CÓMO GANAR TIEMPO
SIN PERDER LA VIDA EN EL INTENTO
¿Cómo y por qué se
propició el encuentro y la charla cara a cara de Trump y Zelensky en el
Vaticano?
Por Javier B. Dal
Cuando Donald Trump anunció durante su campaña electoral que acabaría con la guerra en Ucrania en 24 horas todos intuimos que eso era solo una fanfarronería típica de su conocida bocaza. Igualmente y si consideramos que EEUU tiene mucho que ver en el desarrollo de esa guerra había razones valederas para creer que era una cuestión muy viable de ver en los hechos entonces ¿Qué sucedió?
La realidad golpeo
a Trump en la cara obligándole a tratar de sentar a las partes a una misma mesa
aunque ello era muy poco probable, en especial por el lado de Volodomyr
Zelensky quien, como las Prima Donnas o las Vedettes adictas a la cocaína de
antaño, se ha creído el personaje estelar que la administración Biden y la OTAN
le han dado en este espectáculo.
Siguiendo con
ello, cada vez que se ha tratado de abrir el debate para establecer un alto al
fuego, las tropas ucranianas, sus grupos de mercenarios provistos por la OTAN o
sus células terroristas dirigidas por el MI6 y agencias subalternas llevan
adelante algún ataque o comenten algún atentado terrorista (como el asesinato
del teniente general Yaroslav Moskalik en Moscú) implicando así, la reacción
del lado ruso que alteran el ánimo en las negociaciones.
Viendo en
perspectiva la evolución de la situación y en especial de estos ataques
terroristas, se puede intuir que Zelensky esta ganando tiempo y La Casa Blanca
es muy cooperativo en ello.
Estas jugadas
sucias no se han detenido y prueba de ello lo vimos en las continuas
violaciones al alto al fuego para Pascua que los ucranianos ejecutaron y que pudieron
ser contenidas por las fuerzas rusas y en especial por la inteligencia militar.
Y por más que los desinformadores en los medios occidentales han tratado de dar
vuelta esta situación, los hechos ponen en evidencia estos gazapos sucios. En
Washington saben muy bien lo que pasa aun cuando Trump alegue desconocimiento;
sus agencias y departamentos están involucrados hace décadas en todo esto con
lo cual, si Donald Trump, su secretario de estado y sus enviados hacen como si
no lo supieran eso simplemente es falso.
En Moscú y
especialmente el presidente Vladimir Putin no tienen intensión de jugar al gato
y al ratón.
Precisamente y
mientras se desarrollaban las exequias del Papa Francisco en Villa Taverna,
dentro del Vaticano y sin necesidad de esconderse en un pequeño cuarto, Donald
Trump y Zelensky tuvieron una charla cara a cara y nada discreta que pone un
gran manto de dudas sobre cuáles son las verdaderas intenciones de Trump en su
supuesto plan por acabar con la guerra. Nadie y mucho menos Vladimir Putin se
creería que aquello solo ha sido una charla casual de colegas, para nada.
La presencia de
Zelensky en el Vaticano con su acostumbrado uniforme al mejor estilo de las SS,
además de una aberración política (como representante de un régimen neonazi) que
ha estado persiguiendo, encarcelando sacerdotes y cerrando iglesias en su país,
es una afrenta a la memoria del Papa Francisco quien a diferencia del
mandatario askenazi brego contra una corriente adversa, por establecer una paz
justa y sin condicionamientos espurios.
Pero Zelensky es
una marioneta de las elites políticas y financieras angloestadounidenses y en
ese papel, tiene las puertas abiertas en donde ellos tengan el control. Y si
bien en teoría Washington y Bruselas no tienen en apariencias, potestad
política alguna sobre el Vaticano, la estructura política de la iglesia
católica como toda organización está compuesta por hombres y en este caso sin
importar que sean cardenales, obispos o lo que fueren, son tan influenciables como
políticamente convenientes en su actuar.
Al mismo tiempo y
siguiendo en esa misma lógica terrenal, no debemos olvidar que el Vaticano es
un estado -algo que los católicos no terminan de comprender- y como tal,
tiene sus lazos con los intereses financieros, los manejos políticos y negocios
tan terrenales como las armas y el tráfico de influencias.
Es por eso que
para dilucidar cómo se dio esta entrevista, podríamos especular dos
alternativas: O Zelensky fue al Vaticano para tener un encuentro previamente acordado
con Trump, o esta charla surgió en un imprevisto de oportunidad.
Sea cual fuere la
respuesta esta clase de actitudes no ayudan a la ya de por sí, famélica
credibilidad de EEUU. La única alternativa que Donald Trump debería tener en
consideración es muy simple: O trabaja honestamente para una paz duradera o, se
hará cargo del engaño que podría terminar con gravísimas consecuencias.