EN LA MIRA
“EL RÍO SIN PLATA”
Décadas de inconsecuencias y corrupción política han ayudado a la actual crisis argentina. La deuda con el FMI trepa a niveles impensados y el precio por ello es inimaginable. Para peor, la sanción de la ley de presupuesto 2019 dejo en claro la farsa de la supuesta oposición ¿Tiene salida el país?
Por
Javier B. Dal
Buenos
Aires amaneció agitado y el aire ya estaba cargado de nerviosismo y mucha
incertidumbre. Los titiriteros del caos precalentaban sus planes para lanzar
sus agentes a la calle. Se notaba con solo estar allí mirando como poco a poco
se iban engrosando en torno al Congreso nacional y las cuadras cercanas los
grupos de manifestantes que luego coparían las calles aledañas. La convocatoria
era por un tema crucial “el presupuesto 2019” y ningún sector de la vida
política argentina quería perder (ni quiere perderlo) su pedacito en la
repartija.
Una vez
más y alegando la defensa de la democracia, los sectores opuestos al gobierno
tomaron las calles de la capital para expresar su contrariedad al proyecto de
ley de presupuesto, mientras adentro del recinto sus jefes políticos (especialmente
Agustín Rossi y Victoria Donda) arengaban para incrementar la presión para
lograr que se levantara la sesión. Nada nuevo en éste país de contrastes
absurdos. Afuera los grupos de la izquierda más variada se mezclaban con los grupos
de gremialistas que respondían a Moyano, los llamados kirchneristas de la “Campora”
y todo tipo de lumpen políticos que a la altura de las circunstancias no saben
cómo colgarse de la realidad política de un país entregado. Entre todos ellos
rumiaban las reivindicaciones nacionalistas (tardías por cierto), algo raro
para estos sectores que ha sido históricamente tan entreguistas como los
elitistas que dicen criticar. Sus reclamaciones no va más allá de lo cotidiano
y en vez de solo protestar por las alzas en los impuestos, en los combustibles
y los alimentos, no han propuesto políticas alternativas propias y viables que
les de validez a sus movilizaciones.
Igualmente
y más allá de la actuación para la gilada, la supuesta oposición “peronista”
(ex Kirchneristas) negocio tras bambalinas el voto para que la ley pudiera ser
sancionada ¿Qué tiene eso de nueva política?
La crisis
ha puesto en evidencia las contrariedades y las absurdidades más inverosímiles
que cualquiera pudiera imaginar; y sino ¿Cómo llamaría usted a la misa con esa
feligresía tan peculiar que se realizó en la basílica de Luján? La imagen era
imborrable y mucho más para los católicos de buena fe que no usan la iglesia
como escudo y modo de tapar sus suciedades. Una verdadera horda de corruptos y delincuentes
actualmente investigados por la justicia se autoconvocaron para una eucaristía mediática
(atestada de fotógrafos, cámaras de Tv y corresponsales) oficiada por el
Arzobispo Agustín Radrizzani con el solo fin de lavarse la cara antes la
opinión pública.
Aunque el
montaje teatral haya sido muy imponente, dudo mucho que Dios absuelva a personeros
corruptos como Moyano y Magario, símbolos de esa política prevendista ligada a
los negocios oscuros que surten las arcas paralelas de sus organizaciones.
Es que
solo mostrar la bandera argentina como forma de simbolizar un enfervorizado sentimiento
nacional no bastaba para el propósito y con o sin la venia del Papa Francisco,
no dudaron en recurrir al uso de lo más preciado y profundo en los sentimientos
de una mayoría que hace mucho ha dejado de serlo. Con esto último quiero decir,
que no son precisamente los católicos tradicionales los que manejan los
estratégicos puntos del estado, las finanzas y el comercio del país. Si hacía
falta algo más para dañar la poca credibilidad de la iglesia argentina lo
consiguieron con esta charada.
Para peor,
esto demuestra la ausencia de una renovación política que se halle a la saga
para reemplazar a toda esta vieja guardia corrupta y desprestigiada que no ha
hecho más que continuar con los negociados y las corruptelas que desde hace
décadas se hallan instaladas en los ámbitos donde conducen. Todo lo contrario.
Se ha denunciado como últimamente en algunas escuelas públicas del conourbano
de la provincia de Buenos Aires algunas maestras de la primaria hacían proselitismo
partidario haciéndoles cantar a los pequeños de seis y ocho años la marcha
peronista. Esto es tan absurdo y anacrónico como lo sería que maestras rusas les
enseñaran a sus pequeños en alguna ciudad de su país a que sus alumnos juren
lealtad a Josep Stalin.
Y es que
más allá de las bondades que algunos siguen argumentando de aquel perimido “Peronismo
histórico”, éste hace mucho que desapareció y prueba de ello son las inconsecuencias
de sus propios representantes. Aunque no
es el único factor de la actual decadencia argentina, es sin lugar a dudas uno
de los más importantes.
La
situación en el país es francamente complicada. A la ausencia de una verdadera e
inteligente oposición política y a un espectro mediático transparente e
independiente que cuestione las inconsecuencias gubernamentales, no se detienen
las aberraciones geopolíticas que sigue consolidando la administración de
Mauricio Macri y Cía que ya ha blanqueado sin el menor de los tapujos, su
decisión de entregar recursos y espacios físicos a intereses extranjeros. El
control y vigilancia de la pesca en los mares australes cedidos por acuerdo a
la Armada británica solo fue la formalización de una situación de hecho que ya
se realizaba desde el final de la guerra en 1982. Y la instalación de una base
de los EEUU en la provincia del Neuquén para “custodiar” los recursos de “Vaca
muerta” consolida los objetivos estratégicos…de Washington.
Para
rematar todo esto, se está viendo como el Ministerio de Defensa, además de
estar impulsando la opereta de una supuesta búsqueda con el buque
estadounidense “Ocean Infinity”, bajo el
argumento de que “no hay plata” reduce las actividades de las tres fuerzas armadas,
achicando gastos, frenando compras y lo peor de todo, disolviendo lentamente la
operatividad de unidades militares estratégicas en el sur argentino.