Pensamiento critico y político sobre la realidad de Argentina en el marco regional y mundial
martes, 17 de abril de 2018
domingo, 15 de abril de 2018
EN LA MIRA
“CREAR EL PROBLEMA”
¿Hasta dónde se tolerara éste tipo de tácticas sucias que sirven para
violentar las soberanías de los estados?
Por Charles H. Slim
Tal vez esto no
les resulte muy familiar o incluso razonable, proponer que cuando sea necesario
conseguir algo “hay que crear un problema” acorde a la solución que se quiere
imponer. Esto es lo que más o menos plantean como fórmula recurrente, los
cerebros que diseñan las políticas estratégicas tanto en Washington como
Londres. Decir esto en esos ámbitos es algo que no sorprende a nadie, pero solo
desde hace unos diez años hasta esta parte, recién se han ido develando con un
cúmulo sorprendente de pruebas, como es que realmente se puede hacer realidad y
a cualquier costo, lo que conviene a un gobierno.
Esto involucra a lo que conocemos como “Banderas Falsas” y
“Operaciones Negras”, dos terminologías que desde el 2001 han ganado un lugar
en el vocabulario usual de la opinión pública global. Se tratan de maniobras
muy bien planificadas destinadas a varios propósitos pero sobresaliendo uno en
especial: Crear un culpable. Ellas refieren a acciones de engaño que llegan a
tal grado de perfidia, que incluyen incluso el sacrificio de ciudadanos de su
propia nacionalidad, tanto por acción como por omisión. En realidad desde hace
décadas que se emplean estas maniobras sucias para ejecutar coordinadamente, acciones
políticas y militares contra un enemigo externo pero también interno, solo que el
tema ha estado rodeado de un silencioso Tabú mediático que dejó a hechos como
la voladura del buque “USS Maine” en Cuba, pasando por el bombardeo de “Pearl
Harbor” y el ataque en el “Golfo de Tonkín “, como hechos muy difíciles de
explicar a la luz de evidencias que contradecían la versión oficial. La
sorpresiva explosión del USS-Maine el 15 de febrero de 1898 cuando se hallaba
anclado en el puerto de la Habana, dio los argumentos a Washington para culpar
a España de esto y arrebatarle el control de la isla. El ataque japonés de
“Pearl Harbor” en diciembre de 1941, pese a que los militares fueron alertados
de que habían movimientos sospechosos en el pacifico, ello fue pasado por alto
por la Casa Blanca y el resultado de esa embestida justifico el ingreso de EEUU
a la guerra. El incidente de “Tonkín” del 2 de agosto de 1964 fue una de estas
operaciones y por la cual, EEUU pudo intervenir en Vietnam[1].
Las pruebas sobre el embuste que resulto ser éste último incidente, hace que
hoy día sea imposible de rebatir.
El 11 de septiembre de 2001 marco sin dudas un quiebre en esta
línea. La espectacularidad del ataque y el exceso de irregularidades detectadas
en esa mañana, fue sin dudas contraproducente para la propaganda que seguía
detrás.
Desde simples ciudadanos que pasaban esa mañana rumbo a sus trabajos,
bomberos, policías hasta funcionarios políticos, militares y de inteligencia
que analizaron posteriormente las imágenes de aquellos hechos, han coincidido
en lo extraño de todo. Lejos de aquellos días en que todos acataban a pie
juntillas lo que los medios difundían, comenzaron las preguntas y con ellas, a
obtenerse las respuestas inconvenientes. El público comenzó a demostrar que no
se creía cualquier versión y menos aún la gubernamental, por más elaborada que
esta fuera. El sentido crítico y de compromiso se vio en el mismo público
estadounidense que no se quedo como testigo mudo de lo que aconteció sino que,
comenzó a investigar con los riesgos que
le conllevaba, lo que realmente había ocurrido.
El resultado de ello, la puesta en una duda más que razonable al
intento del gobierno federal estadounidense por pretender endilgar la culpa del
11/S a simples terroristas del Medio Oriente y perpetrar un ideario colectivo
unificado. Y si bien muchos simples ciudadanos de a pie comenzaron a cuestionar
lo que los medios repetían a coro de lo que La Casa Blanca alegaba que había
ocurrido, las palabras más fuertes y molestas provinieron de ex funcionarios
que advertían de un cúmulo de irregularidades dentro del sistema que
permitieron que esto pasara. Solo para señalar uno de ellos, tenemos la
declaración de un ex general de inteligencia nacional (INSCOM) retirado llamado
Albert Stubblebine[2],
quien tras analizar las imágenes captadas en aquella mañana, determino que
alguien debió desactivar los sensores y defensas aéreas del Pentágono para
permitir que un bólido (que no fue un avión) impactara contra uno de sus
frentes. Incluso sobre esto último
Stubblebine tras estudiar el agujero en aquella cara del edificio y la forma
que presentaba, concluyó que allí había impactado un misil grande.
A ello se unió el sentido crítico y agudo de autores
norteamericanos como Gore Vidal donde en un artículo muy interesante publicado
en el The Observer [3]
en 2002 deja en claro que, además de no creerse la versión de la
administración Bush, lo ocurrido había estado dirigido a restringir las
libertades individuales de cara a embarcar a la Unión en una aventura geoestratégica
en Eurasia, entre otros objetivos.
Desde que se produjeron las revueltas en el norte de África en
2010/2011, intoxicadas por la implicancia de las agencias de inteligencia de
países occidentales –con la invalorable cooperación de países como Arabia
Saudita y Qatar- y que los medios bautizaron artificiosamente como
“Primavera Árabe”, el uso de operaciones negras y de falsa bandera se han
incrementado a un ritmo descarado, algo que se ha venido viendo con total
desparpajo en los continuos intentos de Washington y de sus aliados por
derrocar al legítimo gobierno sirio de Bashar Al Assad. Últimamente hemos
venido viendo como extraños ataques con gas venenoso tratan de ser endilgados
al gobierno, cuando en realidad se sabe desde hace años que los “rebeldes
moderados” fabrican (con la ayuda de laboratorios extranjeros) Cloro y Sarín. A
ello se agregan los montajes escénicos de una supuesta ONG humanitaria llamada Cascos
Blancos[4]
que no es más que una fachada del MI-6 británico.
Sobre esto último, el mismo canciller ruso Sergei Lavrov denuncio
hace unos días, la intervención de agentes británicos en la creación de un
ataque con gas Cloro en Duma, algo que fue confirmado por el vocero de las
Fuerzas Armadas rusas Igor Konachenkov[5].
Desde el año pasado, la fabricación de escenarios falsos se ha
venido multiplicando en forma descomunal, a tal punto que los autores de estos
embustes no pudieron disfrazar varios de sus engaños y borrar algunos rastros.
Con el último episodio montado en Duma y tras el ataque artero realizado por
EEUU, Francia y Gran Bretaña el 14 de abril último en un intento desesperado
por derrocar al legitimo gobierno de Damasco, el respeto a la ley internacional
(una vez más) ha quedado por los suelos llevando a meditar seriamente, si Naciones
Unidas puede seguir sosteniendo algo de legitimidad como órgano que debiera
hacer aplicar, con igualdad e imparcialidad, los preceptos de la Carta
orgánica.
[1]
WIKIPEDIA.Org. “Incidente del Golfo de Tonkín”. https://es.wikipedia.org/wiki/Incidente_del_golfo_de_Tonk%C3%ADn
[2] TELEGRAPH.UK. “Major General Albert
Stubblebine III US Intelligence chief involved in psychokinetics –obituary”.
April, 7, 2017. https://www.telegraph.co.uk/obituaries/2017/04/07/major-general-albert-stubblebine-iii-us-intelligence-chief-involved/
[3]
VIDAL Gore, “El enemigo interior”, publicado el 27 de octubre de 2002,
disponible en: http://www.amics21.com/911/gore-vidal.html
[4] SPUTNIK. “Syrian Army Discovers
White Helmet´s filming site in Eastern Ghouta”. Published in April, 11, 2018. https://sputniknews.com/middleeast/201804111063422215-white-helmets-fake-video-site/
[5]
RED VOLTAIRE-Org. “Rusia denuncia que el Reino Unido implicado en el incidente químico de la
Ghouta”. Publicado el 13 de abril 2018. http://www.voltairenet.org/article200670.html
martes, 10 de abril de 2018
VETERANOS DE AYER
“TAPADERA DE RATAS”
¿Hasta cuándo el gobierno argentino tapara las causas reales del incidente del submarina ARA San Juan?
Por Charles H. Slim
El 3 de abril
último se hizo oficial que el buque explorador ruso “Yantar” abandonaba la
búsqueda del submarino “ARA San Juan” y pronto los cuestionamientos entre
familiares e investigadores cundieron ¿Por qué? Muchas han sido las hipótesis
sobre las causales que llevaron a que el buque ruso decidiera regresarse a su
patria.
No es para nada desacertado tener como posibles motivos en esta
situación, presiones diplomáticas imprimidas desde Londres sobre el subalterno gobierno
de Macri, que son amplificadas en el marco de las tensiones entre Rusia y Gran
Bretaña por el caso Skripal. No es una novedad para nadie que la llegada de la
marina rusa a las aguas del atlántico sur, ha sido un dolor de cabeza
insoportable y una seria preocupación para el gabinete de Teresa May y en
particular para las actividades de la Real Marina británica con base en Mount
Pleasant de Malvinas.
Pero también, ha sido una preocupación para el secretariado de la
OTAN, que tiene al archipiélago como una
base estratégica de las operaciones navales de la alianza en el hemisferio sur.
En este sentido el papel de los EEUU ha sido determinante para sostener la
posición de Gran Bretaña en la región mientras y al mismo tiempo le otorga
migajas a los gobiernos pasatistas en Buenos Aires.
Lo ocurrido con el submarino argentino no puede resumirse en una
tragedia, ya que ella solo proviene de un hecho fortuito, producto de una
situación inesperada y hasta insólita para quienes la sufren. No nada de ello.
Con el dolor y la desesperación que azota a los familiares, el poder político
argentino (oposición y gobierno) trata de cubrir sus extendías ineptitudes y lo
peor, las responsabilidades de quienes habrían ejecutado semejante acto. Tal
vez usted en este momento se pregunte ¿Ejecutado, por quiénes? He allí el
meollo del asunto, el motivo por el cual la búsqueda y rescate nunca llegaron a
nada, la prueba cabal de que nada de lo que se dijo fue verdadero y de los
motivos por los cuales, se entorpeció las actividades del buque “Yantar”.
La responsabilidad británica y chilena en la acción emprendida ha
sido clara y no solo por las especulaciones de algún que otro trasnochado
conspiranoico de los que los medios convencionales –al servicio de la
desinformación al mejor postor- quisieran deshacerse para siempre. Las
pruebas de esto siempre estuvieron al alcance del gobierno argentino e incluso,
fueron puestas en la cara del mismo presidente argentino y de su Estado Mayor. El
problema era que la verdad era demasiado pesada para los hombros de un gobierno
dependiente y mucho más, cuando la revelación provenía de la inteligencia
satelital rusa.
Solo basta hacer un ejercicio de la imaginación y recrear en cada
uno de los presentes, cómo fue la reacción del presidente y de su gabinete ante
los informes que daban la situación real del submarino y de las naves
involucradas en su hundimiento captados con muy buena nitidez desde los
satélites “Kobait-M” que barría la región en momentos del suceso. Macri y sus
encargados del Ministerio de Defensa recibieron del gobierno ruso, más
específicamente del Consejo de Seguridad del Kremlin[1] la
información detallada de la situación, con fotos, coordenadas e incluso muy
posiblemente, la grabación de las comunicaciones de las naves involucradas en
el incidente. Ante esto, solo pudo verse estupor que deformaba la cara del
presidente y mucha adrenalina corriendo por las venas de todos sus funcionarios
que mezclado con una gran cuota de temor (para no decir horror), los dejo sin
palabras, absortos y con la segura conclusión que se resumiría en un “No
podemos hacer nada”. Más o menos, esto es lo que seguramente ocurrió en la
secretitud del despacho presidencial y en el ámbito de la Armada. A diferencia
de los estadounidenses, los rusos ayudaron a Buenos Aires para dar una solución
política propia al asunto, pero el problema era que, “Argentina no tenía como
hacerlo”. Ni siquiera cuentan con poder político para vindicar a su gente. Recién
allí cayeron en cuentas de que estaban absolutamente desarmados y sin la menor
capacidad de responder ante una agresión externa.
Cuando se filtro las grabaciones de las explosiones captadas por los
micrófonos hidroacusticos instalados en el océano atlántico sur, que se recogieron
en la sede en Viena, Austria, lo que revelaron confirmaba el ataque[2]
Décadas de desarme y abandono, impulsado por políticas deliberadas
de sectores que guiados por la ceguera de sus propios intereses y vendettas
personales, entregaron los destinos del país y de su política exterior a los
enemigos de la nación. No fue casual que los movimientos y corridas de personas
como Nilda Garré ex ministra de Defensa y de su predecesor Agustín Rossi
buscaran el amparo del anonimato y del silencio ante la oleada de
cuestionamientos que comenzaron a llover.
Igual silencio se vio en la cancillería chilena que no se dio por
aludido por la presencia de naves propias en aguas australes.
Por lo pronto, un inmediato control de daños se habría producido en
el país trasandino cuando, repentinamente y a menos de un mes del incidente, la
cúpula de la Armada chilena anunciaba el retiro de sus más altos almirantes
supuestamente, para dejar vacancia a las nuevas generaciones. Para algunas fuentes, eso fue una limpieza
ante lo ocurrido como una forma de salvar la responsabilidad del estado
chileno.
¿Cuál hubiera sido la reacción de Londres y de Santiago de Chile si
Argentina hubiera tenido una capacidad defensiva respetable y por supuesto, un
gobierno político a la altura de las circunstancias? Pues, habría habido un
ingente movimiento diplomático para que, como dice el refrán “la sangre no
llegue al río”. La reacción de Londres y en especial del Foreign Office habría
sido mucho más visible e incluso, de una clara tensión que bien pudo haber
usufructuado Buenos Aires a favor de sus reivindicaciones por la soberanía del
archipiélago austral llevando a que los Kelpers reconsiderasen su postura.
Pero la realidad es muy diferente y el incidente al menos ha
servido para visualizar una verdad que había quedado oculta en los oscuros
cajones de los archivos del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto
argentino, referente a la claudicante firma de los tratados de Madrid en 1990 y
que le otorgo a Londres, el control absoluto de la política económica y de
defensa de la Argentina.
Este notorio condicionamiento de Argentina, ha ido viéndose en cada
pista, en cada hallazgo[3] y
en cada rueda de desinformación montada por la Armada dirigida por un ministro al
día de hoy muy discutido por los familiares de los submarinistas. Queda claro
que no hay margen para seguir argumentando política alguna tendiente a resolver
la verdad material de lo sucedido y lo peor de todo, es que quienes podrían
llegar a concretar ese resultado hoy navegan rumbo a los puertos de la
Federación rusa.
[1]
KONTRAINFO.com. “Informe ruso de Newsstreet.ru: Armada Real Británica y de
Chile hundieron al ARA San Juan”. http://kontrainfo.com/exclusivo-informe-ruso-publicado-newsstreet-armada-real-britanica-chile-hundieron-al-ara-san-juan/
[2]PENSAMIENTO ESTRATEGICO Y POLÍTICO. “La
hora de las respuestas”. Publicado el 2 de diciembre de 2018. https://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2017/12/en-debate-la-hora-de-las-respuestas.html
[3]
MINUTO UNO. “Encontraron una radiobaliza que sería del submarino ARA San Juan”.
https://www.minutouno.com/notas/3068108-encontraron-una-radiobaliza-que-seria-del-submarino-ara-san-juan
sábado, 7 de abril de 2018
EN DEBATE
“PERSPECTIVAS DIFUSAS”
¿Puede prosperar algún plan de paz cuando no existe justicia?
Por Pepe Beru
Desde hace más
de un mes que la fuerza aérea israelí había venido lanzando ataques aéreos contra
la Franja de Gaza causando los estragos que son bien conocidos para los
palestinos como también para quienes se han interesado en investigar la
situación de ese gran “gueto” de 365 km cuadrados donde viven arrinconados casi
dos millones de habitantes. Los efectos de cada uno de estos ataques sobre el
centro urbano y las barriadas atestadas de familias es simplemente indescriptible.
Solo los palestinos saben lo que es estar bajo ataques con aviones de última
generación que lanzan las más destructivas bombas sobre sus cabezas. No hay en
ningún otro lugar del mundo donde se esté cometiendo semejantes crímenes de
guerra a la vista y conocimiento de Naciones Unidas.
La excusa del gobierno de Tel Aviv es la misma de siempre, el
“terrorismo” y el derecho a defenderse, pero relega de su discurso su postura
invasiva y de ocupación. Incluso, no se ha visto que agrupación de la
resistencia “Hamas” haya lanzado un solo ataque en la intensidad y con la despiadada
intensionalidad como la vista por las FDI. Es más, la capacidad armamentística
israelí hace que virtualmente jueguen con las precarias y viejas armas que
tienen los grupos de la resistencia palestina. En éste sentido para el gobierno
israelí como para los sionistas en general –sin importar en qué país se encuentren-
la sola mención de que hay palestinos armados resistiendo, es razón
suficiente para arrasar con todos sin distinciones entre combatientes y
población.
En este último sentido con el avance en las comunicaciones y el
internet de veinte años hasta esta parte, la opinión pública global se ha
acercado más al problema y ha podido estudiarlo con mayor profundidad. Con ello
a su vez se ha podido ver como Tel Aviv hace mucho que viene cometiendo todo
tipo de bestialidades a la sombra de chantajes políticos y entuertos
económicos-financieros con gobiernos de muchos países del mundo y en especial,
con el amparo de EEUU. Esto último durante décadas fue considerado un “Tabú” en
los medios obligando a que las editoriales guardaran absoluto silencio y cuando
se planteaba por alguien algunos de estos incidentes ante el público general,
era inmediatamente ridiculizado, echado de su trabajo y/o denunciado como
“antisemita”.
Actualmente esas tácticas ya no funcionan. En especial la
recurrente alegoría del antisemitismo que los representantes de Tel Aviv y de
Washington esgrimen para tratar de desarmar las denuncias y presentaciones que
se han hecho ante Naciones Unidas. Y es que hoy día la gente todos los rincones
de la tierra saben que, además de la falacia que esconde el uso de esa palabra,
es al mismo tiempo la revelación de una verdad que siempre estuvo a la vista de
quienes en realidad sabían que significaba aquella. Quienes se autodenominaron
como “semitas” en su mayoría nunca lo fueron (por su origen Jázaro europeo) y a
su vez, asesinaban impunemente a pobladores semitas como los palestinos. Es muy
contradictorio en el discurso israelí y de sus partidarios sionistas al alegar
un supuesto antisemitismo en las condenas por sus bestialidades, cuando son ellos
quienes están masacrando a un pueblo semita como el palestino.
Ante estas abiertas inconsecuencias en la propaganda mediática, los
otroras sionistas de varios medios y algunos insignes periodistas adherentes a
aquella, hoy mantienen total silencio.
francotiradores israelies |
Ello ha sido como un tiro por la culata, la explosión de la
recamara de un fusil en la cara de los ideólogos de estas farsas discursivas,
muy bien pensadas por expertos en antropología pero en especial, por expertos
en psicología (de los que las FDI y las agencias de inteligencia se valen) para
manipular a la opinión pública, en cuya misión los medios masivos de
comunicación occidentales han participado con gran algarabía.
Aquella complicidad y complacencia en desplegar toda esa farsa que
cubriera las acciones de un estado con voracidad expansiva pronto choco con una
realidad de la cual muchos comenzaron a descreer en sus editoriales y a ser
mucho más críticos con los argumentos que se ventilaban sobre las masacres que
éstos medios tendenciosamente convertían en sus líneas como “bajas”, o el
odioso termino “daño colateral” o simplemente “terroristas eliminados”. Incluso, cuando la noticia ha escapado de la
posibilidad por tratar de evitar su publicación y tratando de psicopatear al potencial
lector, tratan de argumentar que las mujeres o los niños asesinados de las
formas más horrendas “ha sido por culpa de Hamas” o excusas similares.
Hay en todo esto un denso y oscuro halo de perversión que no tiene
excusas y que sigue tratando de cubrir las bestialidades de Tel Aviv. El 30 de
marzo comenzó una masiva movilización de palestinos para concentrarse en el
límite con la frontera alambrada de Gaza. Con el fin de conmemorar el día de la
tierra en recuerdo de varios jóvenes palestinos asesinados por el ejército
israelí en 1976 cuando Israel expropiaba terrenos para la construcción de
asentamientos en Galilea, miles de palestinos, hombres, mujeres, niños y
ancianos marcharon para acampar en esa zona reclamando el derecho a la
devolución de sus territorios obteniendo como respuesta, Drones lanzando
granadas de gas, balas de francotiradores y fuego de tanques.
Como era de esperar desde Tel Aviv solo hubo argumentos cínicos y
despectivos por los muertos árabes. La masacre que se cobro con la vida de 18 manifestantes
palestinos (asesinados por disparos de francotiradores) y miles de heridos
pretende quedar en la impunidad nuevamente, según así lo afirmaron los mismos personeros
en Tel Aviv al decir que “no realizaran ninguna investigación”. Por lo pronto pese a sus influencias, sus
lobistas dentro de Naciones Unidas no pueden hacer mucho para volcar el foro en
su favor.
Israel ya viene siendo noticia en varias formas de violación de los
derechos humanos. El caso más notorio de los últimos tiempos fue el de la
adolecente palestina Ahed Tamimi encarcelada por abofetear a un soldado israelí
que se metió en su casa ha tomado nuevos ribetes y como lo ha denunciado hace
unos la abogada que la defiende de este “proceso judicial” ilegitimo, la
prisionera está siendo objeto de abusos psicológicos orientados a concretar
abusos sexuales en la prisión donde se halla alojada. Nada nuevo en la
pretendida democracia seudo-occidental.
Lo curioso es que no existen tribunales palestinos que puedan
procesar a los soldados, comandantes y responsables políticos por todos estos
atropellos contra la población. La única administración de justicia es la
monopolizada por los ocupantes y que no garantiza absolutamente nada.
Este tipo de procederes que violan todas las convenciones, tratados
y legislación internacional atinente al respeto a los más básicos derechos y
garantías no es nuevo en Israel y se pueden encontrar en los archivos de
Naciones Unidas extensos antecedentes de arbitrariedad que van desde las
violaciones, torturas hasta las ejecuciones sumarias.
Como era de esperar los medios regionales de Latinoamérica y en
especial en Argentina, no se paso ni se discutió nada sobre estos
acontecimientos dejando en claro, quienes son los que manejan los medios.
Igualmente y para su malestar, han sido las redes sociales las que han
ventilado todas estas “informaciones urticantes” para el sionismo internacional
que ya no sabe como argumentar una postura ante tantos atropellos a los
derechos humanos porque, sépanlo, los árabes-palestinos son seres humanos.
martes, 3 de abril de 2018
VETERANOS DE AYER
“DE MOSCÚ A
PUERTO ARGENTINO”
La historia secreta de una ayuda que balanceo el conflicto entre el Reino Unido, la OTAN y la Argentina
Por
Charles H. Slim
Cuando Argentina decidió aquel 2 de abril de 1982 realizar un acto
material para reivindicar la soberanía sobre las Islas Malvinas, Sandwiches y
Georgias del Sur ocupadas de facto por el Reino Unido, pocos países fueron
quienes le tendieron una mano para sostener la posición argentina frente a la
potencialidad británica. En aquel entonces, el mundo era tan complejo como el
actual pero, la existencia de dos bloques político-militares que dominaban la
geopolítica contemporánea, dio los matices particulares a una de las últimas
guerras convencionales del siglo XX.
En
la política y mucho más en la desarrollada a nivel internacional, los intereses
de cada país están por encima de cualquier ideología e incluso de las lealtades
financieras y comerciales. Precisamente, aquellos países que mantenían
históricamente un fluido contacto comercial con Argentina, no solo le dieron la
espalda en esta ocasión sino que incluso, colaboraron gustosamente con Londres
para bloquear todo tipo de importaciones al país sudamericano. Tan triste como
real; así fue como se comportaron países europeos como Francia o vecinos como
Chile y Uruguay, más preocupados por lo que bajaba del Foreign Office que
lo que pudieran necesitar los argentinos.
El
caso chileno fue paradigmáticamente triste. Pese a que Santiago de Chile,
incluso tras la salida del régimen de Pinochet y la llegada del gobierno democrático
con la “Concertación”, siempre se negó su implicancia a favor del Londres, pese
a varios hechos producidos durante la guerra. A ello se agrega lo relatado por
un ex jefe de la inteligencia británica Sidney Edwards quien en su libro My
Secret Falklands War saca de dudas a quienes no se convencían de estas complicidades,
muchos de los cuales trataron de esconder la basura bajo la alfombra.
Justamente tras cumplir con estas tareas secretas entre Santiago y Londres,
tras finalizar la guerra Edwards fue condecorado por su “Graciosa Majestad” con
el título de “Sir”. Más tarde los argentinos verían a un General Pinochet declarando
con orgullo junto a Margaret Thatcher, su valiosa ayuda en la guerra contra
Argentina.
Ellos,
los chilenos, también obraron en
consecuencia con este parámetro del interés superior para su estado y los
británicos les dieron en premio, mejores armas y buques. Aquí no debe mezclarse
el sentimentalismo lacrimógeno que tan lamentablemente campea en las tierras
argentas y que ha servido a Gran Bretaña para manipular desde la derecha hasta
la izquierda, a toda la población.
El realismo político es el realismo del
hacer. Y a pesar de estas jugarretas poco empáticas de todos estos actores
políticos, lo cierto es que el entonces gobierno argentino no fue tan naif como
los periodistas y algunos historiadores anglófilos han tratado de pintarlo. Ni
el general Leopoldo Fortunato Galtieri era un borracho trasnochado ni los
conscriptos fueron “chicos” enviados a la muerte, como suelen argumentar algunos
sectores de la prensa liberal pro-británica. Igualmente es cierto que la visión
política de Galtieri y sus expectativas sobre la presunta neutralidad
estadounidense fue tan estrecha como errónea. Es imperdonable su falta de
visión estratégica y una mirada crítica en aquel momento tan especial. En este
sentido alguien de su entorno debió cuestionarle ¿Cómo cree que Washington va a
darle la espalda a un gobierno conservador como el de Thatcher que impulsa
activamente el emplazamiento de misiles de medio alcance contra la URSS?
La
dimensión del problema que se presentaría ante los ojos de los responsables de
la “Operación Rosario” llevo a elaborar algunas medidas políticas que
contradecían no solo otras ya en curso sino también, a posturas políticas que
se hallaban plasmadas en la misma Casa Rosada.
Las
cuestiones de la guerra no son nada simples. Quienes hablan y juzgan desde la
distancia sin un mínimo de experiencia en estos temas y en el caso Malvinas en
particular, solo rumian en el vacío y son poco creíbles para considerarlos
serios. Algunos otros están claramente influenciados por los intereses
británicos que desde hace mucho tiempo vienen operando dentro de Argentina.
En
ese sentido, Buenos Aires sabía que los británicos estarían apoyados por la
infraestructura de la OTAN y que incluso, en alguna medida, podrían ser
traicionados por EEUU, algo que se termino corroborando con el abierto
incumplimiento de las obligaciones reciprocas del TIAR, las deliberadas dilaciones
del “mediador” Alexander Haig y la ayuda
de inteligencia sátelital provista por el Pentágono. O como olvidar las confesiones del ex
Secretario de Defensa británico Sir John Nott quien en sus memorias que fueron
en parte publicadas en The Telegraph adelanto que “Francia fue un aliado
incondicional” en la guerra. El panorama que enfrento Argentina era ampliamente
adverso. Entonces ¿Qué podía hacer la Junta Militar para contrabalancear esta
situación? Varios generales argentinos creían que había que requerir una ayuda
explicita y directa a la URSS algo que fue rechazado de plano por una Junta que
había estado conectada con Washington.
Documento secreto de las FFAA de Brasil |
Igualmente
no olvidemos que otros países no alineados como Libia y de la región como el
Perú, brindaron una ayuda material invalorable en momentos que se hacía
imperioso obtener pertrechos y armas para hacer frente a la “Task Force” que ya
se estaba reaprovisionando en la isla Ascensión, donde EEUU mantiene una base
estratégica. Otros países del mundo árabe islámico como Iraq e Irán, quienes en
esos momentos se encontraban embarcados en una guerra fratricida, no dudaron
por sus propias partes declarar su apoyo a la República Argentina. Por el
contrario, no hubo por parte de Israel ningún tipo de ayuda oficial o
extraoficial ya que Tel Aviv siempre estuvo alineado a los intereses de Londres
y prueba de ello son su larga historia de cooperación en los conflictos que se
han desatado en la región.
Siguiendo
con esto y a contrario de lo que pocos supieron hasta hoy, en realidad
Argentina recibió una mano muy importante de la entonces Unión Soviética, una
que le ayudo a lograr entre otros objetivos, dañar severamente a la flota
británica y alejarla de las costas continentales. Recordemos que mientras la
OTAN proveía suplementos e inteligencia electrónica para monitorear las
comunicaciones y movimientos argentinos en el continente, los satélites rusos
que monitoreaban el Teatro de operaciones (TOAS), información que según el
investigador ruso Sergei Briliov en su libro Fidel, Futbol y Malvinas en
donde relata cómo Moscú pudo proveer esta ayuda estratégica que sin dudas ayudo
a balancear el conflicto.
Una
de sus fuentes citadas en dicha obra, el ex coronel de la KGB Nikolái Leonov,
confirmo que en aquel entonces Moscú le hizo llegar a Buenos Aires, “documentos
de inteligencia espacial” que le proveían un detalle de la posición de la flota
británica –vista desde sus satélites- desplegada en torno a las islas.
Otros investigadores rusos han develado que si Argentina hubiera enviado a
tropas terrestres profesionales, la guerra pudo haber tenido otro final aunque
sí es cierto recordar, que si lograban vencer a Gran Bretaña Buenos Aires
hubiera necesitado tomar medidas políticas geoestratégicas revolucionarias que
hubieran posicionado al país y a la región a otro nivel geopolítico que incluso
perduraría hasta nuestros días. Incluso
algunos de ellos especulan que si la “Task Force” hubiera regresado a los
puertos británicos echa girones, “Margaret Thatcher hubiera sido la destituida
y cubierta de un oprobio imposible de limpiar”.
Pero
la realidad es cruda y solo el ejercicio de una larga y perseverante política
inteligente puede llegar a dar resultados. Como concluyen varios expertos en un
meduloso artículo ruso publicado en el portal Sputnik “Londres solo reconoce la ley
de la fuerza”, pero a su vez reconoce que “los argentinos nuca aceparán el
dominio del Reino Unido sobre éstas islas” (“El archipiélago de la discordia”.
Publicado el 3 de abril de 2018. https://mundo.sputniknews.com/americalatina/201804021077527637-falklands-islas-malvinas-conflicto-galtieri-thatcher/) y
en sentido pareciera haber un empate técnico que Londres subrepticiamente trata
de alterar.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)