EN LA MIRA
“LA PAX RUSA”
Un telefonazo a tiempo evito el comienzo de una guerra regional que podría haber escalado a todo el mundo
Por Charles H. Slim
Cuando Israel
derribo el Dron iraní hace más de una semana y luego las defensas aéreas sirias
derribaron el aparato F-16 de las FDI israelíes que intento adentrarse en el
espacio aéreo sirio, el escenario se recalentó a su máxima tensión, acusan
medios israelíes[1].
Éste último hecho causo estupor entre
los políticos y el Estado Mayor de las FDI quienes inmediatamente se declararon
en estado de alerta roja con posibilidades de emprender una retaliación
militar.
Durante estos años la aviación israelí pudo entrar y salir del
espacio aéreo sirio con una gran impunidad y efecto de esto, causaron muchos
daños y muertes de ciudadanos sirios sin que Naciones Unidas hubiera podido
limitar este accionar claramente violatorio de la ley internacional y en
particular del Capítulo VII de la Carta Orgánica de la organización. Y esto
solo, si consideramos las acciones a la luz del día y no contemplamos las
colaboraciones que la inteligencia israelí le otorga a las agrupaciones
terroristas que buscan derrocar al gobierno de Bashar Al Assad, es demasiado
grave para que no tenga consecuencias legales. Ha habido demasiadas
connivencias y hasta tolerancia para que Israel pudiera actuar desmedidamente
en el escenario sirio. Incluso últimamente, la misma cancillería rusa advirtió
una vez más[2]
de planes de Naciones Unidas por sancionar una resolución que buscaría
responsabilizar de todo lo que ha venido ocurriendo al gobierno de Al Assad y
disculpar con inentendibles excusas a los grupos terroristas que ya llevan
asesinados a más de doscientos mil ciudadanos sirios.
Pese a esto, el gobierno de Israel pretende jugar de víctima y
acusa a Irán de arrastrar a la región a una escalada peligrosa, cuando ha sido
el mismo Tel Aviv quien ha lanzado todo tipo de agresiones contra la República
Árabe siria, tanto militares como de inteligencia. Trata de amedrentar a sus
contendientes alegando que “Irán y Siria están jugando con fuego”, cuando desde
hace seis años hasta esta parte, han sido los actores preponderantes en la
erradicación de ese terrorismo “seudo-yihadista” diseñado por la ingeniería de
la inteligencia occidental manufacturada y financiado por Arabia Saudita, quien
a su vez es un aliado incondicional de Israel.
El derribo del mejorado F-16[3]
fue un golpe tremendo para Netanyahu y sus comandantes quienes se había
acostumbrado a jugar con las obsoletas baterías antiaéreas que “Hamas” tiene en
Gaza y los viejos sistemas de misiles “SAM-9” que las Fuerzas Armadas sirias tenían desde las
épocas del bloque soviético cuando el mismo Hafez Al Assad había cambiado a los
suministros estadounidenses por los productos militares del bloque comunista.
Incluso con la intervención de Rusia en el país árabe, ante la
amenaza que representan los modernos sistemas “S-300” y “S-400”, Israel no se
detuvo en lanzar agresiones sobe Siria solo que para evitar ser alcanzados por
estos misiles, invaden el espacio aéreo libanes y desde gran altura lanzan sus
misiles sobre objetivos sirios.
El derribo producido el día sábado 10 de febrero por una batería de
defensa antiaérea “SA-5” suministrada hace un décadas por la ex Unión Soviética,
demostró no solo que las fuerza aérea israelí es vulnerable a las nuevas
medidas antiaéreas que se han desplegado en el territorio sirio sino también, confirma
la eficacia de estos sistemas modificados
y sus radares de alerta temprana. Según
algunas fuentes, la precisión de éste misil de la era soviética fue posible por
una adaptación que habría hecho los ingenieros rusos con su sistema de rastreo
de última generación dando como resultado, un inesperado peligro para los
intrusos.
Ello ha desatado las corridas y las reuniones entre Netanyahu y sus
organismos de seguridad, quienes al parecer tenían planificado una operación a
gran escala que podría haber incendiado a la región. Muchos dentro de Israel
apoyan la iniciativa a una escalada para llegar a Teherán creyendo que con ello
cortaran de raíz el problema que representa Irán como potencia islámica
regional que para peor, apoya a la causa palestina.
Pero del lado iraní no había amilanamiento ni menos aún, o la idea
de retroceder ante los ataques israelíes que destrozaron una de sus bases de
Drones en suelo sirio. Ello planteaba un serio problema para la paz regional y
mundial. Desde Teherán no faltaron las amenazas de hacer pagar a los israelíes
su agresión y para ello también se ponían en estado de alerta roja para una
posible movilización masiva de sus fuerzas armadas.
Todo estaba listo para que un chispazo detonara lo que sin lugar a
dudas escalaría a nivel global hasta que, el día sábado 10 el teléfono sonó en
el recinto del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa Israelíes donde se
hallaba el primer ministro Benjamín Netanyahu reunió con algunos de los
generales del FDI. La llamada era de
larga distancia y se encontraba cifrada, era nada menos que el presidente ruso
Vladimir Putin que llamaba para expresar su preocupación por las incursiones
israelíes que ponían en peligro a los asesores militares rusos que están
operando en Siria.
Más allá de la cordialidad de la conversación, Putin sin rodeos
pero con diplomacia emplazo al mandatario israelí de abstenerse en realizar
nuevos ataques que pudieran escalar en un conflicto mayor. Está claro que ello
no fue del agrado para Netanyahu quien le habría exigido a Putin que contuviera
a los iraníes dado la estrecha relación que existe entre Moscú y Teherán. Ello suscito que la cancillería israelí
llamara oficialmente a la intervención de Rusia y EEUU para contener la
situación[4].
Este nuevo acto de intervención política de Putin –exitosa por
cierto- ha reavivado las inquinas de
los sectores neocon en occidente y en especial en Washington quienes detestan
el protagonismo que ha venido adquiriendo el mandatario ruso y peor aún, sus
éxitos políticos tanto en Siria como a nivel global. Es por ello que apenas hace una semana, los
medios occidentales han emprendido una campaña feroz contra el gobierno sirio
acusándolo de la muerte de ciento de personas en varios bombardeos en Damasco y
Al Gouta, cuando en realidad dichos ataques fueron perpetrados por grupos
armados que colaboran con EEUU y las agencias de inteligencia británicas que
operan bajo la máscaras de ONG como son los “Cascos Blancos”.
Por lo pronto, ha quedado en claro que la palabra de Vladimir Putin
pesa mucho más que el impacto de una bomba o un misil.
[1]
HAARETZ.
“Israel derriba al avión no tripulado iraní, ataca a Siria; F-16 israelí
derribado”. https://www.haaretz.com/israel-news/red-alert-sirens-sound-heavy-aerial-activity-in-northern-israel-1.5806508
[2] HISPAN TV. “Lavrov pide a la ONU no
obstaculizar arreglo pacifico en Siria”. Publicado el 9 de diciembre de 2016. https://www.hispantv.com/noticias/rusia/326790/lavrov-terrorista-siria-onu-sabotear-negociaciones-alepo
[3] Versión del F-16 con una mejora
considerable de su aviónica que se identifica con las siglas ACE.
[4] Monitordeoriente.
“Haaretz: La llamada telefónica que detuvo la guerra inminente entre Irán e
Israel”. https://www.monitordeoriente.com/20180214-haaretz-la-llamada-telefonica-que-detuvo-la-guerra-inminente-entre-iran-e-israel/