jueves, 29 de octubre de 2015

NACIONAL


“A DÓNDE IRÁ LA ARGENTINA  POST-KIRCHNERISTA”

Puede la Argentina volver a las épocas del neoliberalismo y del alineamiento automático con Washington


Por. Javier B. Dal

Aunque muchos hablen de que el pueblo argentino es pacífico, otros lo tachan de abúlico y otros hasta de pusilánime, eso no significa que sus sectores políticos y en especial los más extremos –sean de derecha o de la izquierda- no guarde ansias por desquitarse por viejas cuentas.  Si como dice el tango “veinte años no es nada”, doce años de Kirchnerismo ha sido más que suficiente para agitar los ánimos partidocráticos  y eso parece que traerá consecuencias.

Han sido años de posicionamientos de estéril extremismo, basados en una ideología anacrónica y realmente improductiva. En lo que hace al campo de la política exterior de Argentina habría que preguntarse ¿Qué posicionamiento adoptara cuando se decida el Balotage y asuma el nuevo gobierno?

Nuevamente parecerá asomar la tan costumbrista “dualidad” que tiñe la vida política del país; el “ser o no ser”, el “River Boca”, “Radicales o Peronistas”, se materializan en la nueva disyuntiva que pone al país ante dos sendas internacionales muy opuestas:  o la continuidad con una aparente vía de un multilateralismo con apoyo de Rusia y China o la vuelta al unilateralismo que caracterizo a la era del “peronismo-neoliberal” menemista.  

Los extremos parecen verse con las posibilidades de que, sea Macri  o Scioli, el ungido para ocupar la Casa Rosada. Recordemos que la presidenta Cristina Fernández en conferencia con su homologo ruso, le aseguró que Scioli mantendría las relaciones con su país e incluso que “profundizaría la integración” (1), como una forma de dejar entrever que de ganar el candidato de CAMBIEMOS se cortarían los hilos que su gobierno había venido tendiendo de forma apresurada y desprolija.

En apariencias, Daniel Scioli se encargaría se continuar y profundizar las relaciones con Moscú, Pekin y los países progresistas del continente que cabe aclarar, vienen siendo sometidos a una fortísima campaña mediática direccionada desde Washington buscando el colapso de sus gobiernos.  Aunque las dudas sobre la manejabilidad del candidato del FPV se han puesto de manifiesto en varias opiniones de los más variados analistas nacionales, la opción es mucho más segura que la de que Mauricio Macri  sea el presidente quien, no caben dudas, encarrillara al país por la senda de una nueva relación “carnal” con Washington y con Londres que raramente traiga beneficios para la población de a pie.

El posicionamiento que hubo venido teniendo el gobierno del FPV sobre el tema Malvinas, es el indicado para reafirmar las reclamaciones sobre la soberanía pero, se han quedado en eso y nada más. Y es allí donde la política hacia Malvinas y todo el archipiélago ha quedado a los ojos de muchos argentinos y de los mismos británicos como un  globo de artificio para tratar de encolumnar con fines meramentes partidistas, al electorado nacional. Y ello puede intuirse con mucha claridad, dado que si el gobierno K buscaba realmente, luchar por la soberanía de las islas y de las aguas adyacentes, se hubieran puesto en marcha políticas reales y de entidad con las cuales obtener herramientas plausibles para negociar en un marco de igualdad ante la potencia invasora.

Por el contrario, en apariencias la eficiencia no es una nota que destaque en la llamada “Campora” que tras el fiasco del velero “La Sanmartiniana”, convirtió a la presidenta y al gobierno argentino en el hazme reír para los “Kelpers” (2) quienes además de comprobar una vez más que Argentina no es amenaza para ellos, se han adueñado de la embarcación como trofeo a la estupidez del FPV.  

Es por eso, que para los Kelpers, las bravuconadas de la presidenta argentina no representan nada más que, vociferaciones vacías que no tienen el más mínimo impacto en los altos canales diplomáticos internacionales y menos aún, una amenaza de hecho para su situación en las islas. La pruebas de todo esto, es la situación de indefensión del país que no puede ser amenaza ni para el pequeño Uruguay.

Otro de los aciertos que encaró el FPV pero que fue hecho en el marco de una forzada situación internacional a la que Buenos Aires no podía escapar (3), es el memorando de entendimiento con Irán que guste  o no a los incondicionales de las embajadas de Estados Unidos e Israel, busca que se lleve adelante una investigación conjunta para arribar a la tan esquivada verdad. Ante la realidad de que Washington y Teherán establecieron su propio memorando de entendimiento para afrontar el peligro del “ISIS”, en apariencias todo lo pasado sobre el “malvado de Irán”, era historia. Incluso, este documento fue realizado y puesto en vigencia contrariando la anterior posición de su gobierno con el entonces Néstor Kirchner quien –y es necesario recordar- , en sintonía con los mandatos de Washington y Tel Aviv, creo la Unidad especial de investigaciones AMIA y eligió como fiscal a cargo al Dr. Nisman, fallecido en sospechosas circunstancias.    

Sobre esto último, sin dudas el país entro en el tablero de un juego muy peligroso y del cual no se sale cuando uno quiere. A pesar de los intentos de banalización y de tapar las consecuencias que pueden devenir de jugar sin red en las grandes ligas de la política internacional, el asunto está presente y continuara evolucionando por más que los políticos y sus funcionarios distraigan al público con programas de entretenimiento y de ridículos debates televisivos.

Las palabras de una de las figuras de CAMBIEMOS, dejaron entrever algo muy preocupante; Elisa Carrió, muy conocida por su cercanía con Tel Aviv invitada a un programa de TV dijo que espera que no haya venganzas, como negación de que en algún sector de esa alianza a la que aspira al poder, hayan ansias de de revancha contra los doce años de obsecuencia, corrupción y arbitrariedades del FPV  y contra muchos de sus más destacados personeros.  Por supuesto que esa preocupación fue diluida inmediatamente con cripticas frases y su característico pseudo misticismo nesionista-evangelico-radicheta.

Pero el peligro de una posible venganza, es real; si la gente de Macri se hace con el poder, detrás de él se instalaran en el estado profundo y en los puntos clave de la infraestructura nacional,  los sectores pro-estadounidenses y sionistas que –como de costumbre y silenciosamente- concretaran desde las sombras  la venganza que la mística política argentina trata de desprenderse. 




No hay comentarios.:

Publicar un comentario