LA ESPERADA PERO
FALLIDA PAZ
¿Por qué los
medios en occidente han cortado la cobertura de lo que sucede en la franja de
Gaza y toda Palestina?
Por Charles H. Slim
No necesita recordar que pocos o más bien nadie se trago el montaje de acuerdo de paz entre el estado infanticida de Israel y la resistencia palestina. Nadie con dos dedos de frente se lo tragaría y sin dudas menos aún los palestinos. Quienes conocemos la política y los trucos con lo que acostumbradamente se manejan los sionistas, hacía previsible que Netanyahu y sus compinches de sinagoga no lo iban a cumplir. Si aceptaron las presiones de Trump fue porque estaba apoyado por los grupos de presión en EEUU que les dijeron basta. El fastidio podía leerse en sus caras y sus intenciones estaban veladas.
Pero los soportes
pro-israelíes en EEUU no presionaron para frenar el horrendo genocidio sobre la
población gazatí sino para tratar de limpiar la imagen ante la opinión pública
de un estado que ya se esta hundiendo en su propia mierda. Para estos hipócritas
y cómplices, Israel es como la casa de campo para vacacionar y sus propiedades se
hallan erigidas sobre tierras que han sido arrebatadas a familias palestinas y
es aquí donde empieza la punta del hilo de toda esta tragedia que se plantea
con la siguiente cuestión ¿Quién inició todo esto?
Desde que se
realizaron los intercambios de prisioneros Israel ha multiplicado las
violaciones del alto al fuego y con ello, los asesinatos de civiles. Las
excusas del régimen de Netanyahu abundan, pero han estado en su mayoría en
torno a la no entrega de los cadáveres de muchos de los israelíes capturados
por la resistencia que murieron, por los bombardeos de las FDI y no como los
medios occidentales[1]
desinforman hablando de Hamas. Al mismo tiempo estos mismos medios callan las
aberrantes señales de torturas y abusos sistemáticos que muchos de los
prisioneros palestinos presentan.
Para ser honestos,
nadie de los partícipes en el acuerdo se podía tragar la intención de paz por
parte de Israel. Para Netanyahu y la ideología extremista a la que representa,
la paz no es funcional a los objetivos colonialistas de apropiación de
territorios árabes. Precisamente es en base a una teología oscura y claramente
adulterada de las escrituras por la que el movimiento sionista desde hace 78
años trata de hacerse de todo ese lote inmobiliario que románticamente llaman
“Eretz Israel”. No hay que argumentar mucho para que cualquiera que ha visto lo
que hacen los israelíes en ese plan, le den un calificativo claro: Robar.
Lo torcido de esta
forma de pensar y proceder de los sionistas supone que, oponerse a ello es un
crimen, es decir, en su razonamiento los palestinos debieran dejarse arrebatar
sus tierras, borrar su cultura y desistir de sus creencias religiosas para
quedar sumidos bajo un estado teológico judío que la intelectualidad sionista,
los evangelistas neosionistas (y su proselitismo mesiánico)[2] y sus lacayos de los
medios en occidente disfrazarían como un estado “multicultural”. En conclusión,
los palestinos son los únicos culpables de su sufrimiento. Si ello no fuera una
tragedia humana tan grave, sería algo muy cómico.
Hay en el brutal
genocidio externalizado en Gaza, una gran enseñanza donde se hacen presentes
todas las contradicciones, falacias y oxímoron morales que dejan expuestos los
discursos de algunos de los involucrados que apelan a Dios como fuente de toda
esperanza. Sabemos bien que no es él quien causa toda esta desgracia e
injusticia, ni mucho menos que ha ordenado algún “Armagedón”, o apoderarse de
las tierras ajenas bajo la muy brumosa interpretación de escrituras que muchos
eruditos reconocen como adulteradas. Si en la vida de cada ser humano, como creación
de Dios se haya contenida la humanidad toda ¿Qué clase de religiosos son los
que ordenan atentar contra ella?
Es por ello que no
debemos dejar que las operaciones psicológicas manipulen y desvíen la
naturaleza de un conflicto eminentemente político e incluso legal. Israel y sus
partidarios más extremos bregan por la aniquilación de la población palestina,
hacerse con la franja de Gaza para crear asentamientos (con ellos pingues
negocios inmobiliarios) y también anexar oficialmente Cizjordania que en los
hechos, está administrada por un gobierno palestino ¨títere” de Tel Aviv.
Pese al
sistemático terror y represión al que se hayan sometidos, los palestinos
indistintamente de ser cristianos o musulmanes no están dispuestos a ceder al
legítimo derecho a un estado y mucho menos, a ser aniquilados.
Israel lo ha hecho
todo para tratar de sojuzgar a los palestinos y tras el 7 de octubre del 2023
lo ha multiplicado en formas alevosas e inhumanas. Más allá de las ineludibles
complicidades de Netanyahu y su gabinete de “seguridad” en torno a la permisión
para que la operación militar “Inundación Al Aqsa” pudiera ejecutarse (porque
muchos israelíes no se tragan la versión oficial), la causa origen de este
conflicto no empezó esa mañana. Pese a que los medios en occidente imponen esa
visión, las actuales circunstancias y la variedad de fuentes para acceder y
saber lo que sucede aún en lugares bajo censura militar (como Israel), permite
a las nuevas generaciones no dejarse manipular.
[1]
Como el alemán Axel Springer que tras lanzar una acusación falsa contra el
periodista palestino Anas Zayed Fteiha. https://theintercept.com/2025/10/22/gaza-journalist-court-axel-springer-bild-hamas/
[2]
Una práctica que es señalo en el evangelio de Mateo 23:15 como un acto
abominable. Hoy esta actividad a cargo de ciertos sectores cristianos se halla
alineada al sionismo mesiánico, como parte de la ideología extremista que fomenta
la apropiación de territorios palestinos.


