UNA MESA ¿DE
NEGOCIACIONES O DE POKER?
Donald Trump
finalmente ha llamado al Kremlin con la intensión de sentarse en una mesa con
su par Vladimir Putin, pero ¿Para Negociar o para jugar?
Por Charles H. Slim
La solución del conflicto en Ucrania era evidente que no se hallaría en 24 horas como dijo Donald Trump durante su campaña. Ya conocemos su personalidad y su carácter que lo destacan como un gran narcisista que hace de la exageración una cualidad muy suya.
En realidad y
hablando seriamente, nadie de los implicados ni un analista serio e imparcial
podía tragarse esa aseveración. Una guerra que ya lleva tres años y ha
desangrado a ambos pueblos, no tendrá un final abrupto ni se cicatrizaran las
heridas con tanta facilidad. Los ucranianos podrán odiar a Vladimir Putin con fundadas
causas, pero también y a la luz de todo lo que hoy conocemos y que ellos
también viven a diario, saben el papel que ha tenido Volodymyr Zelensky y la
cofradía de estafadores a la que sirve, como servil de los planes de la OTAN.
Ante esto los ucranianos deberían preguntarse ¿Ha valido tanta muerte para ser
miembro de esa organización?
Los ucranianos
también deberían reclamar explicaciones a los patrocinadores occidentales de la
junta militar en Kiev, quienes ignoraron en todo momento los pedidos de Moscú
para abordar la importancia de la seguridad estratégica de la Federación ante
los planes de la OTAN. A Moscú quizá le habría bastado que Kiev acordara su
neutralidad para garantizar la seguridad planteada.
Tampoco deberían
ignorar los intereses y las antiguas injerencias que Washington DC y sus socios
británicos tienen en Ucrania. Dentro de esos intereses contemos los
estratégicos como son la intensión de instalar bases de misiles apuntando a
Moscú y a solo unos minutos de distancia. Esto es algo que claramente amenaza
la seguridad de Rusia y los ucranianos estaban conscientes de ello, sabiéndolo
¿Creían que Rusia se iba a quedar de brazos cruzados? Igualmente son sus
políticos con Zelensky a la cabeza los responsables de esto y fueron ellos
quienes vendieron a su país a fondos de inversión como “Black rock” que (bajo
la excusa de la ayuda para la reconstrucción) no dejaran que Ucrania se levante
hasta que ellos no la expriman para cobrarse hasta el último céntimo.
Para el estado
profundo en Washington, estar a las puertas de Rusia es un objetivo estratégico
prioritario pero muy peligroso de concretar. Los angloestadounidenses sabiendo
que hacerlo a plena luz del día sería muy dificultoso y políticamente costoso,
echaron mano a la intervención clandestina con fines subversivos con los
resultados que vimos en Maidan y que fueron evolucionando hasta llega a la
actual situación.
Muchos siguen
engañados por los panfletos Hollywoodenses que pintan a las acciones
clandestinas y terroristas de la CIA como justificadas por la “libertad” y la
“democracia” cuando en realidad los intereses van para cualquier otro lado,
especialmente con fines negociales.
Desde el final de
la segunda gran guerra (1945) los servicios de inteligencia
angloestadounidenses (en especial la OSS durante la guerra) se han relacionado
y valido de los sectores neonazis y fascistas en Eurasia y particularmente en
Ucrania para tratar de desestabilizar a la entonces URSS y tras la caída del
muro de Berlín en 1989, a la Federación de Rusia.
Esto demuestra que
(pese a lo que se diga en público), no importa la tendencia del extremismo, si
a Washington DC le sirve, lo alimentará y llegado el momento lo usará a su
conveniencia. Fue así como la CIA y sus activos en la región pudieron
contactar, organizar y dirigir a los grupos neonazis banderistas para derrocar
el gobierno de Kiev en febrero de 2014.
Hoy, a un mes de
gobierno de Trump recién comienzan los primeros acercamientos y por lo que se
ve, EEUU solo tratará con el interlocutor más serio y prometedor y ese sin duda
es, la Federación de Rusia.
Tengamos en cuenta
cómo piensa Donald Trump y veremos a dónde quiere llegar en estas
negociaciones. Como empresario su lenguaje solo atiende al idioma de la
economía y las finanzas, oferta y demanda, oportunidades de inversión que en
este caso tomaría en nombre del estado de la Unión. Con esto en vista, se
advierte que Trump quiere algo de Ucrania y sabe que solo Rusia podrá dárselo.
Así mismo no
dejemos de lado a quienes secundan a Trump, todos ellos (incluido el vice
Vance) caracterizados por su rusofobia y notoria hostilidad con Putin.
Sobre lo que
Donald Trump pretende sacar provecho, ello estaría relacionado con la riqueza
mineral, en especial de minerales raros (vitales para la industria tecnológica
como el niquel, uranio, litio, Cerio, Itrio, Lantano, grafito, Berilio y cobre)
ubicados bajo tierra en los yacimientos de Novopoltavske dentro de Ucrania sin
que ello signifique una ventaja para Zelensky y su gente.
En lo que respecta
al presidente ruso Vladimir Putin, sin dudas ha tomado con interés el contacto
que le han hecho desde la Casa Blanca aunque y fiel a su agudeza política, sabe
que no todo lo que brilla es oro. Antes habrá que solucionar algunos puntos si Trump
pretende prosperar en su actuación y una de ellas es, quién del lado ucraniano
va a ser el interlocutor válido ya que Zelensky hace meses que tras ilegalizar
a los partidos de oposición y suspender las elecciones, gobierna de facto a
Ucrania con lo cual, su firma no solo no vale nada, sino que podría ser usada
por los occidentales como una excusa para nulificar en el futuro cualquier
acuerdo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario