domingo, 4 de septiembre de 2016


EN DEBATE



“ASIA SOCIA”

Cómo Asia en general y China en particular, son la esperanza para las relaciones estratégicas de Argentina




Por Charles H. Slim
Actualmente el mundo pasa por una galopante recesión económica que no discrimina entre potencias y economías emergentes, lo que ha quedado en claro luego de la crisis desatada por la súbita salida del reino Unido de Gran Bretaña de la Unión Europea intentando entre otras cuestiones, reflotar a la Libra esterlina como la moneda de cambio comercial en Europa y el mercado asiático. Pero para varios analistas esta decisión que fue impulsada por los ultra-nacionalistas británicos y apoyada en secreto por los conservadores de la alta sociedad londinense,  fue un arrebato afiebrado y no muy bien calculado que puede traer peores consecuencias que el haberse quedado en la Unión Europea.

Y Argentina no escapa a esta crisis que no tiene pausa. Pese a que su abúlica clase política no ha variado mucho pese al cambio de gobierno,  las promesas de Mauricio Macri para reactivar la economía de su país parecen no cuajar y es muy posible que en las actuales circunstancias en que se halla el mundo, tenga que hacer mucho más de lo prometido para conseguir compromisos contantes y sonantes de inversores extranjeros.

Aun pareciera que el colectivo de los argentinos en general pero quizá más importante, sus políticos en particular, no han entendido que su país (Argentina) ha dejado de ser aquella coqueta quince añera pretensiosa –y pretendida- que solo baila con el más lindo y adinerado de la fiesta. Para ellos habría que colgarles un cartel que diga: “NOTICIAS DE ÚLTIMO MOMENTO…ni tú eres aquella joven pretensiosa ni quedan candidatos lindos en este baile”.

En esta metáfora, podemos personalizar a los candidatos a EEUU, la Unión europea en crisis, Rusia y China. Acostumbradamente, la pretensiosa Argentina gusto de bailar junto a EEUU quien le hizo todo tipo de promesas pero ninguna duro más de una noche. Igualmente a ella (Argentina) solo le interesaban los dólares de ese galán sin dar nada a cambio. Ello no fue así y Argentina debió dar mucho más de lo que aquel le  dio a ella. Pero con el paso de los años, el maquillaje político de EEUU fue cayéndose hasta dejar a la vista, ese matón psicópata que matara a cuantos se le crucen para enriquecer a la economía doméstica.  Hoy EEUU se encuentra con una economía inmóvil atacada de una grave recesión que solo obtiene utilidades, de la guerra.

Si aquello fuera grave, aun falta considerar el factor más importante en todo esto y es nada menos que, la desangrada economía norteamericana que tal como lo sostienen varios analistas, se halla sustentada en meros bancos de datos electrónicos, simples cifras digitalizadas que en realidad, no cuentan con respaldo físico para sostener el valor del dólar. No hay dinero en las bodegas de la Reserva Federal que respalden los números que dibujan en la banca de Wall Street. En este sentido, cabe recordar que los EEUU ha venido desde el 2008 en una espiral recesiva que aunque algunos han vaticinado que a finales del 2015 había comenzado a repuntar, lo cierto es que para lo que va del 2016, la realidad de la producción netamente estadounidense y de su PBI ponen en evidencia que no solo la recesión no acabo sino que peor aún, se ha agravado.

Por su parte la UE se halla jaqueada no solo por la salida del Reino Unido y la misma recesión mundial sino también por una galopante corrupción que escandalosamente puede comprobarse en las más diversas áreas económicas, financieras y políticas del bloque (v. http://www.globalresearch.ca/corruption-in-the-european-union-scandals-in-banking-fraud-and-secretive-ttip-negotiations/5543935 )

De esta manera, las sociedades anglosajonas ( y las de países como Argentina) han dejado prácticamente de consumir y el gasto promedio de los ciudadanos con ingresos medios, provenientes de empleos bien remunerados, ha venido cayendo desde comienzos del 2016.  Lo único que produce EEUU es conflictos bélicos y crisis regionales lo que a la altura de las circunstancias queda claro de que no es casual. Su industria armamentística es prolífica en ganancias que solo beneficia a un minúsculo sector empresarial. 
Como la plaga de langostas que ha arrasado regiones enteras, EEUU busca nuevas plazas para saciar sus necesidades.

En ese sentido se ha venido viendo como los ojos de los “Think Tanks” se han posado en forma sostenida sobre la realidad político-económico y social de los países asiáticos, especialmente en los que bordean a la gran China Popular, buscando horadar su estabilidad. De este modo mediante las consabidas argucias de políticas de ayuda a los países necesitados,  apoyo humanitario y supuestas larguezas pinatadas de buena voluntad,  Washington ha venido operando en forma de ONGs con intensiones mucho más interesadas que las que promueven.

Pero lo que ha movido a Washington a las fronteras más extremas de Asia, es sin lugar a dudas, el miedo a que  China se convierta en la potencia económica emergente que logre imponer su moneda de cambio para el comercio en el continente asiático, su extensión al Medio Oriente, al África y muy posiblemente a Latinoamérica.  Las maniobras militares que ha venido desarrollando la marina estadounidense en las aguas del Mar Meridional de la China no son casuales y apuntan a ese respecto. Aprovechando las diputas marítimas históricas que tiene China con sus vecinos, especialmente con Filipinas y Vietnam, le dieron el pie a EEUU para moverse agresivamente en la región tratando de entablar con estos países, relaciones políticas apoyadas en preconceptos orientados a una desconfianza con el gigante asiático.  Precisamente con estas expectativas es que Obama realizó una gira por Laos, para tratar de revivir la propuesta comercial que trate de absorber a los países que bordean a China (v. “La recarga de la batería de Asia”. https://www.foreignaffairs.com/articles/laos/2016-09-01/recharging-asia-s-battery )

Lo que nos informa todo esto, es una clara esquizofrenia en la política norteamericana que demuestra un nerviosismo imposible de ocultar y que claramente se vio potenciado por el acercamiento de Pekín a Damasco lo que obstaculiza aún más los planes por derrocar a Bashar Al Assad. Torpe y desesperadamente trata de condicionar la política exterior de Pekín acudiendo al uso del garrote; eso es un claro error que puede tener efectos contra producentes para Washington y quienes  aún le secundan.

Sobre esto último, el gobierno de Buenos Aires debería preguntarse ¿Cómo podemos seguir siendo tan obsecuentes con Washington cuando sus políticas agresivas, además de ser repudiables, perjudican a nuestras relaciones con países amistosos como el de China?  Obviamente que para que alguien en el gobierno de Macri o más bien el mismo Mauricio Macri pudiera responder este cuestionamiento, debería tener la suficiente independencia política para poder responderla sin consecuencias.  Igualmente hay que remarcar la inteligente agenda del presidente Macri, que partió rumbo a China para participar de la cumbre del G-20 para gestionar una mayor inserción de capitales chinos en Argentina.

Claro que muchos señalaran que EEUU ha tendido su mano a la Argentina, tras la última visita de John Kerry quien trasmitió a Mauricio Macri la intensión de su país de que empresas norteamericanas llegaran a la Argentina para invertir y hacerse cargo de varias áreas de la prestación de servicios públicos o la de ofrecer una ayuda a la reestructuración de las Fuerzas Armadas, pero aún son promesas sin muchas expectativas. 

Igualmente sería importante y un avance en el criterio de visión estratégica de Buenos Aires, si va más allá de las acostumbradas y abusivas relaciones con los intereses anglosajones que cada gobierno ha maquillado bajo los tintes de relaciones bilaterales o de gobierno a gobierno.  Se requiere claramente una política firme y sostenida que ponga por delante los intereses nacionales por los que desde el norte se señalan.

Y ello no está dirigido a una política agresiva o descortés con los estadounidenses, sino a plantear que hay situaciones, políticas y propuestas que no convienen al país, simplemente eso; a practicar una real politik

Muchos podrán decir, ello es muy fácil de decir pero muy difícil de hacer ya que es ahí donde para algunos surge la pregunta ¿Cómo lo tomará Washington? o ¿No se enojarán en La Casa Blanca? , recordando aquel señero y anglófilo politólogo argentino Carlos Escude convertido últimamente al judaísmo.

Sin dudas Argentina tiene muchos argumentos históricos para mantenerse a una distancia prudente de EEUU pero si hay una principal que deba preocupar a los sectores de la producción y el consumo argentinos, esa es la búsqueda de imponer el TTP “Tratado TransPacífico que pondría en mano privadas a los mecanismos  de control del estado, dejando al arbitrio de las mega corporaciones y empresas, condicionar al estado a que garantice sus ganancias y su ajenidad a los reclamos que realicen los usuarios y consumidores de dicho estado.  Brevemente, ello sería que si Argentina firmara este engendro, las empresas multinacionales que operan y operaran en el país, especialmente las prestadoras de servicios públicos –de lamentables prestaciones por cierto- no podrían ser “molestadas” por las quejas del llano poblacional sin que ello repercuta en consecuencias para el estado nacional; ello sería, que la empresa en cuestión podrá demandar al estado por esas molestias.

Hoy por hoy EEUU no está en posición de presionar a nadie. Y si no véase como fue la recepción de Obama en el G-20 en donde no faltaron cruces verbales y contratiempos (v. http://mundo.sputniknews.com/asia/20160904/1063244105/presidente-eeuu-dificil-visita-china.html )

China y Rusia se han opuesto a esta extensión del TTP dado que, ambos países han llegado a acuerdos bilaterales para el desarrollo del comercio regional, quitándole fuerza a la supuesta necesidad y ventajas que aquel tratado conlleva para los países adherentes.  Hasta ahora vemos que Argentina no ha pisado la trampa y su gobierno parece haberse dado cuenta que el mundo no se reduce a EEUU y la UE y de que tanto China como Rusia son dos plazas estratégicas para el comercio y socios muy interesantes para el desarrollo de varias áreas del estado nacional que aún no han sido atendidas.  

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