BRICS+ Y DERECHOS HUMANOS
Naciones Unidas y sus instancias han demostrado una ineficacia fatal en
hacer respetar los derechos humanos especialmente cuando se violan contra los
musulmanes ¿Puede una nueva estructura por fuera de aquella organización ser
una posible solución?
Por
Charles H. Slim
Hemos sido testigos durante las últimas tres
décadas de una sistemática y escandalosa violación de los derechos humanos
direccionada en especial contra una parte de la comunidad internacional, tan
humana como los occidentales. Me refiero a los musulmanes, quienes han pagado y
siguen pagan con sangre por los juegos geopolíticos de las potencias
angloestadounidense sin que para ellos existan las leyes ni las protecciones
que los poderes del occidente colectivo dicen respetar.
Los últimos acontecimientos en Siria, vuelven a recrear esta siniestra
parcialidad en la valoración del respeto a la vida y los derechos de los
musulmanes árabes-sirios. Esta claro que occidente y en particular EEUU y sus
socios (en especial los israelíes) no valoran la vida en los mismos términos de
lo que dicen (así se comprueba con la población palestina y las últimas
masacres en Gaza) demostrando un racismo y odio brutal que hoy ya no es ajeno
al mundo.
Para las administraciones en Washington, los derechos humanos han sido
un caballito de batalla para sus agendas geopolíticas y nada más. Solo basta
ver la realidad de los últimos treinta años hasta el presente para corroborarlo.
Incluso sus socios europeos, en parte cómplices de las aventuras
estadounidenses están tratando de repatriar a los refugiados sirios que
llegaron a Europa escapando de la calamidad creada por Washington y la OTAN y
que hoy, se ha transformado en una pesadilla para los sirios que de ahora en
más estarán en manos de tipos famosos por cortar cabezas.
Una vez más los enjuagues de las potencias occidentales junto a sus
socios en la región han encendido una nueva hoguera de horror en la que ya han
sido sacrificados miles de seres humanos y lo peor es que esto para los sirios recién
empieza ¿Quiénes se están beneficiando? Esta a la vista y consideración del
mundo quienes son los que están apoderándose de territorios, asesinando
personas y obligándolas a abandonar sus bienes. Se puede concluir que los
musulmanes como personas se hallan indefensos dado que (como sentenciaron
algunos sionistas) son “animales humanos”.
Pese al disgusto que le cause a este arco ideológico, los musulmanes no
solo son tan humanos como cualquiera, son una parte importante de la población
global que si bien su mayor parte radica en el oriente, viene creciendo en el
hemisferio occidental. Entonces ¿Por qué no tienen la protección que los
tratados y el derecho internacional humanitario prescriben para todos?
La propuesta surgida del Consejo de Derechos Humanos de Rusia de (en el marco de los BRICS+) construir una arquitectura global para promoverlos y hacerlos respetar, es más que auspiciosa en momentos que el mundo ve con espanto y con impotencia como con total impunidad, algunos actores internacionales aprovechando su potencialidad militar y su impunidad política literalmente pasan por encima de poblaciones enteras para apropiarse de sus territorios.
La propuesta surgió del activista Alexander Iónov que fue receptada con
interés por el presidente ruso Vladimir Putin quien le dio luz verde para que
se ponga en marcha.
Sacando toda la propaganda y la demonización de los medios occidentales
que desde el siglo pasado hacen de Rusia y de los pueblos de Oriente en general,
la propuesta de una estructura para trabajar por los derechos humanos en el
marco de los BRICS+ no podría ser más acertada ya que, precisamente, Eurasia y
toda Asia cuentan con una gran variedad de etnias muchas de ellas ligadas no
solo por la nacionalidad sino, por tener en común el islamismo como fe. Y son
precisamente los musulmanes quienes más se hallan desprotegidos.
En momentos que las instituciones internacionales, en especial la ONU,
su Tribunal penal, la Corte Penal Internacional y el Tribunal Europeo de
Derechos Humanos han demostrado estar muy permeados por la influencia política
de EEUU y de algunos de sus aliados (Israel), sin dudas que la propuesta de
Iónov no podría ser más conveniente y acertada.
La desinformación y la intoxicación no es un fenómeno de hoy, ni
tampoco nació con Trump. Desde el siglo pasado, el relato angloestadounidense
ha logrado instalarse como una verdad revelada por el solo hecho, de controlar
el espectro de los medios. De esa forma fue muy fácil explicar lo inexplicable,
tapar y justificar grandes crímenes como sin dudas son las guerras (crímenes
organizados). Ello dio lugar a toda
clase de manipulaciones, alteraciones y ocultamientos que por su abusiva continuidad
llevó a que en las actuales circunstancias reine sobre estos emporios de medios
el descredito y la desconfianza de la opinión pública.
Pero quienes más -y con toda razón- pueden tener esta percepción
son los musulmanes, indistintamente de sus nacionalidades o etnias, con lo cual
y atendiendo a la iniciativa que se plantea desde los BRICS+ podríamos ver una
luz en el horizonte para que el respeto a esos derechos y de sus vidas sean una
realidad efectiva.
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