jueves, 10 de abril de 2025

 

EL TORCIDO DERECHO INTERNACIONAL

¿SE DEBERÍA REESCRIBIR LA LEY INTERNACIONAL HUMANITARIA O TAL VEZ HAYA QUE AMPLIAR SUS TERMINOS?, ¿ES UN PROBLEMA JUDICIAL O POLÍTICO?

 

Por Charles H. Slim 

El presente siglo ha estado lejos de ser un escalón para propender al entendimiento y la paz entre naciones. Con cada año que pasa vemos como se agudizan los enfrentamientos, se modernizan los medios para llevarlos a cabo y se pierden los límites legales que en alguna medida, controlaban las acciones bélicas. Aquí se visualiza el fracaso de los foros como Naciones Unidas y la ineficacia de las instancias judiciales internacionales para aplicar las piezas legales que se enmarcan en el Derecho Internacional Humanitario (DIH).

Las dos grandes guerras mundiales en el siglo XX fueron una lección sangrienta de cuales debían ser los límites humanitarios en las contiendas. Fue así se redactaron protocolos y enmiendas destinadas a reglar los alcances de una guerra y el respeto de los derechos de los combatientes y en especial proteger a la población civil. Pero como siempre sucede, la política del vencedor pone sus pautas y para escapar a señalamientos de sus propios abusos y criminalidades, han tratado de mostrar un lado de la historia para argumentar que otros eran quienes cometían tales crímenes. De este modo solo se mencionaron como ejemplos los bombardeos de Guernica, los de Londres sin hablar nunca del mismo horror creado por los aliados sobre Berlín, Bremen y otras ciudades alemanas y obviamente, esos increíbles razonamientos para justificar las infames bombas nucleares sobre el Japón.

Como vimos la instauración de Naciones Unidas en 1945 y su profusa legislación para tutelar los derechos humanos, apenas tuvieron vigencia fue rápidamente pisoteada y prontamente condicionada en aplicación por el enfrentamiento bipolar de la época. El relativismo por el valor de la vida humana, de acuerdo a que lado del alambre se hallaba la víctima seguía siendo la regla. Fue por ello que vimos los atropellos en 1948 en palestina, los bombardeos horrorosos sobre Pyongyang en 1950, los bombardeos de los B-52 durante toda la década de los sesentas sobre Hanoi y todo el norte de Vietnam durante la “guerra de los 10.000 días”, los bombardeos sobre Bagdad en 1991, Belgrado en 1999 y muchas otras aberraciones humanas que llegan al presente.

Y así prosiguió esta descomposición. Lo que era una carnicería en toda su regla, si era cometida por el bando de la “democracia y la libertad” que encabezaban los estadounidenses, no debía ser expuesto o simplemente había que ocultarla.

Esa forma de conducirse ha llevado a que cada vez más se produzcan calamidades horrendas que al parecer, buscan ser normalizadas ante la opinión pública global. En esto último, el papel de los medios como una extensión de la guerra de propaganda y manipulación psicológica fue creciendo con los años hasta quedar hoy bien al descubierto. Tras el último ataque israelí registrado el 25 de marzo contra un hospital de la Cruz Roja en la franja de Gaza o las ejecuciones de paramédicos a manos de las FDI, pone obligadamente en discusión esta falta de límites y la impunidad con la que se conducen sus ejecutores. Incluso esa impunidad sobresale de forma obscena cuando sus líderes justifican el uso de la violencia bélica aún, cuando los atacantes dicen justificar su ataque.

Israel no es la primera vez que causa masacres similares. Solo para mantenernos en lo que viene ocurriendo desde el 7 de octubre de 2023, no ha dudado en atacar de forma sistemática escuelas, mezquitas, hospitales y refugios de UNICEF bajo argumentos militares. En un resumen de estos torcidos argumentos, para un comandante de las FDI la presencia de un combatiente en una dependencia civil es suficiente para matarlos a todos. Lo mismo con los jefes de inteligencia Mossad o cualquiera de sus células operativas en exterior, si el hay un sujeto marcado, matar a todos lo que estén alrededor es una variable aceptable, máxime cuando son árabes o musulmanes. Esa lógica la vimos y la continuamos viendo en Beirut, Damasco y claro, alevosamente en Gaza y Cizjordania.

Si un atentado terrorista vuela un edificio con funcionarios israelíes es terrorismo, pero ¿Qué es volar cientos de edificios y demoler ciudades enteras con civiles? El crimen es crimen venga de quien venga y aunque ello parece una perogrullada, en Palestina esto viene siendo una odiosa excepción. La interpretación de la ley en estos casos aparece claramente sesgada y con lo que sucede en Gaza directamente es ignorada. Así, la ley internacional es aplicada cuando conviene o solo se aplica a los más débiles en procesos de dudosa legalidad.

Para peor los impulsores de políticas y legislaciones protectoria de los derechos humanos con alcance universal, son quienes de un tiempo hasta el presente las ignoran o las interpretan a conveniencia de sus intereses políticos y que suelen estar conectados a intereses económicos-financieros.

La sanción del Estatuto de Roma en 1998 en el marco de la Unión Europea vino a traer una importantísima herramienta legal para que las instancias internacionales, creando la Corte Penal Internacional, a los fines de atender y avocarse a la investigación de los crímenes en masa que cometen organizaciones estatales, para-estatales y estados contra pueblos enteros. Pero tan importante avance legal no podía estar ajeno a los manejos discrecionales de la política y también de la geopolítica que contaminan su espíritu de justicia.

Los últimos casos que reflejan estas inconsecuencias son paradigmáticos. Pero si hay uno vigente y actual que lo resume todo es la agresión de Israel sobre todo un colectivo bien identificado que ya no deja dudas en la calificación de los crímenes que se han cometido y -pese a las medidas cautelares impuestas- los que continúa cometiendo, todos contemplados en el Estatuto de Roma.

El último episodio desalentador que refleja esta falta de fuerza o más bien voluntad en hacer cumplir las previsiones de la ley la vemos con la impunidad con la cual el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu puede moverse sin problemas y viajar a Europa o EEUU pese, a la orden de arresto ordenada en noviembre del 2024 por la Corte Penal Internacional.

Honestamente, esto no hubiera sucedido si este menosprecio por las leyes que protegen los derechos humanos no hubiera sido tempranamente ignoradas u obstaculizadas con argucias. Este mal ejemplo mostrado EEUU con sus repetidas amenazas a la Corte por investigar los crímenes que se habían cometido en Iraq, Afganistán y Yemen sin dudas alentaron esto. Su pésimo ejemplo solo ha profundizado el descredito y el avance aún mayor de la ilegalidad y los desencuentros entre los estados que no conducirá a un buen final.

 

 

miércoles, 9 de abril de 2025

 

DE LA MACROECONOMIA AL MACRODESASTRE

Ante el imperio de la cruda realidad económico-comercial global y que también toca a la Argentina ¿Dónde queda el discurso libertario de los Milei y su tan proclamada cercanía con la administración Trump?

 

Por Javier B. Dal

Si como dice uno de mis amigos que la realidad es una percepción que cada uno se hace de una situación determinada, lo que ocurren en Argentina todos coincidiríamos en una sola palabra: Desastre.

Aquí no hay visiones negativistas o conspirativas que tratan de restarle crédito a un gobierno que dijo venir a cambiar el Status Quo de una casta política que durante cuarenta años ha hecho y deshecho a gusto y placer. Lo que hoy con claridad están viendo los argentinos es otra estafa con nuevos actores, argumentos retorcidos y una gran pátina de mesianismo escatológico que repite lo que toda esa “casta” hizo en el pasado, robar a manos llenas.

En este esquema que el mismo presidente Milei presenta como un “triángulo de hierro” está la base y el nudo del sistema recaudatorio que pasa por detrás de las cortinas del despacho presidencial y que maneja a sus anchas su señora hermana. El escándalo de LIBRA es solo un ejemplo de la estafa que representan Milei y sus “libertarios”.

Creo que la primera señal de ello es, su admiración a Donald Trump que en su mente cree reciproca y que para peor, imagina beneficiosa para el país. Aquí es donde su libertarismo se queda en bolas, mostrando que más bien él es un rancio conservador con el agregado sionista que lo muestra con ansias de estar a la altura de sus colegas ideológicos de AIPAC y los políticos estadounidenses rentados en Washington DC.

El lunes 7 de abril el libre mercado, la sana competencia y el respeto a la ley se fueron por el inodoro y fue Donald Trump quien tiro la cadena. Igualmente no nos hagamos los desmemoriados ya que el 2 de abril (una semana antes) Donald Trump presento todo este plan de arancelamiento global bajo el pomposo rotulo de “Día de la Liberación” con el cual pretende crear un superávit que resuelva el caos fiscal, causa de la calamitosa situación económico-social por la que atraviesa su país. Para Trump y su círculo de fanáticos proteccionistas, se trata de remediar el gran desequilibrio de la balanza comercial estadounidense con relación al mundo.

Con ello ha mandado literalmente a la mierda a todos (incluido a Javier Milei y su gobierno) y ha puesto en marcha un verdadero plan extorsivo que no se diferencia en nada a las prácticas de cualquier banda criminal. Incluso se puede decir con toda razón que Trump le con el arancelamiento del 10% impuesto a la Argentina le ha dicho a Milei con una sonrisa socarrona “metete en el culo toda esa mierda de Von Mises y todo tu palabrerío de Davos”. Obviamente que Milei hace como si aquí no ocurriera nada pero, las cosas ya muestran un paulatino cambio de ánimos en las bases de la sociedad argentina, esa que harta de los desmanejos del populismo kirchnerista le dio su voto.

Como dijo el propio Trump, “van a tener que venir a chuparme el culo para negociar conmigo” y es significa que Javier Milei también va a tener que hacer la fila en peregrinación a La Casa Blanca para inclinarse en ese menester. La visión o más bien la expresión puede oírse desagradable y escatológica pero, nunca como hoy las cosas se están viendo como siempre han sido. En los últimos cuarenta años no ha habido presidente (o presidenta) o canciller argentino que no haya tenido que hacer lo mismo con cada inquilino en La Casa Blanca.

Ahora bien ¿Cómo va a encarar Milei estas medidas poco amables de quien el en su loca mentalidad cree que es su amigo? Primero que todo, esto no se trata de amistad. Milei parece ser tan obtuso como Menem cuando creía que “el George” (por Bush) era su amigo y luego de haberle seguido en la aventura en el Golfo Pérsico en 1991, la Argentina no vio una sola ganancia ni una sola ventaja para la tan prometida participación en la reconstrucción de Kuwait. Tengamos en cuenta la entidad de Argentina como país y allí veremos el grado de atención que Washington DC y en particular Donald Trump va a dispensarle a sus súplicas.

Más allá de las aburridas explicaciones técnico-económicas y financieras que los charlatanes discurren en los medios rentados de la capital, los empresarios argentinos que exportaban a EEUU intuyen (y con mucha razón) de que la administración Trump les va hacer sentir el rigor de su extorsión y para peor, son conscientes de que cuentan con un gobierno que va perdiendo rápidamente su credibilidad sin el mínimo de poder político (y menos aún geopolítico) para mitigar esa práctica ¿Será el momento de inclinar las cabezas y tratar con más respeto a los chinos?

Pero los que se hallan más abajo en la escala de la descalabrada sociedad argentina, son quienes todavía no han tomado consciencia de lo que representará para ellos y para el coste de su diario vivir, este nuevo pisotón de los estadounidenses. A estos sectores no les interesa y mucho menos entienden los divagues economicistas de Milei que para colmo y en vista de las circunstancias, no sirven para nada. Ahora los mismo sindicalistas gordos y cobardes que se acomodan al calor del poder de turno, comienzan tímidamente a movilizarse. Pero ¿Quiénes sostienen a este bufón de los intereses financieros globales? Por supuesto, los mismos medios de comunicación que antes estaban a la sobra del sistema y jugaban a la disidencia.

Y no nos engañemos con las explicaciones de los periodistas y analistas de turno de estos medios, muy especialmente los capitalinos en donde ponen banderitas ajenas a la identidad nacional, controlados por los intereses financieros y la línea ideológica a los que responden.

 

 

 

BREAKDOWNING IT

How far does Donald Trump intend to push the accelerator with his extortionate tariff plan and how has he already started to screw the British economy?

 

By Sir Charlattam

It is neither a rumour nor a fantasy what has been said among Americans after the explosive Monday 7 April where markets collapsed as soon as they opened for business with the IBEX index being the most indicative of this catastrophe.  That is why it was called ‘Black Monday’. One of my contacts in the City of London who has his trading papers located in the US knew first hand the uncertainty and fury of several of his colleagues in New York towards Donald Trump, the architect of the recessionary catastrophe that has undoubtedly begun.

We may hear in the coming days of many suicides and other similar events among brokers and financiers on both sides of the Atlantic as they have lost billions of dollars and pounds sterling in just a few minutes. Many mistresses and careerists must already be packing up the flats rented by their old benefactors. If anyone in the deep state had a lot of things against Donald Trump this gives a new dimension to the reactions he may unleash against himself.

But it won't be just businessmen and big stock market investors who have already felt the first blow of this new era of Trump's ‘economic warfare’, very soon like water seeping through a tiny hole in an old hull, it will be seeping into the domestic economy. Americans themselves will be the first to taste the bitter taste of this hecatomb with the passing on of the price increase in consumption and kicking them down another notch in their already expensive lifestyle.

According to Trump's expectations, bringing all the world's importers to their knees will mean a total benefit for American industry and with it, jobs will increase, sales will rise and America will be great again. But there is a small flaw in this simplified equation: American products are often very low-grade compared to those of their European and Asian competitors. Just one example will illustrate the point. The auto industry cannot compete with German cars, or Japanese cars for that matter, and now, with these tariffs, Americans (who have the money) who want one of these cars will have to pay much more for it.

The recession is here and Americans have their president to thank for it. How long will the poor and even the middle class put up with it?

Predictably, the White House blamed all this on China's countermeasures against the US with a 34% tariff on all US goods entering the US, which if we didn't know who Trump is we would call idiotic. As is the old custom in America's political class, ‘it's always someone else's fault’ to escape their own responsibilities.

Only an idiot would not see the Chinese reaction coming. Trump is no idiot and his circle of arse-lickers around him even less so and as such they will not tell the king that he is naked.

Worst of all, this has only just begun. The British government is still in shock and I wouldn't be surprised if PM Sir Starmer himself went catatonic with his cup of tea in his hand as soon as he was informed of what was going on. Another who must have been caught unaware of what was going to happen is the Chancellor of the Exchequer Rachel Reeves who must already be formulating a programme of state intervention throughout the British economy and trade to try to curb the inevitable rise in prices.

One of the areas of domestic production most affected by Trump's policies is the steel industry, vital to the economic life of every British company, to the military industry and of course to revenue collection. Just looking at this, the government will take any measure that safeguards the interests of business even at the cost of making life more expensive for citizens.

If we were at the beginning of this century, we might swallow the political labels and the differences that were said to exist between Labour and Conservatives, perhaps. But by now we can see that there is no distinction between the two, and if not, what has happened to the very enthusiastic Labour Sir Starmer?

Of course, in the public eye, Starmer had to put on his trousers and speak with his customary English gentlemanly posture and worn-out Labour label, now reconverted into a raging protectionist, saying he was ready to protect British industry Isn't lovely?

The 10% tariff on all British goods entering the US will undoubtedly increase prices and while Starmer and his cabinet will smile politely at this real extortion, British citizens will see prices start to rise like an elephant's fever that will empty their pockets as fast as it fills them.

As for matters of high politics, let no one doubt that Sir Starmer will continue to lick Donald's feet to keep him happy while he continues his ambitious plan to arm and lead with Macron a pan-European military scheme that can be put into operation in Ukraine. 

Thankfully the winter is over and at least the British will at least be able to do without paying expensive gas and electricity bills but will we make it to next winter?

 

domingo, 6 de abril de 2025

 

LA HORA DEL OFRECIMIENTO

¿Qué estaría dispuesto el gobierno de los Milei para obtener la ayuda generosa y desinteresada de Washington en su dilema con el FMI?

 

Por Charles H. Slim

Nadie puede hacerse el sorprendido con las políticas que Donald Trump ha puesto en vigencia bajo el espectacular título de “Declaración de independencia económica”. La diferencia en esta ocasión es que Trump quiere sodomizar a todos, sin importar incluir a los amigos. El problema es hay algunos se resistirán y otros aceptarán con resignación. Entre los últimos hay que contar al gobierno argentino quien ya lo hemos dicho, creía que tendría un trato preferencial por las divertidas monerías del presidente Javier Milei y su marcada obsecuencia con Washington. La imposición de un arancelamiento diferenciado del 10% además de un balde agua helada, viene en el peor momento del país y aunque La Casa Rosada diga lo contrario, Milei deberá peregrinar a Washington no para negociar, sino para ofrecer algo de interés para Donald Trump.

En Argentina ya pocas cosas son argentinas y los propios argentinos ya deben intuirlo. Pero, aunque los políticos ya han vendido prácticamente todo, siempre quedan plazas interesantes y en este caso, muy potables para los intereses estratégicos de los EEUU y de sus socios de la OTAN, que a propósito (y como ya lo hemos visto) sigue tan vigente como nunca.

La situación de ocupación británica en el atlántico sur es un hecho que el gobierno de los Milei se ha comprometido a no tocar e incluso a proteger en el marco de su oculta política desmalvinizadora, un punto de conflicto irreconciliable con la vice presidenta Victoria Villarruel. Con esto en consideración, a La Casa Blanca (o más bien al Pentágono y a la Agencia) solo podrían interesarle otros puntos situados sobre el continente, es decir, en el territorio argentino. Ciertamente que los militares estadounidenses ya hace tiempo están dentro del territorio argentino y una de sus últimas reubicaciones conocidas ha sido la hidrovia Paraná-Paraguay, sitial de alto valor estratégico, entregado por el actual gobierno.

Pero estos despliegues no alcanzan para un Trump ambicioso. Argentina puede entregar otros recursos o prestar otras colaboraciones mucho más útiles y tangibles importantes para La Casa Blanca en su campaña global por sostener la hegemonía estadounidense. En estos menesteres los actuales ministros de defensa y seguridad del gobierno, ya cooperan con agrado a los movimientos militares y de inteligencia de los estadounidenses dentro del país pero para los burócratas en Washington, “los argentinos pueden darnos más”.

Milei y su círculo personal podrán decir muchas cosas e incluso desmentir esta situación, pero en vistas a tomar una nueva deuda con el FMI (cuando Milei renegaba de estas políticas), con un sistema productivo en estado de coma bajo un régimen de cambio insostenible, una continua suba de los precios en alimentos (pese a la supuesta baja de la inflación), servicios y costos de la economía doméstica, no le deja mucho margen para pretensiones ampulosas. He aquí donde surge el peligro para la nación y para cada ciudadano del país.

A la ya vigente guerra hibrida de poderes contra la Federación de Rusia abierta en Ucrania y su total involucramiento en las acciones de Israel en todo el Medio Oriente, hay en curso una guerra en el nivel comercial que EEUU ya había declarado antes con las sanciones y punta pies contra la república Popular de China y que con la puesta en vigencia de un arancelamiento general a todo el mundo (que destruirá el sistema vigente desde 1945), solo encubre un escalón más de esta agresión que intenta desbancar al comercio chino. El problema adicional a esto es que muy posiblemente pueda escalar a otro nivel y llegue a tornarse con el paso del tiempo en un enfrentamiento bélico.

Aquí es donde se inserta la Argentina de los Milei. No olvidemos que en campaña, Javier Milei expresaba su entusiasta aversión a China e incluso en las primeras instancias de su presidencia se refirió despectivamente al liderazgo del país asiático que lo obligó a retractarse por obvios motivos de conveniencia (por el SWAP). Ahora bien. En los hechos y de forma silenciosa éste gobierno “libertario” ha continuado apoyando esta agenda anti china y en general anti oriental (en especial anti islámica) respondiendo a la agenda angloestadounidense.

La variedad de opciones que Argentina puede ofrecerle a los intereses estratégicos de EEUU son tantos como riesgosos para los propios argentinos. Sin mencionar el posible involucramiento de personal en operaciones en el Mar Rojo, Gaza y sobre Ucrania, hay otras opciones disponibles. Como lo hemos dicho antes, el gobierno argentino no está en una posición de paridad para pretender ser tomado como un “socio” y mucho menos con un tipo como Trump. Argentina carece de poder propio y no representa ningún desafío (menos aún una amenaza) en una mesa de negociaciones incluso, no tiene cartas para negociar nada.

Milei deberá ofrecer algo que le interese a Trump o a los intereses estratégicos de los EEUU. Aquí no existe ninguna reciprocidad ni mucho menos esa imaginada amistad. Habrá un buen entendimiento cuando existan ofrecimientos incondicionales y nada más. Podría hacerlo él mismo o escuchar lo que Trump puede pedirle sin posibilidad de respuestas negativas o pataleos de alguna índole.

Los posibles ofrecimientos de los Milei podrían ser: Otorgar un espacio territorial en la Patagonia para la instalación de una base aeronaval de comando conjunto entre estadounidenses y la OTAN. Otra, la instalación también de la Patagonia de una base de monitoreo satelital a la que tienen los chinos en la provincia del Neuquén. Otro, la construcción de una base naval insular con propósitos de supuestas investigaciones científicas. Otro podría ser, la adquisición de terrenos en alguna provincia centro-oeste del país, sujeta a un régimen administrativo de excepción para la instalación de laboratorios de Bio-guerra bajo el camuflaje de investigaciones y desarrollo de vacunas (como las que tiene en China y Asía Central).

Cualquiera de estas ofertas podría estar sobre la mesa para recibir a cambio, un apoyo con los organismos internacionales de crédito y los argentinos deben tener por seguro que no sabrán cuáles ni dónde ni cómo se materializarían estas propuestas.