jueves, 4 de diciembre de 2025

 

 

¿UN IRAQ EN EL CARIBE?

¿Por qué Donald Trump se queda solo en las amenazas y las morisquetas contra Nicolás Maduro Moros y no ataca?

 

Por Dany Smith 

Me consta y muy bien que cuando invadimos Iraq en febrero de 2003, nuestro comandante pudo intuir que las cosas no iban a salirnos bien y ¿saben qué?, acertó. Y aunque logramos llegar a Bagdad dejamos detrás nuestro a cientos de muertos, heridos y vehículos acorazados ardiendo mientras CNN, la BBC, la ABC y todos esos aseguraban a los ciudadanos americanos y al mundo que nuestros muchachos no hallaban resistencia…cuantas mentiras.

Creo que no necesito aclarar que los venezolanos no son aquellos iraquíes ni los burócratas que secundan a Trump buscan la liberación.

Ha pasado tiempo desde que fuerzas militares estadounidenses se han metido -directamente- en países del continente. La última acción que recuerdo fue en 1989 cuando George H. Bush bajo la irónica denominación “Causa Justa” ordenó tomar el canal de Panamá y derrocar al gobierno de Manuel Noriega. Aquello no supuso gran cosa para los asaltantes y en unas horas las tropas del 508.º Regimiento de Infantería Paracaidista ya caminaban sin resistencia por las calles.

Hoy puedo decirles que Donald Trump debería pensarlo muy bien si pretende jugar a la guerra con Venezuela ya que no es Panamá. Volviendo a Iraq, Bush (jr) pudo lanzar la operación “Iraqi Freedom” por el simple hecho de que habíamos debilitado a los iraquíes por trece años a tal punto que ni siquiera podían reemplazar sus uniformes; igualmente no solo no se rindieron o arrojaron flores (como algunos idiotas del Departamento de Estado predecían) sino que caímos en una gran trampa que terminó obligándonos a salir en 2011. Por si no lo advirtieron no solo perdimos en Afganistán, aquí también nos fue horrible.

Como están las cosas hoy todo estaría listo para una agresión inminente e incluso posiblemente ya hubo algún intento fallido o abortado a último minuto que ha sido celosamente censurado a los medios. La semana pasada La Habana denuncio interferencias electromagnéticas que afectaban a su red de comunicaciones, pero eso se debió a una maniobra de guerra electrónica que afecto a un radio de 2000 kilómetros a la redonda que puso en alerta roja a las fuerzas armadas bolivarianas. Justamente, esta maniobra que forma parte de la SIGINT es la misma que usamos en 1991 y 2003 para distraer y confundir a los iraquíes, pero ¿Por qué no funcionó aquí?

Es muy posible que las fuerzas bolivarianas cuenten con unidades especiales JAMMERS de guerra radioeléctrica adquiridos a la Federación de Rusia que contrarestan estos ataques electromagnéticos estadounidenses y es por ello, que los comandantes del grupo de tareas hayan estado retrasando cualquier acción. Incluso se sospecha que se halla operativo un sistema KRASUJA-4 que provee una gran ventaja de defensa a la infraestructura crítica contra ataques de ese tipo.  Hay muchos indicios que indican esto y lo peor para Washington es que los militares venezolanos saben usar esta tecnología o hay asesores rusos haciéndolo ¿Y cómo afectaría a una incursión de la naval? La respuesta es tan clara como desastrosa.  

Caracas a diferencia de otros colegas de la región, se tomó enserio su papel de revolución y a lo largo de su existencia fabricó pacientemente un musculo militar con los socios estratégicos correctos para protegerla. Fueron conscientes que confiar en los ya discutibles mecanismos de la O.E.A. -advertidamente serviles a Washington DC- era un error que podrían pagar caro. No se quedó a medio camino como algunos ejemplos grotescos en Sudamérica que conocimos como “populismos de izquierda” en apariencia flemáticos, cómodos, esnobistas y corruptos que escudados en un falso pacifismo discursivo que niega la realidad de la guerra como parte de la geopolítica, estaban dedicados a mantener sus privilegios robando con toda clase de impuestos a sus propios habitantes.

Curiosamente la llegada a la presidencia de Hugo César Chávez significó patear el tablero del Status Quo de un sistema (democracia liberal) corrupto y cipayo como era el de Carlos Andrés Pérez que se replicaba y hoy resurgen en otras naciones hermanas latinoamericanas. 

Chávez conoció y estudio la experiencia de Iraq e incluso fue el único mandatario latino que se entrevistó con Saddam Hussein, antes de la invasión. Esto fue uno de los factores del odio cultivado y proferido desde las elites neoconservadoras y sionistas en Washington y Tel Aviv. Las actuales fuerzas armadas venezolanas están bien pertrechadas y cuentan con un sofisticado sistema antiaéreo provisto por la Federación de Rusia y China pero pese a ello, no basta. Al mismo tiempo la maquinaria bélica estadounidense si bien es sofisticada y la acumulada en la zona es grande, tampoco basta.

Además, hay otro factor muy diferente a las agresiones de 1989, 1991 y 2003 y es que hoy existe un contrapeso estratégico llamado Rusia que tiene interés y tiene con qué para sostener la posición de del gobierno de Caracas.

Trump lo sabe bien y sus generales mucho mejor. Incluso su fanático secretario de Defensa Pete Hegseth debiera saberlo mejor. Si quieren un cambio de régimen como lo hicieron en Panamá en 1989 eso no será nada fácil a menos que, ya hayan reclutado recursos humanos (carne de cañón) de la región, pero si es así, eso es tema para otro artículo.  

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