viernes, 2 de septiembre de 2022

 

“RETORICA DEL DEJA VU”

¿Por qué las decisiones en política exterior y en particular sobre Ucrania del presidente Joe Biden pueden hundir su administración?

Por Charles H. Slim


A lo largo de la historia de la política exterior norteamericana, varios mandatarios han quedado atrapados por sus propias palabras llevando al país por una senda de degradación. Cuando EEUU tomo la decisión de meterse en el sudeste asiático allá por la década de los sesentas (1964), Washington fallo en dos consideraciones básicas: Una, la ilegitimidad de su decisión y otra menospreciar la determinación de los vietnamitas de pelear hasta el final.

En aquel momento y tras el asesinato de J. F. Kennedy, Lyndon B. Johnson ocupo la Casa Blanca ajustándose muy convenientemente a los intereses del estado profundo que desde antes de finalizar la segunda guerra ya había comenzado a cooptar los centros de decisión política y que sin dudas pudo tener que ver en la eliminación de aquel presidente católico.

Para Johnson y sus generales entrar a Vietnam no parecía un desafío. Creyeron que podían con el Vietcong y su promesa de apoyo al gobierno de survietnamita se basó en esa ilusión. Cuando el norte lanzo la ofensiva Tet las tropas estadunidenses estaban disminuyendo su apoyo y las promesas de Johnson se fueron al cesto de la basura junto con los helicópteros que en abril de 1975 huyeron de Saigón.

Cuando se dio la crisis de los rehenes en Teherán en 1979, James (Jimy) Carter ordenó un operativo de rescate que terminó en un completo desastre y sin dudas la confianza en su gobierno se derrumbó al subsuelo. Los contrarevolucionarios y los colaboradores de la CIA (y sus socios del Mossad) que esperaban ordenes de Washington debieron huir sin más.

Cuando George W. Bush y sus comandantes creyeron que Iraq había sido conquistada, en mayo de 2003 y rodeado de una aureola triunfalista se monto toda una escenografía mediática abordo del Portaaviones “USS-Abraham Lincoln” donde el mismo Bush arribó a bordo de un avión “S-3B Vikinkg” disfrazado con un traje de piloto de combate para luego declarar: “el fin de los combates…Misión cumplida!”. 

No tardo de decir esas palabras cuando en Bagdad la resistencia incrementaba sus operaciones causando bajas y cuantiosas pérdidas materiales que eran celosamente censuradas por la ocupación. Su administración no pudo tapar esto y para peor, ello empeoraría con el paso del tiempo. A esto se sumarían las revelaciones sobre torturas, violaciones y ejecuciones (cometidas en la sombra de los siniestros campos de detención) terminando con la pobre imagen con la que ya contaba su administración pero, lo peor embarrando la poca credibilidad que a los ojos del mundo tenía EEUU.

Biden parece olvidar estos eventos y fallidos de sus predecesores, tal vez sean los años o quizá una demostración de una excesiva confianza. Lo cierto es que sus promesas de involucrar a los EEUU en una guerra perpetua contra Rusia, puede terminar con una catástrofe no solo para EEUU y los obsecuentes serviles de la UE sino también para todo el mundo. 

A pesar de las bravuconadas de Biden y de los billonarios fondos en armamento y asesoramiento que se han enviado a sostener al régimen de Zelensky, los esfuerzos parecen haber sido en vano y hoy por hoy las fuerzas rusas avanzan sin obstáculos a su objetivo estratégico más importante, Odessa.  El desconcierto y la ambigüedad reinan entre los socios atlantistas europeos quienes a pesar de ladrar ante los medios contra el oso ruso, tras bambalinas y amenazados por una inflación en alza han pedido clemencia a Moscú para que no les corten el suministro de gas.

En el círculo de colaboradores y partidarios del cómico de Kiev la agitación y el nerviosismo no puede disimularse demostrando que han perdido la confianza en La Casa Blanca. Las deserciones y la resistencia a enlistarse van en aumento ya que los jóvenes se han dado cuenta que no luchan por su país sino por una mafia sostenida por Occidente. Para peor, los golpes de la inteligencia rusa contra un intento de sabotaje contra la planta de Zaporiyia en momentos que la OIEA visitaba sus instalaciones y los reveces en Kherson en un fallido intento de ofensiva con más de 2000 soldados ucranianos eliminados y cientos de apresados, ha sacudido los nervios del régimen pro-atlantista. Ante esto los generales de Zelensky han entrado en pánico. Y es que con mucha razón entre ellos se preguntan, “si la OTAN nos abandona ¿Qué será de nosotros?”

El uso del terrorismo no ha funcionado sino todo lo contrario. El asesinato de Darya Dugina le ha dado mayor determinación al gobierno de Putin y al mismo tiempo ha servido para exponer públicamente la torva cara que se esconde detrás de la OTAN.

Las cosas no podrían estar peor. Incluso los subalternos británicos se hallan confundidos y consternados con esta realidad ¿Qué diablos podemos hacer si militarmente no es posible detener a los rusos? La respuesta parece ser la de modelar una contraofensiva desinformativa e intoxicación de la historia contemporánea para intentar construir un caso legal. El principal argumento para encabezar esta nueva estrategia es reeditar la farsa de la “violación de la integridad territorial de Ucrania en 2014”. Pero ¿Cuáles son los hechos que respaldarían esta desesperada hipótesis?

El primero es Crimea y el otro la asistencia a las poblaciones del Donbass. En el discurso de Washington y Londres, Rusia y Vladimir Putin se apropiaron ilegalmente de un territorio soberano, pero se abstienen de mencionar -además de las implicancias en el golpe de estado- que la OTAN estaba preparada para llevar a cabo su propio movimiento apenas cayera Kiev. Las bases navales del mar Negro y Sebastopol, puntos estratégicos, no iban a ser entregadas a un régimen de matones ultranacionalistas pagados por la OTAN.

En realidad no importa que tan brillante sea la mentira que monten, la realidad de una depresión económica que aplastará a la UE hará que los ciudadanos europeos se preocupen más por el deterioro de la calidad de vida que por estos enjuagues políticos sucios. Pero y ante esta situación creada por las políticas suicidas de La Casa Blanca y que parecen un volver indefinidamente al “día de la marmota” ¿Pedirá disculpas Biden?

 

 

 

miércoles, 31 de agosto de 2022

 

“UN ERROR DE CALCULO ESTRATEGICO”

¿Cuánto cuesta a los norteamericanos los juegos de imponer la democracia en el mundo?

 

Por Dany Smith

Cuando John R. “Hammer”, un veterano que perdió uno de sus brazos en la guerra de Iraq y simple ciudadano de San Francisco escuchó las promesas de campaña de Biden y Harris creyó estar viendo al tipo ideal. “EEUU no tiene futuro si seguimos sumergidos en guerras ajenas o creándolas”, dijo con un tono calmado. Pero a penas piso La Casa Blanca su discurso se convirtió en una cosa muy distinta. Afganistán seguía siendo una guerra catastrófica, nuestro apoyo a los sauditas en Yemen una vergüenza irreproducible y su ya advertida lengua provocativa contra Rusia develaba que no era lo que había dicho.

La pandemia de COVID causó estragos entre los bajos estratos de la sociedad estadounidense, en su clase media y en todo el sistema productivo que ha deshecho las fuentes de trabajo trayendo consecuencias sociales que aún siguen reverberando en toda la Unión. Los únicos que se han beneficiados (y como no podía ser de otra forma) fueron los usureros de Wall Street que junto a los laboratorios y fabricantes de insumos para Terapias vieron trepar las ganancias como pocas industrias. La psicosis y el terror desperdigada sobre toda la población montada por los institutos médicos gubernamentales y otros con olor a subvencionados ayudo a que nos viniéramos abajo.

Joe Biden parecía un tipo razonable, con muchos años en la política para ponderar las prioridades y necesidades. Pero apenas entro en funciones la oveja demócrata demostró tener en realidad la lengua bífida de una serpiente neocon. Biden comenzó a jugar al matón insultando al presidente Vladimir Putin ¿Para quiénes estaba actuando Mr “Sleepy”? Una vez más una gran porción de los norteamericanos cayeron en el engaño discursivo y como en 2007 con Obama habría que tragarse el amargo trago de un sistema electoral corrupto.

La economía ya se iba a pique cuando asumió en 2021 y era de esperar que recortara gastos que son parte de esta sangría de dólares. Uno de esos agujeros son las guerras que heredamos desde la administración Bush-Cheney quienes por derecho propio deberían estar pudriéndose en la cárcel pero quienes mejor han garantizado su impunidad son los demócratas liberales. Ya no queda nadie en EEUU que asocie a los demócratas con la paz o si se quiere, políticas externas racionales. Ambos sirven al mismo Stablisment y es por ello que no encontraremos diferencias entre ambos. Han demostrado con Hillary Clinton y las últimas movidas de Nancy Pelosi en Taiwán, que son tan ambiciosos y descarnados como los viejos dinosaurios republicanos.

Quienes han perdido amigos, familiares o un miembro de su cuerpo en guerras tejidas por estos gamberros no puede más que sentir escepticismo ante sus promesas. La guerra contra el terrorismo, las operaciones Libertad Duradera, libertad iraquí y las implicancias indirectas con cuentos mediáticos como la “Primavera árabe” en Libia y Siria y las injerencias solapadas en Yemen (aquí solo se invirtieron 630 mil millones de dólares en armas) con operaciones especiales y enviando miles de millones de dólares en armamento no han sido más que negocios fabulosos para la industria armamentística y sus contratos con el gobierno federal. Lo único que ha hecho eso es alimentar la guerra y despreciar cualquier forma de detenerla. Incluso Washington bajo la administración del excéntrico Donald Trump quedó muy mal parado tras el desagradable e inexplicable crimen contra el periodista Jamal Kashoggi ejecutado y descuartizado dentro del consulado en Turquía por una partida de carniceros, socios de la CIA como son la Mukhabarat saudita ¿Qué clase de democracia puede ser esta?

¿Acaso en el relato y la propaganda hollywoodense, no son los malos los que hacen estas cosas horribles? A claro. Eso solo fue un simple relato de ficción que tapaba la realidad hasta que quedó desvanecido tras las espantosas y gráficas evidencias del horror en lugares tétricos como Abu-Graib y Guantánamo ¿Cuánto dinero costo montar toda esa infraestructura de terror en la que participaron médicos, psiquiatras y otros “especialistas” del dolor que figuraban en la nómina del gobierno federal?

Actualmente y de similar manera lo vemos en Ucrania. El mismo Biden en 2013 cuando Barack Obama se ganaba a los incautos con su sonrisa falsa, gestionó con los más recalcitrantes sectores del neocon millonarias partidas de dinero para financiar la manera de horadar el poder político del gobierno en Kiev con el fin de convertirlo en el jardín del frente de la OTAN para penetrar en pocos minutos a Moscú. Los obsecuentes europeos siguieron sus pasos con el incumplimiento del acuerdo de Minsk II. Según algunos números, desde 1991 el Departamento de Estado ha invertido solo hasta 2014 más de 5000 millones de dólares en Ucrania ¿Para combatir la pobreza o desarrollar a su gente? No. Solo para tender una red para saltar directamente sobre Rusia ¿Qué creían que los rusos harían? Estoy muy seguro que Victoria Nuland, Geoffrey Pyatt, el jefe de la CIA John Brennan y ni hablar el mismo Joe Biden sabían que Vladimir Putin no se quedaría sentado mirando como la CIA y sus monigotes ultraderechistas ucranianos del “Sector Derecho” operaban contra Rusia.

Biden quiso jugar rudo con Rusia y como ya lo habían hecho antes Ronald Reagan en los ochentas contra Irán o el viejo George Bush y su socio “Dick” Cheney contra Iraq, quiso usar las sanciones financieras como Armas de Destrucción Masiva contra Moscú dándose cuenta tarde, que no era lo mismo que ahorcar a pequeños países.

Ahora y gracias a esta brillante estrategia la economía se está hundiendo aunque los papeles de las grandes corporaciones que cotizan en bolsa tengan algunos días buenos. La recesión está llegando al cielo, la deuda pública es más que exorbitante y el único dinero que habría en el Tesoro es el que se dibuja con un teclado de computador. A pesar de ello apenas unos días atrás La Casa Blanca anunció una nueva partida de casi 3 billones de dólares para el agujero negro llamado Ucrania. Solo para saber, el pueblo estadounidense comienza a clamar ¿Cuánto dinero ha estado enviando Washington desde el inicio de la guerra en Ucrania para sustentar el juego de la OTAN en respaldo del régimen de Volodymyr Zelensky? Esa sería una buena pregunta que Biden y su gente deberían comenzar responder pronto.

lunes, 29 de agosto de 2022

 

“LA CAIDA DE LAS DEMOCRACIAS LIBERALES”

Cuando la realidad se sobrepone a las escenografias y los cuentos de hadas de los medios occidentales

 

Por Javier B. Dal

La guerra que hoy sacude a Eurasia sin dudas es una tragedia que muy bien pudo haberse evitado, pero que por otra parte ha servido para demostrar ante la vista de los escépticos y los abúlicos, que tan respetuosos son de la ley internacional y los derechos humanos las autoproclamadas democracias liberales occidentales.

No solo son sus gobiernos y la infraestructura que los sostienen sino también esa casta de intelectuales y fabricantes de dogmas que formatean a gusto e interés de aquellos, los argumentos para sostenerlos en la cúspide del poder. Para ello, tienen como principal vehículo las tentaculares empresas de medios masivos que les dan el espacio para que puedan “discursar con total libertad” siempre y cuando, sirva a los lineamientos del poder que al que ellos responden. Claramente eso no es libertad. Todos estos “filósofos” e informadores de toda clase de calaña ven hoy flaquear su paradigma que durante décadas fue mantenido en parte, embarrando al adversario y construyendo en rededor de él, una imagen diabólica y desagradable demostrando ser -paradójicamente- los mejores alumnos de Goebbels.

Son los instigadores del odio a los musulmanes conocido como islamofobia catalogándoles de forma generalizada y arbitraria de “terroristas”, una siniestra estrategia discursiva y psicológica que sirvió magníficamente al oscurantismo neoconservador y sionista angloestadounidense que emergió tras el nada claro evento del 11/S. Bajo esta sombra y al amparo de una impostada “lucha contra el terrorismo” se persiguieron, encarcelaron, torturaron y asesinaros a millones de musulmanes sin que ello sea digno de ser considerado un genocidio premeditado.

Son también los rusofobos de hoy, que se encargan de ensuciar a todo el colectivo ruso por el simple hecho y conveniencia de ser funcional al discurso de La Casa Blanca y de la OTAN. En la misma línea callan las incongruencias en Ucrania que se materializan con el apoyo a un régimen neonazi liderado por un judío askenazi que es financiado y armado por occidente que no duda en alentar el terror nuclear bombardeando plantas nucleares y ejecutar actos de terrorismo dentro de Rusia.

En Argentina como en todo Sudamérica también están haciendo su labor aprovechando la circular crisis socio económica propiciada por una clase política archi corrupta e impresentable que desde hace décadas es cómplice y funcional al debilitamiento de la institucionalidad que sin dudas también carcome a la administración de justicia. Aquí reina la confusión y la pelea es de todos contra todos por un puñado de dinero. Sumado a esto el desconocimiento y una caída en los niveles de la educación, las nuevas generaciones demuestran poco interés y capacidad para la crítica y razonar de lo que les venden estos supuestos informadores de la realidad.

Pero estas aves que se disfrazan de “republicanos” son en realidad, entusiastas partidarios del segregacionismo (obviamente solapado) que en las últimas épocas ha ido saliendo a la luz en la sociedad estadounidense y europea, casualmente sus modelos admirados del liberalismo infectados del odio al negro, al hispano y a los musulmanes. 

Para estos sectores la islamofobia no tiene lugar en su vocabulario por el simple hecho que ellos mismos lo practican a diario. Se presentan como defensores de los derechos humanos y de la legalidad internacional pero, lo hacen de forma selectiva, acusando a unos de terroristas (sin pruebas de ello) mientras no dicen nada de verdaderos estados terroristas como Israel (una teocracia disfrazada con traje y corbata) que, bajo el amparo del imperialismo estadounidense comete por día violaciones a los derechos humanos de toda clase como ninguno.  Y a pesar de eso, osan llamarla la “democracia” del Medio Oriente.

Bienvenidos a la realidad. Estos son los que defienden o pregonan la “democracia liberal” que solo se reduce a una mera enunciación carente de contenido y que solo es una fachada de un sistema consumista y depredador heredado del colonialismo británico que el delirante Boris Johnson quiso revivir con el Brexit y que su posible sucesora Liz Truss (tan ignorante como su predecesor) amaga continuar usando a Ucrania como plataforma.

Cuando el escritor Salman Rushdie fue apuñalado -a coro de los atlantistas del norte y Europa- no tardaron en salir a mostrar una impostada consternación aprovechando el hecho para tirar por elevación contra Irán, el chivo expiatorio que desde hace años las embajadas de EEUU y de Israel tratan de establecer como culpable de dos atentados que tienen olor a otra cosa más repugnante. En cambio, cuando Israel causa una masacre de niños en Gaza o cuando se produjo el cobarde ataque terrorista que el 20 de agosto último quitó la vida a la joven periodista y politóloga rusa Darya Dugina (hija de Alekxandr Dugin) no hubo un solo comentario de estos liberales para denostar esos actos inhumanos. Allí es donde se ve la parcialidad y la falsedad de su discurso humanista.

Expertos en dar lecciones de moral y ética solo de la boca para afuera. Si como dijo Jesucristo -aunque los sionistas no lo respeten- practicasen el dicho “No veas la paja en el ojo ajeno más bien mira la viga en el propio”, sin dudas se llamarían a silencio, algo que no hacen dejando en claro la hipocresía y la parcialidad con la que se mueven por los medios.

Son estos mismos personajes que chapeando con sus títulos y maestrías en costosas universidades del mundo anglosajón y como si ello los pusiera por encima del sentido común, han sido consecuentes y obsecuentes aduladores de las políticas xenófobas, racistas y mortales contra los pueblos no occidentales (que incluye a los latinos con las intervenciones dirigidas desde Washington) revelando ese “gen” supremacista el cual los hace auto percibirse superiores a los demás y con el cual justificarse y justificar a los entes políticos que admiran para poder agredir, robar y matar a pueblos enteros escondiéndose detrás del victimismo.

Son los justificadores de las fechorías de estas “democracias liberales” las mismas que pretenden reglar al mundo arengando el respeto a los derechos humanos cuando ello quedo muy claro que ellos mismos no respetan y muy poco aplican.

La demostración de esto lo vimos en Iraq, Afganistán, Libia y lo seguimos viendo en Yemen, Palestina y Siria donde EEUU y sus aliados continúan ocupando de forma ilegal y arbitraria territorios desde donde se lanzan ataques que matan a civiles tanto en Siria como en países vecinos. Pero claro, esto no se dice ya que según estos fabuladores “las democracias no hacen eso”. Sin dudas las salas de torturas en los inhumanos presidios de Guantánamo, Abu-Graib o Gilboa (dedicados a musulmanes) son para estos crápulas de la pluma, relatos y propaganda. 

Los derechos humanos (en el marco geopolítico) para estos son otra mercancía solo asequible a los occidentales de una determinada confesión y etnia; quienes no entran en esta categoría solo son una masa despreciable y dispensable para concretar los planes de quienes dirigen desde Washington y Bruselas. Hoy los ucranianos de a pie (tanto los pro-occidentales como los rusofonos del Donbass) son la carne de cañón para los intereses de estos actores y pese a los extensos antecedentes subversivos y criminales previos que implican a funcionarios de la embajada en Kiev y a elementos de la OTAN como provocación de la intervención rusa del 24 de febrero 2022, los medios y estos argumentadores falsean la realidad.

La libertad y la democracia que tanto han blandido como banderas propias solo son apariencias y reflejos distorsionados para encubrir las verdaderas dictaduras liberales (esas de puño de acero con guante de seda) que no hay que olvidar, crecieron a la sombra del colonialismo y el imperialismo anglosajón que estos esbirros berretas tratan de maquillar. Si la semilla es mala es seguro que su fruto será similar.

sábado, 27 de agosto de 2022

  

“UN NEGOCIO INTERNO”

Próximamente se cumplirán 21 años de los ataques a las Torres Gemelas en NY y al Pentágono y ha quedado claro que aquello tuvo otros propósitos que nada tenían que ver con ayudar a Afganistán ni para llevar la democracia al Medio Oriente ¿Cuál fue la génesis de todo esto?

 

Por Charles H. Slim

Un nuevo aniversario de uno de los episodios más controvertidos y opacos de la historia contemporánea llega con más y nuevos elementos que podrían cambiar de forma definitiva la versión oficial. La mañana del 11 de septiembre de 2001 alguien bajo el switch de la seguridad de los EEUU y dejo hacer lo que muy peculiarmente todos vimos en vivo.

La versión discursiva del gobierno estadounidense fue que el “terrorismo” islámico de la organización “Al Qaeda” liderada por Osama Bin Ladem había sido responsable de secuestrar aviones de pasajeros y usarlos como misiles para tumbar las torres Gemelas en New York y golpear al Pentágono en Washington. Pero a pesar de esta historia quedó claro para muchos norteamericanos que no todo lo que se ve es lo que parece.  

La cadena de incongruencias y de hechos inexplicables que rodearon cada uno de estos hechos (como la ausencia de avión en el Pentágono)[1] llevó a que los mismos ciudadanos (muchos de ellos testigos presenciales en esa mañana) no se tragaran el informe gubernamental del “11/S”. Con solo mencionar que todos los secuestradores -por los pasaportes milagrosamente hallados- eran sauditas y que incluso muchos de ellos nunca habían estado en EEUU revela el tamaño del engaño.

Pero esto solo sería la inquietud de los espíritus de ciudadanos que sacaron a la luz verdades que otras potencias también sabían. Entonces ¿Qué tan al tanto estaban Rusia y China de aquellos eventos? Se puede deducir que en el caso ruso, en esa fecha mantenían -pese a las limitaciones presupuestarias- operativo su vigilancia satelital heredada de la URSS que pudo haber captado un escenario muy diferente al relatado por la administración Bush-Cheney.

El silencio que ha mantenido el Kremlin claramente se circunscribe a una cuestión de oportunidad política por lo cual eso podría cambiar en cualquier momento, máxime si vemos el actual contexto.

China por su parte parece haber tomado una postura clara. El 16 agosto último el ministro de relaciones Exteriores chino Lijan Zhao publicó en su cuenta de Twitter que “EEUU organizó los atentados del 11 de Septiembre de 2001”[2] dejando sobrentendido que tienen información que sustenta esto, algo que la corporación de medios occidental no quiso levantar.

A la distancia y todas las consecuencias que devinieron tras estos eventos (y que la corporación de medios tapo) se puede concluir que más allá del denominado “inside job” (trabajo interno), la motivación nuclear para concretar estos ataques fue un “negocio interno” siendo los personajes y el relato islamófobo del “terrorismo islamista” (con Osama Bin Ladem y Al Qaeda como protagonistas), la pantalla y el chivo expiatorio perfecto para poder emprenderlo. Tal vez los chinos hayan tenido acceso privilegiado y directo a fuentes informativas que implicaron esta relación terror-negocios. Esas fuentes estaban sin dudas allí mismo en Asia sobre el terreno afgano (sumido en una guerra civil) mucho antes de que se ejecutara este complot, centro para el desarrollo de los planes de los neocon y sionistas estadounidenses denominado Proyecto para el Nuevo Siglo Americano[3].

Tengamos en cuenta que en aquellos años el “Talibán” y “Osama Bin Ladem” eran íntimos socios de Washington y ambos nacieron como activos de la CIA. Como tales, debían facilitar el acceso a los estadounidenses sin miramientos, al menos en teoría. Pero cuando hablamos de negocios no hay pretendidas amistades o lealtades.

Como bien lo han investigado algunos periodistas, el germen de estos planes se remonta a 1990 con el ascenso de George H. Bush a la Casa Blanca y junto a él, sus negocios del petróleo. Esos negocios no solo incluían a los sauditas de la familia Ladem, también a una serie de compañías privadas estadounidenses (como ENRON[4], UNOCAL[5], HALIBURTON[6], CARLYLE[7] entre otras) y nexos (informantes de la CIA y empleados de algunas de estas corporaciones[8]) dentro de los países que ya planeaban invadir en esas fechas. Bush además de ex jefe de la CIA era un empresario petrolero y no dudo en utilizar sus contactos adquiridos durante sus años en la “agencia” para ir preparando el terreno.

EEUU quería reducir la dependencia del petróleo árabe accediendo a uno barato o incluso gratuito. Para eso, había que ingresar a la región y Bush padre tenía las herramientas y la falta de escrúpulos para ello.

Fue así que en 1990 la CIA manipulo a Saddam Hussein[9] por el robo de petróleo que estaban realizando los kuwaitíes[10] y le hizo creer que EEUU no intervendría en un escarmiento contra el reino.

Para concretar el emprendimiento que la empresa UNOCAL le había revelado a George H. Bush, la guerra de 1991 fue crucial para poner un pie las puertas de Asia y luego saltar en Afganistán. Pero a pesar de que la CIA tenía sus activos en éste último, comenzaron las divergencias que amenazaban con hacerle perder a Bush y sus socios un negocio -en ese entonces- de 6 billones de dólares para montar una tubería de gas afgano que se extendería desde Turkmenistán a Pakistán.

EEUU logró instalarse en península arábiga aunque Bush padre abandono la Casa Blanca sin poder ver concretado ese negocio. Un detalle que no se dice es que Osama Bin Ladem se había opuesto a esta incursión estadounidense creando recelo en Washington y fue en este contexto que un militante sionista como Paul Wolfowitz[11] produjo una idea que -además de favorecer a Israel- podría solucionar este entuerto. Bill Clinton tomo la posta y se puso en campaña para -por intermedio de Warren Christopher y luego Madeleine Albright- acercarse al Talibán incluso por intermedio de la Corporación UNOCAL invitándolos en diciembre de 1997 a una charla de negocios en Texas[12] que se extendería a La Casa Blanca en un intento de tentarlos y convencerles, pero la seducción fracasó. A Clinton tampoco le molestaba que “Al Qaeda” tuviera sus campamentos en Afganistán ya que no hay que olvidar que su jefe (Osama) respondía a la CIA. Aquí es donde se da el quiebre. Si estos tipos que controlaban un territorio que se oponían al paso del gasoducto que saldría de Turkmenistán malogrando un negocio de billones de dólares negándose a permitir su explotación por las Corporaciones estadounidenses ¿Cómo podrían sacárselos de encima?

Casualmente unos meses después de estos desacuerdos, en agosto de 1998 se producen los atentados en las embajadas de EEUU en Tanzania y Kenia que fueron adjudicados a “Al Qaeda” (y por extensión al Talibán) y dos años después en octubre del 2000 el bombazo contra el “USS-Cole” en Yemen.  Alguien se esforzaba por provocar a EEUU y es muy dudoso que fueran los Talibán o el bulo “Al Qaeda”, pero los medios se encargaron de fijar esa impresión.

Así se fueron poniendo las piedras para elaborar y presentar el último acto con los ataques del 11 de septiembre de 2001 (en los cuales la implicancia israelí aparece en varias pistas)[13] como argumento definitivo para involucrar a los militares estadounidenses en Afganistán para sacar al Talibán del poder y tratar de asegurar los negocios de estas corporaciones en la región sur de Kandahar.

A pesar de haber logrado involucrar a los EEUU abriéndole el paso a la inversión de estas corporaciones (apoyadas por los neocon y sionistas) y de colocar a títere como Hamid Karsai para dar una apariencia de legalidad al despliegue occidental, el negocio corporativo planificado no cuajó e incluso, los negocios sucios del lavado de dinero y tráfico de heroína con el que (además de solventar las operaciones de las bandas armadas en Siria) se sustentaba la “democracia” de los Karsai termino por caerse el 15 de septiembre del 2021 dejando a los afganos mucho peor que antes de la invasión. 



[1] Terry Meyssan, La Gran Impostura, 7 de Mayo 2002, ISBN-10 ‏ : ‎ 8497340582

ISBN-13 ‏ : ‎ 978-8497340588 https://www.amazon.com/-/es/Thierry-Meyssan/dp/8497340582

[2] Red Voltaire.org. China toma posición sobre los atentados del 11 de ‎Septiembre de 2001‎

RED VOLTAIRE, 20 DE AGOSTO DE 2022, https://www.voltairenet.org/article217805.html

[4] Fue una empresa de energía con sede central en Texas y la cual tuvo estrechas relaciones con la familia Bush https://es.wikipedia.org/wiki/Enron

[5] Fue una empresa de energía estadounidense con sede en California con la cual George H. Bush y Dick Cheney tuvieron relaciones negociales vinculadas al proyecto de un gasoducto en Asia Central.  https://es.wikipedia.org/wiki/Unocal_Corporation

[6] Esta empresa petrolera en la cual el vicepresidente Richard “Dick” Cheney era CEO, se benefició muy auspiciosamente del 11/S ya que tuvo participación en el ingreso a Iraq tras la invasión de 2003.

[7] Esta empresa dedicada a proveer servicios de seguridad y defensa al gobierno recibió entre 1998 al 2003 parte del paquete de 14 mil millones de dólares en contratos de defensa. A diferencia de proveedores como la Lockheed Martin, Raytheon Co o la Boing Co, Carlyle no es fabricante más bien es un administrador de recursos dinerarios con extensión global. https://publicintegrity.org/national-security/investing-in-war/  

[8] El caso del afgano Zalmay Khalilzad es paradigmático. Fue funcionario adjunto de Scooter Libby quien a su vez era el adjunto de Paul Wolfowitz en el Departamento de Defensa en los primeros años de la década de los noventas. Luego trabajo para la Corporación UNOCAL y fue quien intermedió entre el Talibán y el directorio de la empresa para gestionar las entrevistas direccionadas a que pudieran montar el gasoducto. Tras la invasión estadounidense de 2001, fue nombrado por George W. Bush como enviado especial.

[9] No solo usando a la embajadora April Glaspie para que diera a Saddam Hussein un mensaje confuso sino asegurándose de que la cumbre en Jeddah (Arabia Saudita) entre la representación iraquí y kuwaití realizada el 28 de julio de 1990 fracasara.

[10] Bagdad desde el final de la guerra contra Irán en 1988 venía reclamando compensaciones de guerra a las monarquías del Golfo y esto se profundizó cuando acusaron a Kuwait de robar petróleo de los campos de Ar Rumaillah.

[11] Paul Wolfowitz en 1992 era subsecretario de política de defensa de EE. UU y fue en ese año que divulgó un documento de circulación gubernamental interno en el cual se trazaban lineamientos para involucrar a los EEUU en regiones potencialmente importantes. Allí se especificaba que para ello se requería de un evento traumático que justificara la intervención externa. https://en.wikipedia.org/wiki/Wolfowitz_Doctrine

[12] COUNTERPUNCH.org. Bush, Enron, UNOCAL y los talibanes, publicado en enero 10, 2002,  https://www.counterpunch.org/2002/01/10/bush-enron-unocal-and-the-taliban/

[13] Pensamiento estrategico.blogspot.com. “MATANDO PARA EL LOBBIE”, Por Charles H. Slim, https://pensamientoestraegico.blogspot.com/2022/07/matando-para-el-lobbie-quienes-fueron-y.html

martes, 23 de agosto de 2022

 

 

“THE BLURRED LINE”

Why is the murder of Darya Dugina a terrorist attack that goes beyond the Kiev implications?


Sir Charlattam

It was about 9 o'clock on the evening of Saturday 20 August when a Toyota Land Cruiser Prado van travelling on a road 20 kilometres west of Moscow was suddenly hit by an explosion that threw it to the side of the road where it would remain in flames near the village of Bolshie Vyazemy. The scene did not seem to correspond to the place. None of the neighbours in the vicinity remember a similar event. Another car followed, braking quickly, and a desperate man got out of the car and watched helplessly as the car burnt down, clearly showing signs of dismay.

That man was none other than the conservative intellectual Aleksander Dugin, who only minutes before had seen his daughter Darya Dugina, a journalist and activist, killed instantly by the explosion. She had taken his van at the last minute without even imagining that this could happen. The scenario was reminiscent of the Iraqi resistance attacks on US and British mobile armoured units that put so much pressure on the morale of the occupiers. For British Royal Marines in particular, Amarah, Najab and Basra are places that still haunt the nightmares of many of them.

It was clear that this was not an accident but a deliberate act and worst of all, executed within the capital itself. There is no doubt that this strike just minutes from the Kremlin has the generals and FSB chiefs in an uproar and they must somehow explain to Vladimir Putin how this could have happened. To be fair, Russian intelligence had been on alert for some time and has even been tracking ultra-nationalist elements sympathetic to the Zelensky regime in several raids across the Federation.

The attack apparently targeted Dugin himself, as the van was his and his daughter had taken it to return.

The Russian authorities have not given details of the method of destroying the vehicle, but two possible methods are being considered. One would be the detonation of an IED in the path of the van and the other a limpet bomb placed under the floor of the van and detonated by remote control. In either case, about 400 grams of TNT would have been used. The motive for the attack is presumed to be a psychological blow against the so-called 'Putin mastermind', although many in the Kremlin deny that Dugin has such influence.

According to information published by the Russian authorities, the main suspects are a Ukrainian citizen named Natalya Vovk and her daughter, who were seen entering the building where Dugin lived, with whom they interacted and then fled in their mini cooper with fake plates to Estonia after the attack.

The fate of the suspect is not surprising and casts further suspicion on those behind the attack. It is precisely there that NATO is intensely active with the presence of British troops, which in recent months have doubled their numbers and equipment. Since the beginning of Special Operation Z, the British and other Atlanticist partners have been training irregular groups and cells for operations behind the lines in Donbass, but there is no doubt that the execution of this attack in Moscow has another level that goes beyond the competence of the military.

But it is not only the British military presence that has multiplied. Intelligence has undoubtedly reinforced its bases from where, using Ukrainian elements, they mount their operations against Russian troops in Ukraine.

The use of a limpet bomb is a method widely used by intelligence agencies and especially by the Israeli Mossad to assassinate Palestinian resistance leaders and Iranian scientists. This does not mean that it was the Israelis (despite their close relationship with the SBU) but it does not prevent some of their partners from taking the opportunity to use it as “know how”. And who are close collaborators and allies of this agency in Europe? That's right, the British MI6, which has been involved in similar actions and in particular in dirty provocations such as the one that started the 44-day war between Azerbaijan and Armenia. 

This undoubtedly adds a bizarre framing to the Foreign Office's more than pragmatic relations and highlights who is who in all of this. British politicians who boast of being the liberal beacon for all of Europe and of lecturing others (to follow what comes from Washington) have not only authorised aggressive intervention, terrorism and torture to establish their second-best policies to follow the US (Iraq and Afghanistan) but complete their track record with collaboration with Slavic pro-Nazi regimes.

It would appear that the clearing of traces has already begun, and this can be sensed by the bizarre suicide of a senior SBU officer found in a flat he owned in Krapivnitsky, Kirovograd region. This is only speculation, as it is also possible that he was eliminated on Zelensky's own orders as part of the purge he has been implementing throughout the state apparatus. But possible links to the attack on Dugina cannot be ruled out, which is why he had to be silenced. It is to be hoped that the perpetrator of the attack will not be found alive, as her democratic trainers will undoubtedly wipe her off the face of the earth like her boss.