EN LA MIRA
“HILLARY SUPERSTAR”
Cuando los vicios propios en los que incurre Washington impiden algún grado de legitimidad en sus señalamientos a otros países
Por
Dany Smith y Pepe Beru
Cualquier transeúnte despistado de la ciudad de Washington puede
advertir que todo lo que rodea al enfrentamiento entre los demócratas y los
republicanos, más puntualmente entre Hillary Clinton y Donald Trump es una
simple comedia ligera. No es recomendable atiborrarse de información
proveniente de los medios gráficos que inundan los anaqueles de los revisteros
callejeros ya que de hacerlo, solo obtendrá una migraña por el enredo sin
sentido que cada uno de los diarios vuelca en sus editoriales. Hoy vemos con claro estupor como la fiscal
general Loretta Linch ha liberado sin
más, de todos los cargos a la candidata demócrata sin que argumente con algún
grado de razón, cuáles son los méritos que halló para semejante decisión.
Señoras
y señores, no hay que hacer de esto un misterio; simplemente se trata de una
clara maniobra de impunidad en los más
altos círculos político estadounidenses en el decadente centro de poder
mundial, que en medio de tanta corrupción e incertidumbre comienza a sentir
dentro de sus propias fronteras la inseguridad descarnada que se dirige hacia
sus fuerzas policiales históricamente famosas por sus brutalidades y abusos de
poder con aroma a racismo fascista.
Pero
claro, en la Casa Blanca hay un presidente negro alegan los defensores de las
políticas estadounidenses, como si trataran de argumentar que los recientes
hechos de sangre en los que se han visto asesinatos de policías por revanchas
por crímenes cometidos por los uniformados blancos contra ciudadanos afroamericanos,
son hechos aislados y descontectualizados de la maravillosa realidad
estadounidense. Entiéndase esta última alegoría como un claro sarcasmo que trata de reflejar la total incredulidad a
las propagandas mediáticas que los medios anglosajones, han venido radiando por
décadas para tratar de tapar la verdadera naturaleza del gobierno profundo y el
sistema estadounidense.
Es
sin dudas una muestra grosera y desvergonzada del “bananerismo” del sistema de
justicia norteamericano, que en otras épocas se jactaban en señalar con
respecto a los países latinos caracterizados por sus pobreza sistémica y
corruptela clientelar. En realidad esto no es una novedad ya que hemos visto
como aquel impresentable borrachín del estado de Texas, llegó a ser presidente
en 2000 por un arreglo descarado dentro del electorado,
Ahora
con esta parodia de Hillary Clinton que más bien se trata de una alevosa lavada
de cara a una política llena de claroscuros, los ojos del mundo pueden estar
seguros de que no hay ninguna altura moral en las instituciones estadounidenses
con las que se atrevan a señalar errores ajenos. Cómo puede hablar Washington de elecciones
transparentes, de democracia o respeto a los derechos humanos, cuando en s
haber tiene aberraciones como fue el fraude del triunfo de George Bush en 2001,
su sistemática política legislativa de represión e intrusión en la vida privada
de las personas, las detenciones sin orden contra personas sospechadas por su
confesión religiosa (musulmanes), la agresión belicista y el asesinato de
millones de seres humanos a causa de políticas liadas con la ley internacional.
Vamos
a ver. Qué diablos puedes esperarte de una resolución tan descarada como la que
hoy la mayoría de los estadounidenses pensantes han podido ver con esta
maniobra del Departamento de Justicia y por supuesto con el apoyo de la Casa
Blanca? Aunque traten de mostrar al
estadounidense promedio como un estúpido conformista a quien solo le interesa
su cerveza y un confortable sillón en su sala de estar, lo cierto es que hay
bastante sentido crítico en sus observaciones y sabe bien quiénes son sus
políticos y en el caso particular, saben muy bien quién es “camaleón” Hillary
Clinton.
Tan
solo un mes atrás, las diferencias entre el demócrata de la izquierda
progresista Bernie Sanders y la senadora conservadora por New York Hillary
Clinton, sacaban chispas como si de un duelo de espadas se tratara. Sin dudas
daban un muy buen espectáculo para alimentar a los medios gráficos y
televisivos en la Unión pero nada más. Más allá de las diferencias cosméticas
entre estos dos demócratas, Sanders y
Clinton son en el fondo lo mismo. Del
mismo modo que se pinta a Trump como un multimillonario demagogo sin sesos,
Sanders es tan “socialista” como Clinton es “transparente”. Y podríamos agregar que Hillary tiene en su
haber un involucramiento nada claro, cuando cumpliendo con sus funciones de
secretario de estado, se hallaba muy activa en los asuntos sucios de Libia que
entre otras cuestiones, se cobraron con la muerte del embajador estadounidense en
Bengazi allá por el 2012.
Está
claro que a los poderes del estado profundo estadounidense, siempre preferirán
a una persona sin escrúpulos y descarnada para manejar los asuntos de la Unión,
que a un aislado idealista como Sanders a quien se le permitió desplegar sus
convicciones políticas en la pequeña Vermont, pero no más allá. Y es esperable
que el mismo Sanders sepa de todo esto y simplemente mire para otro lado,
después de todo él vive de la política y sabe muy bien que tratar de enfrentar
esa negra realidad en la que se entremezclan intereses de las altas finanzas,
la mega corporación de la industria armamentista y las cajas negras de las
agencias de inteligencia como la CIA –que realiza un negocio incalculable en el marco de la
llamada política de Contraterrorismo-, simplemente sería una estupidez.
Tal
como se esperaba, Clinton y Sanders se han unido para tratar de contrapesar a Donald
Trump quien a pesar de su sus
vulgaridades y sus estridencias verbales, ha sabido captar a una amplio público
estadounidense hastiado de los mismos políticos reciclados de siempre que han
sumido al país en una interminable guerra que no tiene aún visos de hasta dónde
puede llegar.
Pero
claro, para los medios conservadores como el Washington Post, Donald Trump es
un simple orate, un multimillonario sin sesos que no tiene la menor idea de cómo manejar la política doméstica y
menos aún la exterior de la unión. Desde hace unas semanas estos medios cuyos
columnistas son claros admiradores de las políticas liberales de los neocon y
preclaros defensores de las políticas de Israel, se han encarnizado contra el
candidato republicano no por su supuesta estupidez que lo volvería no idóneo
para el cargo, sino por todo lo contario, ser demasiado claro en temas que a los
intereses detrás del salón oval en la Casa Blanca, no les interesa compartir
con el público.
Precisamente
por estas inconvenientes verdades que Trump dispara sin parar y que han
levantado a un amplio sector del espectro electoral estadounidense, las editoriales
conservadoras y filosionistas estadounidenses pasaron de las burlas a su
particular imagen a las descalificaciones de los tonos más agresivos que no
dejan lugar a dudas, la muestra del nerviosismo en el stablishment mediático-político
y financiero que ven en Trump, un personaje desaforado que puede terminar por
deshacer la ya maltrecha agenda política, especialmente la externa que sin
dudas se halla en retroceso.
Pero
volviendo a la bochornosa decisión de la fiscal de estado de, limpiar el
archivo de antecedentes de la señora senadora –que claramente vulnera los
pilares constitucionales-, viene a ratificar lo que anteriormente habíamos
predicho en la carrera presidencial de la ex secretario de estado y sus muy
buenos contactos con el poder real en la Unión
(v. “Promesas de más caos”. http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2016/06/enla-mira-promesas-de-mas-caos-como-el.html ).
Es en este marco, al ver hoy como Bernie Sanders se abraza
fervorosamente con quien hasta apenas una semana antes de este anuncio, estaba
al borde del procesamiento por cargos muy graves, solo demuestra el embuste de
unas elecciones que en noviembre ya tiene previsto el resultado.
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