lunes, 11 de marzo de 2019



EN LA MIRA        




“TIERRA DE NADIE ARGENTINO”

El escándalo por el pedido de coimas por parte de altos funcionarios de la justicia y agentes al servicio del gobierno argentino a empresarios privados trata de ser silenciado para que no salgan a la luz otras inconvenientes incumbencias externas


Por Pepe Beru
Una novela tragicómica se está desarrollando en el Cono sur y más precisamente en la república Argentina, si es que le queda algo de esa res publicae que sus políticos se jactan de defender. Hay una compulsa que recién ha comenzado y es nada menos, que la revelación de algo que ya venía ocurriendo desde hace décadas y que se refiere a una lucha entre mafias enquistadas en los más altos niveles del estado argentino que -no era de extrañar- responden a intereses ajenos al interés público nacional.

Hay en este contexto, una lucha de poder entre facciones políticas que responden cada una por su lado, a intereses contrapuestos que gravitan y rivalizan por acceder al poder en las próximas elecciones. Y no hay dudas de que ella se origina en la descomposición de la administración de justicia federal y del aparato de inteligencia (ex SIDE) que ya desmantelada en épocas de Menem, sufrió las últimas purgas con el gobierno Kirchnerista para terminar con el ascenso de Cambiemos, en un colador definitivamente controlado por las agencias predilectas del presidente Macri.

Ello propicio el movimiento y la libre operatividad de las agencias estadounidenses e israelíes en asuntos internos de la nación llegando a operar dentro de las fuerzas policiales federales y provinciales. Para algunos, la causa de los cuadernos es uno de esos asuntos internos y es ahí donde comienza parte de esta tragedia.

El centro de la novela pasa por un protagonista central y ese es el abogado Marcelo D´Alessio, un supuesto abogado experto en narcotráfico y seguridad empleado por el Ministerio de Seguridad a cargo de Patricia Bullrich, que tras haber sido pillado en grabaciones indiscretas y tras un aparatoso allanamiento en sus oficinas termino detenido implicando subsiguientemente a reconocidos periodistas, funcionarios del gobierno y destapando las archiconocidas interferencia de las embajadas de EEUU y de Israel en los asuntos   políticos internos de la nación.

Al parecer este supuesto experto no era tal sino más bien, un agente encubierto de la inteligencia norteamericana con estrechos nexos israelíes operando dentro del país. Con esto, la cercanía a la ministra Bullrich no es casual. El origen de D´Alessio expone la íntima conexión existente con la familia Macri y por supuesto su gobierno. En sus actividades contaba con la asistencia de una serie de periodistas –los cuales deben estar en la nómina de pago de estas agencias-  y de la colaboración del gobierno nacional argentino que recordemos, mantiene una afinidad ideológica cercana con el poder neoconservador estadounidense y el sionismo que actúa descaradamente y desde hace mucho tiempo desde la embajada de Israel en Buenos Aires. 

A todo ello hay que agregar la presunta complicidad del fiscal federal Carlos Stornelli y del periodista capitalino Alejandro Fantino en los negocios sucios de recaudación mediante el pedido de coimas que llevaban adelante contra empresarios privados.  Esto ha creado un ambiente enrarecido en donde las acusaciones cruzadas y los descargos surcan el espectro político y comunicacional tratando de evitar quedar manchados por una verdad que a la altura de las circunstancias no puede ocultarse. Argentina parece haberse convertido en el campo de batalla de mafias que operan para –y por-agencias externas.

En esta compulsa entran algunos sectores de la inteligencia nacional, funcionarios públicos y claro, periodistas. Pero quien se ve más complicado en toda esta trama es el periodista Daniel Santoro quien según algunos, puede llegar a ser detenido lo que levantado una polvareda entre parte del gremio que ha salido a cubrirlo.

Más allá de los argumentos tendientes a descalificar estas pesquisas que varios periodistas de algunos medios claramente alineados a la ideología del gobierno y en especial con los intereses foráneos detrás de aquel, hay al parecer sustancia bastante como para que ello haya despertad la curiosidad de la Cámara de diputados de la nación para qué y más precisamente desde la Comisión de Libertad de Expresión, se convoque al juez a cargo de las investigaciones (el juez federal de Dolores Alejo Ramos Padilla) quien expondrá en una audiencia a desarrollarse el 13 y 14 de marzo del corriente, los entretelones y las implicancias del funcionario judicial Carlos Stornelli y sus conexiones con altos estratos del gobierno de Cambiemos en la red de espionaje ilegal.

Esto a su vez pone sobre el tapete una realidad subterránea que preocupa y mucho desde larga data, o así debería de haberlo tenido en cuenta el mismo gobierno argentino que con ello demuestra, la total vulneración de la seguridad nacional que por lo visto se halla en manos de otras agencias externas que no son precisamente aliadas de los intereses del país ¿Se acuerdan de la extraña muerte de la mediática Natacha Jaitt? En el allanamiento del estudio de D´Alessio se halló entre muchos otros, un archivo titulado “Operación Jaitt”. No olviden que ella unos meses antes, en un conocido programa de la noche, denunció un entramado de pederastia, drogas y el involucramiento de servicios de inteligencia a los cuales, ella habría prestado apoyo.

Las revelaciones de Jaitt incomodaron tanto a los comensales de aquella mesa, que la misma presentadora –históricamente acomodaticia al poder de turno- prácticamente se arrodillo implorando clemencia por lo ocurrido ¿Pero a quiénes rogaba por su perdón? Aunque la muerte de Jaitt no sorprende en el submundo en el que se movía –que se vincula a los círculos de los servicios-, el modo de concretarla no parece tener una explicación y ello podría deberse –más allá de su promiscua vida- a que ella pudo ser envenenada por una sofisticada sustancia química utilizada –en varias oportunidades-por una agencia de inteligencia en particular –y no precisamente argentina- que se caracteriza por asesinar de este modo sin dejar rastros.

Es por ello que todo lo relacionado con esta muerte, pasa por el lado morboso y mediático sin que se analice éste negro bajo fondo que lo rodea.

Ello a su vez lleva a preguntarse ¿Quiénes manejan el aparato de inteligencia del estado argentino? Las pistas son inequívocas y ello ha desatado un escándalo de proporciones que deja al gobierno argentino en un sitial muy difícil de sostener, justamente en momentos que la economía toma caminos muy complejos  con una escalada del dólar –que solo es el prolegómeno de lo que vendrá- agudizando la situación socio económica de una población abúlica y ciclotímica que ya parece harta de las promesas incumplidas de Cambiemos y sus aliados radicales. En este sentido, algunos personeros del anterior gobierno ya están proponiendo disolver la AFI como si ello fuera el remedio para sanear el verdadero estado de “desinteligencia interior” existente.

Igualmente existe una franja de personas dentro de la población que se halla muy al tanto de estos entuertos geopolíticos y no se tragara con facilidad propuestas tan altisonantes. Desde hace unos años hasta esta parte, el interés por este tipo de temas –anteriormente rehuidos por los medios y nada atrayentes para el argentino medio- ha ido creciendo gracias  a esclarecedoras exposiciones y producción de material referente de autores como Adrián Salbuchi, Carlos Escudé y Pedro Brieger, que cada uno desde sus posiciones ideológicas, han aportado y siguen aportando al conocimiento de esta ineludible realidad internacional.

Como el saber es poder, el gobierno reaccionó inmediatamente y desde varios frentes se pusieron en marcha maniobras distractivas para desviar la atención de la opinión pública.  Para tratar de frenar el escandalo no tardó en reaccionar “Lilita” Carrió quien con su consabido lenguaje seudo místico (señeramente sionista), señaló que se trataba de una maniobra –supuestamente de los Kirchneristas- para embarrar la cancha por las investigaciones de los cuadernos. Ello es posible, pero eso no basta para tapar esta ratonera.

El problema se centra en la figura de aquel seudo abogado, quien al parecer en el allanamiento se le encontró, además de abundante material documental, sofisticado armamento de procedencia israelí y estadounidense que claramente, no está a la mano de cualquiera. Cómo mínimo ello señalaría la existencia de una conexión con la misma agencia de inteligencia israelí “Mossad” o de alguna de sus células locales compuestas por Sayan dedicadas a las actividades de espionaje y sabotaje dentro de países objetivo.  Si este seudo abogado se hallaba dotado de estos elementos y operando con la notoria impunidad –gracias al apoyo del gobierno- en la que quedo en evidencia, refleja la actividad ilegal de agencias de inteligencia extranjeras vulnerando ilegalmente la soberanía territorial y política del estado argentino. Entonces habrá que preguntarse ¿Quién autorizó a D´Alessio a tender redes de informantes?  y de ser cierto, ¿Ello confirma su pertenencia a agencias como el Mossad israelí?; y esto fuera cierto ¿Qué es lo que están haciendo los israelíes en Argentina?

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