martes, 26 de abril de 2016


EN DEBATE


“TRES AÑOS SIN CHÁVEZ”


Cómo la oscura desaparición de Hugo César Chávez Frías sigue creando controversias sobre las reales causas de su cáncer y su inesperada  muerte en Cuba




Por Charles H. Slim  

A tres años de la muerte del presidente y líder de Venezuela Hugo César Chávez Frías, la causa y las circunstancias en que se produjo sigue sin respuestas concretas y no se han precisado los factores que desencadenaron su prematura muerte en aquel 3 de marzo del 2013 lejos de su patria. Para ver que es lo que pudo haber sucedido, es ineludible pararnos en aquel momento y analizar las circunstancias que rodeaban al líder bolivariano y a su país, Venezuela. Es casi sobreabundante tener que remarcar que Chávez fue uno o quizá el único líder de las Américas del sur y el Caribe, quien se plantó sin cortapisas y  con mucha firmeza ante los atropellos de Washington y de sus aliados entre ellos, Israel. 

No hay que olvidar que entre otras cuestiones, Chávez condenaba en forma constante y sin moderaciones, las políticas agresivas y unilaterales de Washington que desataron entre otras, las guerras en Afganistán e Iraq y que luego se extenderían a la farsa que los medios masivos –en manos de activos financieros estadounidenses y europeos- bautizaron como “Primavera árabe”. Con la misma fuerza y convicción –pese al poderoso lobbie mediático- declaraba su repudio a las masacres que Israel continuamente acometía contra la población árabe-palestina  que además de indignar a  los más prominentes sionistas internacionales, llegó incluso a causar la ruptura de relaciones consulares entre Caracas y Tel Aviv, política que fue emulada por Evo Morales en Bolivia.  Ahora bien; en este marco los interesados para que Chávez  desapareciera físicamente del escenario político eran claramente individualizables, pero ello no significaba que fuesen los ejecutores materiales  de estas mal sanas intensiones.

A
ONG de la CIA
lo largo de las décadas que pasaron en la mitad del siglo XX y de los incipientes pero muy ajetreados quince años de éste nuevo siglo, las operaciones clandestinas (Black Ops.) para obtener resultados políticos favorables a los intereses anglosajones, son variados y de diferente envergadura.   De esta manera métodos como golpes de estado, revoluciones instigadas, asesinatos de primeras figuras hasta las intervenciones unilaterales tan acostumbradas en el nuevo siglo, dejan en evidencia como los centros de poder han ido refinando sus tácticas para concretar sus proyectos geoestratégicos de largo alcance.  

Recordemos que la mentalidad que inviste los proyectos geoestratégicos que se elaboran en los llamados “Think Tanks”  en Washington  y en Europa, están fundados sobre la base de necesidades que deberán ser cubiertas a costa de algún país o regiones enteras y si en ellos no existieran crisis “ellos se encargaran de crearlas”.

La Venezuela de Chávez no estuvo exenta de estos intentos. En abril del 2002, falla un intento de golpe contra su gobierno que apoyado por varios canales de noticias del país que estaban en manos de empresarios con nexos con capitales y negocios en EEUU, buscaron entre otras cosas, eliminar físicamente al líder bolivariano. Con el apoyo estratégico y de inteligencia de la marina estadounidense que desde Maiquetía y con el ingreso de un submarino nuclear en aguas venezolanas, coordinaron la fallida operación para deshacerse físicamente de Hugo César Chávez.  Tras desbaratarse la intentona y quedar en evidencia la participación de varios sectores castrenses locales entrelazados con empresarios nacionales ligados a las nóminas de la CIA como era el caso de Gustavo Cisneros, surgió un Chávez mucho más fuerte y decidido que se pudo ver con el correr de los años.

Pero  el odio a Chávez no pasaba solo por sus afinidades con causas que irritan a los sectores necon y sionistas estadounidenses especialmente; la gran inquina contra el líder de una revolución tan particular  que como si de un reloj de arena se tratase, había dado vuelta la situación  política  de un estado en situación calamitosa, débil y sumido a los dictámenes de Washington al servicio de y para una clase política acomodaticia que solo se preocupaba de sus bolsillos.  Por ello, la acostumbrada  corrupción a los más altos niveles y que eran obviados por un estado ausente y sin la menor posibilidad de ejercer sus controles, muchos negociados y situaciones que habían venido siendo como una canilla de la que los ricos se surtían, terminó siendo cerrada por éste “inoportuno caballero”. Incluso durante el gobierno del PP  de Aznar en España, se esperaba con muy buenos augurios la remoción definitiva de Chávez lo que tras verse frustrados en aquella empresa y por miedo a ser asociados al conato, abandonaron a su suerte a Pedro Carmona que ocuparía el lugar en la presidencia pos Chávez y al general Raúl Salazar que era agregado militar en Madrid.  Cuando todo eso se vino abajo –y como acostumbran hacer estos sectores- les dieron la espalda y trataron de desembarazarse de la situación.
Los golpistas del 11 de abril del 2002

De esta manera, los conspiradores de aquella jornada cayeron en desgracia y solo quienes tenían buenas ligas políticas, pudieron refugiarse en EEUU o en Europa. Sin dudas que ellos tenían motivos suficientes para buscar la muerte de Chávez pero, una cosa es el deseo y otra es la acción de materializar ese deseo. 

 Aunque asesinar a Chávez era una operación políticamente peligrosa, los intentos no faltaron aunque, siempre fueron encargados a “terceros” que no pudieran ser relacionados directamente con el Departamento de estado norteamericano o la CIA. Como si hubiera tratado de un continuo procedimiento de ensayo y error,  los diferentes episodios que fueron orquestados desde aquel 2002 en adelante, pasaron desde éste frustrado golpe de estado tradicional, pasando por contratar a pistoleros colombianos, expertos en bombas de origen árabe pero pagados por el Mossad hasta la implementación de una forma de matar mucho más discreta, aunque lenta, ideal para alejar las sospechas de sus reales autores intelectuales.

Serían sus más cercanos y aún más, los de mayor confianza, los que sentenciarían a una muerte lenta al líder bolivariano. Aunque parezca una práctica trillada lo cierto es que los traidores por dinero hacen cualquier cosa; sino basta ver la historia de la humanidad y encontraremos incontables actos de este tipo donde  -obviamente en circunstancias muy diversas- con sigilo o sin él,  aquellos encargados de servir a su rey o líder, terminaban asesinándole por una cuantas monedas de oro. Y si no, como puede olvidarse aquella historia en la cual los griegos al frente de Alejandro Magno, logro sobornar a dos guerreros persas que custodiaban al Rey Darío III quienes por medio de la traición y obedeciendo al noble persa Bessos le asesinaron dentro de su carruaje.  Cuando aquel corrupto y traidor Bessos mando a sus dos asesinos ante Alejandro para probar que el rey Darío III había sido asesinado mostrándole como credencias  sus propios puñales teñidos de la sangre de aquel, el macedonio indignado por semejante perfidia y pese a que Darío III era su adversario, ordenó asesinarles en el acto por  haber traicionado a su rey. 

Hoy los traidores a los más altos niveles de la política no suelen usar métodos tan cruentos ya que sus crímenes deben estar rodeados de la mayor discreción posible, salvo que se busque endilgarle el crimen a otro –como sucedió con el aparatoso asesinato de Rafiq Hariri-. En la mayoría de las veces estos réprobos gusanos que se infiltran en las intimidades de grandes hombres de la historia y que sirven a los propósitos de los que manejan sus actos desde las sombras, son la continuación de aquellos grandes oprobiosos de la historia que como Judas, han venido vendiendo su alma por una bolsa de dinero.  Pero el uso de simples venenos que se agrega a una bebida o a la comida, no suele ser más el método más usado por  los “expertos” en asesinar “sin que se note”.  Desde hace varias décadas, las agencias de inteligencia han refinado maléficamente sus métodos para asesinar sin hacer escándalos.  Usando venenos de contacto que no dejan rastros, hasta  elaborados gérmenes en laboratorios de armas químicas o ingeniosos y letales dispositivos punzantes radiactivos, agencias como la CIA, el Mossad e incluso la ex KGB, se han cargado la vida de varios importantes personajes de la inteligencia y la política mundial.  En éste listado, dos son los más fuertes sospechosos de haber tenido que ver con el origen de ese “tumor canceroso” que el mismo Chávez anunció públicamente en 2011 (v. http://eleconomista.com.mx/internacional/2011/06/30/chavez-admite-que-le-detectaron-cancer )

Tal como lo señala una interesante columna de la periodista Eva Golinger en el medio ruso RT.com , uno de los intentos más ocultados por afectar a la salud de Chávez se dio casualmente en su visita realizada a New York en 2006, más precisamente cuando acudió a dar una charla en una universidad local, donde tras una revisión de seguridad sobre el sector donde se había ubicado el mandatario venezolano detectaron con un contador “Geiger”  altas lecturas de radiación que provenían más puntualmente de la silla donde se había sentado Chávez (v. https://actualidad.rt.com/opinion/eva_golinger/205421-claves-asesinato-hugo-chavez ). 

Aunque muchos medios trataron de ridiculizar la posibilidad de que se pudiera usar agentes radiactivos para enfermar deliberadamente la salud de un sujeto, el antecedente del fallido caso de Alexander Litvinenko  desató el escándalo ante los medios y abrió un abanico a las sospechas de quiénes en realidad habían sido los autores de la inoculación del agente radiactivo “Polonio 120”, que se le conoce como el “asesino silencioso”.  Aunque inmediatamente desde los medios anglosajones se acusó difusamente al MBD ruso como forma de vengarse contra el ex camarada de la KGB que se había convertido al Islam y trabajaba con los chechenos, las sospechas también apuntaban al MI-6 británico y sus colegas del Mossad israelí, quienes tenían en su historial varios asesinatos con estos métodos silenciosos. Esta última agencia tenía muy buenas razones para eliminar a Litvinenko ya que, según informes de inteligencia occidentales,  éste pretendía establecer un lazo directo entre Hamas de palestina y los combatientes chechenos que podría generar un eje de colaboración intolerable para Tel Aviv.
Yasser Arafat unos meses antes de su muerte

Justamente y ligado a palestina, el caso de Yasser Arafat desató una serie de cuestionamientos sobre las reales causas de la afección que terminó matándolo en 2004, dos años antes del incidente Litvinenko. Desde la OLP y el Hamas e incluso desde todos los gobiernos árabes y no árabes en la región, no hubo dudas sobre su autoría y señalaron a Tel Aviv como el responsable detrás de dicha muerte.   A pesar de que los rastros no podían complicar al Mossad, sus antecedentes –fracasado intento de envenenar a Kaled Mashal- en 1997 en Aman- dejaban en claro que era la única agencia que realizaba este tipo de envenenamientos con elementos tan sofisticados.

Fue así como tras descubrir aquella silla radiada en el palco donde se había sentado Chávez, no dejó lugar a dudas de quienes estaban muy bien familiarizados con tretas tan maquiabelicas como complejas.  Incluso, habría sido muy factible que aquella tuviera instalada una muy delgada aguja que tratada convenientemente para que no fuese sentida por el ocupante de la silla,  facilitara el ingreso de una cantidad ínfima de veneno radiactivo, que depositada en el torrente sanguíneo comenzaría una labor degenerativa lenta pero progresiva, advertible recién al paso de meses o años, dando suficiente tiempo para alejar las sospechas de sus ejecutores materiales y por supuesto de sus autores intelectuales. 

Sin dudas, allí radicaría la causa de ese mal que apareció de repente y que como un rayo, habría terminado con su vida en un hospital de la Habana Cuba.  Y éste último comentario sobre la potencialidad de dicha causa originadora de la muerte de Chávez, no es casual ya que, según algunas fuentes, afirman que el mandatario por órdenes del mismo Fidel Castro y su círculo de alcahuetes, fue asesinado en el hospital donde se hallaba. Los motivos para terminar con la vida del líder bolivariano se fincaría en que la popularidad de Chávez y su revolución bolivariana habían opacado al proyecto mesiánico de la “Gran patria socialista” o la “Gran Cuba” . Pese a las apariencias de una supuesta congoja de los personeros cubanos y del órgano del Partido Comunista, una parte de los cuadros chavistas advirtieron esto y comenzaron a tomar distancia de la influencia cubana que se pudo ver con serios roces entre asesores militares con base en Venezuela.


En definitiva,  Hugo César Chávez pese a su desaparición física ha dejado un legado para las generaciones futuras y claramente, una tarea de liderazgo que claramente no está a la altura del actual Maduro, tan maleable a las pretensiones de la Habana. 

domingo, 24 de abril de 2016

VETERANOS DE AYER



AQUEL EXTRAÑO ACOMPAÑANTE DEL T.88

Un supuesto episodio de pos guerra del Golfo  Pérsico que demostraría el temor latente que Londres mantenía sobre la presencia argentina en aquel conflicto




Por Dany Smith (Contact to: DASMITHS@OUTLOOK.COM)

Era a mediados del mes de abril de 1991 cuando la escuadra naval argentina que volvía de su participación en la guerra del Golfo Pérsico, no advertía que desde lejos y muy discretamente venían siendo observados por  uno de los “aliados” con quienes habían compartido tareas en aquella guerra. Con la mayor discreción y sin menospreciar la capacidad demostrada por  los marinos argentinos en aquella guerra, los ojos británicos observaban con sigilo el regreso a casa de sus viejos rivales.  Según informes “reservados” de la real inteligencia naval que fueron ventilados en internet, estaban siendo seguidos por el submarino británico HMS “Tireless” que obviamente no operaba por cuenta propia. Habiendo pasado el ecuador, el destructor “ARA Alte Brown” y la corbeta “ARA Spiro” navegaban a velocidad crucero sin las preocupaciones y lejos de los nervios que habían soportado en aquellos meses en el duro Teatro de Operaciones en Kuwait, sin advertir que habían entrado en zona de la jurisdicción de la OTAN bajo el control de la base británica de la RAF que se halla en la isla Ascensión.

Pese a que la guerra por Malvinas había terminado hacía casi una década, extraoficialmente los británicos no tomaron con muy buen agrado la participación argentina en el Golfo Pérsico. Aunque al principio menospreciaron la posibilidad de que Argentina pudiera  ofrecer algún aporte valorable a la misión, el tiempo terminó demostrándoles que pese a la crisis interna que pasaban, sus capacidades operativas terminaron siendo destacables. Eso llevaría a que tras la finalización de la operación “Tormenta del Desierto”,  los cerebros de Royal Navy tras sus informes al Foreing Office, se decidiera echar un ojo más cerca a éstos circunstanciales aliados.  No se trataba de una cuestión de sentimentalismos nacionalistas o de patriotismo –del cual los británicos no hacen mucho caso-. Las objeciones, especialmente provenidas de los sectores castrenses y del Ministerio de defensa de entonces, se fundaban en que la inserción de Argentina en semejante contexto, podría darle ínfulas y muy buen crédito a la vista de los norteamericanos. Otro de los temores estaba en el posible acercamiento institucional entre las armadas norteamericana y argentina que pudiera culminar con la adquisición de nuevos equipos y navíos más modernos.

La guerra había terminado pero para los británicos, los argentinos seguían siendo una seria preocupación para sus intereses en el extremo sur. Fue tras el final de aquella contienda, que Londres reforzó su presencia naval y aérea en las islas con el respaldo estratégico de la OTAN. A pesar de que también  el Foreing Office puso el grito en el cielo cuando se entero que una fuerza naval argentina participaría en las operaciones del Medio Oriente, la administración de George H. Bush por intermedio del Departamento de Estado y el entonces jefe del Estado Mayor Conjunto General Collin Powel, llamaron a la moderación de sus colegas británicos y a tolerar las nuevas reglas de juego que se ponían en marcha. “Los argentinos ahora son nuestros aliados…y deben ser tratados como tales” –habría dicho Powell a su homologo británico- en una de las reuniones que se celebraron para la coordinación de las operaciones en marcha. A contraparte de esta postura en la que Washington buscaba solo, juntar cuantos aliados pudiera, Londres y en especial el Ministerio de Defensa ante la realidad imperante, no dejarían pasar la oportunidad para estudiar de cerca a los enemigos íntimos más dañinos de finales de siglo.  

Según varios informes que fueron calificados como “clasificados” por el organismo de inteligencia que operaba en el teatro de operaciones y que estaba dirigido y coordinado por cerebros estadounidenses, no dejaron pasar las continuas maniobras de observación y de vigilancia indirecta que los británicos realizaban por su cuenta sobre las dos unidades argentinas que se hallaban desplegadas en el sur de aquel escenario. 

En algunos pasajes de uno de estos documentos se señala que mediante la observación con prismáticos de alto poder se hubo estado controlando las tareas y movimientos del destructor “Alte. Brown” y la corbeta “Spiro”. Como los norteamericanos controlaban las comunicaciones y el sistema de vigilancia electrónica por satélite, fue imposible para los británicos tratar de usar esos recursos para escudriñar impertinentemente dentro de las naves argentinas. Fue por eso que debieron echar mano a las  viejas herramientas del espionaje militar. Las mismas se habrían realizado día y noche (con prismáticos NIGHT-SCOPE y señales de luces) desde vuelos de helicópteros y desde buques como el hospital flotante “HMS Argus” y el destructor “HMS Cardiff”, elaborando un informe pormenorizado que sería entregado a Londres a finalizar la campaña.  Precisamente, éste destructor que era de la misma clase de los gloriosos “ARA Hércules” y “ARA Santísima Trinidad” había sido parte en la guerra de Malvinas en 1982, operó muy cerca del grupo argentino.

Pero las indagaciones sobre las actividades de los argentinos y de su material naval, fueron más allá de las aguas del Golfo y según continuaba el informe, era parte de éstas operaciones, que un submarino siguiera en detalle la travesía que realizarían para la vuelta. Algunas versiones agregaban que los comandantes de la Royal Navy en “WhiteHall” no estaban muy de acuerdo con esta operación y que de no haber una orden firmada por la propio ministro (John Major), había que insistir con su innecesariedad.  Pero las ordenes políticas del Foreing Office parecieron imponerse por sobre las cautelas de los altos oficiales navales.

Según esta versión, la operación británica tenía que pasar inadvertida tanto para los argentinos como para los EEUU ya que si eran descubiertos podría causar un incidente diplomático dándole argumentos a Buenos Aires para apelar a la mediación de Washington y una posible reactivación del tan molesto y ácido tema de la soberanía que  a esa altura el gobierno de Menem ya había congelado con los llamados acuerdos de Madrid firmados entre julio de 1989 y febrero de 1990 que se complementaria con el –muy poco conocido- acuerdo firmado el 11 de diciembre de 1990 nominado como el “Acuerdo de Londres”.  Era por esta delicada circunstancia que sus movimientos deberían ser tan sigilosos como discretos.

Cuando entraran a aguas de países de la OTAN debían mantenerse fuera del alcance de sus sonares y no despertar sospechas ya que ni los norteamericanos y menos aún la OTAN estaba al tanto de estas pesquisas.  De esta forma el submarino “HMS Tireless” que se encontraba en reparaciones en Gibraltar fue asignado a la tarea de interceptar a los objetivos argentinos en las proximidades de las islas Canarias y desde allí seguirlos hasta su llegada a Puerto Belgrano en la Argentina.  Sobre la nave que persiguió a la escuadra argenta, surgen algunos contrasentidos ya que otros informes de inteligencia de la época señalaban que el submarino que se hallaba presente a la fecha en la ruta de las naves argentinas y que fue detectado tras el cruce del ecuador era el  “HMS Superb” que se hallaba operando al norte de la isla de Ascensión a unas 6 millas de “English Bay”.

El reporte de un helicóptero “Sea Linx” de la Royal Navy con base en Ascensión, dio cuenta que el 11 de abril de 1991 cuando patrullaba por las aguas del norte de la isla habría avistado a uno de los buques argentinos que preparaba su derrota hacía puertos brasileros, presumiblemente Fortaleza o Natan. 

Continuando con este reporte, la tripulación del helicóptero ni los mandos en la base de la RAF de la isla, estaban al tanto del seguimiento que se estaba haciendo.  Aunque el hecho es bastante dificultoso por la distancia que se asegura el contacto visual, lo cierto es que en esos momentos un submarino británico ya estaba siguiendo con mucha cautela y a una distancia prudente al convoy.

Según revelan otras fuentes, el desarrollo de la operación solo estaba en conocimiento del capitán del submarino, el Comodoro Christopher Craig y el entonces responsable del Foreing Office Douglas Hurd, quienes solo mantuvieron contactos informativos mediante reportes escritos a sobre cerrado y las conclusiones volcadas en el informe. Sobre los pormenores de éste, las fuentes dieron a conocer algunos de los puntos que involucraba la tarea de seguimiento a los argentinos. Se trataba de un cuestionario que tenía puntos desde la identificación de tripulantes que habían participado en la guerra de Malvinas hasta la evaluación del desempeño de las tripulaciones, estado de sus equipos, armamento, pericia sobre sus tareas, grado de profesionalismo y ánimo advertible calificándolo con una tabla numérica del 1 al 5; estado de sus helicópteros embarcados y posibles modificaciones advertibles; ¿Qué armas portaban y si tenía misiles, origen, tipo, clase, y detalles de su apariencia física?; estado de su electrónica y contramedidas; sistemas de radar y posibles mejoras en general etc, etc, etc.

Una última observación a lo que planteaba esta operación y según lo indicó la fuente que filtró esta información, el objetivo último y más trascendente de esta “Task Force” habría sido conocer si la Armada argentina mantenía alguna capacidad ofensiva o posibles perspectivas de que pudiera amenazar a sus instalaciones militares en Malvinas, Georgias y Sandwichs del sur.

Para algunas fuentes, la decisión tomada por los británicos fue impulsada por una obvia necesidad de testear o quizás mejor dicho, de verificar directamente y sin intermediarios el estado operativo de su enemigo sudamericano que sorpresivamente había pasado a ser un estrecho colaborador de Washington. Aunque su curiosidad pudo haberse satisfecho con un pedido de informe a sus colegas norteamericanos sabían que era muy posible que solo le informaran pormenores que no tenían la mínima importancia para “Asuntos exteriores”. Para la mentalidad inglesa, el gobierno de Menem y su aparente vuelco hacia la OTAN supuso que los argentinos se traían algo bajo la manga y así era, querían cerciorarse de que se trataba.


Este raro episodio de espionaje en momentos que justamente se derrumbaba la URSS y con ella, todo aquel escenario de la guerra fría que se caracterizo precisamente en décadas que insumieron incontables recursos destinados al espionaje y contraespionaje, fue enterrado y mantenido  bajo el más absoluto secreto en los polvorientos archivos de la Real Inteligencia Naval que luego de 25 años, vinieron a salir a la superficie por mera casualidad o tal vez, por la el accionar de manos impertinentes que ha ayudado a desclasificar miles de documentos que hoy pululan por el internet.   

jueves, 21 de abril de 2016

INTERNATIONAL


"CIRCUS AND ELECTIONS IN U.S.A."


How affect the new US administration Argentina according to each of the prospective candidates




By Dany Smith

Like a screwball comedy is involved, primary elections in the United States appears to address a hilarious end and certainly very predictable. It is beyond the multifaceted offer of candidates in which the propaganda of American communicational pro-establishment clings to showcase its much-touted "democracy" actually a closed and very far to the decisions of ordinary people electoral system hides and directly serving elites that make up the American deep state.

You can not deny that the whole media circus around the political campaign that is plotted through discussions, debates and even parodies performed in major television shows like "Saturday Night Live" broadcast on NBC, they are a powerful stimulus to draw the attention of a public that, shaken by the harsh daily realities, seen in appearances as Democratic candidates like Hillary Clinton or Bernie Sanders crossed with Republicans like Ted Cruz, John Kasich or the ineffable Donald Trump in apparent irreconcilable strife of ideas where all while offering magic solutions to the serious situation in which the state of the union is in the grip.

But will the governors of every state of the Union, who will then elect their respective presidential candidate, weighing for it the opinion of entities such as the National Governors Association that brings together what could be called, to the innate cream of society white Americans, the conservative spirit of the US and is represented in so-called WASP (white Anglo-Saxxon Protest), so concerned about preserving the purity of American society. As pointed out interesting articles Therry Meyssan journalists (v. Who will be the next president of the United States? Http://www.voltairenet.org/article191079.html ), candidates for president do not bring any government program or for the common good solution since the only and main interest in this curious "democratic" system, only it seeks to benefit their constituents who in turn are influenced by interests of the most varied nature.

All this mess of candidates and alleged proposals for overcome change the Obama era, the truth is that, by analyzing each of the possible candidates for the White House, have in themselves serious and contradictory situations that can go to the detriment of their governments and the same country. First we have a strange candidate like Ted Cruz, who can not to consider with chances to gain the presidency. For many analysts this Hispanic US citizen and become a Protestant convert is only a model for the ornament and demonstrating how far a Hispanic can drag to try to be accepted by US political circles. On the other hand we have Hillary Clinton, senator from the state of New York and converted into an activist for women's rights, he believes it has gone into the pocket to women voters and several feminist organizations that border with the pro- activism Lesbian. But although the facade of the New York lawyer was present as a "feminist progressivism," the fact that behind her, along with her neurotic and unpredictable genius depend criminal cases for serious crimes including the suspicious death of the US ambassador in Benghazi in 2012 and its implications inexplicable matters are as murky as the appearance of "ISIL" in Syria, talks to support them monetarily and with the provision of weapons. And if that were not enough, the farce of the "Operation Geronimo" in which supposedly were killed Bin Ladem and threw him into the sea.

Another candidate in dance is the bizarre entrepreneur Donald Trump who positioned in one of the wings of republicanism, is the representative of an American populism that aims to move away from the elitist political class that has become rich at the expense of their positions within the public function. In this sense, Trump threatens pro-establishment and is not at all desired him as occupant of the White House.

But what can benefit Argentina to succeed Clinton as a Democratic or a Republican like Trump? Honestly no change to the agenda of Argentina except maybe and according to the positions that have been discoursing each of these candidates, it is possible that their policies for the Southern Cone and especially for Argentina, has some shades but nothing that makes a strong difference. One thing is sure is that whoever was elected president, Buenos Aires must dance to the tune of the White House. What if broadly can foresee is that if Donald Trump won the presidency, would portend what many analysts as the return of a US isolationist something impossible in the world of today, or rather, the implementation of the brake expansionist and interventionist policies that Barack Obama continued his predecessors. This will certainly cause concern in conservative circles both Republicans and Democrats and especially in -AIPAC Zionist pressure groups and others which clearly has put the eccentric Republican candidate in the crosshairs of potential obstacles should arrive at The presidency.

On the other hand, if Hillary Clinton were elected as president, it is expected a completely contrary policy which outlines the billionaire candidate. Domestically Clinton's promises to improve the economic and employment situation is a "recreation" of those raised by Obama when he aspired to the presidency. 

Externally, the position has shown when development functions in the State Department closer to the "Pentagon hawks" and "neocon" than the historical stance Democrat; although it must be emphasized that recent history has made it clear that Republicans and Democrats are only adjustable variables and the interests of the State of the Union which in turn are influenced by pressure from powerful groups and individuals positions. This is where lies the panacea and the real possibilities for a candidate to win the presidency. In that sense, Clinton shake ties with the government of Macri in a geopolitical axis to try to argue and justify authorship of Iran in the terrorist actions of the nineties in Argentina and even the authorship of the assassination of federal prosecutor Alberto Nisman .

In this sense, the position of Senator of NY receives much welcome the support of the major pro-Israeli lobbies and powerful individuals like Paul Singer, Goldman Sacks and many others, linked to this Zionist ideology, they are entering Argentina for the auspicious position of the Argentine government.
Thus both Clinton and Trump, they must go through the Zionist testing of these groups, leaving it clear that the position that most pleased unleashed among its adherents has been the declamations Avenue candidate in "extreme feminist".

Note but, as each of them have passed through the filter of the powerful AIPAC, which this March 21 last, the Clinton candidate promised among other things, harass more decisively to Iran by imposing the toughest possible sanctions , obtaining his speech by a burst of applause (v. TIME. "Hillary Clinton speech to AIPAC." http://time.com/4265947/hillary-clinton-aipac-speech-transcript/ ). Nor should we fail to note that the position of Hillary Clinton is applauded by international Zionists who expect the deepening of the actions of EEU in support of Israel for a good time, complete with claims and recognition of a state Palestinian.


Finally, the position of Hillary Clinton welcomes undoubtedly the powerful sector of the defense industry with this type of expectations, promises to revive the lucrative defense contracts and development of new weapons to try surely in a new war scenario, with a government at the hands of Clinton leads predict no margin for error, the expansion of military operations to the waters of the Persian Gulf with objective at this time, to attack, or try some provocation against the Islamic Republic of Iran. In this scenario, Argentina could be complicated by its new geopolitical positioning without neglecting the possibility that becomes an active part in joint operations with US armed forces in other latitudes, especially in the Middle East.

lunes, 18 de abril de 2016

EN DEBATE



¿PRAGMATISMO O INTERÉS NACIONAL?

Cuáles de estos dos criterios será el que Macri seguirá para sacar a la Argentina de la crítica situación socio-político y económica




Por Charles H. Slim


Mucho se ha dicho sobre el supuesto pragmatismo que encarnaría las decisiones del presidente Mauricio Macri al momento de encarar políticas de estado que beneficien a la república. Pero ahora bien ¿qué significa una política pragmática? Bien, si miramos un poco para atrás en la historia veremos varios ejemplos de ello. Si lo vemos desde el punto de vista de la hermenéutica la palabra nos dice que se trata de tomar en cuenta, solo los efectos prácticos y nada más, es decir, solo importa lo que funciona. Se trata de una visión de cómo funciona el mundo real y objetivo.  Esta acepción del término pareciera que encaja muy bien en la mentalidad de un ingeniero como lo es el actual mandatario, acostumbrado a la frialdad de los números, dimensiones precisas y una esquematizada visión de la realidad que no deja lugar a las abstracciones sin aparente sentido.

Pero el pragmatismo es también una ideología –aunque Macri no lo sepa-, en la cual, se actuara teniendo en cuenta cuales pueden ser las consecuencias futuras por acciones presentes. Además y como elementos muy importantes de esta visión,  nada es fijo y en especial no hay verdades absolutas que se hallan sujetas al cambio con el paso del tiempo. Tal vez mucho puedan ver en esto último, a las conductas de los políticos argentinos que cambian de bando según la conveniencia del momento, pero eso no tiene nada que ver con el pragmatismo.

Se podría decir que el pragmatismo es una forma de seleccionar fórmulas o caminos que aseguren un éxito rápido y concreto alejándose de cualquier lealtad a una ideología o incluso a una tradición.

Yendo a su aplicación en el área de gobierno, vimos como otro gran pragmático como  fue Carlos Saúl Menem en la década de los noventas, creyó que su apertura descontrolada de la economía, su alineamiento sin cortapisas claras con potencias extranjeras y privatización de amplias zonas del estado a favor de corporaciones extranjeras y traicionando principios irreductibles del verdadero Peronismo, eran no solo efectivas sino  que también, presuntamente benéficas para la población argentina, una falacia que no tardó en verse reflejada en la realidad.

En el caso del menemismo, al paso de los años se pudo ver que más que pragmatismo pudimos vivir un verdadero  ejercicio del “interés sectorial” que beneficio a una pequeña porción de la sociedad argentina –encarnada en especuladores financieros y yupis- y por supuesto, a los grandes intereses extranjeros que, bien recibidos por su gestión, terminaron adueñándose de empresas públicas y llevándose sus sacas llenas de dinero a sus países de origen. En este caso pudimos ver que aquel pragmatismo implementado no sirvió en nada para el interés nacional sino que incluso, pareció ser contrario a éste.

En la actualidad y pese a que muchas veces se han hecho paralelismos entre Menem y Macri, lo cierto es que no son lo mismo por el simple hecho de que no son las mismas circunstancias geopolíticas en las que Argentina  se halla inserta en el mundo y menos aún, por el grado de conciencia que hoy existe en una sociedad mucho más atiborrada de información y con una experiencia clara en lo que representa un gobierno neoliberal.   

Menem era un pícaro pero que termino pagando cara su picardía. Por aquel entonces, se alineo a Washington esperando los beneficios por su obsecuencia. Con lo visto, ni su gobierno ni menos aún el país, recibió nada de EEUU más que promesas incumplidas.

En ese entonces, la Unión Soviética de venía abajo y Rusia perdía toda su influencia geopolítica por lo cual, Menem y Cía trataron de colgarse del tren de los triunfantes para salir en la foto de la historia.  Ahora bien ¿Tendrá Mauricio Macri la misma capacidad de sorpresa para jugar en la política y en especial con la geopolítica? Al parecer y solo a simple vista, no parece que el presidente tenga ese toque y menos aun el carisma para lograr obtener un giro a la situación en la que se halla enfrascado el país.  Y es que, a pesar de su lealtad a las políticas de Washington y su alineamiento a la postura de Israel para abandonar todo apoyo al reconocimiento a un estado árabe-Palestino, todavía no llegan las tan prometidas inversiones que dicho sea de paso aclarar, provienen de estos lares. Pese a que su equipo económico se encuentra implementando un plan que debería abonar el terreno para obtener la atención de potenciales inversores extranjeros, nada parece moverse en ese sentido.  Algunos mal pensados sostienen, que desde aquellos sectores que han respaldado a Macri, se está tirando del sedal para ver hasta donde aguantara el gobierno argentina con fin último de crear un caos controlado.  No hay que olvidar que el mundo se halla sumido en una guerra que tiene tres frentes, el campo de batalla con las armas, el del espionaje y el mediático mundial, donde los directores a cargo de ella, podrían bien asignarle un rol a la Argentina y al Cono sur.

Si aquella posibilidad fuera cierta, sin dudas de que Argentina estará en serios problemas. Ahora bien, a pesar de aquellas cercanías con la ideología sajona el gobierno parece haber interpretado la realidad geopolítica que se basa más en intereses comunes que en lealtades ideológicas. Pareciera ser un contrasentido pero, créanlo, ello es así.  Y así a su vez pareciera –gracias a Dios- que Macri y su gabinete  han reconducido o, -al menos están comenzando- su política exterior tratando de despegarse de la tan criticada posición de un posible “alineamiento automático” como se vio con el gobierno menemista. Y la motivación para tomar estas iniciativas –muy acertadas por cierto- podría radica en que Macri y Cia se han dado cuenta de que, una cosa son las simpatías y otros los intereses que en el caso de la ideología que encarna su sector, está muy ligada a quienes contrariamente son los enemigos históricos del país.

Una de estas señales se vio cuando la representante exterior de Argentina Susana Malcorra se reunió en Moscú con el canciller ruso Sergüei Lavrov, en donde entre otras cuestiones, trataron la situación actual de la política entre ambos países y la continuidad en los nexos que se habían establecido con el anterior gobierno, algo que fue muy bien recibido por el Kremlin y visto con no muy buen agrado por Washington y sus satélites.  Además y algo que ambas partes dejaron sentado, es que no son aceptables las políticas “de intervención unilaterales” en franca alusión a las aventuras de EEUU y sus aliados que desde hace 25 años hasta esta parte, vienen sembrando de caos varias regiones del mundo.  Ésta visita protocolar y las declaraciones que se obtuvieron muestran un inesperado giro en lo que los intereses “anglosajones” esperaban del empresario avenido en presidente; y es que, aunque para algunos esto suene a poca cosa, créanlo bien, para Washington y los sectores ultraconservadores y del Neocon estas declaraciones no caen bien. Desde un punto de vista político, sin dudas, Macri le ha tapado la boca a muchos y si profundiza estas relaciones, es muy posible que Argentina pueda llegar a ser el socio que con el otrora gobierno no podía ser.

Hoy Rusia y China se hallan en una clara carrera de ascenso dentro de la geopolítica y lejos de aquellos años en los que Washington y la OTAN acapararon el poder mundial mediante aquel unilateralismo que el mismo George W. Bush en su discurso del 11 de septiembre de 1991 ante el Congreso bautizó como el comienzo de un “Nuevo Orden Mundial”. En estas nuevas circunstancias, Macri –a diferencia de Menem- tiene opciones: o seguir con el unilateralismo norteamericano o seguir el camino del multilateralismo el cual ha venido siendo apoyado desde la Federación rusa y China. Desde esta perspectiva, las posibilidades de buscar asociaciones es mucho más democrática que la subalternidad que trae implícita aquella postura norteamericana.  

Y la pregunta que ustedes se harán es ¿por qué el otro gobierno no habría podido ser un “socio” confiable para Rusia? La respuesta surge tajante y breve: No había paridad para semejante situación; ello se puede graficar metafóricamente con poner a un ratón al lado de un oso ¿qué clase de sociedad puede haber entre ese pequeñín y el gigante peludo? Pues cualquiera menos una sociedad.  Además, el gobierno de la presidente Cristina Fernández era políticamente un cartón pintado que entre otras cuestiones, rebosaba  por su inconsecuencia política  en temas de política exterior  y que solo eran el reflejo de su política doméstica (v. http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2015/10/nacional-la-dudosa-geopolitica.html )

La misma situación es la que existe con la China Popular, con quien el anterior gobierno trabó lazos más profundos, un punto acertado en lo que hace a expandir los mercados para productos nacionales, la apertura de una nueva plaza financiera  y a su vez  -mediante la instalación de la base china en Neuquén- buscar balancear la influencia geoestratégica de EEUU y el Reino Unido en la región, que se materializa con el triangulo militar y de inteligencia con las bases militares de Ascensión (Brasil), Isla de Pascua  (Chile) y Malvinas.   Y a pesar de que los intereses externos que financiaron la campaña mediática de algunos periodistas   -entre otras cosas-  se buscaba crear una mala impresión de la presencia china en Argentina y de sus posibles segundas intensiones (v. http://www.perfil.com/politica/Que-esconde-la-base-espacial-china-en-Neuquen-20150629-0005.html ), cierto es que ello no ha causado los efectos esperados. 
Susana Malcorra y Sergüei Lavrov

Igualmente y más allá de las posturas en pro o en contra, una cosa es real y es que, Argentina se halla inmersa en la pulseada geoestratégica entre la OTAN, China y Rusia que tuvo como episodio cercano, el hundimiento del supuesto pesquero chino en aguas argentinas. Recuerden que el episodio se dio en momentos previos a la llegada de Obama al país, lo que agregado a fuentes reservadas, que aseguraban que dicho navío no habría sido ni un pesquero ni menos aun, hundido por la prefectura argentina, hizo repensar la situación de la defensa nacional.    

 Pero con las nuevas orientaciones del gobierno que buscan sanear amplias áreas del estado, que se había convertido en un conjunto de meros apéndices clientelistas de una estructura partidaria construida por el matrimonio Kirchner, el país ha entrado en una nueva etapa donde podría verse un cambio superlativo en el funcionamiento de todas las áreas vitales de aquel. El despido de varios miles de “funcionarios y empleados” que habían sido colocados por la era K se enmarca en esos planes.  Y aunque se ha tratado de argumentar una arbitrariedad en estos despidos lo cierto es que, de las arcas del estado salían millones de pesos al mes para pagar a gente que en muchos casos no tenía idea de lo que hacía en esos puestos y muchos otros jamás concurrieron a trabajar.  Sin dudas, ésta decisión  se enmarca en una clara práctica pragmática que busca cerrar la canilla de gastos a cuenta del estado y de la cual –a costo de un alto precio político-, no cualquier presidente hubiera llevado adelante. 

Habría que creer que, el presidente Macri ha entendido que su país no es un pequeño cantón suizo como muchos de sus colegas creen que puede manejarse, ni tampoco un país como Alemania –como dijo un energúmeno no hace mucho- o incluso como alguno de sus vecinos.  A pesar de las cercanías, las situaciones de cada uno de ellos, está marcada por una realidad político-social muy diferente. Y si no basta mirar lo que está sucediendo en  Brasil, donde el gobierno del PT, enlodado por fastuoso casos de corrupción,  se derrumba como un castillo de naipes. Por estos mismos momentos, se ha desatado el escándalo con el pedido de juicio político a Dilma Rosseuff lo que ha polarizado a la sociedad en forma peligrosa.


En lo que hace a la política exterior, si el presidente Macri ha interpretado los verdaderos intereses nacionales, sin dudas que deberá enfilar sus políticas hacia una mayor apertura al resto del mundo, no dejándose sujetar por el engañoso lazo anglosajón que dicho sea de paso, no representa a la diversidad que existe en la comunidad internacional. Es más, éste último terminó que fue robado y continuamente usado por Washington y sus socios de la UE para arrogarse una representación que nadie les dio, terminó siendo el argumento para que se concretaran grandes crímenes internacionales que, pese al paso de los años, aún están por juzgar.