NACIONAL
“¿PORQUÉ CARRIÓ
NO QUIERE UN CARGO EN EL GOBIERNO?
Por qué repentinamente, Elisa Carrió desiste de ocupar uno de los cargos más ajustados a su sed de Justicia y Verdad
Tras el
triunfo de la fórmula presidencial de CAMBIEMOS, varios puestos clave entraron
en compulsa para ser ocupados por los funcionarios estrella de éste mosaico centroderechista muy
peculiar. Uno de los puestos clave en este nuevo gobierno es sin dudas, el del
Procurador de la Nación. Se dijo que Mauricio Macri le había prometido a Elisa
Carrió que de ganar la presidencia, le daría este alto cargo para que se
investigaran los escandalosos casos de corrupción del gobierno K (1).
Durante años si algo representó a
la persona de la diputada Carrió, fueron sus estridentes pero nada desacertadas
denuncias contra altos personeros políticos y empresarios, que entre otras
cuestiones, se vinculaban con el lavado de activos provenientes del
narcotráfico. Sin lugar a dudas, la diputada ha demostrado que tiene el cuero
duro para resistir la presión de los sectores vinculados con estos negocios
sucios que incluyen a muchos sectores de la política nacional y que desde hace
bastante tiempo, han permeado en la vida institucional de todos los estamentos
gubernamentales.
Pese a que muchos la tachaban de
loca o de ser una denunciadora compulsiva, lo cierto es que sus presentaciones judiciales
resultaban tener suficiente sustancialidad como para que, al menos, muchas
veces las causas quedaran en un eterno Stand By hasta que algún juez con “pelotas” se
atreviera a darle curso. Pero no todo lo que brilla en el planeta Carrió es
oro.
Algunos han puesto de manifiesto
sus dudas sobre la imparcialidad que Carrió pretende mostrar en su combate
contra la corrupción. Esas dudas se extienden a su curiosa visión sobre
cuestiones sensibles en cuanto a las relaciones internacionales de Argentina
con el concierto mundial. Con una
retórica neosionista, la diputada se hubo aventurado a tomar posición en su
visión en el conflicto árabe-israelí, dando su mano derecha a Tel Aviv mediante
una mezcla de posicionamiento político de izquierda, mesianismo judío y un
toque del sionismo religioso, que pretende justificar las criminalidades del
estado judío.
En esa línea, la diputada brega
por que el memorando de entendimiento con la república Islámica de Irán, sea
dejado sin efecto. Esta es la misma línea de los grupos sionistas nacionales e
internacionales, que a su vez, cierran filas con los planes de la geopolítica
israelí que se digita desde Tel Aviv. Como una forma de contrarestar “este lado
negativo de la realidad israelí”, Carrió y varios de sus compañeros de éste
mosaico político, no dudan en señalar como “el modelo para la Argentina” que el
de Israel.
Uno de los promotores de esta
idea, es su viejo compañero de fórmula Héctor “Toty” Flores, quien embelezado
tras haberlo llevado de viaje por el estado judío, agasajado como a todo turista, fue paseado
lejos de los dolores de los palestinos y por supuesto, del otro lado del
murallón del Apartheid volvió al país asegurando que todo lo que se dice sobre
la violencia y las barbaridades que comete Israel no son reales.
Ciertamente
que Israel se perdió un buen partido con el “Toty” Flores, ya que de haber
ganado con la fórmula presidencial acompañado de Elisa Carrió, literalmente Tel
Aviv habría puesto al país como un aliado político en el Cono sur.
Pero volviendo al “por qué”
Carrió no quiere un puesto y menos aún el de Procurador, las suspicacias
resuenan para varias direcciones. Primeramente, nadie se va a creer que Carrió
es una gran persona desprendida y noble, que emulando a los grandes de verás
como San Martín cede sus intereses por el bien de la república; por favor,
quién a la altura de las circunstancias puede creerse eso? No, las razones de
esto, están más bien orientadas a los asesoramientos que recibe de uno de los
más consultados oráculos que le acompaña a todos lados. Según algunas fuentes, pese al triunfo
obtenido el domingo 22 de noviembre, Carrió fue advertida por su “oráculo” de
que las cosas no iban a estar tan livianas como para estar contentos.
Aparentemente, el traje le queda
grande a la diputada y siguiendo a esos consejos, si entra a ocupar la más alta
magistratura del Ministerio Público debería lidiar con temas tan sensibles como
escabrosos, tanto que los peligros que se ciernen sobre el horizonte son tan
reales como cercanos. Aparentemente, influida por estos misteriosos consejos,
la “valiente” Carrió se lo pensó mejor y para tapar esta falencia salió al
cruce de las propuestas del nuevo presidente, tirando la pelota al corner
diciendo que “quiero que el procurador sea el fiscal Campagnoli”(2). Para quien no esté al tanto de la realidad
política argentina, ésta actitud puede llegar a verse como de una hidalguía
envidiable; pero para quienes estamos al tanto de cómo se mueven estas aguas
negras, la decisión solo esconde un temor o algo que limita a la indomable
diputada.
No caben dudas que entre las
limitaciones que podría afrontar en ese cargo, será la investigación coherente
de los atentados contra la embajada de Israel, la voladura de la AMIA y la
muerte del fiscal Nisman, éste último rodeado de un sinfín de pistas que
conectan al difunto con las redes de inteligencia extranjeras dirigidas para
armar al “culpable islámico” encarnado en Irán. Si Carrió aceptara el cargo de
procurador y obrara sobre la base de un funcionamiento leal e imparcial, no
podría evitar tener que tocar a las agencias de inteligencia y grupos de
presión de sus tan admirados países.
1-
LA POLÍTICA
ONLINE. “Macri quiere a Carrió de Procuradora para que investigue la corrupción
kirchnerista”. http://www.lapoliticaonline.com/nota/93535
/
2-
LA NACIÓN.
“Elisa Carrió: Quiero que el Procurador sea el fiscal José Campagnoli” http://www.lanacion.com.ar/1848141-elisa-carrio-quiero-que-el-procurador-sea-el-fiscal-jose-maria-campagnoli