SEÑALES DE
MULTILATERALIDAD O ¿UNA FARSA?
¿Qué puede
entenderse del espectáculo dado en el Salón Oval entre un cómico-trágico y un
empresario psicótico?
Por Charles H. Slim
De la escandalosa y hasta cómica reunión del 28 de febrero pasado entre Zelensky, Donald Trump y el vice J.D. Vance en el Salón Oval que fue vista por millones de ojos alrededor del mundo, se pueden sacar varias conclusiones, pero hay una que especialmente importante para quienes bregamos por un mundo multipolar y equilibrado, y es precisamente que solo la vía del respeto y la buena fe entre las naciones puede traer la paz. Pese a ello, debemos pisar con cuidado ya que no todo lo que se ve puede ser real.
La impostura que
vimos de un acalorado Zelensky y un Trump enojado por dicho exabrupto podría
ser un paso de comedia que buscaría despistar a la Federación de Rusia aún a
riesgo del ridículo público más absoluto. Pero si ya conocemos los antecedentes
de Washington, pocas chances hay de darle credibilidad.
Las medidas y
comentarios posteriores a este pésimo sketch ya darían por confirmado esto:
Todo fue una actuación. Aunque se dijo que Trump echó al enano fascista de La
Casa Blanca sin tratar ni formar sobre el asunto de las tierras raras, todo ya
estaría más que charlado ¿Y qué significaría eso? ¿Acaso que las armas
estadounidenses seguirían llegando a Kiev? Este supuesto corte en la provisión
de armamento no significa que Washington lo siga haciendo por medio de terceros
países. Solo para tener en cuenta, en Europa hay bases estadounidenses con
acopio de armas y municiones que muy bien pueden seguir siendo transportados
con vehículos y aviones de estados europeos.
Por otra parte, la
supuesta negativa de Trump de continuar abasteciendo a Kiev tiene un alto grado
de verosimilitud y prueba de ello son las continuas derrotas y rendiciones que
son indiscutibles en todo el frente y particularmente en Kursk donde las
fuerzas atlantistas ya han comenzado su disimulada retirada.
Pero hay otras
conexiones que supuestamente se vieron interrumpidas tras esta actuación y una
de ellas es la ayuda en inteligencia en todas las esferas del área.
No podemos olvidar
que Trump fue quien en su primera presidencia imprimió las sanciones
comerciales más severas contra Rusia, sino que también armo con los sistemas de
misiles anti tanque FGM-148 “Javelin” al ejército ucraniano causando costosas
pérdidas en material y vidas humanas. Estos precedentes les restan credibilidad
a los auspicios de una paz promovida por el empresario blondo y que para peor,
tras haber alimentado a un régimen neonazi, ha dejado expuesto ante los ojos
del público a un enano caprichoso y prepotente Zelensky al cual ante las
cámaras no pudo controlar.
Pero si nos
creemos el intento aparentemente sincero de Trump de buscar la paz y terminar
con la guerra en Ucrania, ello debería causar un fuerte choque con sus aliados
europeos o al menos, discusiones. Hasta el momento por lo que estamos viendo en
el espectro europeo los viejos colonialistas del continente (Gran Bretaña y
Francia a la cabeza) se sacuden como si les dieran un electro shock. Londres
sin dudas es el centro político desde donde se irradia la rusofobia global y al
parecer Starmer esta decidido a tomar la cabeza en continuar la guerra. Zelensky
ve en ellos el último refugio ante el abandono de EEUU y sin dudas que Londres
y otros secuaces que le siguen le están proporcionando toda la cobertura que
necesite para seguir picando al Oso ruso.
Seguramente los
estrategas británicos conscientes de que no pueden dar la cobertura que daban
los estadounidenses ni mucho menos intervenir directamente, deben estar
elaborando planes para que la ayuda no se corte y sostener al régimen neonazi.
Starmer y Lammy deben
tener en maratónicas reuniones al Estado mayor y a los chicos del MI6
trabajando día y noche para que todos ellos generen una estrategia conjunta que
pueda suplir a los estadounidenses. Obviamente
no podrán reemplazar la infraestructura de los estadounidenses, pero si pueden
centrarse en poner en marcha una estrategia especifica en la cual son muy
buenos. Como parte de esta estrategia (y en la cual son muy hábiles) está en
seguir creando la división interétnica-religiosa que por motivos regionales existe
entre el oeste y el este de Ucrania fomentando el odio mutuo.
Una de las
tácticas que se están implementando es la del terrorismo. Así asesinar
ucranianos ruso parlantes, atacar y destruir iglesias ortodoxas son una parte
de la política de desrusificación decretada por Kiev. Los principales activos
involucrados sin dudas son la inteligencia militar y los chicos del MI6,
profesionales indiscutidos en crear odio y desconfianza entre comunidades
¿Antecedentes de trabajo de estos profesionales? Iraq, Libia son sin dudas las
experiencias más notables y hoy muy activos en Siria apoyando por un lado a la
resistencia alawita siria y al mismo tiempo dándole una palmada a los
terroristas del Hay’at Tahrir al-Sham (HTS), (remanentes de Al Qaeda, Al Nusra
y del ISIS) que para occidente son “rebeldes”.
Con estos precedentes
y con todo lo que se mueve por debajo del poder formal estadounidense (Deep
State), nadie debería tragarse esta actuación entre dos chiflados como Zelensky
y Trump con lo cual, si así se puede intuir desde occidente no hay que ser muy
suspicaz para ver lo que el presidente ruso Vladimir Putin y su plana mayor consideran
este evento.