jueves, 20 de marzo de 2025

 

UNA OPACA Y PELIGROSA POLÍTICA EXTERIOR

¿Por qué el gobierno de los hermanos Milei está hundiendo al país en una ciénaga?

 

 

Por Javier B. Dal

Apenas ha trascurrido un año y dos meses de gobierno de los Milei y la Argentina sigue bajo la incertidumbre socio-económica matizada por los cantos de sirena de una supuesta baja de la inflación que preludiaría la salida de la crisis. A la par de esto y mientras la gente se halla distraída en su mundanidad, otros asuntos se mueven secretamente en los estratos del poder y no precisamente atinentes para ayudar al común ni menos aún al interés nacional. Decir que los hermanitos están vendiendo al país es poco, si vemos a los costados de sus políticas disfrazadas de libertarias.

Para algunos se trata del regreso al neoliberalismo de los noventas; para nosotros, es una mutación mucho peor a la que se le agrega ideologías derechistas recalcitrantes como el sionismo.

Los argentinos al parecer siguen pecando de ingenuos y aunque los medios sean menos creíbles que antes, muchos siguen tragándose las posiciones de algunos “formadores de opinión” que no son otra cosa que operadores políticos bien pagados.

Hay que reconocer que los Milei no han ocultado su alineamiento anglo sionista y la adopción de una postura en favor de la OTAN en la guerra de poder que Washington lleva a cabo contra la Federación de Rusia en Ucrania. Lo mismo con su expresa lealtad farisaíca a las abominables políticas de Netanyahu y su coalición de extremistas judíos escatológicos que ratifica con su planificado viaje a Israel. Igualmente y pese a esta “honestidad” intelectual, estas posturas son incoherentes con los posicionamientos históricos del país y tal vez peor aún, con la situación irresuelta de ocupación de las islas y las aguas del atlántico sur.

En este sentido, la subordinación demostrada a un estado génocida como Israel que ha cometido y sigue cometiendo crímenes de lesa humanidad contra la civilidad palestina le resta cualquier brillo que pudiera ganar con algún acierto político-económico. A propósito de esto, no existió ningún “milagro israelí” como lo presentan los sionistas mediáticos en referencia al control de la inflación que tuvo en 1987 ¿Por qué? Por el simple motivo de que es un estado subvencionado por occidente (con flujo de dinero constante) y que además obtiene de la industria armamentística y otros negocios complementarios, grandes sumas de dinero. Argentina es otra realidad, aunque los Milei y los sionistas que lo sustentan, pretendan otra cosa. A su vez, Tel Aviv con o sin el permiso del estado argentino y desde su territorio operará en la región atendiendo a y exclusivamente a sus intereses que como siempre, terminarán en muerte.

Esto también le cabe a las relaciones con EEUU que con la actual administración de Donald Trump, podrían arrastrar al país a participar en sus estigmatizantes políticas migratorias y en aquellas que despliega para gestar y sostener guerras en otras latitudes (como los bombardeos preventivos contra otros países).  

Este posicionamiento conlleva la colocación de agentes y activos funcionales para que lleven adelante todas las tareas que impliquen velar por dichos intereses. Por ejemplo, si bien Javier Milei es quien tiene el cargo de presidente, es su hermana Karina quien, sin ningún tipo de preparación técnica o con algún conocimiento en la materia maneja la agenda de la política real tratando por detrás del telón a los interesados foráneos en “invertir” o “explorar” en la Argentina y por cuyas gestiones se está forrando para todo el viaje.   

Pero más allá de la advertida influencia de su hermana y sus actividades de “cajera”, quien es el verdadero pivote y armador político del llamado “triángulo de hierro” es el joven Santiago Caputo, un verdadero don nadie e ignoramus que ocupa dicho sitial por una razón muy especial: Sus relaciones como enlace con una de las facciones de la CIA y probablemente de alguna de las del MOSSAD.

Precisamente sobre esto último, es innegable que existen disputas entre grupos ideológicos y de concepciones filosóficas antagónicos en el estado profundo de ambos estados que poco a poco están arrastrándose a una guerra civil y que sin dudas se trasladarán a otros escenarios.

A la vista de solo estos elementos, con los Milei no ha cambiado nada, solo se han reemplazado las figuritas que ocupan los puestos clave desde donde se manejan los hilos de la política nacional. Sin dudas es pertinente la pregunta ¿Cuántas facciones tendrá hoy la SIDE y a quiénes responden cada una de ellas? El cuento de que vino para terminar con la vieja política solo ha servido para abrirle la puerta a los enemigos y a nuevos interesados y estructuras de la inteligencia de agencias extranjeras para que usen al país como otra posta y refugio para transferir y lavar los flujos de dinero provenientes de negocios sucios como son el tráfico de armas, drogas, órganos y personas.

Tampoco deberíamos ignorar a otros funcionarios clave para que esta ingeniería funcione. Sin dudas la señora ministra de seguridad (¿) Patricia Bullrich es otra pieza clave con conocidos contactos con el Departamento de Estado Norteamericano y con las agencias de inteligencia militares y civiles israelíes.

Con este esquema de funcionarios quienes cuentan con la ayuda innegable de dichas agencias y elementos extranjeros, es seguro que no perderán el tiempo en explicaciones y cuando necesiten crear cortinas de humo que ayuden a excusar al gobierno, a las usinas mediáticas que ya existen en CABA, las fuerzas de seguridad nacional (Gendarmería, Prefectura y posiblemente la PSA) disponen de expertos en infiltración, contrainteligencia y generadores de falsas banderas. Los desórdenes en las manifestaciones frente al Congreso son sin dudas el escenario donde operan estos expertos.

Justamente a lo criticado en campaña y en lo cual hizo una consigna, Milei está usando las mismas cartas sucias de la vieja política, con lo cual deberíamos preguntarnos ¿Un nuevo engaño para los argentinos? Al parecer las afinidades personales con el presidente Donald Trump y todo el ala neoconservadora, quienes impulsan una geopolítica transaccional, vienen acompañadas de ciertos beneficios contantes y sonantes que llegan en aviones elegantes a modo de donaciones para que el proyecto pueda consolidarse, pero ¿en beneficio de quién?

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