“EL
IMPAGABLE VALOR DE LA FUERZA NAVAL”
¿Por
qué Rusia pudo capturar el puerto de Mariupol y que significa esto para
Washington y la OTAN?
Por Dany Smith
Durante
un mes la ciudad portuaria de Mariupol estuvo cercada por las fuerzas rusas y
de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk. Desde la visión occidental
era el resultado de una organizada y valerosa resistencia de las FAU. Pero en
realidad las fuerzas rusas no querían realizar bombardeos de saturación sobre
la ciudad ya que solo obtendrían una masacre injustificable y que no cumpliría
con uno de los propósitos de la operación: Desmilitarizar a Ucrania.
Desde los medios occidentales y en especial desde los
anglosajones (repetidas por los subalternos latinoamericanos) la versión
discurría sobre la imposibilidad de los rusos para poder tomar la ciudad,
similar a lo que se informaba con respecto a Kiev pero en realidad, nunca
estuvo en los planes de Rusia ocupar el país y mucho menos la capital. Anular y
destruir los centros neurálgicos militares y de inteligencia son los objetivos
primarios tratando de reducir las bajas civiles (Precaución que la OTAN no tuvo
en sus indiscriminados bombardeos a Belgrado, Sebia en 1999 y a Libia en 2010).
El 11 de abril pasado en una operación combinada entre
las tropas rusas y las milicias de la RPD lograron capturar las instalaciones
del puerto de Mariupol en donde se habían atrincherado y fortificado los
ucranianos. El logro fue anunciado unas horas después por el mismo canciller
ruso Serguei Lavrov quien sentenció que entre los fines de la operación estaba
“poner fin a la expansión imprudente y el dominio total de Estados Unidos en el
mundo".
Pero más allá de este anunciado logro político, el
mismo no podría haberse concretado sin su ejecución en el terreno. Con esto Rusia controla el Mar de Azov un
espacio marítimo estratégico para Rusia dándole al mismo tiempo una salida al
mar a las repúblicas de Donetsk y Lugansk. Según los reportes del campo de
batalla, la situación que se mantenía hasta antes de la caída del puerto, todas
las instalaciones estaban bajo el control de la 36º Brigada de la Armada de
Ucrania que en su mayor parte estaba equipada con material norteamericano, en
especial en lo que refiere a sus vehículos artillados ligeros tipo “Humvee”
(HMMWY). Estos vehículos vienen con las reformas adoptadas tras la ocupación de
Iraq.
La defensa establecida por bolsones de remanentes de
los batallones ultraderechistas y los restos de la infantería de marina ucraniana
era feroz, demasiado tal vez para proteger un simple puerto. Allí no solo había
simples tropas regulares e incluso comandos ucranianos; también estaban altos
cabecillas de las bandas ultraderechistas y algunos asesores occidentales
(franceses y británicos). Pero no solo estaban defendiendo esta salida estratégica
al mar de Azov sino, ciertas instalaciones secretas (de laboratorios de
Bioguerra a ocho niveles de profundidad), ocultas debajo de la acería de la
zona industrial de Azovstal.
Esto explicaría la presencia de los asesores
extranjeros y el celo en defender este sector. Por lo pronto cualquier pregunta
sobre este asunto formulada a Biden (con días de antelación), será retirada ya
que hay riesgo cierto de que el presidente termine diciendo cualquier cosa pese
a que se le escriben las respuestas.
A pesar de la punzante y continua campaña de
desinformación de los medios de occidente, estas fuerzas atrincheradas en
Mariupol tenían los días contados y fue por ello que cundió el pánico en los
altos mandos de la OTAN quienes tenían importantes activos desplegados allí,
vieron la incursión del GRU. La captura de alguno de ellos implica un dolor de
cabeza y la confirmación de las implicancias occidentales que será muy difícil
de argumentar. Había que rescatarlos de la forma más silenciosa posible para
que no cayeran en manos de los rusos, pero la tarea se veía muy difícil. La
única vía de escape era desde el mar, aun sabiendo que la Armada rusa monitorea
todo el espacio marítimo.
Pero los esfuerzos de las fuerzas ucranianas se
concentraban en ciertos puntos de la zona portuaria, una de ellas la zona
industrial donde se ocultan instalaciones secretas administradas por la OTAN,
capturarlas no era una tarea fácil. Por el norte y los flancos hacía muy
dificultoso incursionar a una fuerza mecanizada sin pagar un alto costo en
bajas. El apoyo aéreo no garantizaba la eficacia y fue por ello que la alternativa
se centró desde el mar. Al parecer la implementación de una operación especial
a cargo de los “Spetnaz” del GRU habría sido la clave para el éxito.
Para ello, la acción habría sido precedida por fuego
nutrido de morteros autopropulsados de 122mm “Gvozdika” y “Nona” apoyados por
sistemas de lanza cohetes múltiples GRAD que lograron ablandar las posiciones
ucranianas. Previamente varios sistemas antiaéreos “S-300” ucranianos en las
inmediaciones habían sido eliminados por ataques precisos con misiles “Kalbir”
disparados desde las corbetas en el Mar Negro.
Sin dudas que el asedio ruso desde el norte y el este
por parte de las milicias de RPD fue vital para sostener el candado sobre la
ciudad, pero hay que remarcar que la maniobra que destrabo la situación fue sin
lugar a dudas el despliegue táctico de estas unidades especiales que entre
otras cuestiones lograron capturar a varios cabecillas de los grupos
“banderistas” y a oficiales de varias nacionalidades miembros de la OTAN que no
pudieron ser rescatados por cinco fallidos intentos (cinco helicópteros
derribados). Tras este revés militar, la maquinaria de propaganda occidental con
Volodymyr Zelensky a la cabeza, ha tratado de taparlo alegando a “matanzas indiscriminadas
de civiles”, el uso de “armas químicas” y otras acusaciones contra Rusia que no
se han comprobado en el terreno pero que sirven para impactar en la opinión
pública.
No caben dudas que las tropas rusas se han alzado con
un valioso botín y muy caro para los atlantistas y ello ha sido gracias sin
lugar a dudas a la eficacia de los marines rusos y a la modernización de su
equipamiento logrado a la paciente y persistente política de Putin por
reconstruir y fortalecer unas FFAA en ruinas tras la caída de la URSS y la
posterior y pésima administración de Yeltsin.