EN LA MIRA
¿DE DÓNDE SURGE
EL AUGE DEL TERRORISMO?
Vean como un nocivo coctel de engaños, mentiras mediáticas y millones de dólares, cubren la realidad de lo que hay detrás del terrorismo internacional
Por Dany Smith y
Claude D´Puaux.
Desde el
inicio, no fue nada difícil a los grandes medios y su comunicadores, endilgarle
las culpas al “terrorismo islámico” de todo crimen o bomba que explotaba
alrededor del mundo, especialmente a las que sacuden alguna capital occidental.
Pero el prejuicio no sería tan grave si una vez advertidas las infundadas
acusaciones, ésos mismos medios, periodistas y claro, los gobiernos para los
que trabajan, saben que todo es mentira y continúan en la misma línea.
Los últimos
acontecimientos en París han revelado una realidad que los gobiernos
involucrados en la agresión contra Siria, trataron de mantener oculta a
cualquier costo. Los supuestos grupos de terroristas auto organizados y con una
dirección propia, solo son una pantalla de un programa mucho más complejo,
elaborado y muy bien financiado desde el
exterior. Para ello, las agencias de inteligencia occidentales y sus colegas
militares se han encargado de crear las condiciones de caos ideales dentro de
los países árabes para obtener en ellos los bolsones aspirantes para ser la
carne de cañón para engrosar los diferentes grupos de mercenarios que como “Al
Qaeda”, “Ejército Sirio Libre”, “Al Nusra” y una veintena más de
denominaciones que por unos 300 dólares
por día, pelearan contra las autoridades que gobiernan los países objetivo. Tan
simple como sucio, así es este juego, donde por un lado los chicos de la CIA
arman y generan el caos desde la sombra y los militares apoyan a los gobiernos
de los países que invaden sin saber que están siendo usados como meros “dummies”
de prueba. El ejemplo más claro de esto
último ha sido Iraq y que al día de hoy se debate entre una subsistencia
miserable o una partición regional.
Para potenciar
estos planes, era necesario inclinar un poco la balanza. En el oeste de Iraq
los grupos de la resistencia nacional sobrevivían a duras penas tras una década
de lucha contra los norteamericanos y su gobierno colaboracionista de Bagdad.
Fue necesario darles una “ayuda” para que superaran –aunque más no fuera
temporalmente- a las fuerzas gubernamentales de Al Maliki. Simplemente, un
negocio redondo.
Mientras los mercenarios de la flamante franquicia reclutados
y armados por la CIA y sus socios saudíes se aprestaban a colarse por todo el
norte de Iraq, desde Washington los estadounidenses seguían vendiendo armas y
vehículos blindados a los incautos del partido Dawa que muy tarde se darían
cuenta que habían sido traicionados.
Ha quedado
probado al detalle cómo todos estos grupos –especialmente el Daesh- recibieron
y siguen recibiendo un constante financiamiento que pasa por diversos bancos
sin que la “inteligencia estadounidense y británica” hicieran algo por
bloquearlo. Esto despertó serias sospechas en la verdadera iniciativa por
tratar de cortar el necesario financiamiento de las operaciones. Pero las
mejores y más claras evidencias se hallan en el terreno, donde con pasmosa
tranquilidad se ha podido ver como los grupos cruzan desde y hacia territorio
turco con todo tipo de vehículos, armas y equipos que serán luego empleados
contra los sirios.
El estado turco
está claramente comprometido en todo esto pero, obviamente no puede hacerlo sin
el consentimiento de Washington y de la OTAN.
Prueba de esto último ha sido claramente el derribo de un avión SU-24
que operaba a un kilometro dentro de la frontera turco-siria (1), lo que traerá
consecuencias en breve. Las excusas de los turcos fue que el avión amenazaba su
espacio aéreo pero estaba claro que solo fue una excusa. El hecho era que los
SU-24 estaban destrozando las líneas de abastecimiento y corredores de
transporte del crudo que es robado de los campos petroleros de Deir Zor en el norte
de Siria. En un solo día, los aviones
rusos habían convertido una de las rutas del tráfico en un río de fuego y humo
negro de unos cientos de camiones hechos añicos que se dirigían al puerto turco
de Ceyhar.
Pero la crónica
del auge del “terrorismo” contemporáneo no empezó con este incidente y tampoco
con la charada denominada Primavera árabe. Según algunos informes y
filtraciones de cables secretos (2) entre 2009 y 2010, EEUU por medio de sus
agencias de inteligencia trabajaba activamente y sin pausa en el reclutamiento
y preparación de grupos insurgentes compuestos por elementos de África, el
Medio Oriente y Asia bajo la denominación “Red Cells” que serían dirigidos por
la CIA (3). En estas actividades que se orientaban a operar en el exterior –casualmente
en el Norte de África y el Medio Oriente- estaba complementada con
programas internos de reclutamiento a cargo del FBI, algo que no sorprende para
los conocedores de la mecánica de contrainteligencia estadounidense.
A las
filtraciones de documentos clasificados y material interceptado por hackers
solitarios, no había que olvidar la
proporción de valioso y sensible material informativo provisto por funcionarios
dentro de las mismas agencias gubernamentales estadounidenses que como el caso
de Eduard Snowden o de soldados destacado en Iraq y Afganistán, terminaron
cerrando el círculo de las evidencias que comprobaban una anormalidad en el
accionar de las agencias y las fuerzas estadounidenses en su llamada “guerra
contra el terrorismo”.
Precisamente en
el caso de Snowden, tan molesto ha llegado a ser para los intereses de
Washington, que muchos representantes del Congreso han llamado abiertamente a
cazarlo y condenarlo a muerte por traición.
Es algo seguro, que si este ex
agente de la NSA no contaba todo lo que sabía, hoy habría desaparecido
misteriosamente sin que jamás se supiera que le habría ocurrido. Pero, tras
tomar las previsiones del caso, no solo reveló las molestas infidencias sobre
la operatividad de su agencia sino y mucho más caustico para la Casa Blanca y
el Pentágono, comenzó a revelar sus diversos programas ultra-secretos en los
que EEUU invertía miles de millones de dólares. Uno de ellos, es el referido al
“terrorismo” como un arma más, una táctica en esta nueva forma de hacerse con
el control de otros países y que, tras las últimas revelaciones, dejan a la
inteligencia estadounidense en un sitial de mayor sospecha.
Esto último se
agravó cuando Snowden advirtió que “EEUU sabía que habrían ataques en París” y
pese a la advertencia, tanto las agencias norteamericanas como sus homologas
francesas dejaron que las acciones se concretaran. Salvo por el aviso de un sector del espionaje
israelí que advirtió unas horas antes al sistema de seguridad de la comunidad
judía francesas, nadie más supo lo que se venía. El grado de acierto de Snowden
fue proporcionalmente inverso a la furia
de los personeros de las agencias norteamericanas que literalmente, piden su
cabeza a cualquier precio (4)
Pero no solamente
las agencias estadounidense participaban en este “dejar hacer y dejar pasar”;
según investigaciones sobre la actuación de las agencias de inteligencia
francesas (DGSE) en torno a los ataques del 13 de noviembre, había mucho porque
cuestionar a los ex jefes del área y a altos funcionarios del “Palacio del Eliseo” dado que habrían desdeñado sin motivos ciertos, el acceder a
valioso material de inteligencia que se refería a potenciales terroristas
franceses que estaban operando en Siria . Sobre esto, los mismos sirios le
ofrecieron al entonces gobierno de Sarcozy, información sobre la cantidad y la
identidad de extremistas franceses que habían llegado al país (5). Esto además, se enmarcó en el desastre
político que significo para el primer ministro Nicolás Sarcozy, el haber sido
descubierto operando junto a las bandas mercenarias que fracasaron
estrepitosamente en dar un golpe de estado con apoyo militar francés. Al caer en desgracia y ante las evidencias –más
de una docena de franceses capturados en Baba Amr 2012- Francia acordó con
Damasco retirarse del conflicto y respetar la soberanía de Siria.
Pero apenas
asume el socialista Hollande, se acerca aún más a los planes de Washington,
rompe tácitamente este acuerdo y retoma las actividades subversivas contra
Siria algo que al ser advertido por el funcionario Edouard Lacroix y antes de
exponerlo al Parlamento, por orden del
mismo Francois Hollande fue asesinado. Casualmente, el gobierno de Hollande y
Benjamín Netanyahu de Israel comenzaron a ahondar sus relaciones bilaterales,
especialmente encaminadas a colaborar en darle nuevas perspectivas a la lucha
contra Siria. En ese contexto se producirá el ataque a “Charlie-Hebdo” –rodeado
de varios hechos nada claros- y éste último episodio de una clara operación
de “Bandera Falsa” por la cual, Hollande se presenta como víctima escudándose tras
la muerte de sus compatriotas.
Los rastros de
este juego sucio y siniestro salpican toda la región y a la altura de las
circunstancias, se le hace imposible a Washington y a sus socios tapar las
evidencias de semejante enjuague. Las pruebas de las inconsecuencias y las
incongruencias que rodearon a este último presunto ataque del “Estat Islamic” en
tierras galas quedan a juicio de los hombres y mujeres juiciosos y críticos,
que sin barreras o limitaciones pueden analizar sin condicionamientos lo que realmente paso en
esa jornada.
1-
RT.com.
“¿Cómplices del terrorismo? Turquía ha apuñalado a Rusia por la espalda tras el
derribo de su SU-24”. https://actualidad.rt.com/actualidad/192438-vladimir-putin-hace-declaracion-caida-bombardeo-ruso
2-
RT.com.
“Wikileaks refresca la memoria: Otros países ven a EEUU como un exportador del
terrorismo”. https://actualidad.rt.com/actualidad/192209-wikileaks-eeuu-exportar-terroristas-estado-islamico
3- WIKILEAKS. “CIA red cell special memorándum on Whats if foreigners see the Unites States
as an Exporter of Terrorism”. August 25, 2010. https://file.wikileaks.org/file/us-cia-redcell-exporter-of-terrorism-2010.pdf
4-
RT.com. “Exdirector de la CIA: Snowden merece ser
ahorcado por los atentados de París”. https://actualidad.rt.com/actualidad/192104-exdirector-cia-snowden-merece-ahorcado
5-
RED VOLTAIRE.org. “Precisiones sobre la lista de terroristas franceses en Siria”. http://www.voltairenet.org/article189363.html