miércoles, 11 de noviembre de 2015

NACIONAL


“FERNANDEZ DE KIRCHNER O ELISA CARRIO”

Rompiendo los mitos de que las mujeres son mejores o más justas al momento de manejar el poder político 


Desde antaño y en la creencia popular, se ha venido diciendo que las mujeres son más sensibles, más intuitivas y humanas que los hombres al momento de tomar decisiones. La Argentina ha podido comprobar la veracidad de esto y evidentemente, ocho años de presidencia de Cristina Fernández y compañía han sido suficientes para romper ese mito.

Como dice el tango “Cambalache”  el siglo XX problemático y febril, no podía haber previsto un panorama tan complejo e inesperado para una Argentina gobernada por una mujer en los comienzos del nuevo milenio.  Los temas de estado no siempre pueden ser arreglados con los llamados “toques femeninos” que tanto pretendió imponer la señora de pasado polivalente y sin ninguna convicción política. Clara muestra de ello es la misma fuerza política que se conformó como el Frente para la Victoria, hoy en desbande y con sus principales generales sacándose sus camisetas para un rápido recambio con aquel que gane en el próximo Balotage.

Ciertamente, CFK no demostró ser mejor que cualquiera de sus predecesores en el sillón de Rivadavia; tal vez abrió la puerta a sectores que antes estuvieron relegados de la política y asumió algunas medidas que pueden ser elogiables, pero no abandono la vieja costumbre de sus colegas varones: no pudo dejar de robar. Como cualquiera de sus predecesores, por acción u omisión, se paso la cosa pública por el forro de la conciencia y de ese modo, partidarios, amigos, íntimos, familiares de todos los grados y ascendencia pasaron a engrosar las filas de puestos gubernamentales  con generosos sueldos, pagados por la Nación.

Notoriamente con un discurso bien ensayado para la “popu” intentó revivir las explosivas palabras de Eva Duarte, tratando de manipular las emociones de los viejos recuerdos en las mentes de quienes conocieron la obra de aquella notable mujer.  Pero eso no fue efectivo; tal vez, bien pudo haberse convertido en actriz y protagonizar su obra cumbre representando a la líder de los descamisados.  

Nadie duda de que CFK luce esplendida para su edad y que su cabello es magnífico, pero sus mañas y formas de maquinación son las mismas que la de cualquier viejo zorro de la política, solo que con polleras. 

 No cabe duda de que CFK pasara a la historia como una presidente con un trabajo de imagen muy acentuado y donde el discurso pasaba previamente  por un espejo pero, los problemas no se pueden arreglar con ambigüedades, slogans genéricos  y con medidas anodinas que solo perduran en el tiempo lo que el rocío de la mañana.  Uno de los ejemplos más emblemáticos de aquel vocabulario “popular”  es el peculiar apocope  “todos y todas”, con el cual decoró sus discursos y anuncios, pretendiendo imponer una presumible igualdad genérica que más bien, creó una rivalidad innecesaria y fútil.  

Con la creación de esta atmosfera confrontativa y de polarización política, tal vez sin quererlo –o sin preveerlo-, ha permitido que los peligrosos enemigos del país escondidos en las sombras y que observan de cerca cada paso de sus actos, pudieran orquestar su obra cumbre para desbancarla definitivamente del poder, con el asesinato del corrupto fiscal Nisman, uno de los hechos que sin dudas golpeó duramente al gobierno CFK.

Sin dudas que el gobierno de ésta lozana mujer, dejará muchas anécdotas entre sus subordinados –porque eso es lo que eran- en la Rosada, que entre gritos y empaques, llevó a reabrir las viejas heridas setentistas que no queden dudas, comenzaran a producir sus frutos en breve.

Pero ejemplos de la histeria femenina como agregado en el ejercicio del poder, podríamos citar varios dentro del espectro nacional. Uno que no podemos dejar de mencionar, es el de la pintoresca diputada Elisa Carrió, que con sus místicas predicciones y visiones apocalípticas, de triunfar la candidatura de Mauricio Macri asoma con posibilidades de asumir el cargo de nada menos que procuradora de la Nación.  Tan estable como el tiempo y digno ejemplo de un mesianismo del “no se sabe qué”,  la diputada Carrió que lleva consigo la “verdad revelada” y que tal como los cruzados templarios, “ha de liberar al mundo cristiano del Islam” –con la mano de Israel- vendría a impartir justicia al más alto nivel.  Supuestamente, vendría a destronar la inequidad y la obsecuencia de la Dra Gils Garbó, que opero descaradamente  para tapar en todo lo que pudiera, los chanchullos de los funcionarios  CFK, pero lo único que cambiara con la Carrió será el amo a quien servir.
Tengo la verdad revelada, ta!

Tan osca y autoritaria como “Cristina”, solo que sirviendo para otros intereses, Carrió pretenderá imponer su visión moralera de un cristianismo neosionista y abrirá de par en par las puertas al sionismo político y a sus oscuros elementos para que puedan moverse tranquilamente por el país. Con su gestión, se volverán a colocar como “la verdad revelada”, aquellos informes falsos del Mossad y a CIA sobre los autores de los atentados en el país y muy seguramente, se erigirá al fiscal Nisman que llenó sus bolsillos con dineros del lavado, en un “mártir de la justicia”. Y que no queden dudas, que quien se atreva a criticar los crímenes de lesa humanidad de Israel o se pida la detención de algún jerarca israelí que entre y salga de nuestro país y tenga antecedentes de crímenes contra la población palestina, caerá en saco roto.


Como se ven las cosas, el paso de una mujer por la Casa Rosada no trajo los magnánimos cambios que supuestamente el “toque femenino” le daría a la política nacional y para peor, en el horizonte se ve la sombra de una diputada que dirigirá el Ministerio público de la Nación con una bola de cristal. 

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