martes, 5 de agosto de 2025

 

HACIA UNA NUEVA GEOPOLITICA O HACIA EL ABISMO

La política de guerra económica global impulsada por la administración Trump-Vance ¿Allana y favorece el camino para nuevas alternativas?

 

Por Charles H. Slim

Si hay alguien que ha empujado al mundo a las actuales circunstancias es sin dudas los EEUU quien ya en un franco declinar de su influencia geopolítica, forjada por el intervencionismo blando y el directamente bélico que sin pausa ha venido orquestando en los últimos treinta años hasta esta parte, nos hace reflexionar sobre la imperiosa necesidad de una geopolítica limpia y desintoxicada del americanismo estadounidense,

Las proclamas sobre la importancia de la democracia y los derechos humanos y de imponerla sobre aquellos que no las adoptan como parte de un realismo político, han caído en saco roto por el simple hecho de que EEUU ha quedado en evidencia que no tiene autoridad moral para imponer valores que nunca respetaron. Esos valores fueron solo adornos para los oídos en las estratagemas dialécticas de los asesores más trascendentes como fueron Kissinger y Brzezinski.

Mientras las administraciones estadounidenses (indistintamente de republicanas o demócratas) se arrogaban ser el faro de estos valores, bajo la alfombra y en la clandestinidad se autorizaban golpes de estado, asesinatos, magnicidios, atentados y las invasiones que han traído a cada uno de los países implicados catastróficas consecuencias humanitarias y que hoy se reflejan en las mareas de refugiados de las cuales tanto EEUU como sus socios europeos en aquellas aventuras, fustigan como amenaza.

Solo como muestra de ello y de lo que va del presente siglo, la supuesta democracia impuesta en Iraq que costo un millón y medio de iraquíes asesinados por su invasión y ocupación en 2003 forja un nefasto precedente de entidad que deshace estas elucubraciones pretensiosas.

La era del “policía del mundo” ha terminado y ellos lo saben. Lo mismo con los sermones moralistas hacia el mundo declamados por décadas tanto por demócratas como por republicanos. El último y desesperado intento ante guerras fracasadas y sus calamitosas consecuencias ha sido el tratar de dibujar un derecho internacional paralelo (y conveniente) que permita continuar con aquellos mismos objetivos, pero por otros medios. Como estratagema para tratar de reubicarse en el cambiante contexto mundial y el descredito ganado por aquellas políticas, los cerebros demócratas han fabricado o más bien remozado la entelequia de un “orden internacional basado en reglas” que a simple vista no dice nada y deja más preguntas que certezas.

Pues bien ¿Y cómo esta la cosa con Trump? Al parecer su política se orienta más al utilitarismo económico que a seguir sosteniendo la costosa estructura con la cual se esparcía toda esa propaganda de valores que los mismos políticos estadounidenses no cumplían pero que servía para mantener programas y operaciones clandestinas en el exterior. Así las radios, sitios de internet, las agencias pantalla de ayuda “humanitaria” y los fondos que los subvencionan para radiar propaganda subversiva contra los países que Washington trata de cooptar se desmontarían por la actual administración. Al parecer y como lo dejó en claro un alto funcionario, ya no les importa estar diciéndole y forzando a otros países cómo pensar y cómo deben vivir.

Esto último no significa una mejora con la farsa anterior. Es un sinceramiento que esconde un nuevo engaño. Se podría decir que en apariencias es un punto neutro en la política exterior y un abandono del excepcionalismo con el cual se han manifestado desde la mitad del siglo pasado en el concierto de las naciones. Así La Casa Blanca puede tratar con Israel y al mismo tiempo con la Siria bajo el control de Al Qaeda, o con la Federación de Rusia y al mismo tiempo con la UE de quien en este último caso le arranco un acuerdo económico increíblemente ventajoso y que ya ha desatado reclamos contra Úrsula Von Der Leyen. Y bien digo en apariencias ya que, si bien a Trump le interesan los resultados contantes y sonantes, eso no le impide seguir operando bajo cubierto para hacer prevalecer la hegemonía estadounidense.

A estas alturas muchos estadounidenses de a pie se dan cuenta que MAGA no significa hacer grande a la nación sino (entre otras), al ego de Trump. Si no lo cree así pregúntese ¿Qué ha cambiado desde su llegada? El gasto militar que prometió reducir no ha sucedido, por el contrario, lo ha aumentado. Esto último se constata con la continuación en el aprovisionamiento de misiles y equipos a Ucrania y el ilimitado y variado surtido de armas a Israel con las cuales lleva adelante un genocidio contra la población árabe-palestina. Todo esto favorece que (sumado a otros pasivos como los no remunerados) siga aumentando la deuda pública que según algunas fuentes del Tesoro hablan de 37 billones de dólares ¿Acaso los estadounidenses no lo votaron para que esto cambie?

Pero allí no terminan las contradicciones. Al aumento en el gasto militar para seguir financiando guerras ajenas y que influye en el número rojo mencionado, el presidente obra como un capo de la mafia exigiendo tributos abusivos en nombre de los EEUU y si te opones, te impone aranceles confiscatorios que se suman en muchos casos, a sanciones económico-financieras que no tienen ninguna base legal ni legítima y que (descaradamente) persiguen destruir la competencia comercial internacional con particular interés en los BRICS ¿Dónde está el respeto al derecho internacional aquí?

Si hacer “América Grande otra Vez” significa atropellar a los demás y continuar la política exterior de agresión militar para complementarla con medios económicos y comerciales (como son los aranceles abusivos), no es un buen augurio para la estabilidad global. La extorsión como método podría funcionar un tiempo y hasta un matón lo sabe, pero ¿Cuánto tardara el mundo en rebelarse contra EEUU?

 

domingo, 3 de agosto de 2025

 

DELICIOUSLY STUPID

Why are Trump's decisions and comments endangering the world?

 

By Sir Charlattam 

It is already clear that Donald Trump and his Republican administration do not seek peace if it does not suit their interests. We have not really discovered the gunpowder with this observation, but it is good to highlight it in order to expose the lies and intoxication to which the mass media have accustomed us.

Not even with the best of Hollywood scripts (if there were any) could the US media disguise the stupidity and arrogance of a president who, kicking his own campaign words, today launches ultimatums against all those who are an obstacle to the plans of the internationalists and their colleagues of revisionist Zionism who nestle in the cubicles of power in Washington.

Trump could have been a very good comedian on shows like Saturday Night Live in his native New York or even and may be in time to do so with other such hilarious and tragic comedians as Keir Starmer and David Lammy in their British version to be aired on Sky Max.

Trump's arrogance, mixed with childish whims that he embodies with his grimaces and hilarious gestures, could arouse laughter, but a moment later we see that this stridency is part of the behaviour of a psychopath who believes he can decree the death of tens of thousands and smile before the cameras like an imbecile. With the same arrogance he tried to fool the government of the Russian Federation with talk of seeking peace; and when Vladimir Putin proved him wrong, an obfuscated Trump issued a 50-day ultimatum to stop the war or he would impose higher tariffs.

But while the comedian Trump spoke of his interest in stopping the war in Ukraine, teams of SBU saboteurs and Atlanticist mercenary cells -with British involvement- were launching attacks with drones and GRAD systems against the populations bordering historic Russia, causing civilian deaths and injuries. He stepped up high-precision missile strikes against command centres, arms industries and weapons storage centres in Ukraine (especially in the ports of Odessa), accelerating the deterioration of their supply lines on the front line.

Even one of the targets of the hypersonic ‘Khinzal’ missiles was unit 169th, a training and troop assembly centre in Goncharovskoye, a settlement in the north-western part of Chernigov Oblast, which was literally wiped out. The loss in manpower was so catastrophic that it is possible that among the more than 200 bodies there are a few British and other Atlanticist advisers. By now the situation in Pokrovsk is critical and the Ukrainian forces are almost surrounded in a cauldron that foreshadows their elimination.  

Stunned by this, what could Trump do? He doubled down like a game of chicken and reduced his ultimatum to 10 days in the belief that Putin would chicken out. Before the response came, Kremlin officials were already beginning to warn that the US partner's tactics were highly risky for peace. Perhaps most emphatic in pointing this out was former premier Dmitry Medvedev, who warned the US and especially Donald Trump of the dangers of continuing to play on Russia's patience with its ‘ultimatum game’.

What was Trump's reaction? He ordered the mobilisation of two nuclear submarines to ‘appropriate regions’ which in one sentence means ‘a latent threat’ and a dangerous provocation against Russia's sovereignty.

Who would have suggested to Trump to use the navy to challenge Moscow? I ask this because on 21 July last year the Russian fleets conducted a mega naval exercise called ‘July Storm’, which was carried out very successfully in two seas and two oceans. From these exercises it was possible to conclude a very good performance of coordination and precision in the development of combat operations against surface targets and also against submarine threats. It was against this background that Trump sent two nuclear submarines to intrude into the waters of the Russian Federation...genius!

It is this same genius that we see in the treatment of the situation in the Middle East, particularly in trying to normalise Israel's genocide against the Palestinian population and its ambitions to expand into Lebanon where it is no longer a secret that the Republican administration is an active and enthusiastic participant in pro-Israeli actions and in that plan, it has proposed that the Arab Islamic resistance should disarm.

There is no doubt that to Netanyahu and his officials that would be ideal and although Trump's envoys have carried this ‘proposal’ which is nothing more than a threat, the Lebanese Arab citizens themselves and the Palestinians throughout Gaza know that to accept that would be something like a ticket to total subjugation under Israeli occupation. Without a force to oppose Israeli plans, the territories and vital resources such as drinking water would be under the total control of companies answerable to Tel Aviv.

In short, Trump's intention is that both the Lebanese Shiite resistance movement Hezbollah and AMAL and the armed groups that make up the Palestinian resistance should hand over their weapons to Israel, which by all accounts, given the abuses and crimes of the IDF, would be a foolish thing to do. But there is nothing to be lost by trying. With this proposal Trump is trying to sow division within both peoples trying to weaken the political idea of opposing Israel's occupation and to some extent make it easier or easier for his henchmen to physically eliminate anyone who opposes Israel. 

Let us not forget that it was this same Trump who in his first term tried to use these tactics with North Korea and what did he achieve? He got Pyongyang to strengthen its defence policy and nuclear development along with the technological development of its missiles. On that occasion, the only thing left for a frustrated and annoyed Trump to do was to label Kim Jong Un as ‘rocket man’.

He did the same with Iran after abandoning the nuclear development talks and after the fiasco of the attack on the three Iranian facilities just to please Netanyahu and the Zionist establishment to which he answers, he has tried to disguise that failure with words only by trying to tell the Iranians "don't do it again or I'll hit you again! "

But the genius in the White House may not realise that by these mafia-like threats (which foment more deaths and greater distrust) and these comical expressions he only strengthens the resolve of his enemies and makes the world a more insecure place.

 

 

viernes, 1 de agosto de 2025

 

SEWING CHAOS IN SOUTHEAST ASIA

The sudden outbreak of border hostilities between Thailand and Cambodia Who is in whose interest and why?

 

By Sidney Hey

The sudden outbreak of hostilities between two Indo-Pacific countries, Thailand and Cambodia, is not simply a matter of border friction or the settling of old scores dating back to French colonial times. From a strategic point of view, we should look at who benefits from this discord and who it could complicate if the war spreads.

It has not yet been determined who initiated the attacks as both sides accuse each other of having been attacked without justification. It could be the usual tactic of victimisation despite being the aggressor, or perhaps both are telling the truth; so, who could have attacked?

Let's look at the context and see who might be behind it. There is a simmering regional arm wrestling match between the US and its NATO partners against China and North Korea, which provides a rather suspicious framework for what happened. If we go back to contemporary history, we see that Washington, through its agencies, has artfully created casus belli that gave it the key to enter the regions where they were created. One of the tactics employed and which has become well known is the so-called ‘false flag operation’ in which, by imitation, it is attempted to make people believe that a third party was the aggressor.

Precisely in the same region but in the second half of the last century, the Americans, in order to get involved in Southeast Asia over the North Vietnam issue and to prevent the advance of the communist bloc's influence, fabricated an alleged North Vietnamese attack on one of the US ships (USNS CARD) in Tonkin Bay, which served to justify to Congress and public opinion the US entry into Vietnam.

These kinds of deceptive operations, in which aggression is fabricated through an attack by a regular force or an attack by a terrorist group, are usually carried out by cells recruited, paid for and commissioned by Western agencies. The reactivation of border conflicts by means of a deception operation would not be far-fetched, especially when Donald Trump acts as a mediator hours later.

For years, the US has been trying to bring the Indo-Pacific states in line with its geopolitical guidelines, which, not coincidentally, run counter to China's interests. As part of this, Washington has concluded bilateral agreements and accords linked to (among other things) military assistance under the grandiose and merely enunciative headings of security, regional stability and peace.

In the case of relations with Thailand, they go back a long way and are based on a very good understanding that materialised in the so-called ‘Manila Agreement’ of 1954, which, under the label of a treaty for the collective defence of Southeast Asia, allowed the entry and operation of US military forces in the region, and which a decade later would actively intervene in neighbouring Vietnam. Despite the problems of recurrent human rights violations by military governments, it is considered an ‘extra-NATO ally’, and after the military coup of 2006, relations between the Pentagon and the Thai military leadership have always remained solid, as evidenced by the proportion of armaments such as cluster bombs and US-made F-16 aircraft.

Nor should we forget Thailand's role in cooperating with the CIA by allowing it to house secret prisons and torture centres for abductees around the world, which since 2001 the Washington administration has deployed under the pretext of the fight against terrorism.

Ties with Cambodia do not appear to be as deep and intimately dark as those with Thailand, but in recent years, especially during the Biden-Harris administration, the Pentagon, through Secretary of Defence Lloyd Austin, has worked hard to align Cambodia's interests with Washington's. The Americans have been concerned about growing bilateral relations with the Chinese, especially with regard to naval movements in the Gulf of Thailand. The Americans watched with great concern as bilateral relations with the Chinese grew, especially with regard to naval movements in the Gulf of Thailand. While they could negotiate a more direct anti-Chinese policy with the Thais, it was not foreseeable that anything similar could be done with Cambodia.

Against this backdrop, one had to ask: what is Cambodia's value on the map? Simply because it is the country closest to China's borders and that is an invaluable geostrategic factor if you are seeking to establish an advantage over your opponent.

Now then. If we see that the Pentagon has historically had extensive and very reliable relations with the Thai military (deepened during the Vietnam War), while on the other side is Cambodia, which in 1970 was invaded by the Americans and triggered a civil war that further weakened the country and led to the Vietnamese invasion in 1978. In short, there is no similar relationship between Washington and Nom Pen as there is with Bankok. but both have long-standing unresolved border issues, especially over the 11th century temple, which UNESCO declared a World Heritage Site.

While we will never know who attacked whom, or whether there was a third hand that deliberately started the fire, it is certain that it has opened a passageway for the Americans to have a greater presence in the region.

 

miércoles, 30 de julio de 2025

LA REPUBLICA Y ¿DOS ESTADOS?

Más allá del circo de la partidocracia, la democracia y las formas de una aparente república en Argentina ¿Cuál es su verdadero estado-nación?


Por Pepe Beru

Se suponía que la elección de un personaje que estaba en la vereda de enfrente del club de la política iba a terminar con la llamada “grieta”, pero al parecer esa grieta no solo permanece incólume sino que (y aunque se trata de disimular), se ha extendido más allá de las fronteras de la Argentina.

El actual quiebre está dentro del gobierno nacional y es tan profundo que tercia sobre la identidad y el espíritu mismo de la nación. Los Milei y su gente son ciertamente ajenos a la casta política que ha corroído por casi cuarenta años a la institucionalidad republicana pero a la vez son algo mucho peor; son agentes de una ideología mutante y venenosa que la gente de a pie confunde con la “derecha tradicional” cuando en realidad es otra cosa.

Los Milei le abrieron la puerta al sionismo revisionista que como bien sabemos además de ser la ideología mesiánica que hoy dirige la cruenta política de Israel, controla nada menos que la política exterior de los EEUU. Los ofensivos comentarios del próximo nuevo embajador estadounidense en Buenos Aires Peter Lamela sermoneando sobre quienes son buenos y quienes son los malos teniendo un especial desdén contra China, vienen en el mismo tono y no fueron una coincidencia o un exabrupto, fueron la muestra de la inexistente posición de una geopolítica propia del actual gobierno argentino y de su alineamiento ciego sin medir consecuencias.

Hay un terrible olor a mierda en todo esto y no es casual. El gobierno angloestadounidense y pro-sionista de los hermanos Milei sabe que se aproximan elecciones fundamentales para consolidarse en el poder y para ello, están preparando generar un engaño que proporcione un fuerte impacto en el colectivo nacional y para ello, el respaldo de la administración Trump es fundamental.

Como parte de esta maniobra, se ha estado dejando correr un fuerte rumor proveniente de dentro del Ministerio de Relaciones Exteriores referente a la designación de un nuevo embajador en Londres que podría convencer a los británicos de que regresen las islas del Atlántico sur. Dejemos las carcajadas de lado y razonemos con un poco de criterio y preguntémonos ¿Qué significaría esto?

Simplonamente, este rumor pretender sembrar expectativas sobre situación de ocupación en el atlántico sur y así los Milei con miras a las próximas elecciones meterse al bolsillo -por un breve tiempo- a una parte de (los aún existentes) crédulos y arribistas del pobre nacionalismo local.

Antes que nada, remarquemos que la oposición (que forma parte de la vieja casta de estafadores de la política) no representa y en realidad nunca represento una alternativa nacional real contra este entreguismo. Esto significa que ni “peronistas” (si es que existen), “radicales” (si es que aún quedará alguno) ni los liberales centristas van a dejar de ser subalternos a Washington y Londres.  Las próximas elecciones solo son una instancia para elegir otros administradores del mismo Status Quo y nada más. Quienes realmente son una propuesta diferente y contestataria a este embuste político (y haciendo un muy potente uso de la imaginación) es la “izquierda” pero no cualquiera ya que también hay ciertos sectores de esta corriente (como el populismo Kirchnerista y el Wokismo -con raíces demócratas-) que en última instancia responden y se benefician del sistema.

Esto pone en contexto una realidad que en Argentina pocos quieren ver y que se resume en una verdadera ocupación o mejor dicho, un colonialismo mental convirtiendo al país en un laboratorio para los experimentos (de toda índole) de esos mismos intereses que los Milei responden.

Este panorama nos presenta un país que si bien su constitución prevé la forma republicana de gobierno pareciera (y más allá de la repartición federal del poder) que existen dos estados-nación bien diferenciados y superpuestos. No físicamente sino, ideológica-filosófica y políticamente en donde tenemos un gobierno que bajo el rótulo “libertario” en realidad esta esparciendo el ideario sionista que se identifica (además del control político pro-Israel) en políticas invasivas, calculadamente discriminativas y de normalización del intervencionismo en la política exterior.

En el mismo espectro conviven los que aún con medianías y protegiendo sus intereses, siguen respetando la historia del país y tratan de mantener sus instituciones mediante el respeto de la legalidad, alejadas de estas influencias foráneas siendo la vicepresidente Victoria Villarruel la que lleva el estandarte.

En el medio están los habitantes del país, en especial los ciudadanos argentinos quienes a pesar de vivir bajo un sistema republicano que les faculta a controlar y observar los actos de sus funcionarios y representantes, son acostumbradamente abúlicos y hasta en cierto modo, oportunistas para amoldarse a los nuevos inquilinos de la Casa Rosada limitándose a ir como ovejas a votar.

Esta bipolaridad dentro del estado-nación podría derivar o en una cooptación total convirtiendo a los argentinos en sujetos de una sociedad bajo parámetros de los modelos que los Milei tratan de imponer o conservar su propia identidad propendiendo a mejorarse 

Es por eso que en Argentina conviven en su sustancia, dos estados. Uno representado por una parte del gobierno de los Milei que apuesta a imitar procederes, filosofías y políticas importadas de naciones y organizaciones como EEUU, Israel y la OTAN y otro que, que también es parte (aunque minoritaria) del mismo gobierno que sigue apoyándose en las tradiciones autóctonas, apostando por mantener la identidad (incluida la religiosa) y la institucionalidad netamente nacional que Victoria Villarruel representa con gran esmero. De esta pulseada saldrá el verdadero estado-nación. 

martes, 29 de julio de 2025

 

UN VERDADERO

Y HORRENDO CRIMEN ANTISEMITA

¿Quiénes además de los crímenes de guerra y lesa humanidad, están cometiendo verdaderos crímenes antisemitas?

 

Por Yossi Tevi

Hoy más que nunca desde la corporación mediática de occidente acudimos a un verdadero operativo de control de daños ¿Para quién? Nada menos que para tratar de justificar aun cuando ello sea imposible, lo crímenes de lesa humanidad y de guerra que ha cometido y sigue cometiendo Israel. Tan insostenible y pesado esta resultando todo esto, que dentro del mismo judaísmo que su generalidad ha solido alinearse por la derecha con las decisiones de Netanyahu y las acciones del estado que dirige, ya hay voces que abiertamente denuncian que el pueblo judío “enfrenta una grave crisis moral”.

Igualmente digamos que esta crisis no debiera clamarse hoy ante el conocimiento público y masivo de este aberrante genocidio. Hay un gran rasgo de hipocresía y oportunismo en estos sectores ya que, si realmente fuesen contestes con algún grado de moralidad, sus voces debieron haberse escuchado desde cuando menos, se instauró el estado de Israel.

Pero para los sionistas, el genocidio es solo un medio para concretar un fin tanto mesiánico como geopolítico.  

La finalidad siniestra que se persigue con este genocidio ya no es un secreto dado que algunos referentes sionistas han expresado al público que buscan exterminar a los palestinos, ocupar toda la franja y judeizarla; a partir de ahí, se pondrán en marcha los negocios pactados entre Netanyahu y Trump. No hacía falta que personeros como Amihai Ben-Eliyahu digan abiertamente que “la franja de Gaza será judía” y que para eso es que están asesinando a todos los musulmanes y cristianos palestinos. Es el mismo personaje que sugirió que había que usar armas nucleares contra los palestinos, una sugerencia que al trascender al conocimiento público puso muy incomodos a Netanyahu y a la propaganda de la diáspora sionista global que por estos días ya tiene bastante con el escándalo del rufián Epstein -íntimo de Trump- y sus vinculaciones con el Mossad.

Como se puede ver, todo lo que rodea al poder político en Israel y sus partidarios apesta a corrupción ¿En dónde está la moralidad?

La saña y el sadismo demostrado por los elementos de las FDI y las células de asesinos a sueldo traídos de todas partes del mundo (muy bien pagados por cierto) son el mejor testimonio de una mentalidad enferma y verdaderamente antisemita ya que recordemos, los árabes-palestinos, pese a la muy conocida discriminación que practican los judíos israelíes con ellos, son semitas. Lo mismo ya están haciendo en Cizjordania donde, a diferencia de lo que sucede en Gaza, hay una abominable complicidad de la ANP de Mahmmud Abbas que no duda en reprimir a sus propios hermanos para mantener las buenas relaciones con sus empleadores en Tel Aviv.

El panorama es horrible y las imágenes de niños y hasta bebes muertos ya no por las costosas bombas estadounidenses sino por hambre, dan la vuelta al mundo poniendo en aprietos a los jerarcas sionistas que hacen lobbie en cada país donde influyen. Es por eso que hoy están inundando con su dinero a medios y periodistas para que traten de maquillar los crímenes de su estado.

A cuento de ello solo señalare un ejemplo, el artículo en uno de los sitios que de costumbre se argumenta en favor del interés sionista como es Foreign Policy (https://foreignpolicy.com/2025/07/24/the-dangers-of-weaponizing-antisemitism/ ) que no es otra cosa que la refrita utilización del “antisemitismo” como excusa para acallar voces que denuncian los crímenes del estado judío.  

El actual genocidio que mediante toda clase armas, incluida la hambruna provocada por el bloqueo, los israelíes están llevando contra la población palestina de la franja de Gaza es indudablemente un verdadero crimen antisemita en toda la regla. Es más, el gobierno de Netanyahu y la coalición política de extremistas religiosos que lo sustenta, muy poco tienen de semitas (ya que la mayoría son judíos europeos) y tal vez sea por ello que no les importe asesinar tanto a los palestinos como sus propios rehenes de origen sefardí.

Estos crímenes monstruosos son un hecho y las pruebas están a la vista. Incluso desde la invasión a la franja en 2023 las fuerzas militares y grupos irregulares que sirven a Israel además de palestinos han asesinado a cientos de ciudadanos extranjeros. El asunto que aún no se resuelve o más bien, que no se quiere resolver es ¿Cómo detenerlos y quién aplicará la ley internacional a los criminales?

La situación de los palestinos es ciertamente aciaga pero, hay un factor que los medios occidentales ni mucho menos los gobiernos van a reconocer y es que, si aún no han sido exterminados o al menos empujados por los bulldozers ha sido por la persistencia de la resistencia palestina y por la respuesta iraní en los 12 días que los israelíes y sus jerarcas nunca olvidaran.

La realidad demuestra que la fuerza es lo único que entienden los sionistas ya que ellos mismos, durante los 76 años de ocupación y continuas usurpaciones territoriales han hecho de la misma (y en todas sus refinadas formas), una política.

En esto último es donde se advierte que si la resistencia armada no hubiera existido desde los primeros momentos, allá tanto desde el inicio con el gran levantamiento de 1939 y ya desde 1948, los palestinos simplemente no existirían. No nos olvidemos como existen sectores de académicos e intelectuales dentro del sionismo (con cobijo en occidente) que sin empacho hablan “del invento palestino”, cuando la realidad es justamente al revés.

Justamente, es el invento de un título divino con amañadas interpretaciones de las escrituras, por medio de las cuales los sionistas religiosos han utilizado para darle a la campaña de apropiación y los crímenes que se cometen en el proceso, una legitimidad política que “Der Judenstaat” de su mentor Theodor Herzl no podía ni puede darle. 

Ciertamente que si hay algo que molesta a rabiar al sionismo es que la verdad quede al desnudo. Como los vampiros de las películas, la luz del sol les aborrece solo que aquí es la luz de la verdad lo que detestan a tal grado porque son conscientes que ello destruye sus relatos y fundamentos tejidos con mentiras y complicidades.