jueves, 1 de junio de 2023

 

MINISTERIO DE LA VERDAD

En la Argentina, un país fracturado y sumido en una crisis cíclica, sus medios se hallan más ocupados en sus problemas domésticos ¿Pero quiénes informan sobre la realidad internacional?

 

Por Sir Charlattam

Quizá no haya más valerosos y arriesgados periodistas, que aquellos que se mantienen fieles a su sentido crítico e independientes de las empresas de negocios de la información manejadas por empresarios quienes a su vez responden a las cloacas del sistema. Así lo vimos con Julian Assange[1] quien por su osada actividad de informar lo que realmente estaba detrás de toda la pantomima de la “lucha contra el terror” y de los crímenes que se cometían bajo esa excusa, hoy se halla en un cadalso de la supuesta democracia occidental.

Tampoco olvidemos a quienes como las periodistas Serena Shim[2] y Shaireen Abu Akleh[3]  fueron asesinados por estas supuestas democracias

Cosas de la vida diría un viejo amigo. Pero en el negocio de los medios, a pesar del daño que han causado durante años y en especial en los últimos treinta, está en baja y ello por el simple motivo de que la gente no les cree.

Eso no significa que dejen de recibir dinero para seguir operando. En Argentina y en especial en la ciudad de Buenos Aires el nivel de operatividad de la propaganda de medios “anti”, es rabiosa. Como diría el periodista irlandés Declan Hayes (con quien suscribo sus fabulosos artículos), “son un órgano más de la propaganda del gobierno”. En razón de verdad debo aclarar que aquí a diferencia de lo que ocurre en el Reino Unido, la estructura cloacal de los servicios de inteligencia es tan difusa y sin objetivos estratégicos reales, que no se puede saber a ciencia cierta quien realmente ordena y a quienes responden.

Pero si hacemos un ejercicio deductivo y usamos el raciocinio, podemos advertir quienes en la Argentina son los que digitan la propaganda vinculada a los temas de información internacional.

Así como la BBC de Londres ha dado aire a “gloriosos” pederastas (como Jimmy Savile)[4] y memorables psicópatas (como George Orwell o Andrew Marr) controlado por el MI5 y el MI6, en un país como la Argentina donde su círculo rojo (y en especial sus intelectuales) que no hay dudas está colonizado por intereses anglófilos y en particular por el Foreign Office ¿Por qué no estarían bajo el mismo control?

El cierto que la BBC es un medio público y por ello, subvencionado por los impuestos de los ciudadanos, como el viejo ATC y hoy conocida como “Televisión Argentina” pero, en lo que hace al espectro privado, no hay dudas que las editoriales de los principales medios privados siguen al pie de la letra las líneas políticas que descaradamente bajan desde Washington. Claro que se amparan en el derecho a seguir la editorial que mejor les convenga.

Bajo ese amparo, estos medios se sirven a replicar las mismas mentiras e intoxicaciones sobre la situación internacional que sus colegas de la CNN y la BBC difunden con total desparpajo ¿Acaso creen que lo hacen gratis? 

Si te pones a leer los portales de los “prominentes diarios” porteños, o ver sus programas de noticias y ni que decir escuchar algunas radios de la capital, solo hablan de una realidad monolítica en lo que hoy ocurre en Ucrania, el Medio Oriente y ni te digo de Palestina a la que invisibilizan (en particular las aberraciones contra los derechos humanos de los palestinos) hablando solo de Israel. Incluso, algunos de sus corresponsales en el extranjero, especialmente en Londres y París, son tan exageradamente obsecuentes y tendenciosos que no sería extraño que sus editores, por vergüenza ajena o más bien para no ser tan obvios les hayan llamado a moderar su babeo pro-anglosionista.

Estos sujetos son convencidos partidarios del hegemonismo angloestadounidense al cual le aderezan esa condición representativa y seudo-moralista de “judeo-cristiano” para distinguir y apartar a todo aquel que no entra en ese universo creado bajo ese odioso relativismo. En concreto, son férreos defensores del unilateralismo político que emana de Washington, sostenido militarmente por la OTAN ante un multilateralismo que les agobia de solo pensarlo.

Si eres un ciudadano extranjero viviendo o paseando en Buenos Aires y escucharas los medios para enterarte de lo que está sucediendo en el mundo, mejor apaga el radio y escucha música por FM. Realmente podrías quedar más confundido de lo que imaginas. Hay tanta operación en estos medios como exponentes tienen un micrófono delante pero con una particularidad, la mayoría a favor del relato anti-oriental y particularmente islamófobo, rusófobo y sinófobo.

Hay que hacer una aclaración. Son los medios capitalinos los que están más comprometidos con este relato y no tanto los del interior pertenecientes a otras 24 jurisdicciones ¿La razón? Es en Buenos Aires donde está el dinero y las oficinas extranjeras.

Pero no todos los medios capitalinos venden toxicidad. Son los más vinculados al Establecimiento los que mienten o repiten las mentiras de sus colegas del norte. Por ejemplo, una de las últimas invenciones de los medios europeos fue la de un supuesto ataque ucraniano sobre un edificio en Mariupol que habría matado a unos 600 soldados rusos muertos ¿Así? Cuando se hizo un chequeo del supuesto ataque, nadie reporto algo semejante ni siquiera una explosión con lo cual el engaño estaba dirigido a la opinión pública occidental. Hasta el edificio supuestamente demolido por el ataque que decía la fuente, no existía.

Pero el encubrimiento es más amplio y abarca desde las causas hasta los efectos de lo que originó la guerra. Los medios argentinos además de repetir a pie juntillas lo que el Servicio Global de la BBC y otras agencias que ofician como parte de la propaganda atlantista pecan de un gran amateurismo para no decir que no saben nada de lo que realmente ocurre.

Aquí para ser sinceros, la influencia de ese “ministerio de la verdad” angloestadounidense solo abarca a medios y presentadores que hoy cuentan con muy poca credibilidad tanto, que hoy han sido reemplazados por plataformas como Twitter.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario