martes, 30 de julio de 2024

 

DESPLEGANDO NUEVOS CERCOS EN EURASIA

Antes de que la administración demócrata abandone la Casa Blanca impulsará todas las acciones que puedan obstruir el comercio y la economía de la Federación de Rusia ¿Cuáles son algunas de esas acciones y dónde ha comenzado a instigarlas?

 

Por Charles H. Slim

Uno de los objetivos del avance de la OTAN hacia el oriente se centra en intereses económico-comerciales y para ello, controlar las rutas comerciales y los recursos energéticos del continente son vitales para tratar de ahogar a la economía de la Federación de Rusia para luego ir por China.

Esto sin dudas forma parte del denominado Proyecto para el Nuevo Siglo Estadounidense, formulado en 1997 por aquel núcleo de neoconservadores y sionistas que tras los convenientes ataques a las Torres Gemelas en septiembre de 2001, buscaba hacerse con los recursos petrolíferos y gasíferos instigando para ello las invasiones de Afganistán (gas), Iraq (petróleo) y que pretendía extenderse a todo el mundo árabe-islámico.

Apropiarse de los países productores de petróleo, carbón y gas era el plan inicial y de esa manera, EEUU resolvería sus problemas de abastecimiento para todo el siglo. Como ya quedo claro, aquellas invasiones además de militarmente calamitosas fueron un error estratégico que a la larga afecto la credibilidad política y moral del país.

Desde el 2013, Washington puso en marcha sus planes para meter a Ucrania dentro del mapa de la OTAN como parte de sus ansiados planes estratégicos de avanzar sobre los bordes de Rusia. Una base de la OTAN con el control de Crimea y todo el Mar Negro y el emplazamiento de misiles a solo cinco minutos de Moscú era el sueño húmedo de los neocon. Tras varios fracasos suaves y decidido a concretar aquellos planes, Washington bajo la administración de Obama planificó y apoyo en febrero de 2014 el golpe de estado en Kiev. Desde entonces y ya en 2021 con Joe Biden en La Casa Blanca reforzó la asistencia a la ultraderecha anti rusa para que en 2022 y tras ser desbaratado un plan para atacar masivamente en el mes de marzo al Donbas, ante la intervención rusa tuvo que pasar a la defensiva para evitar que aplastara a su títere en Kiev.

El fracaso del establecimiento norteamericano (que no es el pueblo) y de la OTAN ha quedado más que evidenciado. A pesar de toda la ayuda brindada y los trucos sucios (sabotajes, terrorismo y sanciones económicas), los rusos se han impuesto en el campo de batalla. Como contrapartida, Ucrania es un país destruido, que en dos años ha perdido más de 500 mil combatientes, la mayoría jóvenes y su régimen ha literalmente empeñado a las próximas generaciones de ucranianos con los prestamos financieros que ha recibido para sostener esta “guerra de poderes” no solo de Washington y la UE sino de fondos de inversión como Black Rock y Vanguard quienes son los comodines privados para financiar la guerra.

Aquí el cambio que haya después de noviembre en La Casa Blanca no cambiara nada. Las supuestas intenciones de paz del bocón Trump son la nada misma y algunas señales de que Washington se prepara para reiniciar nuevas estrategias para fastidiar a la Federación de Rusia y en general los BRICS ya están a la vista.

Como en Washington se han dado cuenta que los ucranianos sacrificables se van acabando y al mismo tiempo no van enviar a sus tropas regulares para ayudarles, no hay otra que apretar aún más la soga en el cuello de Rusia y para ello hay que fastidiar su comercio de energía. Como vemos, la democracia estadounidense al desnudo que puede traducirse en “libertad para robar, mentir y asesinar”.

Extender al Cáucaso las restricciones para el comercio del gas ruso parece ser parte de esta estrategia. Eso es lo que dejo entrever la visita de la directora de la USAID Samantha Power a Armenia. En ese encuentro la jefe de la fachada de la CIA que opera inspirando la subversión alrededor del globo, más allá de las promesas y sonrisas, lejos de los micrófonos le sugirió al pusilánime primer ministro armenio Nikol Pashinián que deje de comprar el gas ruso y se abastezca con el gas de…Azerbaiyán. Se trata de una “oferta que no puede rechazar”.

Apenas se han sanado las heridas de la guerra y menos aún de la expulsión de los armenios de Nagorno Karabaj sin que Pashinián haya movido un dedo por sus paisanos. Casualmente, la agresión e inmediata ocupación azerí sobre el enclave estuvo políticamente permitida por la Unión Europea que no olvidemos, es solo un vasallo de las decisiones y conveniencias de Washington.

Aquella acción estuvo fundada en el interés de que Azerbaiyán tomase el control de los gasoductos que pasan por el enclave y venderlo a la UE como alternativa al corte del suministro del gas ruso llevada a cabo con los sabotajes de la OTAN a los gasoductos Nord Stream I y II.

Ahora y ante las necesidades geopolíticas de Washington y que se enmarcan en su guerra de poderes contra Rusia, Pashinián es “invitado” por Power a dejar de lado el gas barato ruso para que le compre el gas que su vecino le robo previamente. Ese es el capitalismo de tinte angloestadounidense.

Ciertamente que no se puede esperar que un país tan débil como Armenia y con semejante primer ministro, pueda oponerse a las mandas de un imperio al cual no se le puede decir no, sin esperar consecuencias a la vuelta de la esquina. Así es como se comporta la diplomacia estadounidense y que la ex vice secretaria de Estado Nuland representaba tan bien y que Samantha Power no dista mucho de ese estilo.  Pero Pashinián podría cuando menos aparentar que tiene algo de dignidad y antes de cualquier movimiento que termine afectando a la economía de sus conciudadanos llamar a todos los sectores del país para que lo respalde.

  

 

 

domingo, 28 de julio de 2024

 

THE TRUMP TRAP?

Why can't we expect peace to be a reality with Donald Trump in the White House?

 

By Sidney Hey

We have heard throughout the presidential campaign for the White House as the idea of the return of a supposedly disruptive president would be fleshed out with the re-election of Donald Trump and his MAGA. The American public is certainly fed up with the Democrats and their foreign policy shenanigans that have brought the state of the Union to a crisis from which Biden has done nothing to improve and Kamala Harris can do even less.

Joe Biden's administration during his entire period, far from improving the housing situation, the precariousness of the workers and the productive system, has focussed on re-launching the race for global hegemony, using all available resources to make Ukraine, with NATO's sponsorship, its fighting cock in Eurasia, and to confront the Russian Federation in an exhausting struggle which, as his own officials have not the slightest scruple in hiding, will be every last Ukrainian.

If Biden has benefited anyone, it has been the arms industry and the big corporations that profit from war.

But the opening of an unexpected front in Israel since 7 October has led to the expenses to support these two major players, putting the financial state in trouble, but worse, plunging ordinary citizens into further deprivation, higher taxes and the promise that the US will once again hand over its young people to fight other people's wars.

Trump was able to shake off all the judicial traps that his opponents laid for him by taking advantage of these calamitous circumstances and promising, among other things, that he would stop the war in Ukraine and to do so, he would stop giving financial and military support to Ukraine as well as the support for the maintenance of NATO that Biden let flow like a faucet.

Before President Biden submitted -under democratic pressure from the party- his resignation on 21 July, Trump had already demonstrated his psycho-physical superiority after the embarrassing and pathetic debate prepared by CNN, positioning him very well in the polls. After the assassination attempt in Pennsylvania, his figure rose even more and he will surely be the next president, but would he keep his promises to stop the war?

Beyond Mike Pompeo's publication in the Wall Street Journal on the objectives of Trump's plan for Ukraine, we see that they are far from peace, confirming suspicions that Trump's promises are simply a ploy.

First of all, Trump has shown in his previous administration to be a professional liar and this was made abundantly clear by broken promises on foreign policy. In Syria he failed to pull special forces out of the north, authorised the CIA to assassinate General Qassem Soleimani in Iraq, the illegal recognition of Jerusalem as the capital of the state of Israel encouraging illegal settlement expansionism and continued to provide arms, equipment and military advice to the neo-Nazi regime in Kiev.

Putting all this into perspective, and remembering that part of his campaign was to bring the troops home and stop funding NATO, we see that Trump lied through his teeth, which begs the question, why would he not lie again?

The choice of J.D. Vance as vice president adds further doubts about the viability of fulfilling those campaign promises. Vance, like Trump, is a militant Zionist with a remarkable aversion to all things Islamic and Russian, which aligns him perfectly with the Establishment ideal of not wanting to stop the agenda in Eurasia and in particular the tightening of the siege of China from the Indo-Pacific.

At the same time, Zelensky's neo-Nazi junta seems to have shifted a hundred and eighty degrees in its rhetoric, going from its unyielding and arrogant position of having no intention of making peace with Russia (established by decree) to telling the Vatican that it is now interested - seriously? A similar unyielding position was shown earlier this year with the proposed Chinese-Brazilian peace plan and today, all of a sudden, Ukrainian Foreign Minister Dmytro Kuleba rushed to Beijing to express readiness for talks. It is certain that his Chinese counterpart Wang Yi is suspicious of such a sudden change and he certainly has every reason to be.

Moscow's suspicions about this sudden change are also correct and they have very good arguments for not taking them seriously. To mention one, let's look at the Pentagon's intention to install nuclear missiles in Germany aimed at Moscow - can this be interpreted as a sign of peace?

The gullible will say that this is due to the departure of Biden who unashamedly patronised Kiev and as he no longer governs, Zelensky has come to his senses and if he is to survive (literally) he must manoeuvre with the new winds approaching the White House but, are there new winds?

Pompeo's publication of Trump's ‘peace plan’ points make it clear that nothing new is coming.

Nor should we forget that Trump is another Zionist who gets on very well with the butcher Netanyahu who in turn has already revealed after his visit to Congress what loyalty requirements the US owes Israel and which would focus on targeting a war against the Islamic Republic of Iran.

Certainly, Trump does not bring those winds and on the contrary it is very possible that he will bring new tricks up his sleeve and perhaps one of them is the strategy published by Mike Pompeo aimed precisely at continuing the war and with it, the useless bloodshed.

 

 

sábado, 27 de julio de 2024

  

OLIMPIADAS DE JUEGOS SUCIOS

¿Quiénes desde las sombras y por qué podrían aprovechar las olimpiadas en París para trazar sus propios planes geopolíticos a costa de la vida ajena?

 

Por Yossi Tevi

El silencio ensordecedor que hay en los medios del hemisferio sobre el curso de los conflictos en Ucrania y en la Palestina no son una casualidad. En ambos casos tiene implicancia Washington y en cada uno de ellos las cosas van de mal en peor. Incluso los temas con los cuales poder hacer un muro para desviar la atención de estos temas, también están teñidos de inconveniencia y controversia. Así las olimpiadas de París, pese toda la promoción y supuesta hermandad que los mismos deberían representar, Macron esta con el culo entre sus manos ya que sabe que, pese a la militarización de la capital, las protestas no se detendrán y las reclamaciones por el genocidio palestino siguen en plena ebullición propiciando a que cualquier cosa pueda suceder.

En cuanto a lo que sucede en Palestina, la crisis humanitaria que las fuerzas ocupantes han creado no tiene precedentes y “Bibi” Netanyahu esta decidido a cumplir con los planes de la camarilla ultra sionista que lo secunda que se traducen en convertir a la Franja de Gaza en otra zona ocupada y bajo administración judía.

Pero contra todas las previsiones y pese al apoyo de EEUU y la OTAN, Tel Aviv aún no puede reclamar ninguna victoria y mucho menos frenar a la resistencia árabe islámica que con “Hesbollah” y “Ansar Allah” del Yemen han cambiado de forma crítica el tablero de conflicto dando paridad a las negociaciones. Se podría decir que si estos actores no estuvieran en escena, Israel (con la necesaria ayuda de EEUU) ya habría arrasado con los palestinos y con la acostumbrada ineficacia de la Liga Árabe y el lamentable papel de los medios de occidente, nadie hablaría de su suerte.

Es por ello que los sionistas más siniestros del gabinete de Netanyahu no pueden maniobrar como quisieran. Usar armas nucleares tácticas ya es algo que puso públicamente en entredicho a Tel Aviv tras las filtraciones sobre la intención de algunos funcionarios de usarlas sobre la franja. Lo que no se han privado de usar (pese a la prohibición) son armas químicas, especialmente dentro de los túneles, tal como lo reportan varios documentos recopilados por la propia inteligencia de la resistencia y periodistas independientes que han matado más civiles que combatientes.

Pese a lo destructivo de estas armas y las tácticas sucias utilizadas, no bastan para Tel Aviv. Es por eso que Israel tratará de generar actos de impacto en la opinión pública mundial para tratar de victimizarse y reducir la aversión que ya existe contra los crímenes de guerra y lesa humanidad que vienen cometiendo contra civiles inocentes y las olimpiadas se presentan como un escenario muy conveniente[1] ¿Acaso hablaríamos de alguna posible operación de falsa bandera? Esto viene a cuento de la curiosa (y sospechosa) advertencia del agregado israelí Israel Katz hablando de supuestos planes iraníes de atacar a la delegación israelí ¿enserio?, la resistencia palestina poco tiene que ver con su estructura con lo cual eso suena a bulo y si no lo fuera ¿Cómo sabe de estos planes?

Esta curiosa advertencia se produce en momentos que Benjamín Netanyahu viaja a Washington para dar un discurso en el Congreso haciendo centro en el peligro que representa Irán y obviamente buscando apoyo para lanzar una guerra preventiva en su contra.

Si no fuera porque las DGSE y DGSI son otro tentáculo atlantista y por ende, alineado con el Mossad y el Shin Bet, ambas agencias de inteligencia francesa tomaría con mucho cuidado estas sospechas planteadas por Katz que se parecen a un deseo o tal vez más bien, una profecía autocumplida ¿Y cómo podría ser eso? Hace meses que se advirtió que las agencias de inteligencia israelíes y sus redes en Europa, tratarían de manipular la desesperante situación de refugiados que huyen de Gaza para reclutar de entre ellos a los más radicalizados y así facilitar actos terroristas.

Israel o más bien Netanyahu y su banda de extremistas necesitan excusas para aferrarse al gobierno ya que la paciencia de su propia gente se agota y la inestabilidad a la que se están viendo sometidos por el conflicto está matando a la economía, sus negocios y obligándoles a huir de los asentamientos que décadas antes robaron a los palestinos ¿A no les preocupa la vida de los inocentes que las FDI y los oscuros grupos de tareas han apagado y ocultado en las infames fosas comunes con cuerpos de hombres y mujeres decapitados de Khan Yunis? Por supuesto que no. La sociedad israelí podrá estar dividida internamente por cuestiones políticas pero en su mayoría coinciden en su despreció racista contra los árabes palestinos.

Los sionistas son como los neoconservadores del Establecimiento estadounidense, les importa muy poco la vida de los demás y es por ello que el fin justifica cualquier medio para concretar sus planes.

Ya no es un secreto como los israelíes -literalmente- le sacan el jugo a los palestinos. Esto no viene desde el 7 de octubre del 2023 como engañosamente los relatores de medios del occidente tratan de instaurar. Son más de 75 años usurpaciones, crímenes y desplazamientos convirtiendo la vida de los palestinos en una mercancía de poco valor y con la cual los laboratorios de inteligencia -especializados en métodos de torturas- y la industria armamentística israelí los han convertido en cobayos para probar sus productos tanto a cielo abierto como en las prisiones.

Habrá que estar atentos a cómo evolucionan los eventos en Francia. Esperemos que Macron y sus funcionarios pese a su inclinación pro-Israel no permitan que las agencias de inteligencia israelíes jueguen sus propios juegos sucios en su territorio y monten otro “Charlie-Hebdo”. Por fortuna una gran parte de la sociedad francesa está al corriente y atenta a que eso no suceda.

viernes, 26 de julio de 2024

 

GATOPARDISMO GEOPOLITICO

La deportación de un periodista argentino de Caracas desato la indignación y abrio la oportunidad para que algunos colegas de ciertos medios en Buenos Aires hagan campaña contra Maduro, pero ¿Son realmente consecuentes con la preocupación que expresan?

 

Por Javier B. Dal

El domingo 28 de julio se llevarán adelante elecciones presidenciales en la República Bolivariana de Venezuela y los medios alineados al “occidente colectivo” aprovechan toda oportunidad para degradar como sea la imagen del gobierno de Maduro.

Aquí una vez más, los medios pasan a ser protagonistas en las actividades propagandísticas destinadas a derrocar el sistema fundado por el entonces presidente Hugo César Chávez Frías y que hoy sostiene el presidente Nicolás Maduro, motivados por los intereses digitados desde Washington y también Tel Aviv.

En ese plan, todas las descalificaciones y exageraciones maliciosas que periodistas y medios puedan lanzar, serán muy bien recibidos por sus patrocinadores. Especial es el caso de algunos periodistas que forman parte de medios gatopardistas argentinos hoy abiertamente alineados y sin cortapisas a las políticas de estos estados y eso, no es por casualidad.

Las elecciones que se llevaran a cabo el domingo 28 de julio próximo se ha convertido en la oportunidad para remover un obstáculo geopolítico en la región. Es la oportunidad para operar con mayor enjundia contra la revolución bolivariana y obviamente contra su presidente Nicolás Maduro. Si bien nadie puede negar el derecho de los venezolanos a expresarse en las urnas, no deberíamos perder de vista el marco y el trasfondo de desestabilización que desde hace dos décadas se vienen fomentando desde Washington y sus aliados.

Hoy la ocasión para reimpulsar este sesgo, son las elecciones y que mejor momento para agregar otra mancha al tigre que lanzar alguna que otra acusación que trate de calar en la opinión pública. La oportunidad se dio con la detención, demora y expulsión del periodista argentino de Radio Rivadavia Jorge Pizarro cuando quiso ingresar a Caracas.

Pese a que las autoridades venezolanas mostraron una peculiar aversión a la acreditación del periodista argentino y ello pueda ser entendido como una afrenta a la libertad de información, es una potestad que tiene cualquier país ante la sospecha de otras intensiones del visitante. La sobreactuación y exageración posterior de algunos medios de Buenos Aires no se condice con casos mucho peores sufridos por otros colegas alrededor del mundo. Por el grado de los comentarios que surgieron de Radio Rivadavia, el episodio se asemejaba más a la escena de esa memorable película “Perros de la guerra” cuando tras ser apaleado en su hotel Christopher Walken es subido al avión totalmente amoratado y sus huesos quebrados por los golpes. Si volviese el radio teatro, estos sectores ganarían un premio por sus actuaciones.

Esto no hace más que evidenciar esa maniquea y dirigida línea proveniente de Washington que apesta a hipocresía pura. Pero ¿Por qué eso es tan evidente?

Estos medios y sus insignes periodistas suelen retratar al gobierno venezolano como un violador serial de los derechos humanos hablando de sistemáticos crímenes y torturas en el cual, obviamente meten el caso de este periodista deportado.

Sin dudas la sobreactuación de este evento es proporcionalmente inverso a las críticas que pudieron haber lanzado cuando otros periodistas son encarcelados, torturados (física y mentalmente) o simplemente asesinados a sangre fría por el régimen neonazi de Ucrania o el tan protegido por estos sectores del periodismo argentino (en particular de CABA), régimen de Apartheid de Israel.

Los comentarios de algunos de estos periodistas sobre el episodio vivido por Pizarro eran tan dramáticos y teñidos de una sentida indignación, que parecían estar describiendo algún ataque directo sobre su persona o incluso, haber sido sometido a una “detención administrativa” como la que los israelíes le imprimen a cualquier periodista que registre los crímenes que cometen contra la población palestina, o cuando no sea mejor -y sin que nadie les vea- meterle una bala en la cabeza.

Obviamente que cualquiera de ustedes podría estar pensando que estos mismos periodistas que muestran tanta indignación por lo sucedido en Caracas con su colega, también levantan sus voces contra esos otros brutales crímenes que realmente atentan no sol contra la libertad de expresión y de información sino la vida misma. Tal vez se les haya pasado de como varios periodistas fueron asesinados por las bandas proxie estadounidenses en Siria e Iraq, por haber puesto en evidencia las connivencias de la CIA con el embuste del ISIS. Tampoco se escuchó ningún reproche ni menos aún, alguna condena por el asesinato de más de 160 periodistas en lo que va del genocidio palestino en la Franja de Gaza. O en momentos que se inician los juegos olímpicos en Francia, hayan realizado alguna mención sobre que quienes llevaran la antorcha olímpica son Christina Assi y Dylan Collins, dos periodistas de AFP heridos en el sur del Líbano tras un intento de asesinato por parte del ejército israelí.

O no hayan denunciado en su momento y como una verdadera persecución los encarcelamientos y las torturas -muy reales y brutales- de periodistas que han denunciado la corrupción del régimen ucraniano del cómico Volodymyr Zelensky, o las filtraciones publicadas por el periodista australiano (para mal que les pese a estos) Julian Assange que tras ser perseguido, asilado y luego capturado como un vil criminal por haber revelado las inconfesables bestialidades que cometen los gobiernos, estuvo a punto de ser confinado de por vida en una prisión estadounidense si no hubiera habido un activismo global en su favor.

Es entendible que sean mudos ante esas aberraciones ya que, ellos forman parte del equipo de propaganda en la región de las políticas que llevan adelante tanto el régimen de Kiev y el de Israel, ambos protegidos por Washington con lo cual, si son llevados a esos escenarios para mostrar lo que cada uno de estos gobiernos quieren mostrar y ello implica, ser tenidos en cuenta para sus puntos laborales entonces, se entiende ¿Cómo van a morder la mano que les da de comer?

Además, no hay que perder de vista, que tanto el Establecimiento en Washington como el sionismo en la región vinculado al estado de Israel, desde hace tiempo conspiran contra la institucionalidad política de Venezuela por -en lo que hace a lo político- el invalorable y valiente apoyo a la causa palestina algo, que a estos tipos les revuelve las entrañas de odio.

Es por esto que estos “periodistas” que responden a medios, claramente comprometidos con líneas políticas claras y bien sesgadas (identificadas con la geopolítica de esos estados), son en cuanto a sus críticas a Venezuela por un incidente que no llegó -ni por asomo- a ninguno de los extremos que antes citamos, la muestra del gatopardismo que les caracteriza dejándoles en evidencia que tan creíbles y mucho menos aún serios pueden ser.

 

 

jueves, 25 de julio de 2024

 

¿REALISMO O QUIMERA ATLANTISTA?

Ante una crisis político-institucional estadounidense sin precedentes y los costosos fracasos en Ucrania llevan a preguntar ¿Dónde se posicionara Kamala Harris y los burócratas en Washington?

 

Por Dany Smith

Los vertiginosos cambios en la política estadounidense se han visto ciertamente acelerados por el intento de eliminación del seguro próximo presidente Donald Trump y la más que evidente incapacidad psicológica de un Joe Biden que ya no podía siquiera acordarse el nombre del jefe del Pentágono. Como vemos, la democracia estadounidense hace agua por todas partes y aunque se este hundiendo llevándose consigo a sus propios ciudadanos, el “Establecimiento” está decidido a continuar con su tóxica agenda global.

Tras sacar a un renuente y chocho Biden por la puerta de servicio, se le ha encomendado a su vice Kamala Harris continuar con lo que queda de su administración. A pesar de que no es del agrado de los propios demócratas (en especial de los sionistas), sus pocas luces para gestionar y de su conocida e insípida personalidad, es lo que hay hasta noviembre cuando se lleven a cabo las elecciones. Hasta ese entonces, Harris deberá pilotar La Casa Blanca y atender la agenda exterior siguiendo el manual que tenía Biden con lo cual ya se intuye sus pasos a seguir.

La primera instrucción a seguir es, continuar con la política rusofoba y ello significa, seguir sosteniendo el apoyo a Ucrania y coordinando las acciones junto a la OTAN algo que se inscribe en la quimera de destruir a Rusia y apoderarse de la “Heartland”.

Es muy posible que en Moscú también tengan un punto de vista bien definido de como Washington procederá en estas circunstancias y es por ello que no guardan esperanzas de poder negociar un definitivo alto al fuego. Por lo pronto, los esfuerzos en Ucrania van dando frutos con el avance lento pero sostenido en todo el frente y que en los últimos días se vio muy claro en los golpes mortales que la artillería rusa dio a las fuerzas ucranianas y a sus asesores atlantistas en Jarkov.

El momento no puede ser peor para EEUU. A la zozobra interna se le debe añadir la pésima situación de sus planes en Ucrania que no hay modo de ocultarlos ante la opinión pública. Políticamente las maniobras para disfrazar al régimen neonazi y archicorrupto de Kiev han fracasado y lo que los ciudadanos de los países del denominado “occidente colectivo” -incluyendo a los estadounidenses- ven, es una dictadura de un cocainómano y secuaces sostenida por las armas de la OTAN.

Militarmente las cosas no son mejores. A pesar de que la las corporaciones militaro-industriales y la elite político-financiera estadounidense /del núcleo neoconservador) que los promueven han amasado fabulosos negocios con la gestión de Biden, esos gastos no se han visto justificados y menos aún trasladados en el campo de batalla, por el contrario, ha evidenciado la baja calidad tecnológica, las fallas humanas y el atraso existente de sus propios productos ante los desarrollos de la industria rusa llevando a que sus ingenieros se cuestionen ¿Qué tienen los sistemas rusos para tan buen desempeño?

Como diría algún publicista “la mejor propaganda de algo es la que se ve” y la eficacia de los productos militares de la industria rusa se pueden ver muy gráficamente en canales de “Telegram” que se hallan fuera del alcance de la censura atlantista.

Basta un solo ejemplo para señalar lo anterior. Tras el ataque ruso con un misil del sistema “Iskander-M” contra un emplazamiento en la localidad de Dergachí en Jarkov, dio de lleno contra una concentración de tropas y equipamiento causando la muerte de más de 60 instructores y mercenarios atlantistas. Esto demostró que los sistemas atlantistas no lo vieron venir.

No paso un día cuando el mismo sistema de misiles ruso, golpeo con éxito mortal un edificio de la empresa de construcción “Scorpion” ubicada en la ciudad de Jarkov donde temporalmente se estaban reuniendo tropas de la Brigada 151º ucraniana y equipos de asesores y mercenarios atlantistas. El saldo fatal fue de más de ciento sesenta bajas entre las que se hallaban 40 asesores de la OTAN.

A la distancia se trata de otro (uno más) revés militar para Kiev y un escupitajo para la OTAN, pero ello revela más bien una situación de la realidad que desde Washington no quieren ver y ella en la cual queda muy claro, están perdiendo.

Estos golpes han despabilado a los personeros en Bruselas y a sus socios europeos quienes ya no pueden ignorar la superioridad rusa que aprovecha los huecos tecnológicos que demuestran a escala táctica lo que podría suponer una desventaja estratégica en el caso de que las cosas escalen a nivel nuclear. Mientras Washington mira desde el otro lado del océano, una retaliación nuclear de la Federación rusa con misiles hipersónicos borraría en unos segundos y al mismo tiempo las bases de Ramstein,  Lakeheath y Aviano.  

Si los sistemas anti misiles de la OTAN no pueden lidiar con los Iskander ¿Creen que podrían hacer algo contra los misiles hipersónicos “Kinzhal” o los temibles “Avangard”?

La eficacia de los sistemas de misiles tácticos rusos ha dejado pasmados a los especialistas de la OTAN ya que, ante las evidencias queda más que claro que las fallas en sus contramedidas son proporcionalmente similares a las de su inteligencia. Esto y todas las incidencias que se vayan desarrollando en esta guerra deberá ser contemplado por Kamala Harris quien a pesar de la poca confianza de muchos de sus pares salvo de los progresistas de su partido quienes la pintan como la “presidenta negra”, un símil femenino a Barak Obama, de no tomar medidas razonables y realistas podría llevar las cosas mucho más lejos de lo que Joe Biden hizo haciendo muy posible la tan temida tercera guerra.