miércoles, 2 de abril de 2025

 

ESTADO

EN DESCOMPOSICION

¿Por qué el Líbano corre serio peligro de una implosión?

 

Por Javier B. Dal 

Tras el descabezamiento político de la organización de la resistencia islámica Hesbolá y la consiguiente desorganización de su rama militar, el Líbano ha quedado prácticamente a merced de Israel. La convivencia multiconfesional que caracteriza al Líbano se halla seriamente amenazada y eso es algo que los libaneses saben.  Ello además ha despertado las mezquinas ambiciones de poder de aquellos sectores pro-estadounidenses que recelaban del estatus político de la organización chiita y que veían obstaculizados sus intereses. Ahora y desde que Washington intervino en los asuntos políticos internos en Beirut, el proceso de descomposición político-social y económico se acelera a medida que Israel aumenta sus agresiones sobre el sur.

Hesbolá y Amal en una muestra de dignidad inigualable, sacrificaron sus estructuras, a sus líderes e incluso sus intereses políticos por respaldar a los palestinos en su lucha por sacudirse de la ocupación israelí y del genocidio que vienen llevando en la franja de Gaza y que ya se ha cobrado la vida de unos 50.000 palestinos inocentes (ni combatientes, ni partidarios o de la inteligencia).  

La resistencia islámica libanesa dio la batalla y no escatimo en recursos para ello, prueba de ello son los mártires ofrendados y su compromiso de continuar la lucha.

A pesar de que se condiciono el al cese al fuego poniendo al ejército libanés como fuerza de interposición en la frontera, ello no ha impedido a que las FDI hagan lo que quieran en el sur. Lo que se esta viendo en Adaissej es un ejemplo de esa incapacidad. Simplemente, las fuerzas libanesas no tienen capacidad militar de frenar a los israelíes por el simple motivo de carecer de material y armamento a la altura del enemigo. Ello y el control que tiene el Pentágono sobre el ejército libanés, es lo que permite que los tanques israelíes entren sin ningún obstáculo y tomen terrenos y destruyan la infraestructura de los pueblos del sur.

No hay dudas que poner al ejército regular como condición del alto al fuego fue una estratagema para que Tel Aviv haga lo que quiera.

Otro factor que ha posibilitado que Israel tenga vía libre para continuar con sus agresiones es la desarticulación de Siria que, como sabemos, está bajo el control (no gobierno) de una confederación de facciones criminales que fueron creadas por las agencias de inteligencia occidentales y que obviamente sirven a los propósitos de Tel Aviv. Esta aberración que se disfraza de yihadismo, lejos ha estado de ponerle límites y mucho menos combatir a las incursiones israelíes, por el contrario, el régimen de Hayat Tahrir Al Sham (HTS) viene contribuyendo a debilitar militarmente a Siria y a darle problemas a Hesbolá.

Bajo este panorama, la incertidumbre y el porvenir de los libaneses no podría ser más oscuro. Igualmente son ellos quienes tienen la solución que vendrá dando el primer paso y ese es, la aceptación de la situación en la que se hallan. Hoy la república Islámica de Irán, un aliado potencial de la resistencia islámica esta lejos y ante la expectativa de problemas en ciernes con los EEUU solo le queda observar. Hesbolá ha dado ese primer paso ni bien los israelíes asesinaron al secretario general Hassan Nasrallah y a todo el bureau del partido y eso se tradujo en el mantenimiento de la organización y operatividad que aún mantienen sus cuadros de combate.  

No hay dudas que esta permanencia es la que ha disuadido -hasta el momento- a Israel de ir directamente a tomar Beirut. Si Donald Trump no hubiera decidido intervenir con sus enviados y presionar al gobierno libanés para aceptar las condiciones de un alto al fuego, Netanyahu y sus socios Talmúdicos no se habrían atrevido a lo que hoy están haciendo. También y en cierta medida, los políticos libaneses son grandes responsables de esta intrusión que tal como ya se está comprobando, no traerá nada bueno para el común de los libaneses sean estos chiitas, cristianos, sunitas o drusos.

Cómo árabes, los libaneses tendrían que detenerse un instante y ver que ha significado la presencia de los estadounidenses en la región, nada bueno ¿Cierto? Ahora bien. Si esperan que la administración Trump o sus mandaderos franceses les van a solucionar los problemas están muy equivocados y aún bajo un sopor inducido. En realidad no es que los libaneses estén dormidos o no vean lo que se oculta detrás de estos actores. Hay una gran desorganización que por el momento es funcional para Tel Aviv ya que con ella, sus redes de alcahuetes locales pueden moverse fácilmente dentro del país.

Al mismo tiempo, alentar el descontento, la anarquía y el descuido al bien común entre los libaneses es fundamental para Israel. Tampoco perdamos de vista que en esto se halla involucrado Washington y más puntualmente la administración de Donald Trump.

La dinámica de la situación en el terreno esta revelando que Tel Aviv está tratando de aplastar la resolución 1701 de Naciones Unidas y buscará apoderarse del sur de Líbano e incluso realizar una incursión terrestre hasta Beirut, tal como lo evidencian los descarados ataques aéreos y de artillería.

Pese a que el gobierno ha clamado en protesta por las continuas violaciones israelíes al alto al fuego establecido en noviembre de 2024 y a ellas se han unido el presidente de Líbano, Joseph Aoun y el primer ministro Nawaf Salam, los israelíes no detendrán sus acciones ya que Netanyahu cuenta con el apoyo político de La Casa Blanca y lo más importante…la ininterrumpida llegada de armas, bombas y explosivos para las FDI.

Ello pone de manifiesto un desequilibrio geoestratégico que está más allá del Líbano y que podría compensarse con la intervención de un tercer actor con peso suficiente para lograr balancear la situación. Aún no es tarde, pero debe haber un esfuerzo coordinado. Los gobernantes en Beirut deberían dejar lugar a una mayor injerencia de Rusia y China dado que ambos actores, también tienen sus intereses en la región que se verán afectados si el Líbano colapsa.

 

 

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