miércoles, 23 de diciembre de 2015

EN LA MIRA


“EL FRACASO EN SIRIA, ES INEVITABLE”

Cómo el acuerdo entre Moscú y Washington ha llevado a que los neocolonistas europeos  e Israel vean frustrados definitivamente sus planes en Siria


Por Javier B. Dall y Danny Smith


Como hemos venido viendo desde hace cuatro años y en especial a lo largo del año que se está yendo, los planes por destruir a Siria y al eje de la resistencia árabe-islámica han caído en el fracaso más absoluto. A pesar de que los combates continúan y el “Daesh” realiza asombrosas operaciones de contraofensiva contra las fuerzas patrióticas árabes sirias y sigue aplastando al de por sí desarticulado ejército iraquí,  la suerte parece estar echada y pronto no habrá lugar para que los grupos mercenarios que operan en Siria puedan hallar refugio.

Los esfuerzos por sostener la infraestructura de los mercenarios que los medios occidentales venden como “rebeldes” y con categorías arbitrarias como “moderados” o “no moderados”, han perdido la poca credibilidad que pudieron haber tenido en algún breve momento del 2015. Con las pruebas a la vista sobre su artificial origen  y que han venido siendo puestas sobre la mesa no solo por  la intervención rusa sino también por  la infatigable voluntad de lucha de los sirios,  el proyecto de un rediseño del Medio Oriente a molde de los intereses geoestratégicos de Washington y su aliado Israel, ha sido herido de muerte.

Las esperanzas de que Rusia se apartaría del medio mediante la aplicación de una batería de sanciones económicas, también se han esfumado, causando por el contrario una reacción adversa.

Más allá de las superficiales y maquilladas noticias de los grandes medios conservadores anglosajones, que son levantadas y mucho mas retocadas por los medios conservadores argentinos,  la mirada en torno a la situación política que  hay de trasfondo en las cruentas luchas entre las fuerzas sirias y los mercenarios, los dos grandes actores en éste tablero, han llegado a un acuerdo en cual, ninguno de los asociados –incluyendo a Israel-  tienen peso para torcerlo.

Tal como lo han señalado varios investigadores, en especial del periodista francés Therry Meyssan (1) en uno de sus últimos artículos, el mundo ha cambiado mucho en los últimos años y lo que  gobiernos imperialistas como Francia, Gran Bretaña y del golfo creían lograr en unos meses, se ha convertido en una empresa imposible. Precisamente en este análisis, se hace una reseña clara de cómo fue la evolución de las tratativas entre Washington y Moscú desde el 2012 en momentos que mediante el acuerdo celebrado en Ginebra, fue saboteado por los Halcones del Pentágono y el sector de los neoconservadores,  actores  que su vez estaban sintonizados con  la entonces  secretaria Hillary Clinton  quien a su vez y junto a la Francia de Sarcozy impulsaban el llamado grupo Amigos de Siria, nada más ni nada menos que un rejunte de arribistas políticos sirios que buscaban acceder al poder con el apoyo de Washington.
Hillary Clinton en una de las reuniones de los Amigos de Siria

Tampoco había que olvidar el papel de Tel Aviv, que fue pillada en determinados momentos de esta tragedia, operando para darle una ventaja táctica a los grupos mercenarios. Desde la infiltración de comandos en las costas portuarias, la proporción de armas, hasta ataques aéreos nocturnos sobre Damasco, son un resumen de las implicancias que había venido teniendo  Israel en su participación en todo este dantesco complot, sin dejar de mencionar, su “humanitaria” cooperación sanitaria con los mercenarios de “Al Nusra”.

Pero y pese a todos estos engranajes orientados a desarmar a la república árabe Siria como entidad nacional, el gobierno de Bashar Al Assad con un muy importante apoyo de la población y por  la resistencia de unas fuerzas armadas compuestas por un 70% de efectivos sunitas –algo que había venido siendo ocultado por occidente- que recibieron el apoyo incondicional  de la resistencia chiita de Hesbolla y por supuesto de combatientes iraníes, lograron frenar a los mercenarios que hoy se baten en retirada a zonas desérticas. A la par de ello, la potencial intervención política y militar de Rusia que logró establecer parámetros de negociación con EEUU quien a su vez, con el apoyo de otras potencias de la OTAN e Israel busco intensamente sabotear cada intento de establecer la paz; tal vez uno de los más siniestros fue la masacre de “Al Gouta” en donde se determinó que “había una tercera fuerza”  interviniendo en la contienda.

Tras estos sabotajes, los acuerdos habían quedado casi congelados y los desencuentros entre Moscú y Washington parecían interminables. Al ir complicándose la situación de los grupos mercenarios en Siria tras la intervención rusa y el derribo del avión SU-25 por aviones turcos, las conversaciones entre estadounidenses y rusos se han intensificado.  Y los motivos de ello son claros, ya que ha quedado expuesto a la vista del público que “la Coalición internacional”  no había estado haciendo nada por erradicar al “Daesh”. Es por esta inconveniencia, que La Casa Blanca ha optado por buscar el camino de un dialogo bilateral sin que los terceros involucrados en la contienda, influyan tanto en lo político como mediante la perpetración de actos o hechos –sabotajes, asesinatos, atentados- que traten de romper éste estado de dialogo entre Washington y Moscú.

Tras la reunión del 15 de diciembre 2015 entre el secretario de estado John Kerry y el canciller ruso Sergüei Lavrov la Alta Comisión de la oposición siria expidió las resoluciones 2253 y 2254, por las que sintéticamente se prohíbe el financiamiento a los grupos como “Al Qaeda” y el “Daesh”  propendiendo a resolver definitivamente la cuestión siria. En este sentido, Rusia ha adoptado medidas para coordinar esfuerzos con grupos opositores sirios, que están dispuestos a expulsar a las bandas mercenarias que responden a otros intereses y que tienen sustento en el exterior. Esto ha representado una muestra de buena voluntad tanto de Damasco como de Moscú dejando lugar a grupos que respeten la integridad nacional y la sobrevivencia de Siria como un estado soberano, para que participen en la lucha contra franquicias foráneas y falsas.

Esto viene a demostrar que este conflicto, ha sido generado con propósitos claramente políticos y usando la monumental maquinaria propagandística occidental, financiada por los  petrodólares de los reinos del Golfo  y de  un circuito financiero internacional sionista, que dejó libre circulación a las operaciones bancarias de estas transacciones negras, se uso la máscara del “extremismo islámico” encarnado en el “ISIS” o llamado por los iraquíes “Daesh” para justificar todo este sangriento festival de muerte, a costa de los ciudadanos de la región. De esta manera, el denominado “Daesh”  no es más que, el resultado del programa de contrainsurgencia alternativo al “Al Qaeda-Iraq”(2), compuesto por asesinos de varios lugares de la región,  creado por los funcionarios estadounidenses  como el general David Petraeus, Coronel James Coffman y el embajador en Bagdad John Negroponte allá por el 2005, cuando a un año y medio de estar ocupando Iraq, la situación para sus tropas se había vuelto insoportable.  
Gral. David Petreaus

Tanto “Al Qaeda-Iraq” como el “Daesh” fueron parte de un programa de inteligencia estadounidense en el cual cooperaron muy gustosamente agencias como el MI-6 y el Mossad israelí, que actuando por su lado con especial intensión de provocar el choque entre las comunidades chiita y sunita, sembraron el caos y la confusión.

Aquellos actores y sus artimañas habían tratado de cortar todas las tratativas para un alto al fuego en Siria y lograr por todos los medios, el derrocamiento del Bashar Al Assad y la implantación de un gobierno absolutamente débil y lo más extremista posible. Con una situación semejante, las justificaciones para que Washington arribara a toda marcha sobre el territorio sirio bajo las excusas de que “Siria se había convertido en un santuario terrorista”  era una cantinela previsible. Sobre esto mismo no hay que olvidar el desembarco de tropas y vehículos blindados  que realizó EEUU en Jordania en el 2013 que Washington argumentó como forma de proteger la posible infiltración de “yihadistas” al reino hachemita.

Ni que hablar de la congratulación de Tel Aviv y del sionismo mesiánico militante que  sin, dudarlo avanzarían mucho más allá de los Altos del Golán, apropiándose de los ricos recursos energéticos y de las valiosas reservas de  agua potable con la cual, Tel Aviv alimentaría  a los afamados “Kibbutz”.

Más allá de la presencia de la aviación rusa y de la instalación de varios sistemas de defensa antiaérea SS-400, los israelíes y sus socios franceses –especialmente- ven frenadas sus incursiones aéreas por las estrictas medidas que La Casa Blanca ha tomado para detener  cualquier acción que complique las conversaciones con el Kremlin que en apariencias y según algunas fuentes, han fructificado para que en resumidas cuentas y para pesar de  Tel Aviv, la República árabe de Siria sobreviva.

1-      RED VOLTAIRE.org. “Del comunicado de Ginebra a la resolución 2254”. Por Therry Meyssan. http://www.voltairenet.org/article189698.html
2-      PENSAMIENTO ESTRATÉGICO y POLÍTICO. “Criminal se busca”. http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2015/10/internacional-criminal-sebusca-el.html


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