sábado, 13 de febrero de 2016

INTERNACIONAL



“NUEVA CHANCE PARA LA PAZ EN SIRIA”

Tras el acuerdo arribado entre Rusia y EEUU para un cese al fuego que da esperanzas para una paz definitiva, algunos prepara una puñalada traicionera




Por Charles H. Slim y Dany Smith

Se ha hecho oficial, que los representantes de Rusia, EEUU y el enviado de la ONU, lograron implementar un acuerdo para el cese al fuego en Siria. Sin dudas que tras casi cinco años de una escalada de caos y muerte infiltrada por intereses extranjeros, los ciudadanos sirios ven con esta noticia una esperanza definitiva para volver a una vida en paz.  Pero, no hay que dejarse llevar por optimismos vanos. Existen aún en las sombras, las intensiones –de algunos de los participes de la misma cumbre- de que las hostilidades se reactiven inmediatamente. No olvidemos que esta es la tercera cumbre de Ginebra y que ya en las dos anteriores, se vieron frustradas por acciones siniestras y muy sospechosas.

Para los expertos y en especial para los rusos, este acuerdo con Washington hay que tomarlo con pinzas y no dejarse engañar por las apariencias. Y es que venía siendo una práctica continuada y hasta completamente velada, la de “decir una cosa y hacer otra”, que a razón de verdad, no era algo novedoso en el proceder político de las administraciones gubernamentales estadounidenses. El mismo Vladimir Putin al enterarse del éxito que se había logrado, seguramente guiado por su olfato de viejo zorro del mundo del espionaje, sugirió a sus militares y servicios de inteligencia en el terreno, prepararse para posibles operaciones aisladas que buscarían crear confusión y reiniciar las hostilidades.

Y es que fuera del conocimiento asequible a la mundana opinión pública occidental, en Siria todo podía pasar dado que, además de las batallas de armas pesadas, disparos y bombardeos aéreos, hay una lucha en las sombras entre las agencias de inteligencia sirias que con el apoyo ruso, estaban tratando de contrarestar las operaciones de fuerzas especiales norteamericanas e israelíes que mediante incursiones sobre objetivos vitales, trataban de sembrar el caos y el terror en el centro de Damasco.  Las agencias como la CIA y el Mossad habían venido tratando de crear una atmosfera de terror entre la ciudadanía, tal como lo habían logrado en Bagdad pero, los sirios habían tomado nota de aquellas experiencias y entonces crear actos de terror en sitios públicos y masacres para endilgárselas a los yihadistas opositores a Al Assad, se convirtió en una misión muy arriesgada.

La misión de estas agencias, infiltradas en el país árabe era la de derribar los acuerdos que pudieran llegar los contendientes opositores con el gobierno de Damasco.  Para lograrlo y sin rodeos estas agencias desarrollan actividades terroristas sea directamente o por interpósitas células compuestas por agentes árabes y hasta locales sirios,  que no dudan en asesinar a sus propios hermanos por un puñado de dólares.  Es por ello, que llevar la guerra a un país, tiene amplios beneficios para la operatividad de este tipo de organismos estatales. Creando una situación de miseria y desesperación,  el reclutamiento para sus fines se facilita exponencialmente; mediante el dinero que obtienen de todo tipo de ilícitos, se corrompe a los funcionarios más útiles, se rompe el tejido social y los más inescrupulosos de la sociedad suben –apoyados por dichas agencias- a la cima para tratar por todos los medios, de ocupar el lugar de las autoridades instituidas.

Mientras los altos representantes celebran sus amistosos encuentros, rodeados de las luces de las cámaras de televisión y periodistas,  los chacales que trabajan en las sombras haciendo el trabajo sucio, laboran sin pausa para conseguir todo lo contrario a lo que los políticos dicen en los medios.  Cuando el secretario de estado John Kerry aseguró “que colaboraría con Rusia para lograr la estabilidad en Sira”, había que leer entre líneas. Para muchos lo que Washington busca es comprar tiempo y de ese modo, que los grupos mercenarios puedan reorganizarse para una contraofensiva.  Un dato a tener en cuenta es que al mismo tiempo que Kerry daba tan buenos auspicios, informes sobre el inminente envío de aviones sauditas a la base turca de Incirilik, ha puesto en estado de alerta a las fuerzas sirias y rusas han logrado recobrar la ciudad de Alepo.

A la par de estos movimientos sauditas, no hay que olvidar que los turcos han acopiado fuerzas terrestres en la frontera lo que ha despertado sospechas ciertas de planes de invasión. También y podría ser en forma paralela, que sus grupos especiales pongan a rodar algún plan para una operación sucia, tal como lo habían orquestado en el pasado, que logre deshacer las conversaciones y volver a foja cero.

Uno de aquellos “trabajos sucios” fue el secuestro y envenenamiento de cientos de pobladores de la aldea de Al Gouta, un hecho que además de tratar de endilgárselo al gobierno, se perpetró en vísperas de las álgidas conversaciones que solamente gestionaba Rusia.  En septiembre del 2013 aparecían videos subidos al internet en donde se podían ver a cientos de cuerpos de hombres, mujeres y niños que parecían estar siendo auxiliados por personas que con delantales blancos y otros supuestos voluntarios deambulaban de un lado al otro sin dejar por cierto, de acusar al gobierno de Al Assad por esas víctimas.

Pero a pesar de que los muertos se corroborarían, un pequeño detalle, delato que lo que se mostraba en esos videos, al menos la autoría señalada, no era verídico.  La fecha en que había sido el video no coincidía con la ocurrencia del hecho. Alguien se dio cuenta que el video en cuestión, había sido subido antes de que el hecho se hubiera producido. Otro dato que no encuadraba en ese montaje, era la alusión al “olor a gas utilizado”, cuando se sabe que el “Sarín”  no tiene olor, entre otros detalles (v. http://www.voltairenet.org/article180248.html ). Es más, ante las acusaciones de que el “régimen de Assad” mataba a su propio pueblo en especial a los sunitas, se comprobó que todas las víctimas de esta matanza eran de la rama Alawita del Islam, la misma del presidente sirio.  Cuando se enviaron observadores al lugar presuntamente atacado, no se hallaron evidencias de impactos de obuses o capsulas con restos de los químicos que la organización “Amigos de Siria” creada por Hillary Clinton aseguraba que eran del ejército sirio. Incluso se hizo muy sospechosos, que antes de que se llegaran a las conclusiones del Alto Comisionado, el mandatario francés Hollande llamó a su par estadounidense Barack Obama donde le aseguró “que eso había sido obra de Al Assad”; conclusión que secundaron sin la menor observación desde Londres David Cameron  y el Foreing Office.

Como antes se había señalado, la CIA y sus aliados no suelen ejecutar directamente estas tareas sucias para lo cual emplean a otras agencias estatales o incluso servicios tercerizados privados, tal como lo hicieron en Iraq y Afganistán. En el caso de Gouta, habían varios indicios que una de las agencias que pudo haber ejecutado esta siniestra operación fuese el MIT turco, ligado estrechamente a la CIA. En aquel momento, pese a que Damasco denunció implicancias tales, Ankara las negaba por la evidente dificultad de probar su real participación pero que, al paso del tiempo y en el presente, se comprueban como el gobierno de Erdogan y sus servicios de inteligencia, han venido sirviendo como parte esencial en las ambiciones estadounidenses.

Pero, de haber sido por la intervención de Moscú en las gestiones por esclarecer aquel hecho, aquellos sectores occidentales habrían logrado imponer como un hecho comprobado, la falsa autoría de las FFAA sirias.  Sin dudas también fue la presencia iraní en el terreno lo que volvió dificultoso el libre operar de estas organizaciones de mercenarios que trabajaban en pro de los objetivos de las agencias que operaban desde las sombras.

En resumen, fue tan escandalosa la puesta en evidencia de que “alguien” había orquestado semejante crimen para endilgárselo a Damasco, que de los informes de los observadores de Naciones Unidas se determinó la presencia en Siria de “un tercer actor” actuando en las sombras.  Ese día para Washington, Londres y aliados, el cielo se cubrió de nubarrones negros. Sin dudas, si Rusia no hubiera estado en esos momentos, implicada desarrollando políticas de apoyo a las autoridades sirias para determinar episodios como el Al Gouta, simplemente habría sido intervenida militarmente y hoy Siria como país seguramente no existiría.

Es allí donde Vladimir Putin jugo sus cartas en forma magistral y pese a los cálculos de los expertos occidentales, Rusia no solo había recuperado su peso militar en Asia, sino que además había recuperado su poder político en el asiento del Consejo de Seguridad, desde donde junto a China, logro vetar dos proyectos de resolución dirigidas a intervenir militarmente a la república de Siria.  Con esto quedo claro que Putin no dejaría que ocurriera lo mismo que con Libia en 2011.

Para Washington y en especial para los sectores políticos y económicos del “Neocon” y “sionistas” se trata de un desastre. Son conscientes de que a pesar de todo el dinero invertido para que el gobierno de Al Assad fuera derrocado, de los esfuerzos de sus aliados regionales y de las arriesgadas operaciones de desinformación masiva en la cual los medios masivos anglo parlantes han jugado un papel tan primordial como escandaloso, hoy ven azorados como las fuerzas árabes sirias entran caminando a la ciudad estratégica de Alepo mientras carentes de provisiones, los mercenarios huyen masa a la frontera turca. 

Ahora bien ¿Estará la ONU a la altura de las consecuencias y hacer valer la Carta para evitar nuevas agresiones sobre la soberanía siria?     





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