sábado, 29 de noviembre de 2025

 

WAIT BY ARGENTINA

¿Para qué lado se inclinará la Argentina en el actual y muy volátil contexto geopolítico?, ¿Es posible que el país pueda proponer una idea propia para su desarrollo?

 

Por Javier B. Dal

Es imposible no advertirlo cuando caminas por las calles de Buenos Aires. Según quien sea a quien le preguntes, pareciera que hay dos países muy diferentes: Para unos el gobierno de los Milei está cambiando la situación mientras que para otros, la situación empeora día con día. Sacando los intereses los partidarios que se ocultan detrás de cada una de estas posiciones y la corrupción que cada bando evidencia, subyace la realidad que cualquier simple ciudadano ve caminando la calle y en ella se revela una crisis económica que no cede.

Así como están estas dos percepciones, están quienes desde los medios editorializan cada una de ellas obviamente, sometidos a los intereses que cada uno responde. Desde una perspectiva intermedia diría que el país se halla en un “Wait by”, en una situación que no se define pero que sea para el lado que se vuelque, lo hará de forma extrema.

¿Cuáles son esas alternativas que precederían al Wait By? Los argentinos (otra vez) se hallan ante una diabólica bifurcación política signada (como siempre) por los movimientos y los vaivenes ideológicos que surgen y afectan al mundo anglosajón. Así, hoy podemos advertir un tironeo entre una nueva derecha (modulada por el sionismo revisionista) y una izquierda que aún sin querer asumir una posición realista y comprometida en geopolítica (del lado del multilateralismo) debe ayornarse al nuevo milenio. Aclaremos que alternativas intermedias no existen ya que de un momento a otro terminan siendo cooptadas por los extremos. Milei es quien representa la primera alternativa que como ya quedo claro, es tan libertaria como la de Donald Trump (ironía) y en esa línea, en nombre de la estabilidad financiera (que aún no aparece) encadenará al país a las discutibles y peligrosas decisiones de Washington y del poder real a las que allí se ven sujetas que se ejercen desde Israel ¿Acaso estaría dispuesto a dar una cuota de sangre para recibir esos beneficios financieros?

La ventaja que tiene Milei y la gente que le sigue es que tienen un país para armar, ya que sus predecesores (peronistas y kirchneristas) lo han roto en mil pedazos. Es por eso que está en curso un proceso de prospección, marcación y remoción de ciertos polos para ser (convenientemente) reemplazados por capitales externos. En esto los Milei no tienen empacho en mostrar su anuencia. Pero en esta tarea, su gobierno debe respetar las pautas y las directrices que bajan desde La Casa Blanca y también de su tan admirado estado de Israel que ya se están llevando a la práctica funcionarios clave como Caputo, Petri (y su reemplazo por un general en actividad) y la hoy senadora Patricia Bullrich en las áreas de inteligencia, defensa y doctrina de seguridad interior respectivamente.

Sobre la política de seguridad interior, la obsecuencia política llega a tal punto que el departamento a cargo de Bullrich estaría diseñando un modelo operativo calcado al Departamento del Homeland Security estadounidense.

Siguiendo con lo anterior, esto representa el alineamiento argentino en la geopolítica y las acciones político-militares tanto de EEUU como de Israel con las consecuentes derivaciones que ello tendrá, máxime si consideramos que por estas horas EEUU además de verse escrutado por sostener a un régimen corrupto neonazi en Kiev, está amenazando (contra todas las resoluciones de Naciones Unidas) a la soberanía de Venezuela bajo una cortina de humo que ya sabemos, es la nueva estrategia de Washington para intervenir en la región. Pero más allá de los aplaudidores y obsecuentes de los medios en Buenos Aires, la incógnita para los argentinos conscientes sobre esto es ¿Qué es lo que Milei promete a estos actores por su apoyo financiero?

Una respuesta podría ser la de entregarle a EEUU espacio territorial no solo para bases militares sino también para que radique ciertas industrias de importancia estratégica solo y bajo la estricta administración estadounidense.  

Siguiendo con la situación económico-productiva, el país se halla estancado pese a que Milei habla de logros en la baja de inflación y la política fiscal. Lo cierto es que los empleos caen, los negocios cierran no solo por la presión fiscal y la imparable suba de los servicios sino también por falta de consumo y las supuestas promesas de reactivación del mercado para emprendedores que como se advierte, solo es una opción para pocos.

La infraestructura productiva además de limitada, también esta resintiendo su situación. En esto se revela en una afección de las conductas colectivas de los argentinos ya que, pesa mucho más y son más trascedentes los negocios que giran en rededor del futbol (intrincadamente relacionados con la política y negocios turbios) que alentar el desarrollo en puntos críticos para el desarrollo de la nación. Recordemos que el país hace tiempo vendió sus desarrollos tecnológicos y científicos estratégicos que podrían haber colocado al país en una situación muy diferente, contentándose hoy a lo mucho con producir lavarropas y electrodomésticos con componentes importados. Salvando a pocos sectores como son la minería y áreas de producción energética (en manos extranjeras) todo lo demás están pasando por un momento crítico.

En medio de esto, los escándalos como fueron los del entonces candidato a gobernador José Luís Espert y la senadora Villaverde ambos involucrados con temas de narcotráfico, los casos de corrupción aún en vilo como son la criptomoneda LIBRA, las coimas en ANDIS y en los bolsos de dinero no controlados llegados desde Miami traídos por contactos cercanos a Caputo y los Milei vinculados a la CIA van poniendo de relieve que el supuesto cambio que representarían de aquella vieja casta corrupta, no es ningún cambio. De esta manera el público puede ver que mientras hoy se juzgan (por medios muy discutidos) a Cristina Fernández, sus funcionarios y empresarios por el robo de ciento de millones de dólares de la obra pública, el gobierno actual hace de las suyas solo que al amparo de una permisividad que le propicia su alineamiento con la actual administración republicana en La Casa Blanca.  

 



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