A DAMASCO CON AMOR
¿Cuáles son los
propósitos reales que se esconden detrás de la renovada agresión israelí contra
Damasco?
Por Javier B. Dal
El sorpresivo
ataque israelí del 16 de julio pasado contra los edificios gubernamentales en
el centro y el distrito de Mazzeh, de Damasco pese a que no debería asombrar a
nadie, tiene un trasfondo muy diferente al que la mayoría de la opinión pública
cree que pueda tener fundamento. Los habitantes de la capital ya estaban
acostumbrados a esta clase de ataques israelíes con una gran diferencia y ella
es que cuando estaba el gobierno árabe-sirio de Bashar Al Assad había un
sistema defensivo anti aéreo 24 horas al día operando y los aviones israelíes no
podían entrar en el espacio aéreo sirio con impunidad.
Pero, tras el
golpe apoyado por EEUU, Israel y sus socios europeos (Francia muy implicado)
posibilitó que una banda de mercenarios (atlantistas) usando al Islam como
fundamento, se apoderaran del país y hoy, estás (entre otras) son las
consecuencias.
Aclaremos que la
excusa de Netanyahu de “proteger a los drusos” de un genocidio es solo eso. Ciertamente
que las bandas que controlan hoy Damasco han estado asesinando a todos quienes
no comulgan con su ideología, pero aquí hay otros asuntos. No hay dudas que a
ciertos grupos políticos en las tribus drusas con intereses comprometidos con
Israel, le viene perfecto esto, pero para la comunidad en general que estaba
integrada en la nación árabe-siria no es así. Tel Aviv está aprovechando las
fracturas creadas por el régimen de “Al Qaeda” (explícitamente apoyado por
Trump), que fue patrocinado, armado y asesorado por las agencias de
inteligencia occidentales (incluida la israelí) para dividir y ganar
territorios árabes, solo eso.
No solo es el
espacio de lo que se apropia Israel, sino de sus recursos sobre y bajo esos
territorios. Para lograrlo sabe que no puede mantener un despliegue propio de
efectivos de las FDI. Podrán tener las mejores armas y los dispositivos más
sofisticados que EEUU y la industria armamentística alemana pueda proveerles
pero, el recurso humano para pisar en el terreno es un factor imposible de
reemplazar.
Según algunas
fuentes, hace tiempo que el Mossad y los británicos del MI6 vinieron trabajando
con las tribus y clanes drusas que aglutinan a unos 850 mil drusos, una nada
despreciable cifra para que jueguen el papel de infantería y carne de cañón de
los planes israelíes.
El sigiloso
trabajo de los israelíes busca establecer pactos con los drusos tal como desde
hace mucho lo hicieron con los clanes de traficantes de armas y drogas kurdos
en el norte de Iraq, quienes por cooperar en cada uno de los planes para
agredir a los países de la región, sus señores como Barzani obtienen pagos y
beneficios para todo su clan.
Para que esta
clase de corrupción inter tribal pueda prosperar es importante destruir los
nexos con el gobierno nacional o dificultarlos. Eso fue lo que Tel Aviv
aprovecho concretar tras la primera guerra contra Iraq en 1991 y que consolido
en 2003 tras la invasión y ocupación angloestadounidense.
En el caso sirio
vemos lo mismo. Los clanes drusos que asienten esta “ayuda” israelí lo hacen
porque han obtenido beneficios e incentivos en pago por traicionar a la nación
que los cobijaba. Ante esto no era de extrañar que las tribus opuestas (tanto
drusas como beduinas) a este negociado con el enemigo sionista, se levantaran y
se hallen en pie de guerra contra los traidores ¿Dónde entran las milicias de “Al
Qaeda” de Al Jolani y Cía en todo esto?
Como dije al
inicio, Siria ya no tiene fuerzas armadas dado que fueron reemplazadas por
estas milicias de mercenarios (es decir, tipos pagados) para ocupar ese rol.
Desde su llegada a Damasco se han dedicado a lo que sus patrocinadores le han
encargado: Asesinar a cuantos árabes musulmanes alauitas (de la rama chiita),
perseguir a los cristianos y ello incluían a los drusos.
En su conformación
como grupos de combate carecen de todo lo que un ejército organizado actual
necesita para poder imponerse en el terreno siendo esto fundamental para los
planes de Israel. A diferencia del otrora ejército árabe-sirio estas bandas no
tienen disciplina, no tiene fuerza aérea ni cuentan con divisiones blindadas o
apoyos logísticos serios que puedan enfrentar a una simple avanzadilla de
tanques “Mercava”. Olvidense de hablar de unidades especial y de los
paracaidistas, todo eso ya no existe.
Lo que le sucede a
Siria era previsible. Tal vez los ciudadanos sirios cuando vieron lo que estos
mismos actores les hacían a sus vecinos iraquíes creyeron que no les llegaría,
hoy se agarran sus cabezas y lloran desconsoladamente creyendo que habrá
clemencia.
Mientras los
medios occidentales y algunos lamentables del mundo árabe (íntimamente relacionados
con Israel) hablaban de la “guerra civil”, de los bombardeos de Al Assad contra
su población y otra lista de mentiras armadas para ir hilando fundamentos que “legitimaran”
el accionar de estos grupos yihadistas, Israel fue horadando la situación siria
sin que (obviamente) Naciones Unidas hiciera algo para impedirlo.
En una mirada
rápida se podría decir que Siria está sufriendo (en otra modalidad) lo mismo
que se le hizo a Iraq solo que, con algunas salvables excepciones, una de ellas
es que el presidente sirio y su familia pudieron huir. Recordemos que Saddam
Hussein, sus hijos y varios de sus nietos fueron asesinados por los esbirros de
la ocupación que en lo único que se diferenciaban de los actuales matones pseudo-yihadistas
es que eran de una secta chiita.
Lamentablemente
con esta situación y bajo el Status Quo que hoy vive Siria, las palabras de
Netanyahu de impedir que los sirios puedan ejercer soberanía sobre el sur de su
país es muy cierto. Los mercenarios de Al Jolani no solo son incapaces frente
las unidades israelíes, carecen de motivación y no están dispuestas a hacer lo
que los palestinos hacen en su territorio y menos aún, lo que Hesbolá y los
yemeníes de Ansar Allah hacen para marcarle los límites a esta entidad voraz.
Lo cierto es que
hoy los sirios tienen al enemigo dentro y fuera de su país e incluso, aquellos
que se dejaron seducir por Hillary Clinton y los operadores de la CIA en la
administración Obama si aún no han sido asesinados, están lamentando su error.