DEFENSA Y SEGURDAD
“OPCIONES
PARA LA NUEVA DEFENSA ARGENTINA”
Cuáles pueden ser las variantes y las opciones que tiene Argentina para resolver un atraso de cincuenta años en el área de su defensa nacional
Como la realidad actual es tan cruda como insuperable, un
gobierno serio y con los pies sobre la tierra en algún momento debe prever en
forma determinada y coherente como se conformará un sistema defensivo optimo
para conjurar los ciertos peligros que pululan en la compleja realidad política
internacional y para garantizar los
intereses geopolíticos de la nación.
Sistema Mantis |
A continuación veremos algunas de las opciones
tecnológicas disponibles en el mercado para reconstruir un mediano y aceptable
sistema defensivo que de cobertura a los de por sí, desprotegidos cielos de la
república Argentina.
La primera de las opciones es el sistema MANTIS de origen
alemán –Rheinmetall-, que proporciona una defensa aérea pasiva y activa
con gran eficacia. Dotado cañones de 35 mm de munición explosiva y guiados por
un sofisticado software que controla un radar activo de gran alcance, puede
disparar 1000 proyectiles por minuto
asegurando la eliminación de una agresión aérea próxima. El costo de este
moderno sistema es de unos 150 mil Euros y garantiza a las FFAA una inversión
duradera.
Pero las desventajas de adquirir este tipo de sistemas,
se encuentra claramente la posición
política y geoestratégica en la que Argentina tiene con respecto a su
irresoluto conflicto con Gran Bretaña por las islas Malvinas, que recordemos es
un miembro destacado de la OTAN. Para Londres, que Buenos Aires pretenda
adquirir sistemas que corten la impunidad de vuelo de sus aviones por el
Atlántico sur es algo impensable. Precisamente la firma alemana Rheinmetall es
una de las principales que negocia con la Alianza Atlántica y comprar estos equipos
en estas circunstancias sería como adquirir los famosos “Roland” que los
británicos conocen desde la antena hasta la última tuerca.
Sistema Roland |
Otra opción que se presenta en el mercado y que se había
barajado como de posible adquisición es el Sistema antiaéreo “Saab”, que proporciona tareas de vigilancia
pasiva que pueden ser complementadas con una variante de armas para anular una
amenaza de proximidad. Se trata de una
industria de excelencia y con antecedentes muy buenos en la eficacia de sus
radares de altera pero hay algunos pequeños detalles que no convienen a los
argentinos. La firma completa es “Saab, Boford Dynamics”, que igual que las
firmas anteriores, son familiares para los británicos. No solo la Real Fuerza
Aérea dispone de equipos y sistemas de estas firmas sino que, son varias las compañías
inglesas que son parte del complejo industrial militar europeo con injerencia
directa en la fabricación de estos sistemas. Incluso para el 2014, Argentina durante
el improvisado gobierno del FPV había
pretendido adquirir la variante de corto alcance RBS-70NG, que además de ser
completamente afuncionales para las tareas que en realidad requiere una defensa
de una espacio aéreo tan extenso, es el mismo que tienen montado la RAF en sus
bases aéreas de Malvinas.
Sistema S-300 |
Otra de las opciones en el mercado es el sistema antiaéreo
S-300 de la industria de la Federación Rusa, que con una tecnología relativamente
moderna –Creada en 1978- se presenta como una muy buena opción para la
situación geopolítica de Argentina.
Dotado de doce misiles montados en un sistema de transporte que integra
radares de un amplio radio de acción y con capacidad de alerta temprana que
detecta a un enemigo más allá del horizonte, tiene un alcance para objetivos
aéreos de unos 250 kms. Lo que dotaría al país de una formidable estructura de
control y vigilancia pasiva que en caso de una amenaza, puede ser anulada con
una efectividad del 90%.
El sistema se ajusta a las necesidades de la defensa aérea que requiere un extenso territorio como el argentino e incluso, para cubrir puntos estratégicos como son bases navales, aéreas o centrales nucleares. Obviamente, se sabe que los gobiernos que han ocupado el poder, se han visto claramente presionados a no realizar adquisiciones como estas y lamentablemente es un hecho que el actual gobierno en Buenos Aires, tiene una notable cercanía con las posiciones políticas de Washington y Londres por lo que, seguramente será dejada de lado
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