martes, 30 de mayo de 2017


EN LA MIRA





“CUBRIENDO RASTROS”

En Siria los “yihadistas” patrocinados por las agencias de inteligencia occidentales están perdiendo la batalla por derrocar a la república árabe y las preguntas comienzas a inquietar a los gobiernos involucrados ¿Es el ataque de Manchester una falsa bandera para desviar estos cuestionamientos?



Por Charles H. Slim
Brutal y despiadado, así podríamos describir el ataque ejecutado el lunes 22 de mayo en Manchester sin que haya ningún tipo de discrepancias, pero en realidad ¿Quiénes están detrás de éste ataque? Las recurrentes informaciones cargadas de argumentos prejuiciosos sobre el “islamismo radical”, el “terrorismo islamista” y la fantochada de “ISIS” han servido para alimentar la islamofobia impulsada a toda máquina desde aquellas nada claras jornadas del 11 de septiembre del 2001 y que, muy convenientemente, fueron recreadas en Madrid, Londres y París unos años más tarde.

Acusar a los musulmanes se volvió una moda siniestra e injusta que esconde a los verdaderos inspiradores detrás de estos espantosos actos y que claramente (y tras las escandalosas revelaciones que se han venido ventilando) no son ni árabes ni musulmanes.

El último episodio de esta novela sangrienta y provocadora, se ha concretado en la ciudad británica de Manchester, en medio de un multitudinario recital que reunía a miles de jóvenes en el conocido estado Manchester Arena, suscitándose muchas controversias sobre cómo y quiénes realizaron el ataque. Estas preguntas son inevitables de hacer ante el poder de los explosivos utilizados, el planeamiento visto y el indudable apoyo que hubo para poder ejecutar esta acción que no dejan lugar a dudas de que no tuvo nada de amateur.

Este detalle no es menor, ya que la mecánica que explicaría como pudieron morir veintidós personas y herir a más de un centenar, no se condice con las simplistas explicaciones del atacante suicida que llevaba un cinturón explosivo que por cierto, contradice la otra versión que habla de la colocación de dos artefactos en una zona fuera del alcance público. Esta última fue incluso la primera relatada por testigos ocasionales que se hallaban afuera del estadio que dicen haber oído dos estampidos que provinieron del estadio sin saber que estaba sucediendo.

Este último dato pone en dudas la versión del “hombre bomba” o el “suicida” como les gusta  calificar a los medios occidentales los ataques que, como una táctica de guerra, suelen ser realizados por los “yahid” en el campo de batalla contra sus enemigos.

Como era de esperar, el ataque fue adjudicado al “ISIS” y que según las autoridades británicas fue inmediatamente reivindicado  por la agencia de información “AMAQ” perteneciente a esta organización seudo-islámica.

Otra curiosidad de esto fue la instantánea publicación de los medios conservadores estadounidenses sobre la identidad del supuesto atacante, un joven de tan solo 22 años de edad de origen libio y que las fuentes norteamericanas enseguida vincularon con “Al Qaeda”.  El chivo expiatorio llamado Salman Abedi, un joven de origen libio pero nacido en Gran Bretaña cargaría con el peso de este hecho y sin que lo pudiesen explicar las autoridades británicas, como con apenas unas horas de diferencia y a miles de kilómetros de distancia, los norteamericanos tenían la identidad de un sujeto que (supuestamente) solo quedaban los pedazos esparcidos por el estadio.

Ante esta notable incongruencia que incluso desato la ira de la misma Teresa May, llevó a que –nuevamente y de la nada- los servicios de inteligencia británicos del MI-6 “dilucidaran” y “confirmaran” la identidad de este supuesto atacante por una “tarjeta bancaria” encontrada en un bolsillo de lo que quedaba de la chaqueta de aquel pedazo de carne sin forma de la humanidad que habría sido Salman Abedi. Igualmente y para la desilusión de los interesados, no existe a disposición del público, imagen o alguna referencia sólida a dicha tarjeta, por lo que todo queda a la credibilidad de las autoridades locales  (Globalreseach.ca. http://www.globalresearch.ca/manchester-berlin-paris-nice-london-new-york-passports-and-ids-mysteriously-discovered-in-the-wake-of-terror-attacks/5592063 ) Esto hace recordar a los pasaportes hallados en las Torres Gemelas y los documentos de los terroristas en Francia. Todo muy conveniente.

Al igual que en otros ataques como los de París en 2015 y 2016, los sindicados como “terroristas” o no aparecen o son eliminados por las fuerzas de seguridad antes de que puedan ser procesados por la justicia. Muy raro.

Eso no es todo. A pesar que Scotland Yard le puso un nombre y una caratula al supuesto atacante, Londres ha tratado de tapar las  verdaderas implicancias de Abedi con el MI-6 y de estos con “Al Qaeda” y  el “Daesh”.  Tal como lo señalan otras fuentes informativas que no se dejan influir por los medios corporativos occidentales y que desde hace años investigan estos hechos, este joven libio era hijo de Raman Abedi, un ex oficial de la inteligencia de la Libia de Ghadafi y especialista en vigilancia de movimientos yihadistas.  Eso no es todo. Abedi en la década de los noventas se paso al bando británico y bajo las instrucciones del MI-6 participo en el fallido intento de asesinato de Ghadafy en 1996, motivo por el cual fue asilado en Gran Bretaña como premio a su lealtad a la corona.
Abdelhakim Belhadj premiado por Mc Cain

Pero las actividades de Raman Adedi no se quedaron en la de un simple retirado. 

Como sucede en este mundo oscuro de la inteligencia, siguió trabajando en los nuevos planes que Londres trazó y que el MI-6 puso en práctica para el Medio Oriente. Uno de estos fue la creación del “Grupo Islámico Combatiente de Libia”, rama local de “Al Qaeda” que junto a su jefe de campo Abdelhakim Belhadj trataron de eliminar a Ghadafy con desastrosas consecuencias. Belhadj fue capturado por el gobierno libio encarcelado y torturado (con la asistencia de asesores de la CIA), mientras que Abedi volvió a Gran Bretaña para seguir trabajando en los planes que se trazaban para Iraq (Red Voltaire. “Manchester, el MI-6, Al Qaeda, Daesh y los Abedi”. http://www.voltairenet.org/article196463.html ).  

Como dato complementario a esto, cuando Mohammar Al Ghadafy fue derrocado y brutalmente asesinado en 2011 por una banda de mercenarios (entre los cuales había latinos) y con la colaboración de la CIA, el MI-6 y la DGSE francesa, Abdelhakim Belhadj paso a ser el líder de los grupos mercenarios afiliados a “Al Qaeda” y llevó adelante una sangrienta purga contra la población libia que aún no se conocen sus alcances.


Sin dudas que todos estos elementos ponen más que en una duda razonable, la versión británica del hecho y expone a la luz de las circunstancias actuales, la conveniencia de un acto tan impactante como este. Londres debe mostrar que es víctima del terrorismo para desviar las miradas de sus actividades tanto clandestinas (en apoyo de los grupos yihadistas en Siria) como de sus abominables crímenes sobre las poblaciones civiles que realizan sus aviones sobre Iraq bajo la excusa del “Daesh”. Los ciudadanos británicos de a pie están hartos de este tipo de enjuagues y los musulmanes que allí viven no están dispuestos a seguir siendo la “cabeza de turco” de los juegos sucios de Downing Street 10 ni de las intrigas que de constante teje el Foreing Office para cubrir sus actividades en el extranjero.

domingo, 28 de mayo de 2017

NACIONAL



“HUMO SOBRE HUMO”

Pese a que el gobierno de Mauricio Macri ha implementado varios cambios interesantes en el país, la economía no repunta y ello está dando la oportunidad a los sectores del pasado para intentar regresar contando cuentos reversionados o cómo se dice por estos lugares “vender humo”.





Por Javier B. Dal
La zozobra y la inestabilidad económica parecen no tener fin en todo el continente americano, especialmente en lo que hace a Latino América y más particularmente el Cono Sur. Los gobiernos neoliberales liderados por CEOS empresariales de la más notable alcurnia parecen no ser tan eficientes al momento de administrar un estado. En medio de esta confusión comienzan a revolverse de entre los escombros de los gobiernos populistas, los muertos vivos de esa era finiquitada, amenazando con regresar para seguramente repetir sus programas demagógicos de “pan y circo”.

Sin lugar a dudas que el regreso de aquellas castas corruptas de políticos cuentapropistas y que se alquilan al mejor postor, son historia. Esto a cuento de lo que está sucediendo en Argentina y Brasil, dos puntos del falso “populismo” donde la confusión política se entremezcla con una incertidumbre económica interminable que no parece acomodarse bajo ninguna receta, pareciera estar siendo aprovechada por estos sectores para retomar el poder.

El desfile de figuras repetidas e impresentables no cesa y como si no se hicieran cargo de sus errores, vuelven a la carga para tratar de recobrar la plaza perdida. 

Reciclaje y nada más. De esta manera podemos describir lo que sucede con los políticos de ambos países. En Argentina la ex mandataria Cristina Fernández ha salido a dar una entrevista en exclusiva para periodistas exclusivos K, quienes añoran por un regreso triunfal motivados por la añoranza a las buenas prebendas y altos salarios. Lula por su parte y tras haberse planteado su regreso al poder, se ve muy complicado por los comprobados casos de corrupción durante su gestión.

Ambas situaciones aunque disimiles se tocan en un tema y ese es la corrupción y la estafa moral de supuestos liderazgos socialistas que no lo eran.

Pero a pesar de que estos sectores tratan de revivir a este cadáver político, la gente en Argentina ha cambiado y evolucionado en sus criterios de medición de lo que necesita para que sus situaciones y el país pueda salir de la mediocridad subyugante que tras doce años de corrupción desmedida, ha dejado al país en ruinas.

A pesar de la escena montada en torno a esta entrevista, ninguno de los participes (y menos aún la señora Fernández) podría haber explicado sucesos delictuales como ser los “fondos de Santa Cruz”, “Dólar futuro” y “las inversiones de los K en Calafate” para citar las más mediáticas. Es que esto hubiera roto la atmosfera “popular” de la revolucionaria de cartón. Y si no ¿quién podría tragarse que la señora y Cía son populares cuando han desviados miles de millones de dólares a cuentas en el exterior?  O que decir del “entrañable amigo” que hoy ya no lo es, Baez, “hombre de paja” de todos los negocios irregulares de Néstor Kirchner, encargado de enmascarar el dinero malversado durante años por la pareja santacruceña.

Desde lo político, menos aún podría explicar la tribu “militonta” como la señora revolucionaria, prefería depositar estos dineros en la banca  “imperialista” como es parte el City Bank de New York y que a su vez forma parte de Wall Street. Era por incoherencias como estas que los norteamericanos, se desjarretaban de la risa de las ínfulas revolucionarias de su gobierno, algo que no hacían y no hacen con Venezuela, un proceso político realmente comprometido con causas antimperialistas y anti colonialistas.

Pese a ello, les da la cara para todo. Recordemos sino, cuando en postrimerías de perder las elecciones en 2015, sus huestes “revolucionarias” se desbandaban sin la más mínima señal de resistir y menos aún apoyar a su presidente que se hallaba en un verdadero ataque de histeria por la paliza recibida. Ante los hechos, sus añorados camaradas le dieron la espalda y poco menos decían conocerla. Esa es la calaña de elementos que conforman FPV y que hoy pretenden volver al ruedo alegando que “tienen la fórmula para la salvación” para el colapso económico que pronto llegara.

En el vitral de estos exponentes tenemos a Florencio Randazzo, quien tras haber sido durante años un obsecuente funcionario de Cristina, abandono el barco antes de verse comprometido con el desastre que se venía y las inevitables cuestiones judiciales que hoy los involucra. Es otro lumpen que tratando de usar la gastada argumentación de la “unión” peronista y usando de las estampas de Perón y Evita, trata de hacer la suya sin muchas posibilidades por cierto.

Entre medio de todo esto, la cumbre de intendentes y jefes del “peronismo” encabezada por Cristina Fernández, agregó más  condimento al estofado multicolor de elementos K que entremezclados con los mutantes peronistas, no saben a dónde ir a parar. Como los cachorros de una perra, no saben qué hacer sin la madre que les de mamar. Es por ello que ruegan que ella vuelva.

Dentro de este panorama no hay  distinciones entre izquierdas o derechas (que en realidad actualmente no existen); son tan intrascendentes y carentes de ideología que solo buscan el lugarcito donde acomodarse y nada más. Si es con Cristina bien, si es con Gioja igual y si volvieran capos de otras épocas como Eduardo Duhalde será bien recibido. En éste abanico de posibilidades no hay que descontar las reveladas intensiones de saltar  la política partidaria del cirquero televisivo Marcelo Tinelli, quien, además de tener el dinero para costear sus ambiciones, ha demostrado sus dotes de acomodarse con el gobernante de turno. Recobrar las posiciones del estado del cual mamaron hasta saciarse, es el objetivo de estos camporistas.

Otro magnifico exponente de estos camaleones y vendedores de humo es Sergio Massa, también ex funcionario del ANSES durante la era de Cristina y un panquete de reconocida costumbre en la política nacional.  Obsecuente y considerado como un militante K de alto rango, Massa también al ver que las cosas se estaban poniendo feas, pego el portazo y trató de hacer su propio sector de poder usando las mismas monsergas del impresentable peronismo que hoy rejunta a los mismos que se beneficiaron del señor de las “patillas”.

El último invento de Massa para tratar de colarse en las aspiraciones de poder ha sido la unión con otra ecléctica figura como es la líder del “bloque unipersonal GEN”  Margarita Stolbizer quien con esto último, ha demostrado ser tan díscola y calculadora como su socio en éste proyecto bautizado “Un País” que pareciera profetizar todo lo contrario.

Con este panorama las dudas sobre el rumbo del país se acrecientan sin límites. En vistas a las próximas legislativas el electorado argentino preocupado por el rumbo del país como una nación dentro del contexto de la política internacional se pregunta ¿Qué habrá detrás de todos estos personajes reciclados que solo venden humo? Tal vez ¿más humo?



   

jueves, 25 de mayo de 2017


EN DEBATE





“MIRANDO AL ASIA”

Mientras EEUU apuesta por continuar con el caos en el Medio Oriente para recrear sus multiples objetivos geopolíticos en la región, trata de entrar a hurtadillas por la puerta trasera de China ¿Podrá lograrlo?




Por Dany Smith
Qué le quedaría a los EEUU por intervenir en Asia? Me pregunto un viejo amigo mío mientras tomábamos un “Kahua” (café al estilo egipcio) a orillas del Nilo en un café del Cairo. Sin pensarlo mucho le señale, parte del extremo oriente especialmente en países como Myanmar y las poblaciones en la región periférica del sur de China continental y tal vez por qué no, Pakistán y más tarde la India. Obviamente que aquí Washington maneja otras estrategias para apoderarse de estas plazas. Imitando a sus mentores británicos, los norteamericanos tratan de influir cultural y comercialmente en estas zonas paupérrimas convenciéndolas de que su interferencia les traerá beneficios a largo plazo.

Sin dudas que las balas y las bombas no son la única vía para controlar a un país, como lo han venido haciendo en el norte de África y el Medio Oriente; no claro que no. 

Las misiones civiles enmascaradas como ONG humanitarias y el intercambio de estudiantes pasantes siguen siendo el caballo de Troya del Pentágono y sus colegas de la CIA que buscan por todos los medios, penetrar en estas sociedades para contra restar la influencia china y de ese modo redirigir las opiniones del público de sus naciones que luego guiarán las políticas de gobiernos débiles y poco estables.

La llamada “Birmania” hoy más conocida como Myanmar siempre fue un país pobre y que desde 1988, propiciado por los desmanejos financieros internos y las intromisiones de los organismos como el FMI y el Banco Mundial, terminaron con la estabilidad del país conllevando a la intervención del poder por las fuerzas armadas.

Myanmar estuvo durante años bajo la dirección de una dictadura militar que había tratado de ser aislada por las sanciones de Naciones Unidas encontrando en Pekín, la única mano tendida para que el país no quebrase. Eso es lo que había venido preocupando a Washington y no la existencia de un régimen represivo con el cual trataría en las sombras. Mientras que por una parte fomentaban el movimiento de “monjes budistas” contra el gobierno militar, las agencias de inteligencia tejían relaciones con sus colegas birmanos para tejer redes de cooperación contra la amenaza comunista. Como siempre, los norteamericanos buscaron las vías para filtrase en la sociedad regional para “promover la democracia” y apoyar a los políticos que bregaban por dicho sistema.

Como es su estilo, Washington se para del lado que calienta el sol y cuando los militares birmanos se volvieron impopulares, les comenzaron a socavar su poder.

Este enfrentamiento político interno, fue aprovechado por Washington y con argumentos como los derechos humanos y el medio ambiente penetró en Myanmar.

Para estos propósitos Myanmar es un campo fértil para operar. En el país existe una clara fragmentación étnica y religiosa que facilita el actuar estadounidense.  La pobreza es tan amplia y la corrupción tan galopante, que no hay forma de que EEUU no pueda justificar sus operaciones de mascarada y menos aún, infiltrarse con la connivencia de funcionarios corruptos. Pero lo que realmente importa al Departamento de Estado y a sus agencias es la situación estratégica donde se enclava el país asiático. Con una amplia costa al Golfo de Bengala, Myanmar tiene frontera con China y a su vez con otras plazas de interés como son Bangladesh, Bután y Nepal, éstos también con extensas fronteras con el sur de China.

Para Washington generar una estrategia de contención comercial contra China, sería una variante para detener su influencia sobre estos estados pobres ya que la opción militar es muy peligrosa. Pero ésta estrategia basada en el dinero y la promoción  de una contra cultura china no estaría dando los resultados esperados.

Y la desesperación de Washington por tratar de frenar estas influencias de Pekín, ha llegado a puntos que no podrían tener retorno. Se sabe que EEUU mantiene merodeando en el Mar Meridional de la China a una flota de ataque que la ONU jamás parece haber advertido. Sus tareas parecen muy claras y lejos están de promover alguna ayuda humanitaria o enseñanza sobre “democracia” y “libertades”.

La presencia estadounidense ha creado varios incidentes con los chinos y eso no ha sido pasado por alto por Pekín. A las actividades de espionaje electrónico con aviones y drones hasta la operatividad clandestina de agentes dentro de la región, debe agregarse la notoria casualidad en la multiplicación de células del “ISIS” en Filipinas, por donde los norteamericanos también se hallan operando.


Si se observa un mapa del sur de Asia y vemos en perspectiva el real interés de EEUU en Myanmar, no quedan dudas de que, detrás de todos sus argumentos en pro-de la democracia y el desarrollo económico del país asiático solo le interesa obtener el control de ese importante sector, caracterizados por las extensas costas del Golfo de Bengala, que constituyen una entrada marítima directa sobre China. En ese sentido y por lo riesgoso de lo buscado, Washington prefiere actuar con guante de seda y tratar de comprarse a los paupérrimos pobladores (y por supuesto a sus corruptos funcionarios)  de esa región y como ha sido su estilo, asegurada una clase de dirigentes plenamente adictos a su política y obviamente, bien remunerados por su gentileza, poder construir una infraestructura en la cual, la presencia estadounidense será ineludible y muy seguramente materializada con una base militar en la misma puerta de servicio de China.

lunes, 22 de mayo de 2017


EN LA MIRA





“LA PUGNA”

Ha quedado en claro que más allá de algunos fenómenos como el Brexit o las crisis que se registran en América Latina, hay bajo cuerdas una lucha entre dos corrientes ideológicas irreconciliables




Por Charles H. Slim
Con cada día que pasa, se puede comprobar cabalmente que existe una lucha a brazo partido que excede a las naciones como típicos actores internacionales dentro del complejo mundo actual. Se sabe que desde la década de los ochentas (en el siglo XX) los grandes intereses políticos financieros que a su vez sustentan el gran aparato de la industria armamentística que genera billonarias cantidades de ganancias monetarias anuales y que benefician a pocas familias del globo, a su vez retroalimenta aquel circuito financiero internacional con centro en Wall Street en la ciudad de New York y “la city” de Londres las cuales también están manos de algunas familias. Como quien diría “todo queda en familia”.

Desde finales de los noventas vimos como de la mano de la propaganda mediática de la poderosa corporación anglosajona ligada a los oscuros intereses sionistas internacionales, impulsaron y justificaron la primera guerra del Golfo Pérsico que fue, el puntapié a todo lo que actualmente se viene desarrollando en el norte de África y el Medio Oriente. Aquel “nuevo orden mundial” que inauguró el presidente George H. Bush en su ponencia ante el Congreso en aquel 11 de septiembre de 1991, no nació de su voluntad o por el mérito propio; Bush al igual que sus predecesores y quienes le continuaron, son el muñeco parlante de los reales intereses que se esconden tras bambalinas. Incluso podemos asegurar que son los mismos que actualmente bregan por imponer engendros financieros como el TTIP y el CETA  que dejarían –entre otras- inoperantes los derechos del consumidor.

Hoy acudimos a un verdadero cisma o como reza nuestro encabezado, a una “pugna” entre dos posiciones irreductibles en las relaciones internacionales:  El Globalismo y el Nacionalismo.

El primero es sin dudas, el hijo de aquella globalización neoliberal que promocionaron e impulsaron desde finales de los setentas y comienzos de los ochentas las administraciones de Margaret Thatcher en Gran Bretaña y Ronald Reagan en EEUU, protagonistas de los programas de privatización económica que derrumbaron los pilares del llamado “estado de bienestar” para abrirle el camino a la centralización del poder ejecutivo que solo se avocara a controlar pocos sectores del estado dejando las manos libres a la banca financiera para que supuestamente haga de engranaje para el desarrollo económico de la población que ya no contara con una intervención del estado para temas como la salud, el empleo, la educación y la seguridad social.

En este sentido aquella “globalización” fue el movimiento, un procedimiento no popular que nació desde la cúspide del poder con la finalidad última de tender redes globales de cooperación, de negocios y de ayudas mutuas pero,  solo para los contados sectores poderosos. La mejor muestra de la funcionalidad de esta globalización es sin dudas las coordinadas intervenciones de la OTAN (legalizadas por la ONU), que tras destruir la infraestructura de un país, les abre las puertas a las empresas y corporaciones occidentales que reconstruirán lo que sus compañeros militares han destruido.

Iraq es un ejemplo fallido de esto. A pesar de que estadounidenses y británicos demolieron puntillosamente la infraestructura del país y no contentos con ello, eliminaron a miles de sus funcionarios para reemplazarlos con colaboracionistas con misérrimos sueldos de 200 dólares mensuales, las inversiones no han sido las más prosperas para sus interesados, siendo una notoria causal de ello, la pertinaz resistencia armada y política que devino tras la invasión.

Aunque muchos globalistas quieran esconder este tipo de episodios, ellos forman parte de la dinámica “globalista” –que claramente vinculada con el imperialismo- que solo está diseñada por y para ciertos sectores y no para el beneficio común. Creyeron que convertirían a Iraq en el modelo de un oasis árabe para-estadounidense en medio de la Mesopotamia, algo que al no ver resultados óptimos, complicaron la situación con sus experimentos de la ingeniería insurreccional elaborados en los laboratorios de la CIA y aliados que parieron monstruos como “Al Qaeda”, “ISIS” y muy posiblemente a una docena de otras bandas que operan hoy en Siria.

En este último escenario, “los globalistas” más conocidos encarnados en Bush, Barak Obama, Hillary Clinton, John Mc Cain y la lista continua, pese a los intentos por destruir la nacionalidad siria, han hallado un inesperado obstáculo para lograr su misión y ese fue, Rusia que además de su poder militar, se ha plantado ante los foros internacionales en pro de una política “multilateral” de relaciones diplomáticas.

En este marco, el gobierno de Damasco logro soportar el suficiente tiempo al intento claro de derrocamiento de Bashar Al Assad, la desarticulación del sistema político controlado por el partido nacionalista B´aath y el despedazamiento territorial y confesional de la Siria que hoy conocemos, buscando además de los objetivos geopolíticos que beneficiarían a Tel Aviv, la creación de una multitud de zonas bajo control de grupos rivales que además de crear un magnifico mercado para los traficantes y los vendedores de armas, entorpecería muy convenientemente la estratégica “ruta de la seda” que tan buenos negocios le daría al comercio de Rusia, China y al mundo árabe islámico.

Otro elemento ineludible de éste Globalismo había venido siendo el unilateralismo estadounidense, herramienta política de Washington para implementar sus acciones de intervención militar que hoy vemos sigue siendo utilizada por la administración Trump.

A contrario de todas las predicciones y como reacción a estos intentos, el renacimiento de los nacionalismos es una realidad incontrastable que pese a la propaganda adversa que se lanza desde los medios hegemónicos en su contra, es la única vacuna contra farsa política globalista. En ese sentido, las continuas alegorías maliciosas que pretenden vincular este ideario al “fascismo”, al “nazismo” (filosofías europeas) y con términos como “dictadura” y “régimen”,  surgen a la vista de las nuevas generaciones pensantes como meras cortinas de humo que en realidad esconden el miedo de los sectores del poder global, a perder las prerrogativas y los negocios que giran en torno al montaje de ese Globalismo político financiero.

Hemos visto como hay ciertos nacionalismos que son tolerados por el Stablishment y otros que (caso de Irán, China, Rusia), convenientemente  son motivo del escarnio mediático. Hemos visto como el “ultranacionalismo” ucraniano, pese a su virulencia racista, ha venido siendo apañado desde occidente por su funcionalidad contra Rusia. 

Otro de los más protegidos por la Corporación mediática occidental es el “nacionalismo israelí”  insuflado de mesianismo religioso y político que bajo la denominación de “sionismo”, ha venido siendo el ideario de supremacía de una secula judía askenazi por sobre los derechos de los árabes y palestinos. Con abundantes antecedentes de un racismo recalcitrante y nocivo, este nacionalismo expansionista tiene en su haber todo tipo de crímenes y violaciones contra los derechos humanos desde la instalación de Israel hasta la actualidad.


Pero el nacionalismo real no es eso. El miedo que albergan los globalistas contra esta ideología está en el corte de los nexos políticos financieros que se entrelazan entre sectores de las bancas locales que culminan en los centros de poder anglosajones. 

Precisamente, un nacionalismo sano, bregara por una moneda soberana, políticas de beneficio común teniendo primordial interés sobre sus habitantes nativos, la regulación de los negocios foráneos mediante un gobierno respetable, un sistema jurídico sólido y probo, impermeable a los desmanejos e influencias corporativas externas que buscan imponer jurisdicciones extrañas que solo favorecen a sus intereses privados (CIADI). En fin, no permitir que se intoxique y corrompa a los habitantes de una nación con la única finalidad de llenar los bolsillos de pocos y ajenos.

jueves, 18 de mayo de 2017




DEFENSA Y SEGURIDAD



“¿REACTIVACIÓN
AERONAVAL?”

La concreción de un contrato de adquisición de aviones franceses Super Etendard puede significar un punto muy preciado desde lo histórico para Argentina ¿pero es una decisión acertada desde lo técnico y estratégico?




Por Javier B. Dal
Habiamos venido viendo como las Fuerzas Armadas argentinas se derrumbaban sin visos de una coherente y planificada reestructuración, propiciada en gran parte por la desidia política de los gobiernos de los últimos 40 años y especialmente, por la clara aversión ideológica y partidocrática del pasado gobierno “kirchnerista”.

Discurrir sobre la torpeza de estas posiciones ya no tiene interés. Aparentemente y luego de varios estudios, proposiciones y gestiones de los asesores del actual gobierno argentino, el poder ejecutivo habría puesto en camino la segura adquisición de equipamiento especialmente dirigido a una de las áreas más castigadas por falta de presupuesto como es la Armada Argentina.

Según han ventilado algunas fuentes, el arma naval estaría por recibir un lote de entre seis a siete aviones de fabricación francesa “Super Etendard”  a un costo por unidad de “diez millones de dólares”, una operación razonable considerando las capacidades de ése avión en las actuales condiciones del desarrollo bélico.
C-130J

Otro de los anuncios refiere a la adquisición de dos aviones “C-130J Hércules” y de la asistencia técnica de origen estadounidense que llegaría a la fábrica aeroespacial de FADEA en Córdoba, donde se reactivaría el desarrollo de aviones de manufactura nacional.

Sin dudas que se aplaude este sopló de oxígeno para la defensa nacional, pero aún esto es insuficiente. Vemos que claramente ha habido consideraciones de carácter político para orientar estas adquisiciones, especialmente dirigidas a que Argentina no se salga del marco de vendedores históricos, dejando de lado las magnificas oportunidades que ofrece el mercado ruso.

Los aviones franceses “Super Etendard” de la fábrica “DASSAULT BREGUET” demostraron una excelente perfomance en el Teatro bélico de Malvinas en 1982, sin dejar de considerar el valor agregado del recurso humano que los armaron, mantuvieron y pilotaron con éxito contra la aquella poderosa flota británica. Pero las actuales circunstancias  tecnológicas bélicas no dan clemencia. Aquellas jornadas contra la flota británica –que actualmente se halla renovada- son historia antigua y plantear una nueva misión con éstos aviones contra las actuales fragatas modernas inglesas, representaría un suicidio de los pilotos.

Obviamente que este gobierno no tiene en miras semejante hipótesis, pero la causa Malvinas supera los intereses de cualquier sector político y gobierno pasatista. En aquel sentido, adquirir estos aviones al menos reactivara la operatividad de una de las áreas más importantes de la defensa como es la custodia del extenso litoral marítimo.

Hay algo de snob en estas adquisiciones, pero también hay mucho de deliberada permisión por parte de Londres, que sabe muy bien que Argentina con estos “remozados” aviones franceses –los cuales ya no se producen- , no tendrán las mismas chances que en 1982, que no hay que olvidar, por aquel entonces París corto los suministros de misiles “Exocet” por pedido del Foreing Office en Londres. Algo similar ocurriría si el gobierno anunciara a bombo y platillo la adquisición de aviones “SkyHawk A4-Q”, que en la actualidad carecen de toda posibilidad de operatividad.

Desde el punto de vista estratégico, se trata de una compra absurda y hasta inútil. Absurda por el simple hecho de que más allá de que dicho avión cumplió exitosamente sus tareas en 1982, actualmente es un arma inoperante ante los nuevos y sofisticados sistemas antiaéreos y navales que tienen los británicos quienes además, luego del conflicto estudiaron al dedillo, como contra restar al sistema antibuque “Exocet” y por ende a su vector de lanzamiento (el Super Etendard).
SU-35

Inútil por el motivo que hemos mencionada inmediatamente arriba. Actualmente si Argentina entrase en un conflicto similar al de 1982 o incluso, solo en un incidente aislado, no solo no contarían con aquel “as” bajo la manga sino que para peor, los británicos tras décadas de haber desarrollado contramedidas contra misiles complejos, serían eliminados mucho antes de que sus radares iluminasen el blanco. Hoy existe el llamado sistema antimisiles “Aegis” que montado en las fragatas y destructores 2000, elimina mucho antes de la reentrada a cualquier misil que fura disparado contra una unidad en operaciones.

Hace cuatro años Argentina había desperdiciado la oportunidad de adquirir nada menos que veinticuatro aviones navales Sukhoi SU-33 de IV generación (aunque otras fuentes identificaron como SU-35), lo que a la vista de los expertos fue una clara demostración de ignorancia estratégica y vacío político-estratégico del gobierno de Cristina Fernández que en realidad escondía, un miedo a trabar relaciones con Moscú. 

De haberse perfeccionado ese acuerdo hoy la situación geopolítica del país sería rotundamente diferente.

El desconocimiento de las necesidades y las conveniencias estratégicas llegaron a tal punto, que falto muy poco para que aquel gobierno “popular” se dejara embaucar con la entrega de chatarra israelí (aviones KFIR) que además de usada e inoperante, sería entregada sin sistemas de armas.
MIG-31E

Otras de las ofertas de Moscú era la de proveer aviones de intercepción y caza “MIG-29” e incluso cuando el gobierno de Macri llego al poder, se rumoreaba que habían en danza las probabilidades de adquirir aviones “MIG-31E” a costos muy convenientes, lo que habría desatado la histeria de Londres, Santiago de Chile y de los ocupantes de Malvinas.


Pero quienes habrían dado su voto de desaprobación final fueron los estadounidenses, quienes ya desde antes de que Obama se fuera de la Casa Blanca, dejaron bien en claro que si habían compras de armas para una reestructuración estarían supervisadas por ellos; de ese modo, ¿se puede hablar de reactivación?