EUROZONA MILITAR
¿Por qué y quiénes
están fomentando una costosa carrera armamentística en la Unión Europea?
Por Javier B. Dal
Sin dudas que la
llegada de Trump a La Casa Blanca ha trastornado los planes de la OTAN contra
la Federación de Rusia y quienes acusan mayormente ese trastorno son los
europeos. Pero al mismo tiempo esto les abrió un pasadizo por el cual las
viejas ex potencias colonialistas de los siglos pasados como Gran Bretaña,
Francia y Alemania puedan intentar repotenciar esas viejas glorias con una
nueva carrea armamentística y que mejor excusa para ello que la guerra en
Ucrania.
Aclaremos que la
supuesta retirada de EEUU de la OTAN solo es un maquillaje aplicado por Trump
ya que, pese a intimar a sus miembros a elevar las cuotas de financiación y
hacerse cargo del apoyo militar a Ucrania, los equipamientos y las armas
estadounidenses seguirán fluyendo pero, por intermedio de cada uno de sus
miembros. La ecuación es muy cómica: EEUU no enviará directamente las armas a
Kiev, se las venderá a sus socios de la OTAN y ellos se la entregaran a los
neonazis de Zelensky. Incluso, material estadounidense sigue llegando por otros
canales como es el caso de los viejos tanques M1-Abrams australianos que ya
están siendo despachados a Ucrania.
Como se podrá ver,
lo que diga Trump sobre su plan de paz son puras sandeces.
Pero financiar una
carrera armamentística como la que el británico Sir Starmer y el canciller
alemán Friedrich Merz están muy comprometidos en generar con “ReARM”, si bien
traería maravillosos beneficios políticos para sus administraciones y una
imperdible oportunidad negocial para la industria armamentística de sus países,
implicará además de riesgos estratégicos, grandes pesares para sus economías y
en especial, para los ciudadanos de sus países que sin dudas se extenderán a
toda la Unión Europea.
Así mismo si bien
estos gobiernos se las arreglan para justificar los aumentos presupuestarios en
defensa que toman de sus PBI, siendo los medios sus cajas de resonancia para
sembrar en las cabezas de los ciudadanos el miedo que les empuje a validar
estas estafas, en las actuales circunstancias no basta.
La necesidad de
argumentos más determinantes les está llevando a crear situaciones y
provocaciones más audaces contra Rusia a los fines justificar el reimpulso del negocio
armamentístico netamente europeo.
Precisamente uno
de los últimos armados a este fin son las acusaciones de una posible agresión
de la Federación de Rusia contra la OTAN, es decir, un imaginario ataque sobre
territorio de la Europa occidental tratando de recrear aquellas épocas de la
guerra fría. A pesar de que es un sin sentido, el relato que se siembre desde
la cima de la UE y desde el mismo secretario de la alianza Mark Rutte pretenden
crear más paranoia sobre la población europea.
Sin dudas que los
elementos de los que se nutren los atlantistas para fabricar este relato se
hallan en las respuestas rusas a las constantes acciones terroristas y ataques
con misiles de medio alcance (británicos y estadounidenses) contra los Oblast
rusos fronterizos con Ucrania. Para que este relato funcione obviamente desde
los medios occidentales se cuenta una parte de la historia, aun cuando ella
suene por si sola ridícula.
Esta muy claro que
la corporación de medios como CNN, BBC, The Guardian, ABC NEWS, sus obsecuentes
repetidoras en Sudamérica (en especial en Argentina) y toda esa extensa lista
de fabricantes de noticias acorde a los lineamientos del Departamento de
Estado, no van dejar de cumplir con este miserable papel que atenta contra la
honestidad intelectual y la inteligencia media de los ciudadanos. No importa lo
descabelladas que sean sus editoriales y lo mentirosas sus noticias ya que saben
que aplicando la estrategia comunicacional del partido Nazi de Goebbels, algo
de todo eso quedará.
Lo cierto es que
mientras tratan de justificar el aumento de los impuestos y la reducción de los
beneficios sociales en sus correspondientes sociedades para alimentar los
presupuestos inflados para armamento, el gobierno de la Federación de Rusia se
está hartando y aunque las estratagemas sucias de algunos miembros de la OTAN
buscan precisamente eso, Vladimir Putin ha demostrado tener el temple y el
carácter que pocos estadistas contemporáneos podrían demostrar. Si así no fuera
¿Cómo debería reaccionar el mismo Putin a las últimas conversaciones entre
Donald Trump y el neonazi Volodymyr Zelensky?
Recordemos que en
una conversación en referencia a los continuos pedidos de Zelensky de más armas
y misiles para sus tropas, Donald Trump le preguntó “¿Podrías atacar Moscú o
San Petersburgo?”, a lo cual Zelensky le respondió “Si”, si le entregaban lo
que pedía ¿Cómo debería tomar esto Moscú?
Sumado a esto no
se debe perder de vista la notoria agresividad del gobierno alemán y en particular
la inocultable rusofobia de su canciller Friedrich Merz, muy comprometido en mantener
a la maquinaria bélica ucraniana con tal de que dañe a Rusia. Precisamente por
el mes de abril aseguró que no habría limitaciones en esa asistencia con lo
cual no deberíamos extrañarnos de que los misiles “Taurus” que pueden llegar a
Moscú, ya estén preparados y a la espera de su uso en los zulos ucranianos.
A la par de esto,
el continuo y ya comprobado involucramiento de Gran Bretaña no solo con el
suministro de armamento sino, con la remisión de personal de asesores militares
y de inteligencia, ya da un contexto poco creíble y nada confiables que se
complementan con las reiteradas bravatas del presidente estadounidense Donald
Trump y de la representante de la UE Kaja Kallas que atizan aún más el fuego.
Esta combinación
de apoyo material atlantista a Ucrania con una intervención tercerizada (y nada
disimulada) de los EEUU, la intoxicación informativa a cargo de los medios del
hemisferio y la difusión de falsas alarmas por parte de los gobiernos europeos
y de la misma UE que tratan de pintar a la Federación de Rusia como una amenaza
para Europa, están empujando al mundo a un peligro que podría llegar a ser
irreversible sino se detienen.

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