jueves, 9 de octubre de 2025

 

UN ACUERDO DE 20 AGUJEROS

¿Realmente estará cerca el fin de la ocupación israelí de la franja de Gaza?, ¿Están realmente Trump y Netanyahu interesados en ello?

 

Por Dany Smith

Tras la negociación entre cuatro paredes que realizaron Trump y Netanyahu sobre un plan que consta de 20 puntos, muy discutibles por cierto como condición para un alto al fuego en Gaza, tras haber sido evaluado por los altos mandos políticos de la resistencia encabezado por Hamas y las instituciones políticas que pugnan por la autodeterminación de la nación palestina, han expresado su punto de vista en el comunicado que se transcribe a continuación:

Para detener la agresión y la guerra de exterminio a la que está sometido nuestro firme pueblo en la Franja de Gaza, y de acuerdo con la responsabilidad nacional, y para preservar los principios, derechos e intereses supremos de nuestro pueblo, el Movimiento de Resistencia Islámica “Hamás” ha llevado a cabo consultas en profundidad con sus instituciones de liderazgo, consultas extensas con las fuerzas y facciones palestinas, y consultas con mediadores y amigos fraternales, con el fin de llegar a una posición responsable al tratar con el plan del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.

Después de un estudio exhaustivo, el movimiento tomó su decisión y entregó su respuesta a los mediadores de la siguiente manera:

El Movimiento de Resistencia Islámica Hamás aprecia los esfuerzos árabes, islámicos e internacionales, así como los del presidente estadounidense Donald Trump, que piden el fin de la guerra en Gaza, el intercambio de prisioneros, la entrada inmediata de ayuda, el rechazo de la ocupación y el rechazo del desplazamiento de nuestro pueblo palestino.

En este contexto, y con el fin de lograr un alto el fuego y la retirada completa de Gaza, el movimiento anuncia su aprobación a la liberación de todos los prisioneros israelíes, muertos o vivos, según la fórmula de intercambio incluida en la propuesta del presidente Trump, siempre que las condiciones sobre el terreno permitan el proceso de intercambio.

En este contexto, el movimiento confirma su disposición a entrar inmediatamente en negociaciones a través de mediadores para discutir los detalles.

El movimiento también renueva su aprobación de la entrega de la administración de Gaza a un organismo palestino de independientes (tecnócratas) basado en el consenso nacional palestino y con el apoyo árabe e islámico.

En cuanto a los demás temas mencionados en la propuesta del presidente Trump sobre el futuro de Gaza y los derechos inherentes del pueblo palestino, estos están vinculados a una postura nacional general basada en las leyes y decisiones internacionales pertinentes. Se debatirán en un marco nacional palestino general, del que Hamás formará parte y al que contribuirá responsablemente.

La respuesta no solo es concisa, sino también muy puntual dejando muy claro que las expectativas urdidas por Trump-Netanyahu son en comienzo, irreales. Primero, la intención de Trump de una liberación de los cautivos (vivos y muertos) en 72 horas es inviable dejando bien claro que se habla de prisioneros. El marco y la situación sobre el terreno así lo determinan y los mismos israelíes lo saben con lo cual y pese a la aceptación ello llevara tiempo. Segundo, Hamas deja en claro que acepta entrar en las negociaciones con el fin de detener el exterminio contra la población palestina y que la propuesta sería viable siempre y cuando la administración del territorio de la franja se halle a cargo de tecnócratas palestinos con la colaboración árabe-islámica e internacional corriendo las expectativas norteamericanas (especialmente de Trump) y de Netanyahu de colocar una entidad occidental con elementos israelíes.

Tercero, se habla de un alto al fuego y retirada completa de Gaza algo muy razonable dados los extensos y cruentos precedentes de la brutalidad de las FDI y sus “grupos especiales” contra la población (especialmente niños y mujeres) que se han acumulado en estos dos años. El genocidio ya cometido no es una percepción mañosa como algunos personajes –y mercenarios del poder- de los medios en Buenos Aires tratan de argumentar escudándose tras el “antisemitismo”. Deberían recordar que asesinar a un palestino es también un crimen antisemita.

Pero un punto muy importante en esta respuesta es la de que Hamas seguirá (guste o no) formando parte de la estructura político-institucional nacional palestina, en cuyo marco se debatirán y resolverán los derechos inherentes de los palestinos entre los que se encuentran, el reconocimiento de la autodeterminación y la independencia política que hace a un estado-nación que deberían quedar formalmente plasmados en una constitución nacional. Agregado a esto ello significaría una garantía de protección físico-jurídica para la población musulmana y sus manifestaciones culturales, blancos constantes y deliberados en los ataques israelíes. Si se ha llegado a esta instancia -vale subrayar- fue por la resistencia islámica y en ese sentido, tiene bien ganado su lugar.

Así, la respuesta del bureau político de la resistencia reunido en Egipto deja abierta la puerta para que más allá de las agrupaciones que conforman la legitima resistencia armada contra la ocupación, la ANP  de Mahmmud Abbas tome un rol destacado en esta oportunidad y se despegue de su abyecta relación que mantiene con Tel Aviv y en particular con sus órganos represivos que es la que le ha permitido sostenerse y hacer la vista gorda a los ataques y apropiaciones de colonos en Cizjordania.

A la par de esto y conociendo como operan las agencias de inteligencia israelíes (en especial el Shin Bet) entre la población palestina, Hamas y la resistencia en general son conscientes de los riesgos de sabotajes y maniobras sucias que puedan ponerse en movimiento tendientes a que su propuesta fracase ¿Cómo sería eso? Algún atentado fraguado, asesinatos o refriegas dirigidas contra funcionarios de ambas partes para crear la discordia entre Hamas y la ANP, estrategia que Tel Aviv viene implementando con gran variedad de métodos desde que Hamas ganó las elecciones en Gaza en 2006.  

Entre tanto en occidente y desde los medios siempre muy comprometidos en discurrir sobre una sola cara del asunto (en especial los argentinos), están tratando de sostener la posición de Trump y Netanyahu incurriendo por la acostumbrada táctica de demonizar al bando palestino y obviamente a Hamas utilizando (ya de manera poco convincente) el mote de “terrorista” para tratar de desacreditar su posición política recordando que de no haber existido el movimiento de resistencia, Israel se habría expandido sin oposición mucho más allá del Sinaí.   

miércoles, 8 de octubre de 2025

 

LA LEY DE LA ILEGALIDAD

La ilegal interceptación y abordaje de varios de los buques de la flotilla humanitaria rumbo a Gaza termina por definir la naturaleza nihilista del estado de Israel

 

Por Javier B. Dal

Ante la falta de compromiso de los gobiernos y de las organizaciones internacionales, en especial de Naciones Unidas, fueron las voluntades de individuos de todas las nacionalidades, condiciones sociales y credos quienes se unieron con el propósito humanitario de llevar ayuda a la población palestina que está siendo exterminada por las fuerzas israelíes. Así de simple y directo, tras rentar unos 50 barcos de toda clase y preparar las rutas para la travesía, la empresa altruista se puso en marcha sin dejar de lado que estaría plagada de peligros y un desenlace esperado.

El evento que tuvo amplia promoción y difusión en Europa y parte del mundo árabe, estuvo bien tapado en los medios y la intelectualidad argentina que volvemos a decirlo, hoy tiene un gobierno pro-sionista que apoya las atrocidades y las arbitrariedades que esta llevando a cabo el estado de Israel.

La misión persigue romper el bloqueo naval israelí (apoyado por EEUU y Gran Bretaña) que impide la llegada de ayuda humanitaria para paliar la hambruna, la falta de medicinas e inplementos que o son bloqueados por las tropas israelíes o simplemente son destruidos por sus bandas de colonos que interceptan los camiones por el paso de Rafah. En este contexto no olvidemos que Israel con el apoyo de la administración estadounidense desplazaron los centros de ayuda de la ONU para reemplazarla la Fundación Humanitaria de Gaza (FHG) que es administrada por las FDI es una tapadera cruel que ha sido utilizada para atraer multitudes de palestinos que terminaron asesinados por el fuego israelí. 

Desde el inicio se sabía que la tarea no sería fácil y que los israelíes usarían todos sus recursos para sabotear estos esfuerzos. En Túnez la flotilla que se hallaba anclada recibió ataques con drones explosivos que estaban más destinados a intimidar que a matar pero, sirvieron para saber que los gatilleros del Mossad estaban en las inmediaciones.  Hay una ventaja que Israel desde su creación explota sin tapujos y que sin dudas causará el descalabro del sistema legal internacional y eso es, que le importa nada el derecho internacional. Es una cuestión histórica que esta muy bien documentada. Israel se vale de cualquier táctica para prevalecer y este caso no iba a ser la excepción. Aquí el truco pasaba por estar cerca y dentro de la misma misión. Desde que comenzó todo esto, el Mossad y sus células de “Sayan” y alcahuetes -muchos de ellos reclutados bajo extorsión, amenazas o simplemente por dinero-, comenzaron a movilizarse para espiar, seguir y de ser posible sabotear las manifestaciones pro-palestinas que se presentaran.

Actualmente montar una bandera falsa o incluso llevar adelante una ejecución en suelo occidental es un riesgo que los israelíes no quieren correr, aun cuando cuenten con la complicidad de los gobiernos y de las fuerzas policiales locales para encubrirlos. En el caso de la flotilla bastaría con tener pormenorizada información de todo el trayecto y tratar de crear algún nexo con Hamas.

La expedición de más de 40 buques estuvo infiltrada por estos elementos quienes eran los ojos y los oídos en tiempo real de la inteligencia electrónica israelí. Los alcahuetes sionistas no solo operaron en esta travesía. Desde los levantamientos universitarios en EEUU y Europa los “sayan” se volvieron más activos y parte de su trabajo ha sido señalar (obviamente desde las sombras) a los manifestantes pro-palestinos para que los gobiernos cursen órdenes de arresto o acciones intimidatorias, tal como lo vemos en EEUU con los elementos de la HSD y el FBI.

En tanto, la situación sobre todo el terreno de la franja de Gaza sigue siendo escandalosamente critica ratificando la verdadera intensión genocida de Israel. La inseguridad es total y no precisamente por la operatividad de la resistencia palestina. El fuego indiscriminado y varias veces deliberado de las FDI contra objetivos protegidos por el derecho humanitario hacen que no haya garantías para quienes tratan de asistir a la población civil. El 2 de octubre pasado en un nuevo ataque israelí contra el hospital de campaña de “Deir Al Balah” se mato y causó heridas entre el personal de la fundación “Médicos Sin Fronteras” elevando la cifra de personal sanitario asesinado -entre los que se cuentan médicos y enfermeras- en estos dos últimos años a más de 1500 de sus miembros.

Sobre lo mismo no debemos dejar pasar a los médicos y enfermeras que fueron secuestrados por las FDI (casos de Dr. Husam Abu Safiya y el Dr. Mohamed Obeid) que se ha comprobado que han sido sometidos a torturas y vejaciones.

El gran problema para una paz real es la voracidad de un estado ocupante (conducido por los extremistas del sionismo revisionista) y su revelada intención no solo de exterminar las reclamaciones nacionales palestinas sino a la misma población, hace que sea muy difícil que un acuerdo como que propone Trump tenga aceptación y ello por un simple motivo ¿Qué garantías de credibilidad hay en el mismo Trump de que sus amigos israelíes lo cumplan?

Para los israelíes en general y para los sionistas en particular (judíos y no judíos alrededor del mundo) la campaña de la Flotilla humanitaria Sumud es una afrenta y es por ello que (sin fundamentos) califican a sus miembros como “miembros de Hamas” con la velada intención de justificar el uso de la fuerza e incluso, la eliminación física de ellos.   

Como Israel, a la luz del genocidio que se comete, necesita justificar sus acciones complementándolas con la difusión de información falsa o adulterada que busque desacreditar toda la campaña. Al mismo tiempo y como de costumbre, junto a EEUU han formulado su propio plan para un alto al fuego en Gaza que aún no convence ya que (y esta muy bien documentado) no se puede confiar en Israel.

lunes, 6 de octubre de 2025

 

UNA DECISION ESTRATEGICA

¿Por qué el gobierno venezolano se halla parado en suelo firme ante las amenazas de EEUU?

 

Por Charles H. Slim

Desde que La Casa Blanca ordenó la remisión de un grupo de tareas de la armada al Caribe y con especial injerencia sobre las aguas adyacentes a Venezuela, las provocaciones y las acciones hostiles contra pesqueros artesanales pobres se han multiplicado bajo el chistoso argumento de “luchar contra el narcotráfico” acusando convenientemente al presidente Nicolás Maduro y a su gobierno de ser parte del cartel de los Soles.

Dejando de lado la discusión sobre esta acusación, lo cierto es que una vez más, los EEUU se arrogan competencias y funciones que nadie les ha otorgado. Igualmente a los burócratas en Washington DC poco les importa y terminan haciendo lo único que tienen capacidad de hacer: Agredir a quien estorbe sus planes hegemónicos.

Lamentablemente y con los ejemplos contemporáneos que ya conocemos no hay otro camino que prepararse para defenderse y no con palabras precisamente.

El impulsor de la Revolución Bolivariana, el presidente Hugo César Chávez Frías lo sabía y fue por eso que no se quedó en el mero discurso y las masturbaciones ideologizantes en las que incursionaron otros políticos de la región tratando de imitar su proceso. El caso de la Argentina de Néstor Kirchner y su producto (el Kirchnerismo) es quizá el más claro de esto donde mediante grandilocuentes discursos y posicionamientos tibiamente anti imperialistas, trataba de mostrarse como un revolucionario de traje y corbata.

Pero la realidad es lo que se palpa y no lo que se dice. Mientras Chávez integraba una nueva alianza entre el pueblo y las FFAA como parte de una nueva identidad política integral de cara a fortalecerse en el contexto geopolítico, Kirchner las desarmaba. Al mismo tiempo él y sus sucesores solo estaban avocados a concentrar poder partidario, fabricar discursos para “la gilada” y recaudar dinero para beneficio propio. Mientras el proceso revolucionario bolivariano estaba en pleno crecimiento y desarrollo para constituir la “Patria Grande”, en Buenos Aires el peronismo K solo tenía esa concepción en la lengua. Nunca tuvieron esa visión ni mucho menos, la voluntad de encarar una empresa semejante demostrando que solo jugaban -y ya es demasiado decir- a ser revolucionarios. Fue en parte por esto que nunca fueron tomados enserio. Incluso podríamos decir que el solo imaginar semejante idea a tipos como Kirchner y sus partidarios les habría causado espanto.

Hugo Chávez fue consciente de que el ejercicio del poder político y de una geopolítica propia requiere de fortaleza para validarla y para eso las fuerzas armadas son imprescindibles. Y es aquí donde (entre otras cuestiones) se diferencia el proceso Bolivariano y el Kirchnerismo. 

Las consecuencias de aquellas diferentes formas de visionar están a la vista. Mientras Venezuela hoy cuenta con un poder disuasivo respetable ante una amenaza latente de invasión estadounidense, Argentina se halla más entregada que nunca y sumida bajo un gobierno pro-angloestadounidense y neosionista que prácticamente gestiona intereses foráneos comprometiéndose con las peores situaciones que hoy vemos y solo por la esperanza de “potenciales ventajas económicas”.

La visión de Chávez se materializo como una política de estado y en dicho plan, durante años tejió una relación de confianza con el oriente y en especial con la Federación de Rusia creando con ello una muy molesta urticaria en los círculos políticos en Washington DC. Mientras el resto de sus pares de la región se mostraban parcos en tender estos lazos (en particular Kirchner y su esposa), Chávez fue incansable y un decidido actor para construir una geopolítica superadora para Venezuela que dejara de estar anillada a los lineamientos de EEUU.  

Cuando Chávez en algún momento recordó y reivindico a la figura de Juan Domingo Perón los viejos peronistas, quienes realmente fueron contemporáneos al “general” (y de los cuales ya no quedan) para sus adentros debieron entrar en una contradicción ya que, quienes en su propio país decían ser peronistas no lo demostraban en nada y veían a un mandatario en otras latitudes ir en el camino que alguna vez Perón intento con el ABC.

Pero la política no se hace con discursos románticos si realmente se busca algo. Venezuela había gestado un proceso revolucionario que Washington abominaba y en consecuencia trato en varias oportunidades -desde afuera y desde dentro- de abortarlo. Chávez consciente de esto y del rumbo a tomar, debía construir poder con quienes compartían intereses comunes y al mismo tiempo, ofrecieran un respaldo geopolítico que pudiera ir creciendo con el tiempo. Fue así como estableció los primeros mojones de cooperación con la Federación de Rusia y que con el paso de los años se han ido ampliando a China dotando al país caribeño de fuentes de conocimiento y desarrollo para las áreas de la infraestructura crítica y por supuesto, en el campo militar.

Por supuesto que los resultados no son instantáneos (como se suele esperar en Argentina). Chávez y la estructura partidaria que construyó lo sabían y es allí donde se denota la seriedad y solidez del proceso bolivariano que ha resistido los embates de los complots dirigidos desde el norte.

Es por ello que la aprobación del Tratado de Asociación Estratégica y Cooperación entre Caracas y Moscú, viene a reforzar un más las relaciones hemisféricas entre ambas naciones, dentro de un espectro de mayor entidad en momentos que Washington y sus socios de la OTAN buscan crear la inestabilidad ya no solo con fines geopolíticos sino también, geoeconómicos destinados a frustrar el camino del multilateralismo mediante los BRICS+.