EN LA MIRA
“GUERRAS AJENAS”
Dos visitas a la Argentina que podrían adelantar un giro brusco de la política exterior que pondría al país en el tablero de la guerra internacional
Por
Charles H. Slim
Tras las visitas
del vicepresidente norteamericano Mike Pence y casi inmediatamente la llegada
del premier israelí Benjamín Netanyahu, han quedado en el aire muchas
suspicacias sobre qué fue lo que realmente buscaron ambos representantes con
estas visitas. Tomando en cuenta varios aspectos que nunca serían revelados y
muchos menos comentados por los medios locales, veremos lo que realmente
vinieron a buscar aquellos funcionarios.
Si primero
analizamos la visita del vice norteamericano Mike Pence podremos advertir que
el momento y las circunstancias que la rodearon, no estuvo planificada al azar.
En la Casa Blanca se ha venido viendo como un gran problema la presencia de una
base china en la Patagonia y la
posibilidad de cambiar esa situación con el gobierno de Mauricio Macri.
Obviamente el gobierno argentino no puede
lanzar a los chinos de su territorio como si se tratara de un simple
desalojo, ya que el estado argentino firmo un acuerdo que está vigente entre
ambas naciones, pero si, puede permitir a los estadounidenses que maniobren
discretamente dentro del territorio para observar sus actividades.
China
es un actor gravitante de la geopolítica internacional y un protagonista vital
en la actual crisis en la península coreana y Washington tiene motivos para
creer que desde esas instalaciones en la “Bajada del Agrio” en Neuquén, se llevan
adelante actividades de inteligencia electrónica que comprometería a la
seguridad nacional. Para ello, el gobierno argentino puede –o más bien debe-
prestar la cooperación necesaria para que EEUU pueda estar sobre aviso en
lo referente a las verdaderas implicancias de las actividades chinas en la
región.
En
el actual contexto Buenos Aires poco o nada puede condicionar las intensiones
de Washington por lo cual, guste o no, deberán tolerar la injerencia dentro de
su territorio. Pence visito al gobierno argentino tratando de dar la imagen de
ser el representante de un país cuyo modelo de democracia liberal, es la guía
para la salvación de la humanidad contra una supuesta amenaza islamista –la
que supuestamente realizo el 11/S-, olvidando la prolífica historia negra de aberraciones a
los derechos humanos y violaciones a las
soberanías de otros países.
En
este sentido ya es una realidad en los papeles, el ingreso al país de tropas de
combate estadounidenses a bases militares argentinas, con puntos de
establecimiento estratégico ubicados en la Patagonia. Por supuesto y lo sepan o
no los funcionarios argentinos, la CIA también se ha instalado a gusto y
placer para establecer bases de
operaciones que se proyecten desde el sur hasta el norte. Con esto, el
compromiso del gobierno de Macri es peligrosamente riesgoso ante las
circunstancias actuales y antecedentes
de la potencia norteamericana que sabe explotar las debilidades de sociedades
conflictuadas y que en el caso argentino puede verse en la llamada “grieta”.
Para
muestra de ello, no debiera perderse de vista las crasas incongruencias que se
han venido exponiendo a lo largo de los últimos 16 años, en referencia a la
llamada “lucha contra el terrorismo” que a las mentiras que movilizaron las
invasiones contra Afganistán e Iraq, revelaron
en Siria las imperdonables conexiones de la CIA con entes como “Al
Qaeda” y el mismo “ISIS”, supuestos enemigos de EEUU que en realidad, fueron
creaciones propias a cargo de otroras administraciones. Igualmente, Pence
extendió sus ofrecimientos a un estrechamiento en la operatividad interagencias
(CIA – AFI) para colaborar en temas de terrorismo internacional, algo que
pareciera se hizo oficial al entregársele una serie de documentos de la
inteligencia argentina sobre los temas de la “embajada” y “AMIA”.
Para
compensar esta cooperación en materia de inteligencia, Pence le ha ofrecido al
gobierno argentino la provisión de equipos militares de segunda mano que como
lo hemos dicho anteriormente, son completamente ineficaces para contrabalancear
las desigualdades con sus vecinos –en especial Chile- y mucho menos en
un conflicto contemporáneo. Menos aún, significan una amenaza para Gran Bretaña
que sigue siendo, el socio de EEUU para sus aventuras sucias. Por lo pronto,
servirá para aliviar las terribles carencias operativas de unas FFAA
desguazadas por el anterior gobierno.
Por
último no hay que olvidar que Pence es un sionista militante y claramente
además de todos estos temas que hemos mencionado, trajo consigo las sugerencias para el
gobierno de Macri de que se alinee por la derecha con la causa pro-israelí receptando
sin miramientos, las políticas exteriores de Tel Aviv algo que podría traerle a
la Argentina, grandes beneficios económicos por la llegada de negocios que se
vinculan con Israel.
En
lo que respecta a la visita de Netanyahu, las cuestiones son más complejas y
hasta podríamos decir, tenebrosas. La fecha elegida para caer de visita es muy
sugestiva (11 de septiembre), ya que cuando sucedió los de las Torres y el
Pentágono, el mismo “Bibi” salto de algarabía porque con ello, EEUU entraría
definitivamente en el Medio Oriente.
Pero más allá de esto, a las directivas que vino a imponerle al gobierno
sobre cómo y hacia dónde deberá enfocarse las pesquisas para inculpar sobre los
atentados y la muerte del fiscal Alberto Nisman -a la república Islámica de
Irán obviamente-, Netanyahu le ofreció como contraprestación por esta
genuflexión política, estrechar aún más los lazos con sus fuerzas de defensa y
organismos de inteligencia a los efectos de proveer al país, “especialistas” y
sus “asesoramientos” para combatir el crimen.
Sin
lugar a dudas que las fuerzas policiales israelíes, se han especializado a
costa de la carne palestina, “objetos” de prueba de cada uno de sus programas
represivos. Han hecho de sus tácticas y estrategias, un gran negocio para la
seguridad en otros países, incluso en los EEUU donde varias policías
metropolitanas como la de New York y la distrito de Columbia en Washington DC,
son becadas por organizaciones sionistas
como la AIPAC, para concurrir a seminarios en Israel donde reciben el
entrenamiento y asesoramiento en materia de contraterrorismo para ser aplicado
en la vía pública de una ciudad.
Y ello ya ha venido mostrando las cruentas
consecuencias para los mismos habitantes norteamericanos quienes en vez de ver
a fuerzas policiales como una garantía para imponer la seguridad y el orden,
comprueban demasiado tarde que más bien están delante de brutales “fuerzas de
ocupación”.
El
contacto de policías ordinarios con asesores del “Shin Bet”, un organismo que
utiliza la tortura, el chantaje y la brutalidad como tácticas para imponer la
seguridad no puede traer buenos frutos.
Ello
ha llevado a la militarización policial con las consecuencias que día con día
soportan los incautos ciudadanos norteamericanos, lo que ha despertado voces de
preocupación entre varios funcionarios gubernamentales por estas inapropiadas
tácticas represivas (The Intercept. “Las Fuerzas de seguridad de Israel están
entrenando a policías estadounidenses a pesar de la historia de abusos contra
los derechos”. https://theintercept.com/2017/09/15/police-israel-cops-training-adl-human-rights-abuses-dc-washington/)
De
este modo podemos advertir que, pese a la poderosa e histórica influencia del lobbie sionista en el seno del
gobierno estadounidense, hay lugar para la disensión en sitiales de la misma
administración de justicia que ven con seria preocupación la actividad de estos
equipos policiales.
Si
el gobierno argentino se deja influir por estas mismas sugerencias, llegará a
tener muy pronto mayores casos de arbitrariedad policial de los que se han
registrado hasta el momento. El problema es que no hay visos para que los
funcionarios argentinos consideren estas cuestiones bajo un criterio propio ya
que, se hayan claramente influidos por su ideología pro-israelí y contraria a
reconocer los derechos de la población palestina a la cual –y en
coincidencia con los funcionarios israelíes- suelen criminalizar
públicamente para restarle entidad al problema de fondo de sus reclamos.
Igualmente
no había que esperar a que Netanyahu y
sus asesores de inteligencia visitaran al actual gobierno para que éstos
programas se hagan aplicables ya que los contactos con Tel Aviv son bastante
antiguos. Desde hace tiempo que asesores israelíes preparan a fuerzas
policiales argentinas y muchos otros se hayan involucrados en entrenamientos de
empresas de seguridad privada, lo que resulta aún mucho más peligroso para la
integridad de los ciudadanos argentinos.
No hay
que olvidar cuando Macri siendo el jefe de gobierno de la ciudad capital, dejo
estupefactos a los televidentes de su país cuando en vivo en un programa
político reconoció que había seleccionado a su jefe de policía por la
sugerencia de los jefes de inteligencia en las embajadas de EEUU e Israel.
Tan
peligroso como esto, es el hecho de la definitiva cooptación de la inteligencia
nacional argentina por el “Mossad” y el “Shin bet”, lo que consolidara no solo
las tesis discursivas de Tel Aviv para casos como los atentados y la muerte del
fiscal federal, sino también una posición internacional arbitraria y con muy
peligrosas chances de verse involucrado en conflictos que están sacudiendo el
Medio Oriente.