EN LA MIRA
“RUMORES SEPARATISTAS”
¿Hay bases argumentativas serias para sospechar posibles planes de separatismo en la Argentina?
Por Pepe Beru
Tras los
incidentes registrados en el mes de septiembre entre Gendarmería Nacional y
militantes de agrupaciones Mapuches por el despeje de una ruta en Cushamen, provincia
de Chubut, que dejo como saldo luctuoso la primigenia desaparición y luego la
confirmada muerte del activista Santiago Maldonado, el tema de las ambiciones
separatistas de este sector de la población nativa argentina, apoyadas por
organizaciones extranjeras y particularmente con asiento en Gran Bretaña, ha
tomado importancia para quienes realmente están preocupados por la integridad
territorial del país.
Durante años se vinieron discurriendo en algunas denuncias sobre las
intensiones de algunos grupos por promover el separatismo de la región. Uno de
los más conocidos es el llamado “Plan Andinia”, un programa trazado desde el
sionismo internacional para apoderarse de la Patagonia. Como puede verse, más
que separatismo nacido de reivindicaciones étnico-políticas, en este esquema
habría más bien un complot de potencias y organizaciones extranjeras para
usurpar bajo algún argumento y en forma escalada, el territorio patagónico. La
realidad actual de Israel enclavado en una interminable espiral de conflictos
con la población palestina y con los vecinos de los países árabes genera muchas
preguntas ¿Cuánto puede aguantar Tel Aviv con estas políticas represivas
internas y con sus artimañas externas? ¿Hasta dónde estaría dispuesto llegar
para sostenerse en una posición insostenible?
Precisamente fue Henry Kissinger quien a mediados del 2012 y en
base a informes que recopilaron las agencias de inteligencia concluyó que en 10 años Israel dejaría de
existir como estado-nación. Como esto es una posibilidad muy real en vistas de
la conflictividad existente y las continuas intrigas que se tejen en la región,
el sionismo siempre tuvo en miras a una segunda alternativa: La Patagonia.
El planteo de la necesidad de una reserva territorial para la
ubicación del estado de Israel no salió de la nada sino, que fue in tema
planteado por los mismos sionistas a finales del siglo XIX cuando se debatían
en sus comités dónde podría ubicarse el estado judío y la Patagonia era una
alternativa plausible.
Oficialmente se ha tratado de ridiculizar estos planes y los medios
informativos y algunos insignes periodistas han sido funcionales en esa
intensión. Pero investigadores sobre la existencia y desarrollo de éste
proyecto son muy precisos al citar las fuentes que argumentan la veracidad de
estas intensiones que no discrimina entre chilenos y argentinos (Plan Andinia. https://www.youtube.com/watch?v=kuoWeruZjC0).
En ese sentido, uno de los hechos más notables que se recopilan
sobre la región a ambos lados de la cordillera es la presencia de grupos de
mochileros israelíes, quienes han sido pillados tomando datos topográficos de
amplias zonas de la Patagonia. Y no hablamos de jovenzuelos “boys scout” sino
de miembros de las FDI israelíes quienes no deben ser liderados por un “Scout
leader” precisamente sino por oficiales de inteligencia. Si operan a cielo
abierto con tanto desparpajo, imaginen como están trabajando encubiertamente. Igualmente
y tras la avalancha de trascendidos que salieron a la luz pública muchos de
ellos vinculados con actos de violencia e incendios premeditados, las embajadas
de Israel de ambos lados de la cordillera han tratado de blanquear estas “incursiones”
reconociéndolas públicamente pero, bajo argumentos basados en la “solidaridad”
(ArgentinaToday.org. “Presencia israelí en la Patagonia: el peligro de
Mochileros sin Fronteras”. http://argentinatoday.org/2016/12/05/presencia-israeli-en-la-patagonia-el-peligro-de-mochileros-sin-fronteras/ )
Pero si a eso le agregamos las –en apariencias- descabelladas
reivindicaciones formuladas por un ciudadano de nombre Diego Gastón Ergas que
llama a la separación de la Patagonia mediante la presentación de un
“Movimiento separatista” se puede ver que algo se mueve por detrás. Es un error
infantil no prestar seriedad a esto, no solo por lo que plantea éste joven
empresario patagónico quien quizá este impulsado por sanos sentimientos por
ayudar a la región pero que, sin dudas, será explotado por los intereses que
ambicionan para mediano plazo, afincarse
en el territorio.
Armas incautadas al RAM en Chile |
Para quienes no quieren ver en estas señales, un problema muy serio
a futuro, se trata de meras payasadas que no tienen trascendencia política para
conmover el interés de los asuntos del estado nacional. Desde nuestro punto de
vista ello es un error que puede pagarse muy caro, máxime cuando éstas no son
las únicas señales sobre un interés en fracturar el territorio argentino.
Hay en esta gimnasia de carácter global, una clara intensión de
desmembrar a los estados nación y crear de ellos, nuevas entidades políticas
que, además de volátiles, serán
funcionales a los intereses de quienes les impulsen desde las sombras. Desde
mediados del 2001, el ejercicio de instigar tácticas agresivas para desbaratar
estados ha tenido como centros de ensayo y error nada menos que al continente
Africano y al Medio Oriente. Mediante
operaciones diseñadas por la CIA y en colaboración con agencias aliadas, la
manipulación de las minorías étnicas y a creación de situaciones conflictivas
entre comunidades ha venido siendo la táctica más utilizada que actualmente
tiene como epicentro de ensayos en Kenia, con el fin de impedir fluidas relaciones
con China.
En lo referente al Medio Oriente, las injerencias de EEUU mediante
la CIA han sido tan evidentes como calamitosas. Desde comienzos de los años
noventas cuando se orquesto todo el asunto de las acusaciones cruzadas
entre Bagdad y Kuwait por el robo de
petróleo que terminaría en la guerra de 1991, la CIA se apoyo en la población
nómada del norte, conocida como los Kurdos, quienes durante décadas habían
estado en pugna con el estado iraquí por el tema de su autodeterminación. Estas diferencias fueron aprovechadas por Tel
Aviv, en momentos que se le hacía vital conseguir aliados dentro del mundo
árabe-islámico. Las relaciones fueron fructificando y el Clan Barzani y Tel
Aviv trabaron una relación que perduraría hasta nuestros días. Además no
olvidemos que en 2005 Washington pretendió establecer en Iraq una especie de
federación compuesta por tres regiones (un Kurdistán, Sunistán y Chiistán) que
desmembraría la entidad nacional iraquí y favorecería los planes
geoestratégicos de Israel (Red Voltaire.org. “Trump y el secesionismo”. Por
Therry Meyssan. http://www.voltairenet.org/article198576.html )
La fractura de los estados ha sido una política continuada hasta la
salida de Obama y ello podemos corroborarlo con las inéditas medidas del actual
mandatario norteamericano que parecen orientadas a distanciarse de las
políticas pro-separatistas. Como prueba de ello vimos como fracaso el intento separatista
del Kurdistán, la limitación en el apoyo a los milicianos kurdos sirios que
pretendían una “Rojava” en el norte sirio y tal vez lo más cercano a la
política occidental, la oposición de La Casa Blanca a la independencia de
Cataluña en España.
Lo que estaría sucediendo en el territorio patagónico no es ajeno a
estas intensiones separatistas y claramente entrarían dentro de la actual
política oficial estadounidense de no alentar este tipo de acciones; no al
menos, a la luz de la opinión pública.
Igualmente no hay que confundir la política oficial para la foto
con la real política que se lleva a cabo subterráneamente y que solo se maneja
por intereses despiadados. En ese sentido no queden dudas de aquellos mismos
intereses que están por detrás y encima del pasajero ocupante de la Casa
Blanca, seguirán trabajando para
desmembrar a los estados-nación, como una estrategia para continuar con la
agenda del despojo organizado y el control mundial.
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