martes, 10 de mayo de 2016

NACIONAL


“¿OPERACIÓN DE CONTRAINTELIGENCIA?”

Una posible traición en el círculo más íntimo de la diputada Elisa Carrio puede dar al traste con su carrera y con las investigaciones sobre corrupción





Por Javier B. Dal
Así podríamos titular este particular episodio de la política nacional que se ha producido hace pocas horas y que han puesto en el centro de la escena mediática nada menos que a la diputada Elisa Carrio y otros funcionarios del estado nacional.   Con estridencia y mucho asombro se anunció que la justicia federal imputo a la diputada Carrio por el supuesto delito de “violación de secretos”  en el cual habrían participado toda una estructura de “inteligencia” albergada dentro de la misma cúpula de la AFIP desde donde e indebidamente se filtraban datos de impositivos de jueces, políticos, empresarios, sindicalistas y periodistas que luego eran ventilados mediáticamente por la enigmática diputada.

Según señalan los medios, un email anónimo conteniendo un detallado relato sobre la operatoria de esta estructura clandestina dentro de la AFIP que informaba a la diputada Carrio y que fue destinado a uno de los diputados del FPV desató el escándalo. Las fuentes relatan de que además del titular del AFIP Alberto Abad, se hallan involucrados el jefe de operaciones impositivas del interior  Jaime Mecikovscy, el titular de la DGI Horacio Castagnola y varios funcionarios más de dicho organismo.

Según algunos medios, la información que ventilo la existencia de este proceder clandestino se enmarcaba en la operatividad de una verdadera “Task Force” conducida  políticamente por Elisa Carrio. El término utilizado no parece casual ya que, es el que los británicos utilizan para denominar a sus grupos de tareas militares e inteligencia. El proceder de esta red dentro del organismo fiscal federal, no era para nada aficionado y contaba con una muy buena cobertura que le proporcionaba protección ante posibles filtraciones. Solo con un planeamiento anticipado y asesorado por expertos, pudo operar con total secretismo hasta que alguien decidió venderlos.

La aparición de ésta fuente anónima identificada como “CB”, se vino a dar en momentos que la nueva AFIP y sus titulares prestaban declaración contra los anteriores encargados del área, especialmente el renombrado Ricardo Echegaray imputado como orquestador de un sistema de protección impositiva para el ex cajero de banco avenido en empresario  multimillonario santacruceño Lázaro Baez. Y sobre esto mismo, no resulta nada sorprendente el anuncio de la muerte en circunstancias muy sospechosas de su ex socio Horacio Quiroga, quien tras haber declarado en algunos medios televisivos sobre las actividades de Baez y sus conexiones con Néstor Kirchner y Cristina Fernández, era el testigo más importante para los procesos en marcha.  

Según la fuente, esta estructura recopilaba información de los estados patrimoniales e impositivos de todos estos personajes y procesados como expedientes o Dossiers eran entregados para el estudio y difusión de la Dra Carrio.  Ahora bien, por las precisiones de la fuente y sus detalladas descripciones de cómo funcionaba ésta verdadera célula de inteligencia dentro del AFIP, algunos estarían señalando como orquestadores detrás del anonimato ni más ni menos que a una agencia de inteligencia o incluso una rama paralela de la AFI.  

Sin dudas de que las actividades de la diputada Carrio habían venido siendo esclarecedoras y a su vez, devastadoras para varios funcionarios del pasado gobierno del FPV y de varios sectores del estado. Las investigaciones y sus declaraciones habían venido molestando no solo a los funcionarios K que hoy se hallan procesados sino también, a muchos de sus propios colegas de CAMBIEMOS y de algún sector de la prensa nacional que no quieren agitar el avispero ya que como dice el dicho “el que tiene cola de paja tiene miedo que se le arda”. No olvidemos que a lo largo de los doce años de total impunidad, muchos radicales, socialistas y hasta incluso “peronistas de la primera hora” habían vendido sus banderas al Kirchnerismo conociéndose como los “radicales K”, “socialistas K” etctect.

Las indagaciones de Carrio estaban molestando más de la cuenta, incluso más allá de lo permitido por sus aliados en Washington y Tel Aviv que vieron con satisfacción sus pasadas actividades de investigación y difusión de los casos de corrupción del gobierno de Cristina Fernández teniendo como especial interés, el endilgar la muerte del fiscal Alberto Nisman a Irán.  Pero incluso para ellos la señora ha ido más allá de lo que conviene.


Para algunos, -aunque esto fuera muy raro- se trataría de facciones K que leales al “proyecto”, buscan vengarse de la temible diputada. Para otros una operación urdida por elementos de la ex SIDE que pertenecían al riñón de la CAMPORA y que tras ser lanzados de sus puestos por el gobierno entrante, operan desde la clandestinidad para desestabilizar al gobierno de Macri.  Para otros, estaríamos ante una verdadera operación de contrainteligencia y de la cual simplemente la señora diputada, ha sido víctima de una traición ejecutada calculadamente por quienes diseñaron este esquema de inteligencia que funcionaba a la sombra y paralelamente de la Administración Federal AFIP. La pregunta que habría que hacerse y de la cual, solo Carrio y sus cercanos tienen la respuesta es ¿Para quiénes trabajaba en estas indagaciones y quiénes la financiaba? 

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