EN DEBATE
“AMBICIONES NEOCOLONIALES”
Comienzan a salir a la luz algunos objetivos que se persiguieron con el Brexit y el alcance de los mismos ¿Qué medidas deberán adoptar los gobiernos de la región ante esta nueva amenaza transcontinental?
Por Charles H. Slim
Cuando los británicos eligieron salirse la Unión
Europea con el Brexit, muchos ingenuos se creyeron que se trataba de una
decisión fincada en principios de autode- terminación y propiciados por el
interés en el mejoramiento de los intereses económicos británicos con respecto
a sus socios de la Comunidad. Muchos y en especial los medios trataron de no
denominar al proceso como una demostración de “nacionalismo” inglés. Pero para
varios expertos este proceso importara un desastre para Gran Bretaña y eso es
algo que Londres sabe que sucederá sino comienza a encontrar formas de
financiar su nueva política y para ello debe volver a las políticas filibusteras de “ir por algo
y tomarlo”.
Esto viene a cuento de los planes que pronto se
pondrán en marcha para que Gran Bretaña incremente sus bases en el extranjero
teniendo como uno de sus puntos seleccionados a Latinoamérica. La noticia no
puede sino despertar la atención en la región y en particular al Caribe, donde
existen los gobiernos que aún resisten los embates de la política exterior de
Washington. No es una casualidad que los británicos hayan previsto pretender
ampliar su influencia al mejor estilo del viejo imperio británico en momentos
que se han reactivado las tensiones geopolíticas con la Federación rusa por el
asunto del significativo incremento potencial en sus sistemas de misiles
estratégicos.
Sin dudas que uno de los principales objetivos es el
de cercar a Venezuela donde se halla una importante plaza estratégica de la
Federación rusa y a disposición de China. En este sentido no es casual que el
Secretario de Defensa británico Gavin Williamson afirmara que existe una
necesidad de su país de retomar el lugar de un importante actor internacional,
teniendo como miras a conseguir dichos fines, la de entrar en las Islas de
Monserrat o Guayana.
Este tipo de planes debiera alarmar a los organismos
regionales como la OEA, a los internacionales y en especial a la ONU que
supuestamente brega por la paz y el respeto de la ley internacional ¿Acaso a Gran
Bretaña –lo mismo que a EEUU e Israel-
no le caben las generales de la ley? Y es que este tipo de empresas poco o nada
tienen de democráticas y altruistas. Si se confiesa la intensión de instalar
nuevas bases militares en lugares fuera de las fronteras de un país, está claro
que lo será contra la voluntad de algún otro. La experiencia cercana enseña
cuales son los medios y las consecuencias del actuar de Gran Bretaña y sus
colegas estadounidenses cuando se embarcan en campañas para aumentar su
influencia en una determinada región.
Pero ¿Cuál ha sido la reacción de los gobiernos de
la región? Bien y como era de esperar, tras el cambio de polo en la ideología
que actualmente ocupa el poder en la mayor parte de los gobiernos del
continente –en especial de Sud América y
el Caribe-, parquedad y hasta una completa pasividad en las acciones que ya
vienen desarrollando los británicos en la región. Miremos sino lo que sucede en
el Atlántico sur y en el extremo del continente entre Punta Arenas y Tierra del
Fuego. El casi absoluto monopolio de la actividad de control y cobro de canones
por la navegación a cargo de los británicos, es pasmoso. El gobierno argentino
parece haber renunciado no solo a la soberanía sobre las islas Malvinas, Sandwiches
y Georgias, sino también sobre las aguas jurisdiccionales del sur.
A esta muy desventajosa posición argentina con un
vecino con apetitos expansionistas como Chile (aliado de Londres), hay que
sumar el providencial ascenso del gobierno derechista de Bolsonaro en Brasil
quien es un aliado incondicional de las posiciones políticas de EEUU y por ende
de los británicos. En este sentido para
Londres el momento no podía ser más propicio y no lo dejaran pasar de largo.
Con estos gobiernos en sintonía con la ideología anglosajona, los británicos no
dudaran en poner en marcha una acelerada movilización de recursos para
establecer nuevos puntos estratégicos con el objetivo de ir estrechando el
control sobre Rusia y China aunque ello no afecte mucho a estos dos grandes
actores mundiales.
Sin dudas de que este renacido neocolonialismo que
se inauguró en el norte de África con las operaciones de la OTAN lanzadas contra
Libia allá en 2010, busca más bien presionar y condicionar a las naciones
latinoamericanas que se vean dentro del radio de influencia de sus bases
militares, tal cual podemos verlo con el caso de la Argentina bajo una ilegal
ocupación de su Atlántico sur.
Más allá que la prensa regional y en especial la de
Argentina se muestra acostumbradamente silenciosa ante estos hechos, la
población argentina está bastante informada de lo que está sucediendo y pese a
que se haya acuciada por una interminable crisis económica, no pierden de vista
que hay un proceso de cooptación total de su soberanía y que de no comenzar a
tomar medidas activas para contrarestarlo, el futuro de sus hijos será muy
duro.
Una de las áreas en donde comenzó un proceso de
mayor cooptación es en las FFAA y de seguridad, con la preparación y
adoctrinamiento de los nuevos cuadros de oficiales a cargo de instructores,
teóricos y asesores tanto de EEUU como de Israel, socios íntimos de Gran
Bretaña. Este proceso no solo tiene esta parte meramente pasiva, sino que
incluye una faz activa en la cual se verán actos violentos y presuntos atentados
tendientes a consolidar un Status Quo de miedo y desconfianza que haga imprescindibles
los asesoramientos de estos expertos extranjeros. Además se busca reforzar los
conocimientos de doctrina que son adquiridos en las aulas de los liceos argentinos
y de las academias a cargo del Pentágono.
Según algunas fuentes extraoficiales informan por
estas horas de que el gobierno argentino ha propuesto el desarrollo de un plan
de creación de cuerpos de reservistas como forma de contribución a la
calamitosa situación defensiva y a los fines de crear una situación intermedia
entre los soldados profesionales y los conscriptos comprometiendo a los
ciudadanos que se presten voluntariamente a servir en armas. Aunque el proyecto
pareciera muy benéfico para la política de la defensa, hay en él una notable
desventaja estratégica que no se quiere mostrar y ello es, la desactivación
paulatina de las diversas ramas de la defensa (Armada, Fuerza Aérea y
Tierra) y la doctrina que se impartirá a
los reservistas, estará nutrida de los manuales estadounidenses e
israelíes. Para quienes no vean una
dificultad en este programa propuesto, deben mirar a las experiencias
contemporáneas vistas en otras latitudes y comprobar que, quitándole a un país
su potencia de fuego (tanques, aviones y misiles) será fácilmente doblegada ya
que milicianos de a pie simplemente serán aplastados por la aviación y las
fuerzas mecanizadas enemigas.
Sin lugar a dudas de que estos planes vienen
adunados con las ambiciones británicas que ya están en movimiento y que en el
caso argentino, con seguridad ya tienen fecha de ejecución.
Por lo pronto, Gran Bretaña tiene asegurada su plaza
en el Atlántico sur y es muy posible que ante estos nuevos planes de expansión
y aprovechando la tolerada pasividad del gobierno macrista (vista con el
incidente “ARA San Juan”), pretenda insertarse en el norte argentino, junto a
sus socios estadounidenses e israelíes, quienes operan con total libertad
autorizados por el actual gobierno nacional y tolerado por los gobernadores de las
provincias donde se hallan.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario