VETERANOS DE AYER
“NO ENCUENTREN AL ARA SAN JUAN”
Reveladoras implicancias en la búsqueda del submarino argentino apuntarían a un encubrimiento de lo que pudo haber sido un ataque británico
Por Dany Smith
Mientras el
drama de la desaparición el submarino “ARA San Juan” entra en sus cuarenta
días” sin novedades, hay varios hechos que están dándole muchos argumentos a
las sospechas de varios sectores del país que señalan como los responsables de
ese hecho a un ataque por parte de Gran Bretaña con la complicidad de la marina
chilena. Para los cándidos que se han visto engañados por la aparente
“solidaridad” de la Marina Real y de la 4º Flota de los EEUU, deben entender
que esto es una cuestión geopolítica y nada más. No es ni la primera ni será la
última vez que los implicados en la concreción de un delito, se alleguen a
ofrecer su ayuda simulando solidaridad. Como dice una máxima en la criminología
“el delincuente suele volver a la escena” y en éste caso, la necesidad de ello
se vuelve vital para saber si los restos y las evidencias que pudieron haber
quedado ponen en riesgo de que sean descubiertos en un plazo inmediato y si
ello puede esclarecer lo que sucedió.
Esto a colación de la aparente y desinteresada ayuda brindada por
los equipos británicos y norteamericanos que llegaron prestos para participar
en la búsqueda y rescate. A pesar de la magnitud de la búsqueda y del
equipamiento utilizado los resultados fueron negativos lo que sin lugar a dudas
hizo perder mucho tiempo para que se pudieran hallar señales y rastros en las
aguas que indicaran que había habido un siniestro. Ahora bien ¿Por qué no se
halló nada del submarino si habían tantos recursos navales en la búsqueda? Al
parecer, las operaciones de búsqueda fueron realizadas en el sector equivocado
del mar, entonces ¿Acaso se trato de un error operacional involuntario o una
maniobra de encubrimiento?
Para poder razonar la respuesta que a continuación ofreceremos, hay
que desgajarse de preconceptos y juicios morales ya que, más allá de los
cuarenta y cuatro seres humanos que han sido sacrificados por una combinación
de negligencias políticas internas, indefensión estructural del país y el
ineludible papel de las fuerzas ocupantes del sur argentino, solo es una
cuestión de interés geopolítico y nada más.
A las primeras pistas aportadas por los artefactos de escucha
oceánica que son monitoreados desde Austria y que señalaron sin otras
interferencias, tres detonaciones a las cuales se las describió como, “explosiones
no nucleares de gran intensidad” (anomalías hidroacusticas) que además, eran
inusuales para el espectro de los sonidos que dichas estaciones captan en los
océanos del mundo (PEyP. “La hora de las respuestas”. https://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/ ). En ese momento la Armada Argentina no supo cómo explicar esto y
al verse presionado por la opinión pública y las frenéticas preguntas de los
familiares, no les quedo otra cosa que dar algún tipo de explicación que
desviara a toda costa la posibilidad de confirmar el ataque de dos torpedos.
Fue allí que dejaron entrever el posible colapso de la nave por una supuesta
explosión de las baterías, un argumento que a muchos expertos no convence.
Con el paso de los días y las semanas, la falta de resultados puso
en evidencia que algo no estaba andando bien. Por más que la tesis del colapso interno
que el gobierno argentino pretendía instalar en la opinión pública era
factible, no aparecía un solo rastro de ese evento y por más que se hable de
una supuesta implosión que habría comprimido la estructura del submarino
enviándolo al fondo como si fuera un yunque, ello no habría evitado que muchos
de sus elementos internos flotantes, incluyendo a los tripulantes o sus
uniformes, aparecieran flotando en la superficie.
Pero eso no sería todo. En las últimas semanas, la hermana de uno
de los miembros de la tripulación dio a conocer una serie de mensajes de
“WhatsApp” de unos días antes de que se produjera la desaparición en donde
aquel marino brevemente le comenta que había mucha actividad en la zona y que
un helicóptero inglés y luego un buque chileno los estaban buscando. Sobre
esto, el gobierno argentino no hizo ningún tipo de comentario y menos aún la
Armada, salvo por las explicaciones del entonces vocero Capitán Balbi, quien
normalizó dichos movimientos alegando que ese tipo de tráfico, era común.
Pero si estos elementos no alcanzaban para desarrollar la tesis de
un ataque, otros hechos muy curiosos que están aconteciendo en estos mismos
momentos, cierran el dedal de esas sospechas y no dejan lugar a dudas de que
Londres y en especial la guarnición militar de “Mount Pleasant” (OTAN) en Malvinas,
tratan de encubrir algo. Hace algunas
horas, el equipo de búsqueda ruso del buque “Yantar” que tras analizar las
posibles zonas donde pudo haberse hundido el submarino, parece haber encontrado
la explicación a la infructuosa búsqueda y ella sería de que se ha estado
buscando donde no debían. Ante esto podríamos preguntarnos ¿Quiénes dirigieron
esa búsqueda; los norteamericanos, los ingleses o la Armada Argentina?
Las capacidades técnicas del buque ruso dan chances ciertas de
encontrar al submarino y de colectar en el fondo del océano, muestras,
fotografías de alta resolución, filmaciones y escaneos de estructuras que
podrían identificar marcas que explicaran el supuesto colapso estructural del
casco o impactos de objetos externos como pudo ser un torpedo, una mina o un
misil aire-superficie.
Tras sacar conclusiones, los expertos rusos han determinado que se
les ha hecho buscar demasiado al norte y para ellos el lugar de probable
hundimiento estaría a 2000 kilómetros al suroeste para lo cual y ante la
necesidad de reaprovisionamiento, llegaron a Puerto Nuevo y para su sorpresa
tras comunicar al gobierno la posible localización del siniestro, el gobierno
argentino ha bloqueado la salida y búsqueda del “Yantar”, lo que además del
malestar a la tripulación rusa, despierta muchas sospechas en quienes creen que
con todo este ir y venir en círculos, ha estado dirigido a encubrir el hallazgo
del submarino. Esto coincide con las conclusiones de un perito y consultor, el
ingeniero en electrónica Ariel Garbarz quien aseguró que la “Armada sabía el
lugar exacto” donde se encontraba el submarino acusando de “escandaloso” el
extenso radio de búsqueda sugerido (Pájaro rojo. “ARA San Juan. Experto en
Telecomunicaciones insiste en la hipótesis del torpedeamiento”. http://pajarorojo.com.ar/?p=37625 )
Esto se viene a sumar a las negativas del gobierno a la iniciativa
planteada por uno de los familiares de los tripulantes, que solicito la
colaboración de buques particulares como pesqueros y buques comerciales, para
que realicen una búsqueda por sus propios medios. Muy raro ¿no?
Por lo pronto, son los familiares quienes tienen el deber de exigir
explicaciones de lo que está ocurriendo ya que, no tienen más aliados que ellos
mismos.
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