jueves, 21 de septiembre de 2017

EN LA MIRA



 “GUERRAS AJENAS”


Dos visitas a la Argentina que podrían adelantar un giro brusco de la política exterior que pondría al país en el tablero de la guerra internacional





Por Charles H. Slim
Tras las visitas del vicepresidente norteamericano Mike Pence y casi inmediatamente la llegada del premier israelí Benjamín Netanyahu, han quedado en el aire muchas suspicacias sobre qué fue lo que realmente buscaron ambos representantes con estas visitas. Tomando en cuenta varios aspectos que nunca serían revelados y muchos menos comentados por los medios locales, veremos lo que realmente vinieron a buscar aquellos funcionarios.

Si primero analizamos la visita del vice norteamericano Mike Pence podremos advertir que el momento y las circunstancias que la rodearon, no estuvo planificada al azar. En la Casa Blanca se ha venido viendo como un gran problema la presencia de una base china en la Patagonia  y la posibilidad de cambiar esa situación con el gobierno de Mauricio Macri. Obviamente el gobierno argentino no puede  lanzar a los chinos de su territorio como si se tratara de un simple desalojo, ya que el estado argentino firmo un acuerdo que está vigente entre ambas naciones, pero si, puede permitir a los estadounidenses que maniobren discretamente dentro del territorio para observar sus actividades.

China es un actor gravitante de la geopolítica internacional y un protagonista vital en la actual crisis en la península coreana y Washington tiene motivos para creer que desde esas instalaciones en la “Bajada del Agrio” en Neuquén, se llevan adelante actividades de inteligencia electrónica que comprometería a la seguridad nacional. Para ello, el gobierno argentino puede –o más bien debe- prestar la cooperación necesaria para que EEUU pueda estar sobre aviso en lo referente a las verdaderas implicancias de las actividades chinas en la región.

En el actual contexto Buenos Aires poco o nada puede condicionar las intensiones de Washington por lo cual, guste o no, deberán tolerar la injerencia dentro de su territorio. Pence visito al gobierno argentino tratando de dar la imagen de ser el representante de un país cuyo modelo de democracia liberal, es la guía para la salvación de la humanidad contra una supuesta amenaza islamista –la que supuestamente realizo el 11/S-, olvidando la  prolífica historia negra de aberraciones a los derechos humanos  y violaciones a las soberanías de otros países.

En este sentido ya es una realidad en los papeles, el ingreso al país de tropas de combate estadounidenses a bases militares argentinas, con puntos de establecimiento estratégico ubicados en la Patagonia. Por supuesto y lo sepan o no los funcionarios argentinos, la CIA también se ha instalado a gusto y placer  para establecer bases de operaciones que se proyecten desde el sur hasta el norte. Con esto, el compromiso del gobierno de Macri es peligrosamente riesgoso ante las circunstancias actuales  y antecedentes de la potencia norteamericana que sabe explotar las debilidades de sociedades conflictuadas y que en el caso argentino puede verse en la llamada “grieta”.

Para muestra de ello, no debiera perderse de vista las crasas incongruencias que se han venido exponiendo a lo largo de los últimos 16 años, en referencia a la llamada “lucha contra el terrorismo” que a las mentiras que movilizaron las invasiones contra Afganistán e Iraq, revelaron  en Siria las imperdonables conexiones de la CIA con entes como “Al Qaeda” y el mismo “ISIS”, supuestos enemigos de EEUU que en realidad, fueron creaciones propias a cargo de otroras administraciones. Igualmente, Pence extendió sus ofrecimientos a un estrechamiento en la operatividad interagencias (CIA – AFI) para colaborar en temas de terrorismo internacional, algo que pareciera se hizo oficial al entregársele una serie de documentos de la inteligencia argentina sobre los temas de la “embajada” y “AMIA”.

Para compensar esta cooperación en materia de inteligencia, Pence le ha ofrecido al gobierno argentino la provisión de equipos militares de segunda mano que como lo hemos dicho anteriormente, son completamente ineficaces para contrabalancear las desigualdades con sus vecinos –en especial Chile- y mucho menos en un conflicto contemporáneo. Menos aún, significan una amenaza para Gran Bretaña que sigue siendo, el socio de EEUU para sus aventuras sucias. Por lo pronto, servirá para aliviar las terribles carencias operativas de unas FFAA desguazadas por el anterior gobierno.

Por último no hay que olvidar que Pence es un sionista militante y claramente además de todos estos temas que hemos mencionado,  trajo consigo las sugerencias para el gobierno de Macri de que se alinee por la derecha con la causa pro-israelí receptando sin miramientos, las políticas exteriores de Tel Aviv algo que podría traerle a la Argentina, grandes beneficios económicos por la llegada de negocios que se vinculan con Israel.

En lo que respecta a la visita de Netanyahu, las cuestiones son más complejas y hasta podríamos decir, tenebrosas. La fecha elegida para caer de visita es muy sugestiva (11 de septiembre), ya que cuando sucedió los de las Torres y el Pentágono, el mismo “Bibi” salto de algarabía porque con ello, EEUU entraría definitivamente en el Medio Oriente.  Pero más allá de esto, a las directivas que vino a imponerle al gobierno sobre cómo y hacia dónde deberá enfocarse las pesquisas para inculpar sobre los atentados y la muerte del fiscal Alberto Nisman -a la república Islámica de Irán obviamente-, Netanyahu le ofreció como contraprestación por esta genuflexión política, estrechar aún más los lazos con sus fuerzas de defensa y organismos de inteligencia a los efectos de proveer al país, “especialistas” y sus “asesoramientos” para combatir el crimen.

Sin lugar a dudas que las fuerzas policiales israelíes, se han especializado a costa de la carne palestina, “objetos” de prueba de cada uno de sus programas represivos. Han hecho de sus tácticas y estrategias, un gran negocio para la seguridad en otros países, incluso en los EEUU donde varias policías metropolitanas como la de New York y la distrito de Columbia en Washington DC, son becadas  por organizaciones sionistas como la AIPAC, para concurrir a seminarios en Israel donde reciben el entrenamiento y asesoramiento en materia de contraterrorismo para ser aplicado en la vía pública de una ciudad. 
Y ello ya ha venido mostrando las cruentas consecuencias para los mismos habitantes norteamericanos quienes en vez de ver a fuerzas policiales como una garantía para imponer la seguridad y el orden, comprueban demasiado tarde que más bien están delante de brutales “fuerzas de ocupación”.

El contacto de policías ordinarios con asesores del “Shin Bet”, un organismo que utiliza la tortura, el chantaje y la brutalidad como tácticas para imponer la seguridad no puede traer buenos frutos. 

Ello ha llevado a la militarización policial con las consecuencias que día con día soportan los incautos ciudadanos norteamericanos, lo que ha despertado voces de preocupación entre varios funcionarios gubernamentales por estas inapropiadas tácticas represivas (The Intercept. “Las Fuerzas de seguridad de Israel están entrenando a policías estadounidenses a pesar de la historia de abusos contra los derechos”.  https://theintercept.com/2017/09/15/police-israel-cops-training-adl-human-rights-abuses-dc-washington/)

De este modo podemos advertir que, pese a la poderosa e histórica  influencia del lobbie sionista en el seno del gobierno estadounidense, hay lugar para la disensión en sitiales de la misma administración de justicia que ven con seria preocupación la actividad de estos equipos policiales.

Si el gobierno argentino se deja influir por estas mismas sugerencias, llegará a tener muy pronto mayores casos de arbitrariedad policial de los que se han registrado hasta el momento. El problema es que no hay visos para que los funcionarios argentinos consideren estas cuestiones bajo un criterio propio ya que, se hayan claramente influidos por su ideología pro-israelí y contraria a reconocer los derechos de la población palestina a la cual –y en coincidencia con los funcionarios israelíes- suelen criminalizar públicamente para restarle entidad al problema de fondo de sus reclamos.

Igualmente no había que esperar  a que Netanyahu y sus asesores de inteligencia visitaran al actual gobierno para que éstos programas se hagan aplicables ya que los contactos con Tel Aviv son bastante antiguos. Desde hace tiempo que asesores israelíes preparan a fuerzas policiales argentinas y muchos otros se hayan involucrados en entrenamientos de empresas de seguridad privada, lo que resulta aún mucho más peligroso para la integridad de los ciudadanos argentinos.    

No hay que olvidar cuando Macri siendo el jefe de gobierno de la ciudad capital, dejo estupefactos a los televidentes de su país cuando en vivo en un programa político reconoció que había seleccionado a su jefe de policía por la sugerencia de los jefes de inteligencia en las embajadas de EEUU e Israel.


Tan peligroso como esto, es el hecho de la definitiva cooptación de la inteligencia nacional argentina por el “Mossad” y el “Shin bet”, lo que consolidara no solo las tesis discursivas de Tel Aviv para casos como los atentados y la muerte del fiscal federal, sino también una posición internacional arbitraria y con muy peligrosas chances de verse involucrado en conflictos que están sacudiendo el Medio Oriente.

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