sábado, 26 de diciembre de 2015

EN DEBATE


“NISMAN Y LA PISTA ISRAELÍ”

Por qué siguen los rodeos y las maniobras evasivas sobre la posibilidad de investigar una posible implicancia  israelí


A menos de un año de la muerte del fiscal Alberto Natalio Nisman, muy pocas certezas y muchas dudas, rodean las verdaderas causas y los reales ejecutores de esta intima ejecución. Recordando un poco los hechos, veremos que desde el inicio las idas y venidas fueron escandalosamente percibidas por la opinión pública que –y pese a las desprolijidades de las autoridades- intentaban ser maquilladas por los medios nacionales absolutamente desinformadores.

Tan solo unos minutos antes de que se encontrara el cuerpo sin vida del fiscal, un extraño personaje de origen israelí, comunicaba la novedad de que “Nisman estaba muerto”. Se trata del supuesto periodista  free lance llamado Damian Patcher que como señalaron algunos periodistas, sospechosamente se espantó súbitamente del país tras el hecho (1). Curiosamente este prematuro testigo de dicha muerte, no solo es israelí sino que además tras haber servido en el “Tshal” de las Fuerzas militares israelíes,  trabajaba para el Mossad usando la cubierta de periodista.

Es muy raro o mejor dicho muy sospechoso que un israelí, del Mossad, paseando por la ciudad de Buenos Aires, estuviera tan cerca y tan bien informado de lo que, hasta ese momento nadie más sabía. Pero a pesar de esta magnífica casualidad, los medios argentinos o mejor dicho, las grandes empresas desinformativas capitalinas y algunos de los autoproclamados “periodistas serios”, salieron inmediatamente a la palestra para desviar estas inconveniencias.

Y las señales siniestras no terminarían hasta el hallazgo de aquella “extraña mujer” incinerada y dejada en un parque, cercano al edificio del hecho. Para ese momento, ya se habían obtenido informaciones sobre los estrechos contactos del fiscal con agencias como la CIA y el Mossad, como con grupos de presión judío-americanos que en forma permanente buscaba complicar a Irán con los atentados en Buenos Aires.

Pero la sombra israelí ha asomado en cada una de las desgracias que acaecieron en la década de los noventas en Buenos Aires. Según habían informado algunas fuentes, antes de que explotara la AMIA en la mañana de Julio de 1994 todo el personal que ocupaba el edificio fue notificado para que saliera un rato antes de la deflagración. Algo similar había ocurrido en 1992 con la explosión de la Embajada en donde el “Shin Bet” –inteligencia interna israelí- había desalojado un tiempo antes las dependencias quedando un par de empleados de baja categoría que murieron sin remedio.

Para ambas ocasiones, se instaló la versión sobre la existencia de un “coche-bomba”-algo que no quiso ser corroborado por radares- y se instaló mediáticamente sin basamentos objetivos, como manera de argumentar la autoría de un grupo extremista islámico, recayendo las falsas acusaciones como recordamos, sobre  el “Hesbolla” libanés e “Irán” (2). A pesar de los poderosos esfuerzos por endilgarles a los musulmanes  locales estos crímenes y reescribir convenientemente la historia (3), muchos judíos de la comunidad no se lo creyeron.

Similares comportamientos se vieron en el atentado a las Torres Gemelas en 2001, cuando una semana antes de ese episodio, las oficinas, las bóvedas de seguridad y todo el material informático de empresas de ciudadanos judío-americanos y otros  de origen israelí, fue mudado de los edificios. Incluso en la misma mañana de ese ataque, las mismas oficinas estuvieron vacías simplemente porque los propietarios y los empleados de dichas firmas no concurrieron. Aunque este dato no se pudo corroborar sino unos años después por parte de investigadores independientes, lo cierto era que todos estos “afortunados” que no acudieron esa mañana a sus puestos en ambas torres, habrían sido advertidos previamente por el Mossad sobre un evento inminente.  Incluso, los mismos medios estadounidenses de la época, publicaron una muy curiosa noticia que hacía referencia a un grupo de sujetos –todo ellos israelíes- de una empresa de Mudanzas urbana, que ubicados desde un lugar donde se podía ver el humo aquella zona en New York, festejaban y reían mientras las torres caían (4)

Hace muy poco en aquel fatídico 13 de noviembre, una oleada de ataques coordinados sacudió la noche de París, rodeado de una serie de inconsecuencias (5) que inmediata y convenientemente fueron endilgados por los medios masivos al “terrorismo islámico”, especialmente sobre el mal llamado “Estado Islámico”. Lo particular de esto, fue que en horas de la mañana de ese mismo día, el jefe de seguridad de la Comunidad judía parisina había sido advertido desde Tel Aviv de la perpetración de un gran atentado terrorista (6). 

Unas horas más tarde, aquello se materializó sin que hubiera habido advertencias al público en general o las autoridades del Ministerio del Interior ratificaran dichas informaciones. Como se vería después, el hecho –sin la menor investigación- sirvió para argumentar que el “ISIS” había sido el responsable lo que justificó la intervención oficial de Francia –aliado europeo de Israel- en los bombardeos sobre Siria.

Pero volviendo al tema del asesinato del doble agente Nisman, las formas y la pulcritud del escenario donde se cometido el hecho, reflejaba la mano profesional de expertos en la muerte y ésta, no era cualquier muerte. 

Curiosamente el portal israelí “Debka-file”, en concordancia con el discurso del primer ministro Benjamín Netanyahu  direcciono las acusaciones a un agente iraní, una participación  que nunca fue corroborada. Viendo el panorama de quiénes son los que se benefician con este deceso, es fácil advertir  que tanto EEUU como Israel buscan usar la causa AMIA y ésta repentina secuela, como una excusa para imponer sus propias directivas en la región (7).

Según las pericias que se habían realizado sobre sus computadoras, las tareas del fiscal estaban siendo monitoreadas en tiempo real por el accionar de virus informáticos que, previamente insertados  reenviaban la información que ingresaba a su CPU a otra computadora en un piso en alguna parte de la ciudad de Buenos Aires. Claramente esto iba más allá de la satanizada SIDE o SI. El grado de complejidad de dichos programas espías y los virus utilizados, apuntan a especialistas estadounidenses e israelíes, quienes tienen además de la tecnología, agencias especializadas para la “guerra cibernética”.

Esta última observación es para despejar las dudas que se inmediatamente se sembraron por los medios locales, sobre el supuesto accionar de “los iraníes” o incluso de  comandos “venezolanos” y libretos peliculeros similares.  Revisando “todos” los hechos de la historia contemporánea, Irán tenía cero motivos para realizar un ataque semejante, tanto a la embajada como a la AMIA dado que entre Teherán y Buenos Aires estaban vigentes contratos desde la época de Alfonsín para la adquisición de armas y de un reactor experimental que por el mes de diciembre de 1991, en momentos de ser embarcado en una dársena del puerto de  Campana, fue retenido por presiones externas.

Incluso y pese a ese incidente, allá por 1993 Irán y la Argentina continuaron sus relaciones de intercambio comercial y tecnológico –pese al alineamiento automático de Menem- mediante la entrega a Teherán de uranio U-235 al 20% para propósitos medicinales.  Para 1996 y en medio de los trances de las crecientes presiones y acusaciones de Washington y Tel Aviv sobre la autoría iraní en los ataques de Buenos Aires, Argentina e Irán continuaron con las relaciones comerciales especialmente destinadas a la adquisición de aquel reactor experimental retenido a finales de 1991.

Por el contrario, para comienzos de la década de los noventa Israel estaba pasando por una severa crisis interna no solo por las continuas masacres contra los palestinos –que eran constatadas por la ONU-, sino también en el campo político, por la creciente pérdida de poder los ultraderechistas que veían como Yitzak Shamir  tras la conferencia de Madrid de octubre de 1991 llegaba a un acercamiento con los árabes, algo que para los sionistas era inaceptable. Pero si había algo que molestaba aún más a estos sectores, era la política laborista de Yitzak Rabin que buscaría concretar y ahondar dichos acercamientos que culminarían con los acuerdos de Oslo.

Otro dato a tener en cuenta y que vinculaba a la Argentina en aquel contexto, era la cooperación que había en materia nuclear con Irán lo que, era totalmente mal visto para el gobierno de Shamir y los sectores de la derecha más extrema quienes veían en la república Islámica al mentor de su más temible y duro enemigo, el “Hesbolla Libanés”.  ¿Y por qué del tan profundo odio a este movimiento de resistencia chiita? Pues, una de las respuestas más evidentes surgían de la continua imposibilidad de Tel Aviv, por  quebrar  a dicho movimiento tanto a nivel militar como en lo político. Desde que “Hesbolla” apareció en 1982 a Israel le fue imposible avanzar con sus ambiciones territoriales sobre el Líbano.

La circunstancialidad descripta sirve para tener en cuenta, que la geopolítica contemporánea ha tenido mucho que ver no solo en la producción de esos “atentados” sino también, en el conveniente desenlace del fiscal Nisman quien, tras el acuerdo entre Washington y Teherán por el asunto nuclear,  había quedado en “offside” y sus gestiones anti iraníes totalmente  fuera de lugar pero, eso no era de importancia para  los sectores que impulsaban desbancar el memorando de entendimiento. Viendo esto cualquiera podría preguntarse, ¿pudo haber habido algún choque de fuerzas entre agencias, grupos o sectores antagonistas dentro de alguna de ellas que se llevaron puesto a Nisman?

La verdad de lo que pudo haber ocurrido es tan común, que casi se podría decir que ha estado delante de la vista de los “investigadores”. Como el edificio donde ocurrió el hecho tenía un amplio dispositivo de cámaras que funcionaban pero que, curiosamente estuvieron apagadas en esa ocasión y los “custodios”  -pese a su función- refieren a no haber visto nada se pueden concluir dos cosas: Primero, los fantasmas no matan personas y segundo que quien lo hizo pudo pasar caminando con la total garantía de que “aquí nadie vería nada”. Entonces surge la pregunta ¿Cómo pudo ser eso? Y la respuesta es simple: dinero para comprar las voluntades y el silencio. Pero ¿cuáles habrían sido los motivos para semejante decisión? Una hipótesis puede ser, la del sacrificio del peón. Nisman como el doble agente que era, llegó a una instancia que valía más muerto que vivo y se lo ultimó.  

Un último dato a considerar es la situación del Memorando de entendimiento que en realidad, Teherán nunca no lo dio como viable e incluso tras la salida de Ajmadineyad  el  nuevo gobierno de Irán paso a otra etapa en la cual, tras el acuerdo firmado con Washington  aquel pedazo de papel perdió cualquier virtualidad.

Y por último volviendo a la muerte del fiscal, como se suele decir en los casos de ataques de “falsa bandera”, para entender cuáles serían los motivos ocultos tras las apariencias que cubren uno de estos crímenes, es “seguir la ruta del dinero” y que, recordemos, en el caso del fiscal Nisman tenía cuentas en New York y quién sabe dónde más a las cuales llegaban dólares de prominentes sionistas como el banquero Paul Singer y otros destacados próceres de la islamofobia internacional. Ciertamente y como muy bien lo sabía aquel funcionario a sueldo de la nación –y de las embajadas de EEUU e Israel- , era cuestión de tiempo para que sus jugarretas a dos puntas quedaran expuestas y eso también lo sabían sus empleadores.

1-      PAJARO ROJO. “AMIA-NISMAN. La espantada del vocero Patcher, el papel de Levinas y la zarpada peluda de la CIA y el Mossad”. http://pajarorojo.com.ar/?p=12693
2-      ATAJO. “Caso AMIA: Washington pretender reescribir la historia de los atentados en Buenos Aires”. http://www.avizora.com/atajo/colaboradores/textos_thierry_meyssan/0001_washington_pretende.htm
3-      CONTRAINFO.com. “¿Quiénes atacaron a la AMIA en Argentina?” http://www.contrainfo.com/8446/quienes-atacaron-a-la-amia-en-argentina/
4-      El Mossad y las empresas de mudanzas  ¿maestros del terrorismo global? http://es.sott.net/article/9070-El-Mossad-y-las-Empresas-de-Mudanzas-Maestros-del-Terrorismo-Global
5-      EL ROBOT PESCADOR. “Sospechosas previas a los atentados en París”. http://elrobotpescador.com/2015/11/16/sospechosas-coincidencias-previas-a-los-atentados-de-paris/
6-       RED VOLTAIRE.org. “Varios responsables de la Comunidad  judía fueron advertidos antes de los ataques en París (Time of Israel)”. http://www.voltairenet.org/article189277.html

7-      CONTRAINFO.com. “Operación Nisman para voltear al gobierno”. http://www.contrainfo.com/13337/operacion-nisman-para-voltear-al-gobierno/

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