martes, 19 de julio de 2016

EN LA MIRA



“HILLARY SUPERSTAR”

Cuando los vicios propios en los que incurre Washington impiden algún grado de legitimidad en sus señalamientos a otros países




Por Dany Smith y Pepe Beru
Cualquier transeúnte despistado de la ciudad de Washington puede advertir que todo lo que rodea al enfrentamiento entre los demócratas y los republicanos, más puntualmente entre Hillary Clinton y Donald Trump es una simple comedia ligera. No es recomendable atiborrarse de información proveniente de los medios gráficos que inundan los anaqueles de los revisteros callejeros ya que de hacerlo, solo obtendrá una migraña por el enredo sin sentido que cada uno de los diarios vuelca en sus editoriales.  Hoy vemos con claro estupor como la fiscal general  Loretta Linch ha liberado sin más, de todos los cargos a la candidata demócrata sin que argumente con algún grado de razón, cuáles son los méritos que halló para semejante decisión.

Señoras y señores, no hay que hacer de esto un misterio; simplemente se trata de una clara maniobra de impunidad  en los más altos círculos político estadounidenses en el decadente centro de poder mundial, que en medio de tanta corrupción e incertidumbre comienza a sentir dentro de sus propias fronteras la inseguridad descarnada que se dirige hacia sus fuerzas policiales históricamente famosas por sus brutalidades y abusos de poder con aroma a racismo fascista.

Pero claro, en la Casa Blanca hay un presidente negro alegan los defensores de las políticas estadounidenses, como si trataran de argumentar que los recientes hechos de sangre en los que se han visto asesinatos de policías por revanchas por crímenes cometidos por los uniformados blancos contra ciudadanos afroamericanos, son hechos aislados y descontectualizados de la maravillosa realidad estadounidense. Entiéndase esta última alegoría como un claro sarcasmo  que trata de reflejar la total incredulidad a las propagandas mediáticas que los medios anglosajones, han venido radiando por décadas para tratar de tapar la verdadera naturaleza del gobierno profundo y el sistema estadounidense.

Es sin dudas una muestra grosera y desvergonzada del “bananerismo” del sistema de justicia norteamericano, que en otras épocas se jactaban en señalar con respecto a los países latinos caracterizados por sus pobreza sistémica y corruptela clientelar. En realidad esto no es una novedad ya que hemos visto como aquel impresentable borrachín del estado de Texas, llegó a ser presidente en 2000 por un arreglo descarado dentro del electorado,

Ahora con esta parodia de Hillary Clinton que más bien se trata de una alevosa lavada de cara a una política llena de claroscuros, los ojos del mundo pueden estar seguros de que no hay ninguna altura moral en las instituciones estadounidenses con las que se atrevan a señalar errores ajenos.  Cómo puede hablar Washington de elecciones transparentes, de democracia o respeto a los derechos humanos, cuando en s haber tiene aberraciones como fue el fraude del triunfo de George Bush en 2001, su sistemática política legislativa de represión e intrusión en la vida privada de las personas, las detenciones sin orden contra personas sospechadas por su confesión religiosa (musulmanes), la agresión belicista y el asesinato de millones de seres humanos a causa de políticas liadas con la ley internacional.

Vamos a ver. Qué diablos puedes esperarte de una resolución tan descarada como la que hoy la mayoría de los estadounidenses pensantes han podido ver con esta maniobra del Departamento de Justicia y por supuesto con el apoyo de la Casa Blanca?  Aunque traten de mostrar al estadounidense promedio como un estúpido conformista a quien solo le interesa su cerveza y un confortable sillón en su sala de estar, lo cierto es que hay bastante sentido crítico en sus observaciones y sabe bien quiénes son sus políticos y en el caso particular, saben muy bien quién es “camaleón” Hillary Clinton.

Tan solo un mes atrás, las diferencias entre el demócrata de la izquierda progresista Bernie Sanders y la senadora conservadora por New York Hillary Clinton, sacaban chispas como si de un duelo de espadas se tratara. Sin dudas daban un muy buen espectáculo para alimentar a los medios gráficos y televisivos en la Unión pero nada más. Más allá de las diferencias cosméticas entre estos dos demócratas,  Sanders y Clinton son  en el fondo lo mismo.   Del mismo modo que se pinta a Trump como un multimillonario demagogo sin sesos, Sanders es tan “socialista” como Clinton es “transparente”.  Y podríamos agregar que Hillary tiene en su haber un involucramiento nada claro, cuando cumpliendo con sus funciones de secretario de estado, se hallaba muy activa en los asuntos sucios de Libia que entre otras cuestiones, se cobraron con  la muerte del embajador estadounidense en Bengazi allá por el 2012.

Está claro que a los poderes del estado profundo estadounidense, siempre preferirán a una persona sin escrúpulos y descarnada para manejar los asuntos de la Unión, que a un aislado idealista como Sanders a quien se le permitió desplegar sus convicciones políticas en la pequeña Vermont, pero no más allá. Y es esperable que el mismo Sanders sepa de todo esto y simplemente mire para otro lado, después de todo él vive de la política y sabe muy bien que tratar de enfrentar esa negra realidad en la que se entremezclan intereses de las altas finanzas, la mega corporación de la industria armamentista y las cajas negras de las agencias de inteligencia como la CIA –que realiza un  negocio incalculable en el marco de la llamada política de Contraterrorismo-, simplemente sería una estupidez.

Tal como se esperaba, Clinton y Sanders se han unido para tratar de contrapesar a Donald Trump quien  a pesar de su sus vulgaridades y sus estridencias verbales, ha sabido captar a una amplio público estadounidense hastiado de los mismos políticos reciclados de siempre que han sumido al país en una interminable guerra que no tiene aún visos de hasta dónde puede llegar.

Pero claro, para los medios conservadores como el Washington Post, Donald Trump es un simple orate, un multimillonario sin sesos que no tiene la menor  idea de cómo manejar la política doméstica y menos aún la exterior de la unión. Desde hace unas semanas estos medios cuyos columnistas son claros admiradores de las políticas liberales de los neocon y preclaros defensores de las políticas de Israel, se han encarnizado contra el candidato republicano no por su supuesta estupidez que lo volvería no idóneo para el cargo, sino por todo lo contario, ser demasiado claro en temas que a los intereses detrás del salón oval en la Casa Blanca, no les interesa compartir con el público.

Precisamente por estas inconvenientes verdades que Trump dispara sin parar y que han levantado a un amplio sector del espectro electoral estadounidense, las editoriales conservadoras y filosionistas estadounidenses pasaron de las burlas a su particular imagen a las descalificaciones de los tonos más agresivos que no dejan lugar a dudas, la muestra del nerviosismo en el stablishment mediático-político y financiero que ven en Trump, un personaje desaforado que puede terminar por deshacer la ya maltrecha agenda política, especialmente la externa que sin dudas se halla en retroceso.

Pero volviendo a la bochornosa decisión de la fiscal de estado de, limpiar el archivo de antecedentes de la señora senadora –que claramente vulnera los pilares constitucionales-, viene a ratificar lo que anteriormente habíamos predicho en la carrera presidencial de la ex secretario de estado y sus muy buenos contactos con el poder real en la Unión  (v. “Promesas de más caos”. http://pensamientoestraegico.blogspot.com.ar/2016/06/enla-mira-promesas-de-mas-caos-como-el.html ). 

Es en este marco, al ver hoy como Bernie Sanders se abraza fervorosamente con quien hasta apenas una semana antes de este anuncio, estaba al borde del procesamiento por cargos muy graves, solo demuestra el embuste de unas elecciones que en noviembre ya tiene previsto el resultado.


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