jueves, 11 de julio de 2024

 

GUERRA PSICOLÓGICA Y MAL TRABAJO

¿Qué fue lo que realmente sucedió en el hospital pediátrico de Kiev?

 

Por Dany Smith

Aunque en Bruselas se resistan a la idea y en Washington los neoconservadores rechinen sus dientes, la guerra en Ucrania está en sus fases finales ¿Cómo puedo estar tan seguro de eso? Pues, tras las acusaciones sin pruebas sobre el supuesto deliberado bombardeo ruso del 8 de julio pasado con misiles hipersónicos a un hospital para niños en Kiev ya toma visos delirantes.

No es la primera vez que el régimen de Kiev acusa a las fuerzas rusas de supuestos ataques contra instalaciones civiles sensibles como escuelas, hospitales y mercados quedando al poco tiempo desmentidos tras corroborarse que habían sido ellos mismos quienes, por torpeza en su trabajo o de forma deliberada (una bandera falsa) mataban a sus propios ciudadanos.

Esta clase de armados siempre van seguidos de una ampulosa proclama anti rusa y en especial dirigida contra Vladimir Putin difundida por los medios en los cuales muchas veces aprovechan a insultarlo por farsantes-periodistas que impostando conmoverse por estos hechos, cierran la boca por masacres indescriptibles y deleznables como las que comete a diario Israel bajo las ordenes de Benjamín Netanyahu.

Dice el dicho “no acorrales a una rata porque hará cualquier cosa para defenderse”. Eso es lo que está haciendo la junta de Volodymyr Zelensky que con el asesoramiento de expertos occidentales, hará cualquier cosa para tratar de dar vuelta una inminente Untergang des Dritten Reiches. 

A las acusaciones directas canalizadas por las Corporaciones de medios en occidente, parte de las unidades rusofobas de combate psicológico le han sumado a sus acostumbrados libretos hollywoodenses componentes documentales en apariencias muy convincentes. Uno de ellos, es un video captado por un supuesto observador causal en un edificio de Kiev quien con su celular capta el momento exacto y en un perfecto encuadramiento, como un supuesto misil hipersónico ruso pasa por delante y golpea un edificio del frente. Si no fuese por el notable montaje que supone esa filmación y la desinformación que lo acompaña en la descripción, cualquier director en Hollywood ya estaría contratando a ese magnifico camarógrafo supuestamente ucraniano.

A pesar del embuste que supone la maniobra, los medios del hemisferio y obviamente los argentinos de la capital[1] no tardaron en reproducir el video y sus comentarios para avalar las acusaciones respaldadas desde Washington y la UE. Pero ¿En realidad eso que se ve en el video es un misil hipersónico ruso?

Como me comento alguien con mucho sentido de la ironía, “ahora la OTAN tiene una varita mágica para convertir un misil estadounidense en un misil hipersónico Kinzhal ruso”. Al parecer y como lo han constatado fuentes independientes en el lugar, lo que cayó sobre el hospital pediátrico en Kiev no fue un Kinzhal sino un misil antiaéreo SLAMRAAM de fabricación…estadounidense.

Vaya vaya!, al parecer y no es nuevo que los medios occidentales traten de engañar a la opinión pública con gazapos similares. No es la primera vez que la Corporación de los Mass Media y sus repetidores en el hemisferio tratan de endilgarle a Rusia masacres que en realidad han sido obra del mal trabajo de las fuerzas neonazis de Zelensky o en casos más oscuros, lo han cometido a propósito bajo la modalidad de operación de Falsa Bandera.

Hay una gran diferencia entre un misil hipersónico ruso y un misil antiaéreo occidental ¿Una diferencia tan solo? Su peso, velocidad y cabeza explosiva son imposibles de equiparar. Si es así ¿Qué es lo que en realidad sucedió?

El mal trabajo de los operadores de la defensa antiaérea ucraniana ha quedado repetidamente registrado y los casos en los que misiles de los sistemas BUK 9K37 y SAM 5V55K de la era soviética han golpeado edificios en Kiev o caídos en países vecinos (caso de Przewodow, Polonia) son bien conocidos. A estas fallas humanas se le suma la antigüedad del software de la era soviética. En el caso del hospital pediátrico las inconsistencias que surgen entre la acusación y la filmación que los propagandistas presentan como prueba contra Rusia los deja en evidencia.

Es posible que los operadores de este sistema estadounidense no estuvieran suficientemente capacitados o, incluso los operadores hayan sido oficiales de la OTAN quienes comprobaron la imposibilidad de interceptar a un Kinzhal. La secuencia de la imagen que tratan de mostrar un Kinzahl, si hubiera sido realmente esa clase de misil, no solo no lo hubieran visto venir sino que la explosión que habría causado al impactar además de devastadora, habría afectado al mismo operador del teléfono que filmaba.  

 

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