser más consciente de que no podrá imponer condiciones como la de volver a las fronteras de 1991. 

Eso no quiere decir que Washington y sus más leales aliados como son los británicos van a detenerse en seguir avivando el fuego de la guerra. Solo están redireccionando sus recursos, modificando sus estrategias, armando otros actores tácticos para desplegarlos en otros escenarios donde se pueda complicar a la Federación de Rusia. 

El caso de Siria es el más claro, donde los asesores ucranianos quienes secundados por sus “profesores” angloestadounidenses, están impartiendo sus conocimientos a los pseudo-yihadistas[1] (ya que si fueran reales, no trabajarían para EEUU y estarían peleando contra Israel en Gaza) en tácticas, uso de armas y especialmente de los drones.

El objetivo en estos despliegues se está viendo urgidos por el tiempo que resta para que Donald Trump tome el poder, aunque también debemos decirlo y siendo realistas, su ascenso en La Casa Blanca no es una garantía de que cumpla con su promesa de frenar las hostilidades. Incluso, si lo hiciera solo lo hará para beneficiar los intereses propios y también, de Israel.

A Zelensky le ha tocado la peor parte en el reparto. Aun cuando la administración demócrata de Biden (y eso significa, Blinken, Sullivan y todo el arco neocon-sionista detrás) está gestionando el envío de un super paquete de ayuda a Ucrania, no hay seguridad en que pueda llegar a tiempo. Actualmente en Washington hay una prioridad en favor de atender las necesidades de Tel Aviv que más allá de las declamaciones de Netanyahu, las cosas tanto en Gaza como en el sur del Líbano no han salido como esperaban.

El régimen de Zelensky se ha dado cuenta que sin la asistencia de sus patrocinadores no hay chances en el campo de batalla y ante lo ocurrido el 21 de noviembre pasado, las pocas que pudiera haber se vienen al suelo por el peso de la realidad.

Más allá de la retórica atlantista y la propaganda de guerra que se irradia desde los medios del hemisferio con CNN, ABC News, Sky Tv, BBC etcetc, la posición del gobierno en Kiev es insostenible tanto en lo interno ante los ojos de su propia población como ante el avance del ejército ruso.

La lluvia de ojivas sin armar del misil hipersónico “Oreshnik” fue solo una muestra de lo que Rusia podría hacer si Zelensky o más bien, sus patrocinadores del occidente colectivo tratan de continuar con su campaña de terror sobre la población rusa o incluso más, si tratan de extender sus acciones sobre otros socios de Moscú.

El ataque del 21 de noviembre técnicamente hablando no fue visto por los controladores de los sistemas antiaéreos “S-300” que aún conservan los ucranianos y menos aún, los tan promocionados (y ya vetustos) sistemas “Patriot” que operan los estadounidenses. Incluso si le damos un poco de crédito a estos últimos y decimos que los operadores vieron venir por sus radares, no tuvieron los medios para poder interceptar ese misil que liberó a gran altura el racimo de ojivas sobre el complejo de armamento en la localidad de Dniéper.

¿Qué pasaría si esas ojivas fueran armadas con cabezas nucleares tácticas?

No es una exageración afirmar que no hay un sistema antiaéreo actualmente operativo que pueda interceptar a esta clase de misiles. Recordemos que ya en 2019 el presidente Vladimir Putin presento la nueva generación de misiles de largo alcance entre los cuales se halla el “Sarmat” que a la velocidad hipersónica podría llegar sin ninguna dificultad a territorio estadounidense. En ese momento en Washington y ante la opinión pública simularon incredulidad aún cuando consideraban que ello era muy real.

Hoy la Federación de Rusia no solo ha demostrado que posee la capacidad estratégica nuclear para contrabalancear las amenazas de la OTAN sino también, una capacidad táctica.  

En el Pentágono y en Bruselas saben muy bien que si Rusia cuenta con semejante arma táctica, la amenaza de un ataque nuclear de esas características contra una formación o emplazamiento de sus unidades desplegadas en el campo de batalla no solo es muy posible sino que además, sería fulminante.

Con esto en consideración no hay dudas que Zelensky se haya asustado, tal como lo señalo el mismo canciller ruso Serguei Lavrov en rueda de prensa el 22 de noviembre es decir, un día después de aquel evento siendo el motivo que lo obligue a sentarse a negociar sin afiebradas pretensiones.



[1] No es casualidad que en la semana que paso la banda Salafista “Tahrir Al Sham” apoyada por el MIT turco, la CIA, los militares estadounidenses y el MI6 (White Helmet) haya podido lanzar una ofensiva sobre la ciudad siria de Alepo. Ello pudo pasar gracias a los refuerzos de sus filas, provisión de más y nuevo armamento con un apoyo suplementario extra de Israel.

jueves, 28 de noviembre de 2024

 LA DELGADA LINEA NUCLEAR

¿A Cuánto estamos de que el PM Starmer y sus amigos atlantistas empujados por un viejo senil en Washington DC hagan arder al mundo?

 

Por Sir Charlattam (traducido por José O`Brian) 

Si hacía falta una prueba más de quienes son los principales instigadores de la guerra y el caos en el mundo, lo vimos el 19 de noviembre pasado cuando Ucrania lanzo un ataque contra instalaciones dentro del territorio ruso, en el Oblast de Briansk usando misiles de medio alcance ATACMS de fabricación estadounidense. Si eso no era suficiente, al día siguiente, los ucranianos repitieron sus ataques sobre el territorio ruso esta vez usando misiles STORM SHADOW de fabricación británica y SCALP franceses.

No hay dudas de que ello representa, además de la impunidad del occidente colectivo, una provocación más para que el conflicto escale más allá de lo controlable ¿Por qué? Porque esta muy claro que Washington en medio de su desesperación por no haber logrado sus objetivos junto a la OTAN, estaría apostando al peligroso juego de mientras peor mejor.

Las rumiaciones de analistas tendenciosos que justifican esto por la participación de tropas y artillería norcoreana en Kursk, es una falacia que no se sostiene, similares a las que acusan a Putin de ser el potencial culpable de una escalada nuclear.

Sobre los ataques con estos misiles ya no es un secreto que fueron ejecutados por personal técnico experimentado en su uso, y no es ucraniano. Putin ya lo había advertido dos meses atrás, solo personal de la OTAN esta capacitado para operar estos sistemas y si eso ocurría significaría el involucramiento directo de la organización atlantista en una agresión por delegación contra la Federación de Rusia.

Pero no dejemos de lado que la OTAN ya estaba involucrada en las acciones desde el mismo inicio de la Operación Militar Especial. A las injerencias financieras y apoyo material a Kiev, el gobierno de Vladimir Putin ha soportado toda clase de provocaciones que incluso llegaron a concretarse con los asesinatos, ataques terroristas dentro de Moscú y el sabotaje a las tuberías de Nord Stream I y II bajo las aguas del Báltico, todos eventos dirigidos por las agencias de inteligencia estadounidenses.

El sucio y lodoso bajo fondo del Establecimiento es consciente de que la llegada de Trump a La Casa Blanca representara un indeseable e intolerable cambio de reglas de juego. Trump es molesto porque desoye los lineamientos del Establecimiento y usa solo sus reglas y eso es algo intolerable para el poder real de los EEUU. Si bien Donald Trump es un típico estadounidense tan nativo como el pastel de manzana, sus formas y la agenda que pretendería desplegar no va en la misma línea del “Deep State”.

Esto no es más que una medida desesperada y patética por tratar de sacar con algo de dignidad al cadáver político que representa Joe Biden y toda su administración.

Acusar al viejo senil de Biden de autorizar el suministro y uso de estos artefactos contra Rusia es mucho. La autorización que debió firmar se la acercaron a su despacho y hasta seguramente debieron guiarle la mano para firmar. A estas alturas ni él mismo sabe dónde esta. Se sabe que las decisiones de fondo como estas las están tomando sus monjes negros Jake Sullivan, “Tony” Blinken y “el tipo negro del Pentágono” quienes son los verdaderos y actuales administradores de las decisiones del Establecimiento que se oculta tras bambalinas.

Son estos quienes han jugado la carta de provocación y a la que se ha unido el PM británico Keir Starmer. Esta jugada de Londres no debe sorprendernos ya que ello demuestra que Gran Bretaña sigue siendo el segundón de un imperio en declive y pretende tapar sus propios problemas domésticos con distracciones en política exterior y lo peor de todo, políticas ajenas. Como me diría un viejo camarada con su típico acento brummie: “Bab!, solo es un juego de sombras chinescas”.

Estas sombras que Starmer proyecta en la pared de la UE quizá estén engañando a los subalternos como Macron, Scholz, Von Der Leyen y obviamente a Mark Rutte quien a su vez asusta a los gobiernos nórdicos con informes exagerados para estos amedrenten a las poblaciones y se traguen el anzuelo de una inminente escalada nuclear.

Al día de hoy no hay que hacer muchos esfuerzos para convencer a la gente de que el gobierno en Downing Street 10 trata de engañarnos. Hay muchas cosas extrañas que están pasando dentro de Gran Bretaña que son muy llamativas y me huelen a bulos de las ramas especiales de los expertos en trucos sucios. El intento de robo a la familia real, podría ser parte de una acción de simples malhechores bien organizados, o de la resurrección de Robin Hood o tal vez y acierte con ello, el trabajo de los chicos del MI5 que tratan de apretar las tuercas creando miedo y justificar el aumento en el presupuesto para la seguridad urbana.

Lo de los misiles ATACMS y los STORM SHADOW huele igual. Ellos seguramente han matado unos cuantos civiles inocentes rusos que la BBC, ni la NBC o la ABC NEWS no van a trascender pero que fabulosa noticia para para los fabricantes de estos sistemas quienes ya ven un negocio redondo en puerta.

La reacción fue inmediata y tan solo horas después de estos ataques, Vladimir Putin firmo un nuevo protocolo de respuesta nuclear. Los británicos de a pie ya están hartos de solventar los gastos y vicios de Zelensky y sus chicos ¿También tendrán que entregar sus vidas

lunes, 25 de noviembre de 2024

 

INSTITUCIONALES, PERO NO TANTO

¿Cuáles han sido las causales que hasta no hace mucho impedían a la CPI procesar denuncias contra el estado de Israel y EEUU por violaciones a los derechos humanos contemplados en el Estatuto de Roma?

 

Por Charles H. Slim

Una de las muletillas más utilizadas por todas las administraciones en Washington para justificar varias de sus incursiones sobre la soberanía de otros estados es la de la institucionalidad, la democracia y el respeto a la ley internacional, pero las evidencias dejan a la vista otra cosa.

Como era esperar, estas preocupaciones siempre estuvieron muy al margen de las editoriales de los medios argentinos, especialmente los capitalinos siempre listos y comprometidos para tapar la mierda del poder angloestadounidense. Mirar para otro lado y hacer como si no pasara nada es un deporte nacional.

Así mismo y pese a los extensos precedentes contra el respeto a la Carta de Naciones Unidas como al resto de las normativas internacionales, ha sido muy difícil para las pretensas instancias judiciales internacionales, limitar estos abusos. El Establecimiento norteamericano ya estaba al corriente de esto y no ignoraban que este abuso no podía perpetuarse en el tiempo sin que comenzaran las resistencias en el mundo.

Fue así como en 2002 el presidente George W. Bush firmó un proyecto de ley denominada “Ley de protección del Personal de Servicio Estadounidense”[1] por medio de la cual se permite invadir a los Países Bajos o cualquier otro territorio donde haya una instancia judicial que se atreva a procesar y/o recluir a uno de sus ciudadanos (soldado, funcionario, agente) o de alguno de sus aliados. El momento no fue casual. Recordemos que Bush le daba a la CIA y a una serie de nuevas agencias, carta blanca para la cacería de brujas contra el Islam bajo el rotulo de las “guerra contra el terrorismo” legalizando tácticas como el secuestro, la tortura[2], la sodomización[3] y el asesinato que se simbolizarían con la activación de campos de concentración como Guantánamo[4], Abu-Graib[5], Bagram[6] entre muchos otros.

Quienes asesoraron a Bush, le informaron que este aquelarre de violencia y violaciones a los derechos humanos no duraría y que sería previsible que surgieran jueces en las instancias del Tribunal de la Haya y de la Corte Penal Internacional con valor para aplicarles la ley. Puntualicemos que Barack Obama (un supuesto fenómeno de la política) no dijo nada sobre esta ley con lo cual, está aún pendiente de ser puesta en vigencia. Hoy eso se ha materializado y el pedido de captura internacional por la CPI contra Benjamín Netanyahu y otros altos cargos del gabinete israelí estaría siendo puesto en consideración para que la entrante administración de Donald Trump implemente aquella ley sí sus socios son arrestados y llevados a La Haya.

Al parecer el público estadounidense y mucho más el global, ignoraban sobre esta pieza legal con lo cual deberían ir tomando conocimiento de la situación y de las posibles consecuencias de su aplicación.

El planteo que presenta la ley ya de entrada es una abominación contra el derecho internacional. Es sin dudas, una autorización ilegal e ilegítima a ejercer la fuerza contra una instancia judicial internacional. Si lo vemos desde tan solo su elucubración legislativa, ya comprende penalmente un acto preparatorio para delinquir dado que, esa ley autorizaría a una fuerza militar a incursionar contra la soberanía política de otro estado, para perpetrar una acción militar que causaría bajas y daños.

Reiteradamente Washington ha remarcado que no se ve obligado a cumplir con las normas del Estatuto de Roma por el cual se tipifican los más graves delitos contra la humanidad. Incluso por consejo de sus abogados, se ha acudido al artilugio de presentar un escrito diciendo que “sus instituciones judiciales arbitrarían los medios para investigar”. Lo mismo su aliado Israel, pretendiendo en ambos casos escapar a las investigaciones por los incontables casos de crímenes y violaciones a los derechos humanos que ya no son posibles de esconder.

Sobre aquel argumento de que sus sistemas judiciales investigaran la comisión de los delitos denunciados, ya de entrada representa una contradicción jurídica insalvable que se corrobora con saltarse el principio cardinal de que nadie puede ser juez y parte en un proceso y que garantiza la imparcialidad. Además y sobre esto, la casuística tanto en EEUU como en Israel, ha sido descarada como vergonzante ya que la impunidad ha sido la regla en los casos abordados.

Esto a su vez pone en evidencia que los recursos como la influencia político-diplomática, la extorsión o simplemente la amenaza no basta para que los casos se archiven. Tampoco las operaciones sucias de la CIA y el Mossad quienes son expertas en trabajar sigilosamente para presionar, amedrentar o simplemente eliminar obstáculos.

Es por ello y para el caso de que Netanyahu o cualquiera de sus funcionarios se atrevan a desafiar la orden de captura, de ser detenidos por las autoridades policiales de la jurisdicción que los han capturado, podríamos despertarnos una mañana y enterarnos que un comando trató de liberarlos ¿Se atreverán a patear el último resquicio de legalidad que le queda al mundo?  

 

 



[2] Tan solo en Iraq, la impunidad con la que actuaron los invasores angloestadounidenses fue aberrante: https://www.amnesty.org/es/wp-content/uploads/sites/4/2021/08/mde140012006es.pdf

[3] La CIA suele emplear psicópatas y delincuentes sexuales para maximizar sus tareas de interrogación: https://www.bbc.com/news/articles/cgk7xdlx8kvo . A ello se agregaron los métodos siniestros e imaginativos para sodomizar a los prisioneros, uno de ellos conocido como la “rehidratación rectal”: https://actualidad.rt.com/actualidad/view/150194-brutal-tactica-tortura-cia-informe