“EL
MITO NADA MITICO”
¿Cómo
la OTAN y la Corporación de medios en occidente construyen un relato mítico en
rededor de un personaje para manipular a la opinión global?
Por Dany Smith
Crear
una mística en rededor de un liderazgo es algo tan antiguo como la historia de
la guerra y no hay muchas novedades sobre esta táctica, salvo por los medios
para recrearla que puedan sorprendernos. El actor cómico avenido en presidente
de Ucrania Volodymir Zelensky es hoy por hoy la estrella de los desarrolladores
de imagen con una clara intención política como es, la de crear un “héroe”
pro-europeo en una cruzada contra las temibles fuerzas eslavas del malvado
Putin. Pero en realidad solo se trata de montajes con maderas y cartón pintado
sin importar que tan insulso sea el actor que represente el papel.
Como sucede en todas las guerras, el principio que
reza “harás la guerra por la vía del engaño” no iba estar ausente en este caso.
Pero a pesar de que hoy día existen las herramientas
tecnológicas para potenciar estas engañosas elaboraciones, los relatos deben al
menos tener un poco de coherencia para que sean creíbles y no caer en el
absurdo. Aunque con lo que los medios occidentales muestran sobre el “producto
Zelensky”, más bien parece una actualizada “remake” de la película “Bananas” de
Woody Allen.
Alguien por los medios argentinos exclamo que era muy
extraño que pese a los avances técnicos con los que cuenta Rusia y de su
superioridad militar no hubiera podido aunque más no fuese, cortar las
trasmisiones por internet de Zelensky o que, por medio de un misil inteligente
(como ha sucedido en otras ocasiones en Chechenia), lo asesinaran aún si se
hallase escondido en un bunker bajo algún edificio en Kiev. Ciertamente eso es
así, pero habría que preguntarse ¿Se halla realmente allí?
La propaganda es fundamental en esta guerra y en ella,
pintar a Zelensky como un “cruzado contra el mal” es su clara finalidad.
El relato del gobierno de Zelensky no es más que la
fachada de las planificaciones de Washington y la OTAN, las cuales son parte de
la guerra psicológica. Esto último significa que aquel cuenta con todos los
recursos disponibles (incluyendo el apoyo de las agencias de inteligencia de
sus vecinos) para tratar de revertir la situación, al menos en lo político.
Sobre esto se ha estado viendo por los medios occidentales como se construye y ensalza
la imagen de Zelensky que supuestamente, conduce la resistencia desde Kiev.
Si bien existen informes de inteligencia militar rusa
que daban cuenta de su huida tan pronto comenzaron las operaciones y que un
doble de Zelensky pretendió desmentir con una filmación de su teléfono en la
capital (y que los medios occidentales vendieron como real), el verdadero
cómico hace tiempo que está más allá del oeste de su país e incluso fuera de él,
más precisamente en Polonia.
Esto no solo cambia el ángulo de cómo se ven las cosas
sino, que ello también complica y mucho a las posibilidades de que esto no
escale más allá de las fronteras de Ucrania. Tal vez sea esa la real intensión
de Washington aunque (pensamos) debe haber calculado que, Europa pagaría un altísimo
costo por ello, aunque si recordamos las palabras proferidas en 2014 por la
entonces Subsecretaria Victoria Nuland “Que se cague la Unión Europea”, que
bien claro que poco importa la suerte de los europeos.
Cuando se realizo la Conferencia de Yalta en 1945 en
esos momentos nadie se percató de que Jósef Stalin, Winston Churchill y
Franklin D. Roosevelt, en realidad no eran los verdaderos sino, sus mejores
dobles ante el peligro que aún representaba su exposición pública. El uso de
dobles es una táctica recurrente. Lo vimos con los videos producidos por la CIA
de ese falso Osama Bin Ladem al cual EEUU necesitaba mantener vivo y de ese
modo justificar todo el andamiaje de la “lucha contra el terrorismo”. Entonces
¿Por qué sería descabellado que Zelensky que es un blanco móvil, no esté usando
el mismo truco que han usado y seguirán usando los mandatarios de muchos
países? Si bien es cierto de que los rusos dan sus versiones acomodadas a su
conveniencia ¿Por qué no lo harán los ucranianos?
Los montajes de escenografías también son una parte esencial
en estos embustes. Hacer parecer que alguien es quien no es y que se halla
donde en realidad no está, es la finalidad para engañar al enemigo. Esto es lo
que el relato ucraniano (que en realidad es de la OTAN) y con la inocultable cooperación
de los medios occidentales trata de instalar.
Según la usina de propaganda occidental que se ve por
CNN, la BBC y toda la constelación de medios que se nutren de sus “fuentes”,
hoy el presidente Zelensky resiste de forma estoica y conduce las operaciones
desde sus despachos de Kiev y pese a que la ciudad se halla rodeada de los
malvados rusos, sus milicias resisten de forma encarnizada. Para tratar de
reforzar la credibilidad de esta postal heroica, hemos visto que Zelensky ha
realizado varias trasmisiones por Zoom supuestamente desde allí pero las
pruebas dicen otra cosa.
Si los grupos especiales rusos que se hallan
infiltrados en Kiev aún no han logrado matarlo, no es por alguna poderosa
escolta que lo protege, es simplemente porque hace tiempo ya no esta allí. Y es
que para sostener esa mentira han echado mano a todos los embustes habidos y
por haber.
Uno de estos embustes es el referido al supuesto viaje
en tren que habrían realizado representantes de otros estados para reunirse con
Zelensky en Kiev. Según difundieron los medios pro-OTAN, los representantes de
Polonia, República Checa y Eslovenia hicieron un peligroso y épico viaje desde
la estación de trenes de PRZEMYSL en Polonia a Kiev para celebrar una cumbre
secreta el día 15 de marzo pasado de la cual obviamente se difundieron
fotografías de dicho evento. Según fuentes confiables, esa fue una farsa ideada
por el vice primer ministro Jaroslaw Kaczynski (profundamente anti ruso), encargado
oficialmente por el primer ministro polaco Mateusz Morawiecki y fabricado por sus
servicios secretos.
El viaje que no fue simplemente fue un montaje
escenificado y relatado como un “largo viaje” que empezó en Przemysl y termino en la misma estación de Przemysl. Es
decir, subieron por una puerta para bajar por la otra del otro extremo, así de
simple. En realidad esto no debería de sorprenderle ya que lo hemos visto mucho
en las películas de Hollywood.
Si en realidad hubieran podido realizar semejante
travesía a la vista de la vigilancia aérea electrónica rusa, no se explica
porque los aviones rusos no lo atacaran.
El supuesto argumento de que Moscú le habría otorgado
un salvoconducto a esta comitiva para pudiera hacer ese viaje es simplemente
absurda. Pero toda posible argumentación se vino abajo cuando conocedores de
los detalles constructivos y las diferencias advertidas entre las estaciones de
trenes de Przemysl y la de Kiev las pusieron en evidencia. El recinto donde se
llevó a cabo esta reunión estuvo en Polonia aunque se montó una escenografía
decorativa que intento hacerla pasar como el salón gubernamental en Kiev y
donde la prensa que aparece en la fotografía no son más que parte de los
servicios secretos polacos. La maniobra demostró el infantil menosprecio a la
inteligencia rusa al momento de planificar esto.
La intención de esta “charada” era obvia. Ante todo,
engañar a la opinión pública en general haciendo creer una supuesta situación
de control y unidad de los ucranianos. Había que mantener la sensación de fortaleza
de Zelensky y que puede desafiar a los rusos y así buscar reforzar la confianza
de los ucranianos en su liderazgo y en la asistencia que los EEUU y la OTAN le
seguirán proveyendo a sus milicias.
Detalles advertidos en las fotografías que trataron de
documentar un viaje que nunca existió delato el engaño y al mismo tiempo sirvió
para confirmar que Zelensky hace tiempo que no está en Kiev y por el contrario
se halla cómodamente protegido en Polonia. La pregunta que resta hacernos es
¿Esto no pone en peligro de una escalada mayor?