viernes, 18 de noviembre de 2022

 

“VOLVER PARA SER GRANDE OTRA VEZ”

El anuncio que realizo Donald Trump hace unos días de volver a la política para competir por la presidencia en 2024 ¿Significa una implosión en el sistema bipartidista? Problemas en el paraíso de la democracia

 

Por Charles H. Slim

La reaparición de Donald Trump anunciando el regreso a la postulación como candidato para las presidenciales de 2024 son la muestra de que la administración de Joe Biden no va nada bien. Los demócratas de la extrema izquierda troskista que hoy usa la máscara del feminismo y los movimientos del LGTBQ para avanzar en su hegemonismo global, lo creían muerto pero al parecer, se han equivocado y Hillary Clinton, Barack Obama y todo el arco neocon deben estar tomando antiácidos por la descompostura que les produce este resurgir.

Es cierto que sus candidatos han tenido una magra perfomance pero, el dato importante e ineludible es que Donald Trump no ha desaparecido del vocabulario de los estadounidenses.

Desde el asalto al Congreso hace 18 meses, la corporación de medios alineada la agenda de los neoconservadores liberales, fulmino con todas sus fuerzas al “populista de derecha” intentando condenarlo al ostracismo como si de una muerte civil se tratara.

Trump es el primer presidente estadounidense censurado en Twitter, demostrando que hay muchos claros oscuros en el sistema que se proclama democrático. Quienes celebraron esto creyeron que lo habían silenciado y con ello, cerrado el camino de forma definitiva para su carrera política. Pero ¿Quién o quiénes han propiciado este regreso? La respuesta puede ser mucho más desconcertante de lo que usted puede digerir.

Si bien la “pandemia” de Covid (algo de lo cual la administración Trump sabe) destartalo el sistema comercial y de transporte internacional agudizando el problema de los parados y todo lo que ello conlleva para la estabilidad social dentro del país, la obsesión por la conquista y el militarismo de los neoconservadores (en particular la secta de los Straussianos) fue lo que ha llevado a los EEUU a la actual encrucijada en la que Joe Biden no sabe cómo zafar. Y sino ¿Quiénes cree usted que fueron los que han desatado la actual crisis recesiva de grado global que amenaza incluso hundir a la economía de la propia Unión?

La reaparición de Donald Trump presupone un posible regreso a la arena de la política para devolverle a los norteamericanos lo que los demócratas internacionalistas han estado sacando para invertirlo en guerras absurdas y en especial, para mantener organizaciones como la OTAN que representan un dispendio injustificado para el Tesoro norteamericano ¿y para qué? Para sacar a los europeos de problemas que son de los europeos. Es allí donde Trump vuelve a formular la pregunta que irrita a una buena parte de los estadounidenses que han sido abandonados por el sistema ¿Por qué debemos pagar con nuestro dinero a tipos como Zelensky y financiar su guerra cuando ese dinero hace mucha falta para detener los desahucios, la crisis social y el desempleo crónico?; ¿Acaso la democracia tiene algo que ver en ello? A la vista de cualquiera que este medianamente informado de la política exterior de los últimos treinta años sabrá que eso es falso.

Trump sobre lo mismo no dejo pasar lo sucedido en Afganistán, uno de los fracasos más estrepitosos y humillantes de la política exterior de Washington a la que hace responsable al mismo Joe Biden y su administración. Pero en razón de verdad preguntése ¿Acaso Trump de haber seguido en el poder podría haber retenido Afganistán? A mi modesta opinión, no. La situación era insostenible y las tropas de la ISAF hacía tiempo que estaban perdiendo terreno (y miles de millones de dólares al año) y fue por eso que -y a regañadientes de los neoconservadores que lo apoyaban- Trump ya había determinado una retirada progresiva. Ni las conversaciones secretas entre la CIA y el Talibán en Qatar ni el intento de recrear un “Estado Islámico” afgano -ISIS-K-, para disociar y resquebrajar a la resistencia (como lo hicieron en Iraq) funcionaron. Aunque EEUU no lo haya querido reconocer, ha sufrido en Afganistán el humillante revés de todos los imperios invasores que más tarde se arrepentirían de haberse adentrado en ese territorio.

Sobre lo que viene sucediendo en Ucrania habría que hacerse una pregunta similar ¿Habría Trump comprometido a los EEUU en una guerra contra Rusia bajo el paraguas de la OTAN? Por lo que dijo, acusando a Biden de poner al país al borde de un enfrentamiento nuclear es evidente quiso decir que no. Si nos atenemos al concepto que Trump tenía (y supuestamente sigue teniendo) de la organización atlántica calificándola de “inútil” y un gasto injustificado para los EEUU, es posible que las tratativas para que se cumplieran los acuerdos de Minsk siguieran en la agenda y de esa forma Rusia no se habría sentido amenazada tras las bravuconadas y movimientos hostiles de las fuerzas ucranianas avaladas por la administración demócrata y seguramente el presidente Vladimir Putin no se habría visto forzado a lanzar la Operación Especial contra el régimen de Zelensky.

Igualmente no se engañe. Donald Trump no es mejor que los internacionalistas que hoy ocupan la Casa Blanca. No se olvide que gracias a su administración y de forma ilegal le reconoció a Israel un estatus sobre Jerusalem que no tiene dejando en evidencia la simpatía y el estrecho compromiso que Trump tiene con el sionismo que dicho sea de paso, tiene sus pies en ambos lados del sistema político norteamericano.

 

 

 

 

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