miércoles, 18 de junio de 2025

 

LA ABURRIDA Y PREDECIBLE POLITICA ARGENTA

¿En qué cambia a la política argentina la prisión de la ex presidenta Cristina Fernández?

 

Por Javier B. Dal 

Es cierto, Argentina no es el ombligo del mundo como durante muchas décadas una presuntuosa camada de representantes políticos (elegidos por un electorado similar) ha creído y decían ser. Pero es cierto también que hay cosas que solo pasan en este país y una de ellas es, la consuetudinaria inseguridad política y muy en especial, la que tiene que ver con lo exterior.

Por estas horas y luego de años de lentos procesos judiciales y especulaciones (devenidas del tiempismo y oportunismo de los jueces), la ex presidente Cristina Fernández, peronista por conveniencia y heredera del ideario político de su marido que se denominó “Kirchnerismo” hoy se halla con la suerte echada y al parecer sus aspiraciones por continuar ocultándose en la política han terminado. Dejemos en claro que, si cualquier simple ciudadano de a pie roba una hogaza de pan, será arrestado, procesado judicialmente y encarcelado como un simple delincuente entonces, ¿Por qué tantas vueltas con una ciudadana que en el ejercicio de funciones públicas hizo la vista gorda a la desaparición de unos 1.100 millones de dólares?

Pero como ya vemos, la señora Fernández deberá cumplir con su condena de seis años de prisión efectiva y lo peor de todo para ella es, la inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos. A partir de ahora solo haremos un pequeño ejercicio mental para especular si nada de esto hubiera pasado.

Lo que realmente importa es ver a dónde (geopolíticamente) está yendo el país con el actual gobierno anglófilo-sionista y a dónde iría con un hipotético resucitar político de CFK y su banda de ladrones. Aquí ya podemos intuir la veleidad en el abordaje de esta parte de la vida política del país. La opción parece extrema: O los criminales de traje y corbata o los ruidosos ladrones de cuarta.

En una mirada rápida cualquiera diría que su regreso en un hipotético gobierno futuro, la Argentina volvería por los carriles de los países “no alineados” o más ajustado a la actualidad, al sur global y con ello a los BRICS+. Obviamente y como sucedió con su gestión (pese a autodenominarse peronista, nacional y popular), olvídense de ver algo parecido a la “tercera posición” de la que hablaba Perón. Esto por efecto de la tan patética y acendrada pendularidad que sufre la clase política y de la cual los K también hicieron gala. Eso en apariencias, ya que en el fondo y en relación al trato con los poderes globales, con una hipotética presidencia K no veríamos cambios superlativos para la situación del país en el concierto internacional ¿Por qué de semejante conclusión?

Como dice la sabiduría china, “mira el pasado para saber cómo será el futuro” se aplica muy bien a la variable realidad socio-política argentina. Lo que hoy vemos con el gobierno de los hermanos Milei ya se ha visto en el pasado, tanto en lo político-económico como en algunas de sus particularidades más excéntricas. A primera vista, el gobierno de estos hermanos se lo identifica como una reedición del neoliberalismo económico-financiero de cuño angloestadounidense que vimos con el peronismo de Carlos Menem y Cía y el gobierno de CAMBIEMOS liderado por Mauricio Macri, está tratando de convertir al país en peón geopolítico incondicional de Washington, Tel Aviv y la OTAN.

Pero el presidente Milei tras encontrarse con Benjamín Netanyahu quien (además de buscar la guerra con Irán) ya no puede esconder su condición de criminal de guerra y lesa humanidad, confía en esta pata de poder en tanto siga siendo apoyado por EEUU. Si la señora CFK estuviera hoy en su lugar, nadie dude que mantendría con algún grado de actuación, la misma agenda solo que bien enmascarada y usando discursos para la “gilada”, sería muy prudente para opinar sobre el genocidio palestino y obviamente alejando el tema del interés de la opinión pública ¿Y cuál habría sido su posicionamiento en el tema Ucrania?  

A diferencia de los Milei quienes se posicionan entusiastamente en un abierto y notorio alineamiento atlantista en favor de Ucrania (y su particular admiración al askenazi Volodymyr Zelensky), un supuesto gobierno de CFK no se posicionaría, solo haría como si lo hiciera y en ese plan aparentaría una preferencia por la Federación de Rusia, pero solo sería eso, una mera apariencia. Como se puede ver en este último caso, es como si no se alineara, pero en realidad si lo estaría haciendo mediante el dejar pasar-dejar hacer pero en favor de los EEUU y sus socios atlantistas.

La burrada -entre muchas- que cometió el presidente “peronista” Alberto Fernández (cuya vice era CFK) cuando le dijo a Vladimir Putin que le facilitaría el ingreso a Rusia en la región, es algo que ella sin dudas ella pensaba pero jamás lo ventilaría en público dado que, como el camaleón, también cambia de color según la ocasión.

Con lo cual, se puede concluir que la inhabilitación a perpetuidad de la señora CFK no va afectar al campo nacional y popular ni mucho menos, restara al país de un posicionamiento geopolítico conteste y acorde a su historia en defensa de la legalidad internacional y los derechos humanos. Los argentinos deberían entender que con discursos no se cambia la realidad y mucho menos, la de la geopolítica.

    

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