NACIONAL
“MAURICIO A
THINKER?”
Cómo algunos anuncios del presidente, darían la pauta de una amplia planificación en varias áreas del país
Cuántas veces hemos cuestionado la falta de planificación
y una visión estratégica a largo plazo en las administraciones que han venido
pasando en los últimos treinta y cinco años. Sin distinción de de partidos –si
como eso fuese real- ni de estilos de gobierno, pocos o ninguno le dado el
menor lugar a los llamados “tanques de pensamiento” nacionales. Ahora parecería
que esos proyectos, análisis y estudios geoestratégicos para un país
razonablemente autónomo, han sido sacados de los cajones en donde se escondían
y desempolvados para ser revisados por los estudiosos del macrismo.
A pesar del breve tiempo que Mauricio Macri está ocupando
el sillón de Rivadavia, ha comenzado a
desarrollar una batería de medidas muy interesantes que, concretadas, hasta podrían considerarse como
“revolucionarias”, si las comparamos con más de tres décadas –incluyendo a
la década ganada- de atraso en la
infraestructura productiva, de transporte y comercial del país. Sin dudas que entre sus más cercanos y en los
asesores más obsecuentes, no han dudado en calificar al “presi” como un
“thinker” o, pensador en inglés, haciendo alusión a los buenos contactos que
existen con la clase “paqueta porteña” que siempre ha mirado al norte y a
Londres con ardor.
Pero más allá de esta humorada, hay que señalar que
aparentemente el primer mandatario parece ir desandando consecuentemente el
programa que había publicitado durante la campaña electoral, lo que promete un
panorama –que pese a la necesaria época de sacrificio que requerirá- de
amplios desarrollos en varios campos de la vida nacional.
Tras su visita a la localidad de Pergamino, donde visito
a los chacareros y trabajadores del campo, no solo trasladaba el anuncio de la
rebaja de las retenciones que habían estado ahorcando al sector sino que, daba
a conocer un amplio y ambicioso proyecto para que las producciones de los
campos nacionales tengan la infraestructura que se hace imperiosa para una
competitividad real y actualizada. Sobre esto mismo, hizo mención de la
necesidad de desarrollar la industria portuaria y el tendido de las vías de
comunicación para que la producción nacional tenga las vías necesarias para que
los productos y mercancías puedan desplazarse a menor costo y con mayor
competitividad. Sin dudas que para que se duplique la producción y a su vez
multiplique los puestos laborales, se hace necesario un plan logístico bien
pensado y que se adapte a las necesidades de los mercados que durante la era K,
fueron totalmente abandonados.
Sin dudas de que el gobierno, tanto nacional como el
provincial –especialmente en Buenos Aires-, tendrá que poner un
importante aporte monetario y de mano de obra para construir la infraestructura
necesaria para que estos anhelos se concreten. Haciendo un poco de historia,
recordemos como en la década de los noventas con el neoliberalismo menemista,
las empresas públicas fueron rematadas y concesionadas a empresas privadas que
al poco tiempo demostraron ser tan deficitarias como las administraciones
nacionales.
Según algunas fuentes que han estado presentes en las
reuniones celebradas a puertas cerradas por los asesores técnicos en el
Ministerio de Infraestructura y Transporte, hay planificaciones bien detalladas,
con cálculos, presupuestos y extensiones a todo el país, para volver a
reconectar todo el territorio nacional con una nueva red ferroviaria que deja
los lineamientos que había planteado el kirchnerista Florencio Randazzo durante la campaña con la incorporación de
algunos trenes chinos, como una mera reforma para la foto, reducida a algunas
trochas del Gran Buenos Aires.
Obviamente que detrás de los desarrollos de nuevas
carreteras, redes de ferrocarril y hasta aeródromos con fines comercial,
conllevaran la firma de contratos con empresas de alta tecnología para
instalaciones de comunicaciones, redes de fibra, antenas, sistemas y software para las instalaciones de administración y
control. Estos negocios encierran nada más ni nada menos que el diseño del centro
neurálgico de lo que luego sería una infraestructura estratégica por lo cual,
las empresas –estadounidenses, británicas entre otras- encargadas de
instalar todo este sistema nervioso, tendría la llave para, en un momento
crucial y conveniente, apagarlo a
discreción.
La misma lógica pareciera orientarse en el campo de la
defensa nacional, que según algunas fuentes, están indicando el regreso de los
asesores norteamericanos y una propuesta de proveer un ala de diez aviones F-4H
“Phantom”, modelo bastante antiguo. Recordemos que apenas un mes antes, se
canceló a último momento –y gracias a la valentía de un oficial de la Fuerza
Aérea- la compra de aviones israelíes completamente inservibles. Hacemos votos para
que no se retome semejante estafa para nuestras FFAA.
Igualmente, esto no parece ser fuente de preocupación
para el presidente y sus estrategas quienes parecen desplegar las velas para
comenzar la conquista. Desde su ideario,
con la participación de estos sectores el país ira adquiriendo mejoras que le
dará la competitividad regional y luego,
una inserción dentro del concierto
mundial.
Y allí no se quedarían estos planes. Según continúan
informando, las previsiones de mejoramiento de las líneas logísticas nacionales
interconectadas con las provincias,
abarcan complejos y ambiciosos proyectos de reactivación portuaria –estratégicamente
necesaria- para prestar servicios modernos y eficientes de fletamento de
cargas, orientado tanto al Atlántico como por el Pacifico. En este último
sentido, la salida de mercaderías y bienes podría gestionarse a través de
nuevos convenios bilaterales con Perú, país que ha venido avanzando con mucho
éxito en el desarrollo interno mediante la prestación de muy competentes
servicios portuarios con destino a
mercados de Asia y la Polinesia. Para
ello harán falta corredores eficientes y que ofrezcan ventajas a los
productores, algo para lo cual, la reactivación de redes ferroviarias a la
Patagonia y al norte del país, se vuelve
vital para estos propósitos.
Desde el ángulo político, estas planificaciones deberán
lidiar con una importante presión de los sectores que bregan por mantener a los
puertos de Buenos Aires y Rosario, como los más importantes en el monopolio de
las importaciones y exportaciones, algo que deberá ser sopesado por el primer
mandatario y sus asesores de área. Aunque para el común de la gente esto no
pueda entenderse, lo cierto es que las ideas sobre posibles vías de salida por
el océano pacifico representan un gran avance para el desarrollo geoestratégico
de comercio exterior, encuentran fuertes resistencias por intereses creados
que, operando en la región son alimentados desde bloques como la UE o el NAFTA.
En este sentido, Macri habla el mismo idioma que aquellos
intereses y ellos parecen verlo con muy buenos ojos. Sus ministros y
partidarios más cercanos confían en que, con estos acercamientos, le permitirán concretar varios de estos “mega
proyectos” a cambio de un “razonable
intercambio”. Pero ¿Hasta cuándo durará el encanto?